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Categoría: Diario de Christopher MacLeod

  • FLOWERS IN THE WINDOW

    FLOWERS IN THE WINDOW

    Christopher MacLeod | Hotel White Candle

    TARDE | 18 DE ABRIL

    macleodcuero

    Parecía mentira que hubieran pasado cuatro meses desde aquella tarde en la que nos aventuramos en el subconsciente de Mara y ella regresó a nosotros, tres días después, despertando con el llanto del pequeño Idris, convertida ahora en una licántropa como yo. Bueno, no exactamente como yo, Mara era ligeramente diferente, la especie que debían haber usado en los experimentos con King no era un ‘Lupus Exterus‘, sino probablemente, un ‘Lupus Garou‘.

    Pensándolo fríamente, apenas habían pasado también poco más de ocho meses desde que habíamos pasado las ‘Pruebas’, Kaylee había muerto y el grupo se había ido haciendo pedazos, que no se habían vuelto a ensamblar hasta hacía algo menos de seis meses, con algunas piezas adicionales más.

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  • RESPUESTAS

    RESPUESTAS

    Christopher MacLeod | Aleion, Subconsciente de Sarah

    desconocido

    macleodvaquera

    Las copas de los árboles se mecían en el viento con una tranquilidad asombrosa, casi irreal habría pensado, de no haber sabido que era muy real, o al menos lo había sido. El silencio comenzó a romperse poco a poco, presa de unos pies calzados en botas pesadas que aguantaban el peso de cuerpos cargados de armas.

    Los cazadores atravesaron todo el bosque hasta llegar al claro donde descansaba el clan de demonios Gygax. Todo pasó muy deprisa, pero la barbarie nunca se me olvidaría, como espero que no se le olvide a cualquiera que lea este diario.

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  • LA LABOR DE UN VIGILANTE

    LA LABOR DE UN VIGILANTE

    Christopher MacLeod | Subconsciente de Sarah, Aleion

    ALBA ETERNO

    macleodcuero

    Resultaba curioso como llegábamos a cambiar las personas. No importaba cuánto tiempo hubieses estado solo hasta el momento en el que conoces al amor de tu vida, una vez lo haces, estás destinado a echarla de menos y a no concebir una vida sin ella, aunque ya la hayas conocido.

    Diana acababa de irse y ya estaba lamentando mi decisión de quedarme, pero tenía una tarea que hacer en el subconsciente de Sarah, empezando por las maletas que no estaban todavía en la sección de objetos perdidos.

    Recordaba perfectamente el colapso que había tenido en el Palacio por culpa de la acumulación de recuerdos y saber que seguían en su mente me hacía preocuparme porque volviera a suceder. Además, necesitábamos la información que contenían y entrar a la mente de alguien no es algo que se haga todos los días.

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  • UN FACTOR DIFERENCIADOR

    UN FACTOR DIFERENCIADOR

    Christopher MacLeod | Palacio Kvinneby

    ATARDECER

    macleodvaquera

    Cuando Sarah se marchó para encontrarse con Z acompañada de Ed y Daakka, los demás nos quedamos en una espaciosa sala común que ya estaba ocupada por un grupo de gente que nos observó desde el mismo momento en el que invadimos su espacio.

    El lugar era amplio, con una intrincada arquitectura que seguro que Sarah, Ed y Daakka habían disfrutado. La decoración acompañaba en parte a la arquitectura, con unos sillones de tono granate y detalles dorados que hacían que pareciera la sala común de Gryffindor. O Roca Casterly. Por peligroso, más bien lo segundo, también estaba lleno de leones.

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  • OTRA CLASE DE MAGIA

    OTRA CLASE DE MAGIA

    CHRISTOPHER MACLEOD | LA NAVE

    MAÑANA

    macleodvaquera

    Aproveché el tiempo que tardaba el portón del garaje de la nave en elevarse para comprobar el móvil de forma casi compulsiva. No había nada importante, ningún aviso de Diana ni Ed y eso podía ser bueno o malo, no sabía exactamente qué pensar. Dejé el teléfono en el asiento del copiloto y aparqué el coche.

