Moondale

Categoría: Diario de Daniel Arkkan

  • SIGUENDO EL RASTRO

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Daniel Arkkan | Caernaforn, Gales

    [color=black]Noche[/SIZE][/color] Luna Llena[/font][/b]

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    Después del incidente con los vampiros continuamos el camino, aún con más miedo de antes porque mi hermano no era la única criatura peligrosa en esos bosques, y quizá hubiese alguna más peligrosa que él.

    La peor parte vino cuando un tramo más adelante nos encontramos su móvil tirado en el suelo. No estaba roto, pero la correa sí, así que se le debía haber soltado mientras corría. Me quedé en silencio mientras lo recogía y se lo pasaba a Diana para que lo guardase, y continué adelante como si confiase por completo en mis habilidades de rastreo para encontrarle.

    No podía decir que era el más experto montaraz, pero mi padre me había enseñado algunas cosas del bosque que había podido emplear durante el tiempo que estuve solo para rastrear…enemigos, aunque en aquél entonces más parecía que buscaba presas. Así que me las arreglaba bastante bien para seguir un rastro, especialmente en un terreno nevado tan denso como en el que nos encontrábamos, pero tenía que ir más lento para no perder de vista a los demás, lo que implicaba que el licántropo en el que se había transformado Christopher podría sacarnos tanta ventaja como para cogernos por la retaguardia, lo que me hacía dar la vuelta a observar continuamente.

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  • CONOCIENDO A MI «ABUELO»

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Daniel Arkkan | Casa de los McLeod, Escocia – Caernaforn, Gales

    [color=#81BEF7]MaÑana[/SIZE] – [color=#E16C13]Tarde[/color][/color][/font][/b]

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    No podía expresar con palabras lo mucho que les agradecía la ayuda y el apoyo que me habían prestado para buscar al padre de mi padre y a través de él quizá a mi hermana.

    Habíamos conseguido localizar la zona en la que vivía él gracias a la visión de Diana, y gracias a los demás la localización de mi hermana empezaba a cercarse, de momento se sabía que era una zona del norte por la nieve, y “los Yayolantes” como les había apodado Diana, habían disminuido más el cerco al identificar una de las hojas que habían dibujado y que resultaba ser autóctona de Reino Unido, y también de la costa francesa, aunque esperaba tener un poco de suerte.

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  • EMPIEZA UN NUEVO DIA

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Daniel Arkkan | Escocia, cerca de la casa de los McLeod

    [color=#81BEF7]MAÑANA[/SIZE][/color][/font][/b]

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    Mientras la silueta de uno los sitios que había podido llamar hogar se divisaba a través de la luna delantera del pequeño todoterreno de Arthur y Delly, no pude evitar regresar al pasado. La visión que el Doctor había mostrado para avergonzarme seguía latente en mis pensamientos, y era algo que tenía que saldar mientras estuviera aquí. Sería difícil ponerme a hablar con ellos de algo así, siempre era más fácil hacer como si nada hubiese pasado, pero no quería arriesgarme a que un día desaparecieran de mi vida sin saber que me arrepentía de haberme ido, y que los…bueno, que los quería.

    Comprobé que Sarah, que tenía la cabeza apoyada en mi hombro mientras daba una cabezada, estaba cómoda, y me paré a pensar en que la muerte siempre había formado parte de mi vida, ya desde pequeño.

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  • BAILAMOS ENTRE LAS ESTRELLAS

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Daniel Arkkan | Sala Blanca

    [color=black]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]

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    Todavía no podía apartar de mi mente la idea de que todo esto, podía ser producto de la imaginación de esas tres personas que habían aparecido. Me costaba creer que mis sentimientos por Sarah no fueran más que el reflejo de los que Dracon tenía por Stefy, pero la semilla ya estaba plantada y la idea, estaba empezando a germinar. Sabía lo que había sentido y lo que había vivido, podía describir uno a uno todos los momentos cruciales de mi vida y otros menos importantes. Notaba cómo mi corazón latía a una velocidad superior a la del resto y también, las heridas, el cansancio, el amor…¿podía ser todo eso producto de la imaginación de tres personas aburridas? No lo creía, pero aún así, esa idea seguía en mi cabeza y no tenía intenciones de marcharse.

    Los miré a todos e intenté deducir cómo tres personas podían dar vida a tantas tan diferentes. ¿Cómo podía ser Sarah producto de la imaginación de la misma chica que Rebecca? ¿Qué tenía que ver Diana con ellas? ¿Y Kaylee? Si Dracon nos controlaba a McLeod y a mí, ¿por qué no éramos exactamente iguales? ¿Y qué pasaba con Dominic y Ed, por qué no actuaban como actuaría su Gran Poder? La respuesta era un no rotundo. Nadie podía controlarnos, lo sentía. Lo sabía.

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  • EL SOLITARIO CAMINO DE LA VENGANZA

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Daniel Arkkan | Sala blanca

    [color=black]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]

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    Mi odio por el Doctor iba creciendo a medida que veía como destrozaba a todos y cada uno enseñándonos algunos de nuestros más terribles recuerdos, cosas que deseábamos ocultar porque habían quedado atrás y nos avergonzábamos de haber sido así.

