Moondale

Autor: Destino

  • CONGA

    [align=center]
    [b]Suzanne Sommerville | Club Silver {Con Diana Echolls & Silver F. Wolfe}[/b][/align]

     

    annsommervilleEl mundo, para mí, se había reducido a luces que brillaban en todas partes, deslumbrándome por momentos y haciendo que mi campo de visión se viese mermado. Tras haberme puesto a bailar con [b]John Doe[/b] (menos de diez minutos, porque las reglas no escritas de las discotecas estipulan que bailar durante más tiempo implica ganas de sexo con el susodicho) me hundí en los cálidos, ásperos y confortables brazos de tres tequilas más, que sumados a los dos que llevaba encima (y teniendo el poco aguante que tengo yo a esa bebida en particular) lograron que la palabra licantropía fuese un trabalenguas demasiado complicado y que yo volviese a ser una adolescente de dieciséis años, con cuatro más, un poco ligerita de cascos. Pero por algún motivo que tenía que ver con mi trabalenguas particular, borracha me sentía bien.

    Después de que [b]Dominic[/b] que llevase del lado de [b]John Doe[/b] y nos recluyese en el baño (donde no hicimos cochinadas, y eso que éramos unos cuantos para hacer una fiesta salvaje con despelote incluído) me entraron las ganas de fiesta. Y he de reconocer que cuando voy bebida soy como una niña pequeña. Si [b]Dominic[/b] dice [i]“no salgáis”[/i] yo tengo ganas de salir. Pero algo me dice, algo que va ligado al instinto de mi trabalenguas, que por una vez tengo que hacer caso, así que no me queda otra que respirar hondo y pasar del sentimiento de culpa que me invade repentinamente, al mismo tiempo que el subidón de alcohol se baja rápidamente hasta mis pies, porque aunque nosotros estemos a salvo… hay docenas de personas en este garito que saldrán sin ser avisados. Respiro hondo, intentando no entrar en pánico y me dejo arrastrar a la pista, donde, bailando con [b]Diana[/b], una vez la morena nos hubo abandonado por problemas con los tacones, dejo que todas mis preocupaciones se evaporen al ritmo de la música.

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  • HABLANDO DE UN INGLES

    [align=center][b]~ Silver F. Wolfe | Club Silver | Con Jamie ~[/b][/align]

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    ¿Hasta las dos de la madrugada aquí encerrados? ¿Y que pienso hacer mientras tanto? ¿Jugar al parchís? La noticia de Dominic no me habia gustado del todo, al fin y al cabo el sueño siempre me vencía rápido, aunque al menos todavia quedaban chicos guapos y alcohol. A eso, sumar el hecho de que un dolor suicida me atacaba los dedos del pie. ¡Aquellos tacones me estaban matando! [i]Deberia haber venido descalza[/i], pensé barajando la posibilidad de cómo habria sido todo entonces.

    Me senté en un sofá que encontré por obra de Dios, y comencé a quitarme los tacones, sintiendo una libertad y alivio abrumador cuando el aire rozó los dedos rojos de los pies. Suspiré profundamente.

    [b]-¡Qué dolor! Ya es hora de que descanseis, queridos tacones[/b]- dije mientras colocaba los tacones a mi lado con cuidado y me recostaba en el sofá cual dueña de su casa.

    Sentí una presencia a mi lado, sabia exactamente quién era. Puede que una de las razones por las que me senté fue esa, y no por mero alzar.

    [b][i]-No sé como duran tanto con los tacones.[/b][/i]- comenta.-[b][i] Yo creí que mis pies morían la noche de mi graduación…[/b][/i]- la voz de Jaime no sonó tan acusadora como pensé que podría sonar.

    [b]-La noche de mi graduación terminé sin tacones, se me rompieron[/b]- reí al recordarlo- [b]Pero el lado positivo es que acabé con el más guapo de la clase llevándome en brazos[/b]- dije al mirar hacia el suelo, con la mirada perdida y melancólica. Esa sí que habia sido una buena noche.

    [b][i]-No me recuerdes la noche de graduación.[/b][/i]- murmuró Jamie en tono nostálgico.-[b][i]Terminé con mi novio en el coche de él, haciendo cochinadas en la orilla de un lago cualquiera.[/b][/i]

    [b]-Oh[/b]- suspiré- [b]los lagos. La de cosas que han visto y no pueden contar[/b]- reí yo sola-[b] Al menos tú acabaste en un lugar «cómodo» dentro de lo que cabe.[/b]

    [b][i]-Y tanto…[/b][/i]- recostó la cabeza en el sofá.- [b][i]Los años de noviazgo con mi ex, fueron increíbles.[/b][/i]- admitirió.- [b][i]Bueno, no tengo con qué compararlo, así que queda claro que fueron los mejores.[/b][/i]- se encogió de hombros.