    Mi cerebro y mi corazón confiaban en Diana completamente, la conocía bien y sabía que los problemas entre Ed y ella se solucionarían, pero no siempre era fácil pensar fríamente. A veces entraban en juego inseguridades más difíciles de controlar, el miedo a una consecuencia que queremos evitar con tanto ahínco que nos hace dudar constantemente incluso de lo que más seguros estamos.

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  • ARREGLANDO LOS PROBLEMAS DE RAIZ

    ARREGLANDO LOS PROBLEMAS DE RAIZ

    Christopher MacLeod | Su casa

    MAÑANA

    macleod-1

    Abrí los ojos más temprano de lo habitual, especialmente para tratarse de fin de semana. No terminaba de acostumbrarme al cambio de hora. Ni siquiera entendía por qué arrastrábamos a esas alturas una costumbre que en su día tenía sentido y ahora implicaba incluso más gasto. Pero hay ciertas cosas a las que sencillamente te tienes que acostumbrar.

    -[Diana] Buenos días, viejo verde[/Diana].- sonrió Diana a mi lado, aún con los ojos entrecerrados. Normalmente acostumbraba a bajar al piso inferior a leer mientras ella dormía un poco más,  para no molestarla removiéndome en la cama. Desde que estaba embarazada las cosas habían cambiado, sentía cada vez que me movía y ella también se despertaba, como si estuviese continuamente en un sueño ligero. A veces bromeaba diciéndole que cuando naciera la pequeña dormiría durante una semana.

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  • UN LOBO EN EL BOSQUE

    UN LOBO EN EL BOSQUE

    Christopher MacLeod | Bosque de los Lobos

    TARDE

    macforest

    Las hojas secas crujieron bajo el peso de mis botas con un sonido que inundaba mis oídos y me ponía alerta. Para los demás no debía ser así, apenas un sonido molesto que quizá podría alertar a alguien si estuviese lo suficientemente pendiente, pero que en la mayor parte de los casos terminaría tapado por el fuerte viento de esa tarde.

    Tampoco para mí debería resultar tan ensordecedor, pero mis sentidos estaban mucho más alerta de lo habitual. Era como si una parte de mí, la parte animal, salvaje y violenta, reconociese el bosque al que los de su especie habían dado nombre con sus aullidos a la luz de la luna llena.

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  • A CONTRARRELOJ

    A CONTRARRELOJ

    Christopher MacLeod | Exterior de casa de las Echolls

    MAÑANA

    macleod-2

    Mi madre siempre decía que nunca se pueden hacer planes, porque siempre surge algún inconveniente que los complica. Solía achacarlo a dichos heredados de mi abuela, una buena mujer pero escocesa de su época, lo que implicaba una larga serie de dichos y costumbres que a veces contrastaban con aquello a lo que estábamos acostumbrados.

    Esta vez, habrían tenido razón. Hace unos minutos todavía estábamos trazando planes en caso de que necesitáramos entrar a la Iniciativa con urgencia, tratando de conseguir todos los recursos disponibles. Pero la llegada de ese miembro de Gambit, Russell, había eliminado toda posibilidad de contar con tiempo para prepararnos.