    Pero a medida que crecía mi odio por el Doctor, crecía también mi amistad por los demás. Cada vez que veía cómo los demás, en vez de pensar diferente sobre esa persona, se sobreponían y la ayudaban confiaba más en ellos, porque demostraban que eran capaces de soportar ver nuestro lado oscuro sin dejar de ser nuestros amigos.

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  • NOS TENEMOS LOS UNOS A LOS OTROS

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Daniel Arkkan | Residencia Universitaria Fenris, Habitacion de Sarah

    [color=#81BEF7]MAÑANA[/SIZE][/color][/font][/b]

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    – [b] [i] [color=#843181]¿Se puede, Dexterina?
    [/SIZE] [/i] [/b] – preguntó Diana que iba al frente de nuestra comitiva en caso de que Dominic o yo mismo tuviésemos que librarnos de algunas de las copias que podían abalanzarse sobre nosotros si nos veían.

    Sarah abrió la puerta y al verla, por un momento, el resto no tuvo importancia, estar con ella me daba fuerzas, me hacía tener la certeza de que podía con todo lo que me echasen encima con tal de protegerla.

    – [b] [i] [color=#383A72] Deberiamos ir pasando, antes de que nos vea alguna copia.- [/color] [/i] [/b] dijo Dominic mirando hacia el cruce de pasillos más cercano, dónde había una marabunta de copias hablando entre sí, quizá buscándonos.

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  • UN DIA BASTANTE RARO

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Daniel Arkkan | Calles de Moondale [/SIZE][/font][/b]

    [SIZE=3][color=#81BEF7][b]MAÑANA[/b][/SIZE][/color]

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    Esa mañana me había despertado aún más pronto de lo habitual, y como sabía que tardaría un tiempo en despertarse y la conexión en la Universidad a esas horas no iba demasiado bien por culpa de algún lince que estaba consumiendo todo el ancho de banda al no apagar nunca el ordenador y al que tenía que recordar dejar sin conexión un tiempo con ayuda de Andrew, salí a dar una vuelta y llevarle el desayuno a Sarah, solo esperaba no llegar demasiado pronto y tener que despertarla, porque su ira podía ser terrible.

    Antes de ir a por el desayuno de Sarah decidí pararme en el parque Bellamy y aprovechar para hacer tai chi un rato al aire libre ya que entre semana, normalmente, con el ajetreo de las clases, las remodelaciones del negocio y las cacerías nocturnas, no tenía tiempo para hacerlo en condiciones y me tenía que conformar con los prados de la Universidad, y no conseguía concentrarme del todo pensando que podía estar observándome.

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  • LA OSCURIDAD DESPIERTA EN TODOS NOSOTROS

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Daniel Arkkan | Biblioteca, Universidad de Moondale

    [color=black]Noche[/SIZE][/color][/font][/b]

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    Hacia ya un rato que Lilith se había ido, y desde entonces sólo había reinado el silencio. Llevaba un buen rato tratando de concentrarme para cerrarle la herida, pero por mucho que sanase, no podía solucionar el problema de la falta de sangre.

    Desde que me había ido de casa de los McLeod y hasta que conocí a Sarah, el balance de mi poder había sido hacia el lado dañino, salvo algunas veces que lo necesitaba para mí mismo, pero desde entonces las cosas habían cambiado, lo utilizaba

    para cazar pero en cuanto alguien caía herido dejaba el ataque de lado para curarlo, y era desde entonces cuando me había dado cuenta de que necesitaba saber más de medicina, estaba desaprovechando mi poder y no quería que eso le costase la vida a alguien, si supiese más de eso o de la parte sanadora de mi propio poder habría arreglado las cosas mucho antes, Ed ya estaría mejor aunque no estuviese curado del todo, Diana y Rebecca no estarían por ahí solas y yo estaría junto a Sarah y Dominic deteniendo a McLeod.

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  • PREPARANDO UNA FIESTA SORPRESA

    [align=center][b][SIZE=3]Daniel Arkkan | Nave industrial de Fenris Co. Moondale[/SIZE][/b]

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    Reprimí un bostezo mientras la furgoneta daba un giro a la derecha, eché un vistazo al frente y la tenua luz de las farolas me permitió distinguir que ya casi habíamos llegado a nuestro destino. Unos cuantos metros más adelante me bajé de la furgoneta y fui hacia la puerta de la nave que pronto se convertiría en nuestro lugar de trabajo, y quizá también en otro hogar.

    Mientras metía la llave en la cerradura escuché un ruido detrás de mí y vi varias figuras con ropa oscura acercándose. A simple vista parecían dos parejas de adictos sacados de las calles de principios de los noventa, pero, aunque la gente de Moondale no lo admitiese como lo que era, sabían por qué zonas no debían caminar a estas horas y si no fuesen de Moondale tendrían miedo de caminar por un sitio desconocido siendo tan tarde, no eran humanos. Esperé a que se acercasen y mientras lo hacían miré a Dom y Ed, también lo habían visto y estaban esperando. A mitad de camino se impacientaron y comenzaron a correr con toda la velocidad que su condición les permitía. Eran impacientes e irreflexivos y eso les llevaría a la tumba, de nuevo.

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