    [b]-Afortunada tú que has tenido novio[/b]- suspiré mirando hacia el techo-[b] Más quisiera yo poder decir eso..[/b]

    [b][i]-Ya…[/b][/i]- sonrió en modo nostálgico.-[b][i] Sólo que luego todo se echó a perder…así que no te quejes mucho.[/b][/i]- me miró a los ojos.- [b][i]Sino, ya estaría actualmente con él y no me habría besado con él…[/b][/i]- y con un movimiento de cabeza señaló a Dom.

    [b]-Ah, sobre eso[/b]- subí las piernas al sofá y los cruzé para estar más cómoda- [b]Queria decirte que no era mi intención meterme dónde no me llamaban, es que…[/b]- miré hacia dónde se encontraba Dom- [b]bueno, él fue una gran ayuda cuando salí de mi celda, si no llega a ser por él ahora mismo no estaria aqui hablando, por eso le tengo un cierto…¿cariño?[/b]- no, tampoco lo llamaría asi. El cariño interhumano en mi es escaso, pero no encontraba otra palabra- [b]Pero de eso a tirármelo va mucho.[/b]

    [b][i]-No pasa nada.[/b][/i]- me tranquilizó posando una mano en mi brazo.-[b][i] Yo me comporté de lo peor, básicamente porque él y yo no somos absolutamente nada.[/b][/i]- aclaró.-[b][i]Fui una perra y lo siento, no quise maltratarte.[/b][/i]- me sonrió de medio lado.-[b][i]Además, creo que estabas en todo tu derecho de ligártelo, él es libre hasta donde sé.[/b][/i]- añadió.

    [b]-Gracias[/b]- agarré su mano- [b]Debo admitir que en un principio, cuando estuvimos alli abajo, hubiese matado por estar con él. Pero una vez que salí al mundo real me di cuenta de que no es el único hombre que existe, fijate[/b] -miré por encima del pub-[b] esto está lleno de gente guapa. Asi que por mi parte, puedes hacer con él lo que te plazca, aunque…[/b]-me reí al recordad lo que habia pasado momentos antes-[b]…veo que ya has dado el primer paso[/b]- reí aún más.

    [b][i]-Calla, ¡que he querido morirme de la vergüenza![/b][/i]- admitió entre risas.-[b][i] Me he quedado pasmada cuando me besó de nuevo…[/b][/i]- se sonrojó un poco, por lo que pude ver vagamente.-[b][i] Está que se parte, yo estoy lidiando problemas personales y mis propias hormonas, pero le haría algún que otro favor, lo admito.[/b][/i]- volvió a reirse y ahí se marcó un punto.

    [b]-Querida, no eres la única que le haria un favor. Si me dejas, ahora mismo le haria uno[/b]- reí-[b] Ya sabes para pasar el rato. Aunque espera…[/b]-tuve una idea para hacer la espera más amena, me levanté del sofá aún descalza, esquivé a unas cuantas personas y cuando volví al sofá llevaba en mis manos dos copas- [b]no le digas a Dom que te las he dado yo.[/b]

    [b][i]-¡Eres mi ídola![/b][/i]- agarró el vaso.-[b][i] Por una amistad mágica.[/b][/i]- brindó junto a mi.- [b][i]Pues, si quieres hacerle un favor sexual, hazlo…no soy su novia y menos su chica…[/b][/i]- bebió un poco del trago.- [b][i]Y no te preocupes, no le diré nada de esto.[/b][/i]

    [b]-¡Que va, no es el mejor momento! Además no quiero romper algo bonito que se puede estar formando[/b]- bebí con euforia- [b]Este será nuestro secreto de chicas-con-ganas-de-hacer-favores.[/b]

    [b][i]-¿Qué es lo bonito que se está formando?[/b][/i]- dijo derrepente disimulando, mientras bebía.

    [b]-No cuestiones la magia del amor[/b]- dije volviendo a beber y derramando bebida sobre el vestido-[b] Te lo dice una bruja A apoyada por otra bruja B, en otras palabras Diana. Dos brujas valen más que una, en este caso tú, la bruja C…[/b]-y después de decir aquello mi cara era un poema-[b] ¿Por qué me ha parecido esto un problema de lógica de filosofía de bachiller?[/b] – bebí mucho más que antes.