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  • NUESTRO ANCLA

    NUESTRO ANCLA

    Kaylee | Obelisco

    NOCHE

    kayleeezzygoodbye

    Cada minuto que pasaba, tenía más miedo de no volver a ver a Ezra nunca más del que jamás habría imaginado que pudiese sentir. Había perdido a mi hermana, a mis padres y a todos mis tíos y tías, pero la perspectiva de no volver a verle me provocaba un nudo en la el pecho. Junto con Xander, era el motor de esta mierda de mundo, el que hacía que cada día pudiésemos levantarnos, el que tiraba de Noah y de mí, que preferíamos perder el tiempo lanzándonos miraditas antes que luchar por nuestra vida . Ezra, Ezzy, era nuestro ancla, el que cuidaba de nosotros. Por eso era lógico que si alguien tenía que arriesgar su vida para salvarnos e intentar acabar con todo esto, lo hiciera él. Lógico y una mierda pinchada en un palo.
    Habíamos escapado del escuadrón de las pesadillas y de la tía cuyo poder consistía en calentar a la gente por un  pelo, pero él había tenido que volver a por Xander. No es que me estuviera quejando, pero podían haberme tocado unos primos con menos mala suerte. Bueno, sí me estaba quejando. En mi próxima vida me gustaría ser una Queen Bee que odia a toda su familia. Seguro que así me dolería mucho menos la cabeza.
    Noté la mano escamosa de Noah rozando la punta de mis dedos. Todavía tenía pinta de lagarto hormonado y era feo como una nevera por detrás , pero le sonreí, por eso que dicen de que la belleza está en el interior y en el interior y en la tranca de dos metros que debía gastarse cuando estaba de esa guisa. Sólo esperaba que no me destrozase mi preciosa y no utilizada vagina.
    Negué con la cabeza evitando pensar en mí y en Noah retozando, porque SHE, que iba delante seguida muy de cerca por un Henry que juraría que levitaba (todos sabemos que si no fuera cibernética no se habría fijado en él y siento ser yo la que lo diga), fue la que abrió una puerta metálica que pesaba como un muerto y que estaba al final del pasillo más largo que te puedas imaginar. Tras esa puerta había un labotario circular, rodeado de pantallas, ordenadores de última generación (que fue hace veinte años) y una máquina enorme, cuya parte más importante debía estar en la segunda planta, porque había una escalera y debajo, frente a los ordenadores, en una especie de pasarela más monitores que lo que indicaban era que quien fuera que estuviera allí, se estaba muriendo.
    – [SHE]Detecto la presencia de Ezra. Está en el piso superior[/SHE].- anunció con sus ojos azules brillando de una forma antinatural. Creo que a Henry se le cayó un poco la baba.
    – [Cole]Pensé que no saldríamos con vida.[/Cole] – comentó Nick guiñándome un ojo y yo puse los ojos en blanco. Punto número uno: no me gustaban los rubios.
    Subimos por las escaleras amarillas del lateral derecho: primero SHE, después Henry, tras ellos, Idris, Nick, Noah y la última yo, porque me negué a que intentaran hacerse los caballeros conmigo. Cuando estuve arriba, vi a Ezra, que parecía cansado, pero estaba bien. Fui a su lado y volví a darle un abrazo. Mi parte lupina le reconocía como a un miembro de su manada y podía decir cada olor que cubría su cuerpo (melocotón, bollitos de canela, lluvia y brisa marina, a veces, bromeaba diciéndole que olía a agua pocha), pero lo más importante era lo mucho que le iba a echar de menos. Al separarnos, me fijé en que Xander estaba recuperando la consciencia poco a poco.- [Ezra]Veronica ha escapado[/Ezra].- fue lo único que dijo Ezra al volver a vernos.
    Estábamos en una sala esférica bastante grande, en la que no había nada salvo las escaleras de subida y una puerta blanca, en cuyo letrero podía leerse Anulador AEEA274AS-B. Pasé la mano por la puerta, siendo consciente de que debíamos abrirla sin que nada ni nadie me lo dijera.- [Noah]Tenemos que llegar a la otra máquina.[/Noah]- me recordó Noah mirándome con sus ojos verdes.
    – [Idris]Detrás de esa puerta está lo único que nos mantiene sin poderes, si es una persona, le debemos misericordia. [/Idris] – nos recordó Idris, que pese a las bromas, era una persona bastante sensata. – [Idris]La otra máquina ni siquiera sabemos si funcionará, esto es real.[/Idris] – nos recordó.
