Sarah Echolls | Subterraneo tres
– [b]¿Hola? Sí, sí que hay alguien: Soy Sarah Echolls y[/b]…-La emoción que brotaba de mis palabras casi me impedía seguir hablando.- [b]¿Quién eres? ¿Cuánto tiempo llevas aquí? Por favor, háblame, cuéntame lo que sea pero no te quedes callada…[/b]
De nuevo, nadie me respondió. Me sentía completamente sola y estaba convencida de que había comenzado a perder el juicio. ¿Por qué si no entonces iba a escuchar voces de alguien que después no me respondía? Bajé la cabeza, una vez más decepcionada y dolida conmigo misma por ser una ilusa. Después, me aparté de la rejilla y fui hasta la parte de atrás de la celda. Me negaba a ver cómo torturaban a ese pobre hombre, iba en contra de mis principios. Era de ese tipo de gente que no miraba cuando veía un accidente al otro lado de la carretera y que se negaba a ver el telediario no porque no me interesase lo que pasaba en el mundo, si no porque me parecía que en vez de informar, le daban imágenes morbosas a una sociedad cada vez más degenerada.