    [b][i]-No he pillado nada de lógica. Segundo, ¿qué magia del amor? Si no está pasando nada.[/b][/i]- murmuró con una sonrisa escondida detrás del vaso.

    [b]-En otras palabras, deja que la cosa fluya, no te distraigas pensando en si le gustas o no, en si ahora tienes que hablar con él o pasar de su ano. Deja que la [i]magia[/i] fluya[/b]- dije recalcando bien la palabra «magia»- [b]Y si tienes problemas, aqui tienes a Diana y a mi para empujaros[/b][/i]– levanté las cejas simultáneamente.

    Recuerdo cuando estabamos bailando Diana y yo, un tanto sensuales las dos, con muchos tios a nuestros alrededor y riendonos al ver la escena del beso. ¡Qué tiernos!

    [b][i]-No voy a hechizarlo, si es lo que me estás sugiriendo.[/b][/i]- alzó una ceja, mientras miraba el vaso vacío e hizo pucheros, sacándome de mi recuerdo lésbico-festivo.-[b][i] Si pasa algo, genial. Si no pasa nada, no importa, siempre tendré un buen amigo que me rescate si me meto en apuros sobrenaturales.[/b][/i]

    [b]-Yo no he dicho nada de hechizar a nadie, aunque ahora que lo dices no me parece mala idea[/b]- miré el vaso y sobrevaloré las posibilidades-[b] De todas formas con el tema del amor los hechizos están prohibidos, ley natural.[/b]

    [b][i]-Tranquila, que mi abuela ya me ha traumado en ese tema, que he querido no enamorarme de nadie, a decir verdad.[/b][/i]- se rió.- [b][i]De hecho, no sé lo que es estar enamorada.[/b][/i]

    [b]-¡Oh yo sí! Estoy enamorada de los tacones y de…[/b]- justo en ese momento comenzó a sonar la canción [URL=http://www.youtube.com/watch?v=I-FkW16U3jc]»Alors on danse»[/URL]-[b]..¡esta canción! Vamos, bailemos[/b]- le ofrecí la mano para bailar al tiempo que me subía al sofá.

    [b][i]-Jaja, entonces yo estaría enamorada de mi Mustang rojo cereza, para variar.[/b][/i]- me miró en primer lugar, se encogió de hombros, y finalmente se quitó las ballerinas y se unió.

    [b]-¡Y yo de la ropa de encaje![/b]- grité.

    [b][i]-Oh…totalmente de acuerdo.[/b][/i]- cogió un nuevo vaso de un camarero que pasó por nuestro lado y bebió-[b][i] Amo las espaldas masculinas…[/b][/i]- rió más fuerte.- [b][i]Dios, estoy hormonada y borracha, hasta te amaría a ti si no estuvieras enganchada con Diana…[/b][/i]

    [b]-¡Y yo de los brazos musculados![/b]- cogí otra bebida para mi-[b] ¡Y de los uniformados! Sí sí, y de Diana[/b]- me paré en seco, [i]what the fuck![/i]-[b] ¿de Diana?- me lo bebí todo del tirón.[/b]

    [b][i]-¡Los tíos en uniforme son alegría para los ojos! You know, los bomberos…miau.[/b][/i]- más borracha que nunca, ella estaba mucho más pedo que yo pero a mi no me faltaba mucho para alcanzarla.

    [b]-Oh sí, tú si que sabes. Bomberos del local[/b]- grité-[b] ¡apagad este fuego que tengo entre las piernas![/b]- me volví a Jamie y me serené un poco-[b] y los militares…[/b]

    En ese momento Jamie estuvo a punto de caerse del sofá con mi comentario. Yo la agarré, seguro que la pobre estaba viendo doble.

    [b][i]-¡Y BATMAN! Gosh, tengo un maldito crush con ese.[/b][/i]- volvió al ataque Jamie, gritando aún más

    [b]-¡Y CÍCLOPE! Pero el guapo de X-Men, no el monstruo de tres ojos[/b]- aclaré con un dedo levantado.

    [b][i]-¡WOLVERINE![/b][/i]- más descojonada que nunca añadió.

    [b]-¡CATWOMAN![/b]- dije junto a una pantomima del látigo. No lo pensé, me salió solo. Y hay que admitir que ese cuero le queda fenomenal.

    [b][i]-Una vez me disfracé de Catwoman…[/b][/i]- se sentó en el sofá rendida, de forma rara.-[b][i] Me duele todo de la risa, Plateada[/b][/i]- concluyó haciendo un juego con mi nombre.