    Busqué a Ezra con la mirada y me rehuyó, pero SHE estaba escaneando la sala y habló antes de que alguien más dijese algo.- [SHE]Es del sexo femenino[/SHE].- puntualizó.
    – [Ezra]Tenemos que encontrar esa otra maquina, porque si no el futuro tal y como lo conocemos está a punto de ser mucho peor[/Ezra].- parecía nervioso. Había algo que no nos estaba contando: ¿Qué había sido de Veronica? Me mordí el labio inferior con nerviosismo.
    – [SHE]Se está muriendo[/SHE].- inquirió SHE y Xander, que se había ido incorporando con dificultad, habló.- [Xander]No podemos dejarla así.[/Xander] – Noah asintió en silencio y los demás, no dijeron nada, ni siquiera se atrevían a moverse.
    Vi que no eran capaz de dar el paso, que parecían estatuas cobardes y no querían o no podían abrir aquella maldita máquina, que tenía un picaporte como si fuera una puerta.- [Kaylee]Parecéis tontos a veces[/Kaylee].- puse los ojos en blanco y giré el picaporte. La máquina hizo un ruido, como si estuviera abriendo una olla exprés gigante y el líquido en el que tenían a ese ser en éxtasis, bajó, dejándonos ver una chica rubia, no muy alta, completamente cubierta por cables, además de unas tiras de algún material blanco que le cubrían sus partes íntimas. Para que os hagáis una idea: esos cables la estaban drenando y conectaban con cientos de tubos que pasaban por encima de nuestras cabezas.
    SHE, con delicadeza, empezó a quitarle los cables, pero yo estaba tan conmocionada que no era capaz de moverme.- [Xander]Ellie…[/Xander].- mi primo se puso en pie y empezó a andar a duras penas, pero trastabilló.
    – [Ezra]No puede ser…[/Ezra]- Ezra hablaba y ayudaba a Xander a caminar, pero sus palabras no llegaban a mi cerebro: ¿Conocía a esa chica? No, era sólo una chica rubia. Una cibernética igual que SHE, ¿verdad?
    Me apoyé contra el pecho de Noah, abrumada por el horror que se escondía bajo la superficie de este mundo de mierda. SHE sujetó a la chica cuando cayó hacia adelante e Idris se quitó la chaqueta roja y cubrió su cuerpo, para después llevarla entre sus brazos.- [Idris]Tenemos que sacarla de aquí. Después podréis explicarme qué está pasando.[/Idris] – negó con la cabeza.
    Miré a la chica, que respiraba entrecortadament y vi a mi prima Ellie. El monstruo del Obelisco, el ser que nos dejaba sin poderes no era más que mi prima Elle.
     – [Henry]Esto… chicos, deberíais ver esto[/Henry].- comentó Henry toqueteando un ordenador en la parte de abajo. Bajamos las escaleras con rapidez y nos fuimos a su lado. Después de hacer una serie de no sé qués, se abrió una puerta que daba a otra sala pequeña en la que aparecieron dos cápsulas de escape de las que sólo quedaba una: Veronica había escapado. Ezra no había podido detenerla y la había seguido hasta este laboratorio para intentarlo una vez más.
    – [Kaylee]Es ésta[/Kaylee].- comenté encaminando la comitiva.
    – [Noah]Falta una cápsula.[/Noah] – aclaró tocando unos rastros de sangre que había en una de las lanzaderas. El panel de control de esa zona estaba encendido, pero algo falló y saltaron chispas: la psicópata nos había jodido hasta el último momento.- [Idris]Las chispas no tienen buena pinta. Henry, esto es lo tuyo. Yo me quedo con la chica a la que todos parecéis conocer.[/Idris] – miramos la pequeña sala, en la que había otra máquina similar a la que tenía a Ellie cautiva, pero más pequeña, en la que deduje que había un potenciado en unas condiciones similares.
    – [SHE]Arya Elle Arkkan, hija de Sarah Echolls y Daniel Arkkan, hermana de Edward Alexander Arkkan[/SHE].- recitó de carrerilla y examinó la puerta tras la que se escondía el segundo potenciado en malas condiciones del día. Maldito Preston.- [SHE]Se está muriendo…también[/SHE].
    – [Idris]Si me llegas a decir que tienes una hermana tan guapa te rescato antes.[/Idris] – Idris intentó bromear, pero nadie estaba de humor.
    – [Kaylee]Te toca[/Kaylee].- le dije a Henry, que empezó a conectarlo todo.- [Henry]He conectado de nuevo los cables que había arrancado, pero no podemos hacer nada sin energía[/Henry].- se lamentó.