    [b]-Yo también, en mis años de juventud[/b]- me senté junto a ella- [b]ya una no está para estos trotes. Por cierto, ¿Plateada? Vale, he de decir que eres la única persona que ha hecho un chiste de mi nombre y sigue viva.[/b]- aquello era pura realidad.

    [b][i]-No lo sé, me ha salido…échale la culpa a tu madre y al alcohol.[/b][/i]- se bebió otro vaso.-[b][i] A estas alturas, no seré persona para las dos de la mañana…[/b][/i]- admitió entre risitas.-[b][i] Tendré que pedirle a algún chico guapo que me lleve hasta la residencia, pero sin que se me meta en mi cama…caso contrario si fuera Dominic, siendo sinceras.[/b][/i]

    Mi madre. Jamie no tenia la culpa de haber nombrado a mi madre, porque ni siquiera sabe que murió mucho tiempo atrás, pero tampoco iba a desvelar este tema en este momento tan amistoso. Sería como romper el jarrón de oro que tu abuela se autocompró por su cumpleaños. Todavia recuerdo sus ojos, esa sonrisa…¡No, no! Recuerdos fuera…

    [b]-Yo no aguantaré mucho más, llevo dias sin dormir y hoy he estado toda la tarde leyendo [i]»La bella durmiente»[/i], asi que más señales no puedo tener[/b]- apoyé mi cabeza en el hombro de Jamie- [b]Me alegraria mucho de que fuese Dom, sinceramente. Y de paso le preguntas si tiene un hermano más alto que él.[/b]

    [b][i]-¿La Bella Durmiente? ¿En serio?[/b][/i]- rió.- [b][i]Tiene una hermana, así que si te van las tías, tienes una Williams esperándote en Inglaterra.[/b][/i]- respondió, vaciándose el trago.- [b][i]Sep, Dom es inglés, ya puedo darme por muerta y feliz.[/b][/i]

    [b]-Vale, ya me puedo dar por muerta yo también[/b]- me recompuse- [b]¿Inglés? ¿En serio? Pero por favor qué morbo[/b]- miré hacia donde estaba Dom-[b] Puede que la hermana me interese, al menos para que me hable en ese acento[/b]- reí e intenté imitar mi nombre con ese acento.

    [b][i]-Dímelo a mí, que desde que tengo memoria, el acento inglés me pone en plan…[/b][/i]- como si fuese un secreto.- [b][i]mucho.[/b][/i]- rio.-[b][i] Mi abuela no me lo perdona nunca, no entiende porqué prefiero a los ingleses, antes que los italianos, dado que ellos son apasionados y tal…[/b][/i]

    [b]-Da igual que sean italianos, ingleses, alemanes o franceses. ¡Venid a mi chicos, mamá Sylver os dará lo que querais![/b] – abrí las manos como si fuera a recibir un abrazo invisible.

    Jamie después de mirarme sorpendida añadió: [b][i]¡Así se habla![/b][/i]. Volvimos a brindar y nos acabamos aquellas copas. Al final no habia sido tan duro decir [i]“lo siento”[/i], nunca en mi vida lo habia hecho, pero algun dia tenia que tocar, ¿no? Jamie no era mala, sino que estaba sintiendo algo por alguien, y eso es humano. Jamie no era Maléfica, Jamie era la Bella Durmiente…

    [spoiler]Jamie controlada por su dueña, Eugeart.
    Siento si la conversación se os ha hecho larga, pero ni nosotros nos dimos cuenta de cuánto avanzaba una charla que era básicamente un: Perdon – Perdonada[/spoiler]

  • CRISIS DE CELOS

    [align=center][b][Jamie Smith || En el Silver ][/b][/align]

    jamiesmith

    Si el día había sido un desastre emocional en proporciones épicas, la noche había decidido seguirle el juego al día. No recuerdo casi nada, dado que mi completa borrachera no me permitía hilar nada más que algunos rostros conocidos y pocas conversaciones. Con lo cual, no entendía en absoluto mi pequeña crisis de celos al ver a Sylver y Dominic muy juntos, en la puerta del baño de mujeres del bar. Tenía ansias homicidas, por lo que tuve que ir derecho con Diana y Ann. Ambas me abrazaron y eso me reconfortó bastante. Luego se acercaron Dom y Sylver, consiguiendo que me enfadase más de lo que estaba y quisiera irme, cuando llegó alguien.

    – [i]Mes amie[/i], una reunión de excompañeros de celda. ¿Se os olvidó llamarme verdad?

    – [b]¿Y a ti quien te llamó?[/b]- pregunté, con la mala leche de antes.

    – Un viejo amigo llamado Jack…Daniels. Somos un grupo muy unido, él, Eristoff y yo somos uña y carne.

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  • COMIENDO PERDICES

    [b]~ Sylver F. Wolfe | Club Silver | Con Dominic, Diana, Jamie & Ann ~[/b]

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    [QUOTE][i]…y fueron felices y comieron perdices.[/i][/QUOTE]

    Perdices, what the fuck? Cerré el libro que habia sacado de la biblioteca. Sí, la [i]Bella Durmiente[/i]: edición para niños de tres a cinco años. Habia ido por la mañana temprano para buscar el libro perfecto que leer, no sé, algo de romance victoriano o thriller futurista, pero al leer las sinopsis me di cuenta que tendría que estar dando muchas vueltas a la cabeza sobre las cosas que sucedian en el libro, asi que opté por coger lo más tonto y rápido de leer. Como es obvio, lo he releído cincuenta veces en el día: mientras hacia la comida, me peinaba, me cambiaba la compresa, escuchaba música, etc. No es que fuese un libro muy dificil de entender, por eso lo habia cogido.

    ¿Que por qué [i]La Bella Durmiente[/i]? ¿Por qué elegir a la gandula que prefiere quedarse acostada mientras llega su principe azul? Pues porque era una petarda, como yo, y porque en algo nos pareciamos: seguimos esperando que el principe -al que le gusta llegar tarde a todos los acontecimientos- llegue de una jodida vez y nos despierte. Vale que no haya sido su culpa el quedarse dormida, fue un capricho de Maléfica. Y he llegado a una conclusión, si Maléfica la montó asi de gorda porque no fue invitada a un bautizo, ¿cómo se tomará no ser invitada a la boda? Creo que aquel dia le vino la regla.

    ¡Oh cielos! Esto no puede seguir asi. ¿Cómo es posible que haya llegado a este punto de mi vida? Questionar las acciones de los personajes Disney, cuando deberia estar por ahi, en el mundo real, ligandome al primer chico guapo que se me cruce o mantener una conversación interesante con cualquier persona medianamente interesante. Y sí, valgame la rebundancia. Esto de leer libro para niños no-lectores hace que tu vocabulario se disminuya a un 2%.

    Asi que con la misma gana que lanzé el libro por los aires, me dirigí al baño. Me duché corriendo, me peiné (o al menos eso intenté), me maquillé y escogí la ropa más ajustada que encontré a mano. No sin antes ponerme mi ropa interior de encaje, nunca se sabe cómo vas a acabar la noche. Lanzé lo necesario a un minibolso y salí de la habitación. Fue todo muy bonito hasta que me di cuenta de que iba descalza.

    [i]¡Pero qué chica más atrevida tú! ¿no Sylver? Saliendo a la calle descalza, fuerte loca. ¿Qué será lo siguiente, ¿salir sin bragas?[/i], me dije a mi misma mientras rebuscaba en el bolso, cogía la llave y abría la puerta. Decidí, por estúpida, coger los tacones más altos -y por ende, los más dolorosos; asi la próxima vez no se me olvidaban. ¡Eso sí que es tener lógica avanzada Sylver!

    Cuando estuve finalmente en la calle, me encontré con varios transeúntes que caminaban de alli a allá. Sería Miércoles, y todo lo que quieras, pero por aquí el movimiento sigue su curso. Habia decidido que no cogería el coche, por si acaso acababa borracha (que era mi intención), asi que caminé para buscar un taxi libre, cuando una voz grave y masculina captó mi atención:

    -[i]¿A dónde vas belleza?[/i]

    Cuando giré la cabeza me encontré con un chico alto, mono, montado en una Harley Davidson; de unos 27 años, o eso supuse, con una chupa de cuero y unas gafas de sol aviadoras. Lo primero que dije no lo pensé:

    -[b]¿A dónde vas tú con esas gafas cariño? ¿No ves que no hay sol?[/b]

    Él se rió, y yo le seguí el juego.