    Noah me miró.- [Noah]Puedo intentar…hacer algo.[/Noah] – sus manos chisporrotearon y tuve miedo.- [Cole]Yo lo haré.[/Cole] -Nick se adelantó sin que nadie pudiese detenerlo y empezó a emitir energía. – [Cole]Cámbialo todo.[/Cole] – le pidió a Ezra.
    – [SHE]Si lo haces, morirás[/SHE].- le recordó al chico de la coleta rubia.
    – [Kaylee]Nick, no…[/Kaylee]-lo dije sin fuerza, porque prefería que muriera él a que lo hiciera Noah. Posiblemente, era la peor persona del universo.
     – [Henry]Espera, tiene que haber algo más que podamos usar.-[/Henry]- Henry intentó detenerle, pero ya era demasiado tarde: Nick brillaba como una bombilla a plena potencia y la máquina estaba volviendo a funcionar.
    Tragué saliva: conocía esa luz cegadora. – [Kaylee]Ha llegado el momento[/Kaylee].- noté que temblaba sin que pudiera controlarlo.
    Las despedidas empezaron: primero Henry, que le dio un apretón de manos, después Noah.- [Noah]Ezra, si sigo existiendo, me aseguraré de que nadie te olvide.[/Noah] – le puso una mano en el hombro y él asintió.
    – [SHE]Perote olvidará, porque en el mundo al que vaya habrá otra persona con tu aspecto[/SHE].- argumentó SHE y la miré con los ojos muy abiertos.- [SHE]Si explotas, tu muerte será rápida. No te preocupes[/SHE].- y le dio un beso en la mejilla.
    – [Ezra]Bueno es saberlo[/Ezra].- se giró para despedirse de Xander, de Noah y de mí a la vez.- [Ezra]Y yo me asegurare de impedir que esto ocurra, de que tengamos a Ellie, Leo y Amy aun con nosotros[/Ezra].- Xander le dio un abrazo y yo empecé a llorar.
    – [Xander]No te envidio, pero me gustaría volver a ver a mis padres una vez más, a todos los que hemos perdido.[/Xander].- se aclaró la garganta – [Xander]Recuerda que también es una víctima.[/Xander] – ambos cruzaron una mirada que no supe descifrar y me miró forzándose a sonreír.
    Le abracé con fuerza y coloqué mi cabeza sobre su pecho. [Kaylee]No te olvides de mí[/Kaylee].- le pedí intentando grabar cada milésima de segundo de ese abrazo en mi cerebro.- [Kaylee]Ezzy…ojalá se equivoque SHE y no explotes…[/Kaylee]- sonreí y volví a abrazarle. No quería que se fuera. Mi primo no tenía por qué ser un héroe.- [Kaylee]Te quiero mucho. No como te gustaría que lo hubiera hecho Amy, sino como primo. Eres el mejor de todos nosotros[/Kaylee].- me reí y le di un beso en la mejilla. Ya está, si no le soltaba, no podía irse.
    – [SHE]Si la despedida se alarga, no podrá irse[/SHE].- anunció SHE y él se zafó de mis garras. Sabía que no decía nada porque odiaba las despedidas.
    – [Idris]Suerte chico.[/Idris] – le dio un abrazo de medio lado sin soltar a Ellie, a la que Ezra le dio un beso en la frente y ella, entre sueños, balbuceó.- [Sarah]Me…cambiaron…mamá…era más fuerte[/Sarah].
    – [Henry]Todo listo[/Henry].- anunció Henry abriendo la parte superior de la pequeña cápsula. (Música: Dirty Paws – Of Monsters and Men)
    – [SHE]Treinta segundos para el despegue[/SHE].- la parte superior del laboratorio empezó a girar y el techo se abrió, dejando ver una enorme galería metálica por la que la cápsula se perdería en el espacio y en el tiempo.
    – [Ezra]Hasta más ver[/Ezra].- nos guiñó un ojo, plegó su tridente y se metió en la cápsula que Henry cerró.
    – [SHE]Quince segundos[/SHE].- volvió a decir sin dejar de escanearlo todo. Me abracé a Noah cuando la lanzadera se colocó en posición.- [SHE]Diez segundos. Nueve segundos.[/SHE].- Ezra se iba. Nunca más volvería a verle.- [SHE]Ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno…[/SHE]
    Y Ezra ascendió y desapareció en una onda expansiva que derribó al bueno de Nick.
    No volveríamos a verle. Nos habíamos quedado sin ancla. Ahora, sólo éramos una pequeña barca a la deriva en mitad del océano.
    Mi primo era un héroe, igual que mi hermana y que mis padres y tíos.
    Los libros hablarían de ellos.
    ¿Y a nosotros? Bueno, seguramente nos olvidarían. No éramos más que una posibilidad remota en una realidad condenada.
    But she and her furry friends took down the queen bee and her men.
    And that’s how the story goes, the story of the beast with those four dirty paw