    -[i]Es para hacerme el interesante[/i]- contestó.
    -[b]Pues funciona[/b]- le dije guiñandole un ojo- [b]Ahora [/b]– me acerqué cuidadosamente al extraño- [b]podrias hacerle un favorcito a esta belleza, ¿te apetece?[/b]

    Él pareció quedarse sin palabras, no se esperaba que fuese asi de lanzada. Seamos sinceros, nadie se tira al vacío sin paracaídas si no tiene un as en la manga. Cuando estuve lo suficiente cerca de su rostro, y pude mantener el contacto visual, murmuré: [i]Amoris-non-defensare[/i], y el objetivo era totalmente mio. Tiene sus puntos buenos ser bruja, y más todavia si dominas los hechizos de admiración. Ahora el motorista-chico-sexy no se podia oponer a hacer lo que yo quisiera.

    -[b]¡Vayamos al Silver![/b]- le dije al oído, después me monté detrás, pasé mis brazos por su costado para notar los perfectos y marcados abdominales que habían debajo de aquella chaqueta, y me agarré fuerte.

    Cuando llegamos, solo me hizo falta enviarle una orden más al motorista para que se perdiese de vista y se olvidase de todo aquello. Al menos me he ahorrado el dinero del taxi.

    Entré al Silver, directa a la barra, y me pedí tres tequilas. El camarero me miró extrañado, pero obedeció. Después de aquello, lo siguiente fueron bebidas cuyos nombres no sabia pronunciar, y para cuando me quise dar cuenta ya no sentía el dolor de los tacones y me encontraba en el centro de la pista de baile rodeada de chicos. Asi estuve un buen tiempo, hasta que decidí ir al baño y mirar mi maquillaje. Además, tanta multitud en tan pocas horas era malo para mi salud.

    Justo cuando salí estaba entrando una chica ([b]Jamie[/b]) cuyo rostro me sonaba mucho; pero mis pensamientos se desvanecieron cuando me tropecé con él. Alto, fuerte y moreno. Cuando lo miré, multitud de imágenes se me pasaron por la cabeza a la velocidad de la luz. Aquel chico que me ayudó cuando salimos de nuestras celdas, y que tan bien se habia comportado conmigo. Sí, aquel cuyo nombre era…¿Dim?…¿Demetric?…¿Dominic? ¡Oh sí, [b]Dominic[/b]!

    -[b]Wow, no me esperaba a ningún chico guapo esperándome en la puerta[/b]- le guiñé un ojo a la vez que sonreía.
    -[i][b]Y yo no me esperaba que apareciese otra chica guapa esta noche[/i][/b]- contestó él. Habia olvidado aquella voz tan sexy y masculina, aunque ante todo, protectora.
    -[b]Por cómo lo has dicho supongo que no soy la única chica guapa que has visto[/b]- sonrié picaramente.
    -[i][b]Pues no, esta noche están por todas partes [/i][/b]– contestó con una sonrisa.
    -[b]Sí, pero ninguna es cómo yo[/b]- y tras esto me acerqué y le planté dos besos en las mejillas.

    Justo en aquel momento salía aquella chica que entró en el baño. Cuando me fijé en su pelo pude recordar algo más de ella. ¿Era Jamie? ¿Qué le pasaba conmigo?

    -[i][b]Perdona pero estaba esperando que saliese alguien[/i][/b] – dijo Dom sacándome de mis pensamientos. Y cuando me di cuenta se fue persiguiendo a Jamie. Y claro, en aquellas condiciones no podia perderme el primer plano que tuve de su culo. ¡Que no me entere yo que ese culo pasa hambre!

    Puedo llegar a ser una acosadora, perseguidora de culos, enterada y lo que deseen llamarme, pero prefería pasar el resto de la noche con personas que conocía -aunque evitaba tocar el tema de [i]cómo[/i] nos conocimos- que sola y rodeada de tíos sobadores. Entre más me acercaba, más caras conocidas recordaba: una de pelo castaño rojizo, una rubia y Jamie. Tenia miedo al principio, pero no podia echarme atrás.

    Quizás no era la mejor forma de saludar, o el momento oportuno, pero no podían esperar nada más de una chica que se habia pasado el dia entero leyendo un cuento para niños que casi ni han nacido.

    -[b]Hello everybody![/b]- dije, saludando con la mano muy efusivamente- [b]No sé si os conozco de algo, porque no veo ni mis tacones…[/b]- y era verdad, en aquel estado no sabia si tenia la ropa bien colocada o el pelo bien peinado.

    Me hubiese gustado un: [i]“¡Hola guapa, cuánto tiempo! ¡Cómo has crecido! ¿Has perdido peso?”[/i], pero lo que recibí a cambio fueron miradas asesinas y cejas levantadas. Bueno, mejor eso que el vacío, ¿no?

    -[i][b]Debería irme… [/i][/b]- dijo Jamie, en un intento de huir de aquella situación tan incómoda.
    -[i][b]No, no, no, no, tú no vas a ninguna parte[/i][/b]- le reprochó la rubia, mientras la agarraba y le pasaba una mano sobre los hombros. No sin antes lanzarme otra mirada ninja-asesina.
    -[i][b]No te vas, Jamie. Tú no te vas[/i][/b]- corroboró la castaño-pelirroja, que aunque su intención pudiera sonar seca, su voz fue más dulce que las otras contestaciones.

    ¡Vaya, veo que por aquí sobro! Iba a ejercer mi salida triunfal del Silver con la cabeza bien alta y los tacones rotos, justo cuando una voz nos interrumpió:

    -[i][b]Mes amies, una reunión de excompañeros de celda. ¿Se os olvidó llamarme, verdad? [/i][/b]

    Vaya, lo que faltaba, uno más que conocía nuestro pasado. Venga, vamos, llenemos el local de secuestrados. Hagamos sentir a Sylver como si estuviese en su casa. [i]¿Pues sabes lo que te digo? Ni aunque hubiese tenido tu número, te hubiera llamado[/i], o al menos eso me dije, porque justo un segundo antes se me pasó por la cabeza que decir aquello sí que habría sido meter la pata más al fondo.
    [spoiler]Cada personaje controlado por su dueño *-*
    Btw, John Doe is back guys:

    [IMG]http://i39.photobucket.com/albums/e158/dave91_album/scream.gif[/IMG]

    Vale, buscaba una excusa para poner esto xD[/spoiler]

  • FIESTA

    [align=center][b]Suzanne Sommerville | Residencia Hexe – Calles de Moondale – Club Silver
    {Con Jamie, Diana, Dominic y Silver}[/b][/align]

    annsommerville

    [align=left]Nada más llegar a la [b]Residencia[/b], me dejé caer en el plato de ducha, con agua casi hirviendo cayendo sobre mí. Pero apenas era consciente de ella. Tenía demasiadas cosas en la cabeza, demasiada información para un solo día. Las palabras de [b]Ed[/b] y [b]McLeod[/b] resonaban en mi cabeza. Rebotaban unas contra otras, giraban y se aceleraban. Y yo sólo sentía tres cosas: incredulidad, desorientación y miedo. En el mundo en el que yo había vivido siempre, no existían los licántropos, no existían los vampiros, no existía la magia; sólo los cuentos que se les contaban a los niños por las noches, poblados de criaturas tenebrosas que nunca traspasaban la barrera de la realidad. Sin embargo, esa mañana, yo, [b]Ann Sommerville[/b], hija de una inmigrante francesa y un canadiense de a pie, me había despertado sintiéndose humana y en esos momentos me sentía cualquier cosa menos eso: una licántropo, mujer-lobo, como quisiesen llamarme… era una de esas criaturas que, en teoría, sólo existían en el mundo de los cuentos. Y cabía la posibilidad, tan oscura como certera, de que el “perro” que despedazó a [b]Francis[/b] no hubiese sido otro que yo. Me aferré con fuerza a mí misma y me hice un ovillo, notando como una lágrima bajaba por mi mejilla.

    Mentiría si dijese que tengo miedo. La pura verdad es que estoy acojonada. Y no por mí, que al fin y al cabo, si soy una chica-lobo no puedo hacer nada por cambiar eso. Lo que verdaderamente me asusta es la posibilidad de hacer daño a la gente. Si yo maté a [b]Francis[/b], creo que más me valdría estar muerta, y si no… en cualquier momento podría descontrolarme y matar a alguien. Soy un peligro público, y por mucho que [b]Ed[/b] y [b]McLeod[/b] estén dispuestos a ayudarme, por mucho que pueda encontrar a [b]Fenris[/b] y suplicarle que me ayude a controlar mi condición, nunca nada volverá a ser como antes. He caído en una nueva realidad que no sé si me gusta. Pero es en la que me ha tocado vivir.

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  • PALIDA CENA

    [align=center]

    [b][Maximilien || Calles de Moondale][/b][/align]

    nowrps

    Había abandonado el bar Satan’s Skirt, dejando a Ben por su propia cuenta, porque a mí me apetecía una segunda cena (o un almuerzo, hablando humanamente). El frío caló en mis huesos, avivando mis energías para cazar una cena suculenta, que me lo merecía de verdad de la buena. Entre el encuentro con la licántropa y la conversación con Ben, mis ánimos estaban un poco mustios. Agilicé mi olfato en busca de sangre caliente y latiendo contra el pulso de un cuello níveo y sedoso. Hoy me apetecía algo pálido, seguramente por culpa de la licántropa.

    A una distancia de la que calculé que eran poco menos de diez metros de distancia, percibí un latido irregular pero lo suficientemente vivo como para hacerme agua la boca. Amplié mis instintos de cazador, tratando de localizar la presa, llevándome por todos los callejones de Moondale, hasta llegar a la zona más céntrica de la ciudad. Eso era un problema de por sí, pero si me mantenía al margen y siguiendo ese latido irregular, nadie tenía porqué saber de la desaparición de una chica.

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  • MONSTRUOS CON ROSTRO HUMANO

    [b][ Ben McBeth | Satan’s Skirt [color=green]{ con Max }[/color] ][/b]

    benjaminmcbeth

    Satan’s Skirt: ése sitio que sabía que encontraría en Moondale incluso antes de recalar allí. Estaba en todas partes, aunque no en todas partes se llamara así. Las grandes ciudades tenían muchos, las más humildes se conformaban con uno, pero incluso ese pequeño pueblo al pie de la ruta 66 en el que no encontrarías ni un McDonald’s tiene un lugar como el Satan’s Skirt: un antro lleno de demonios, vampiros y brujas desviadas del camino del Señor que intentan llevarse monstruos verdes a la cama. [i]Encantador.[/i]

    No era que no me gustase el sitio, pero no estaba precisamente lleno de chicas guapas y gente con clase. Eso sí, estaba lleno de contactos, era el centro neurálgico de la red de asesinos y maleantes sobrenaturales. Entrar allí era como anunciar en la portada del New York Times tu llegada a la ciudad, y era plenamente consciente cuando puse el primer pie en el antro de Moondale. Nadie se giró a mirarme, pero dos segundos después ya sabía de dos tipos que me habían reconocido. Y también sabía de un tipo que yo había reconocido.

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  • VAMPIROS Y CHUCHOS

    [b][Maximilien || Calles de Moondale || {Con Suzanne Sommerville}][/b]

    nowrps

    Las épocas que más me gustaban, eran el otoño y el invierno. Muchos preguntarían porqué, yo sonreiría tranquilamente, me les acercaría en tono confidente, y antes de encajarles mis colmillos en sus cuellos, respondería en un suave susurro: ‘Porque los días son más cortos’. Y era la absoluta verdad; ya que en primavera y verano tengo que aguantarme esos días largos, casi ayunando, con lo cual me produce constante mal humor y estrés. Nadie debería ayunar ridículamente, por eso es que no entiendo a las descerebradas de las modelos que apenas comen para estar más delgadas, lo que en mi opinión hace que su sangre tenga sabor a asco.

    Agradecía que estuviéramos a principios de diciembre, cerca del invierno; el frío me gustaba, me mantenía vivo y ágil. Aunque confieso que las cacerías invernales eran más difíciles de concretar, dado que la comida no solía salir con frecuencia en las noches de pleno invierno. Uno debía rebuscárselas para no morir de ayuno, aunque eso incluyese beber sangre de indigentes perdidos por ahí. Mi paladar es bastante exquisito, debo admitirlo; me gusta más la sangre de chicas rubias, morenas, castañas, pelirrojas, etc. Pero conseguir una de ellas en las noches invernales de principios de diciembre era una tarea ardua. y si las conseguía, era cómo ganarse la lotería.

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  • FUERA DEL RADAR

    [b][ Zoe Cooper | Club Silver ][/b]

    zoecooper

    No me gustaba esconderme. No me gustaba tener que ser discreta y mantenerme fuera del radar. No era precavida, nunca lo había sido, y no me gustaba medir mis actos, los lugares a los que iba o lo que decía. O la sensación de que si se proponían venir a por mí, la Colt que llevaba permanentemente escondida en el bolso iba a servir de bien poco. La inseguridad, no llevar el control de la situación; [i]eso[/i] era lo que me estaba matando, devorándome por dentro.

    La primera noche había sido desconcertante, sobre todo porque no entendía nada. Tenía una vida. Un trabajo, un buen sueldo, un mundo fascinante por descubrir. Y un mamonazo por jefe. Y de repente, le había disparado y me había dejado a mí misma a merced de un grupo de desconocidos con habilidades recién sacadas de la última temporada de Heroes. Habíamos escapado, me odiaban, uno de ellos había prometido que respondería por mis actos. ¿Qué actos, de todas maneras? Si creían que sabía mucho más de todo aquello que ellos mismos, es que se habían pasado de la ralla con el LSD.

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