Moondale

Categoría: Diario de Diana Echolls

  • LA PRIMERA MOONDIE REUNIÓN DE LA NUEVA ERA

    LA PRIMERA MOONDIE REUNIÓN DE LA NUEVA ERA

    Diana | Casa de las Echolls, Moondale

    MAÑANA

    diana090915

    Me sentía como un puñetero globo terráqueo y estaba completamente convencida de que si lanzaban una pelota a mi alrededor, empezaría a orbitar como en el chiste de ‘Padre de Familia’. Me acercaba peligrosamente al tercer trimestre y todo iba bien, pero estaba en una especie de ataque de pánico permanente que consistía en «sal de ahí de una maldita vez y deja que me ponga mis vaqueros apretados» y «que no llegue nunca el momento del parto, por favor».

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  • NUESTRO ANCLA

    NUESTRO ANCLA

    Kaylee | Obelisco

    NOCHE

    kayleeezzygoodbye

    Cada minuto que pasaba, tenía más miedo de no volver a ver a Ezra nunca más del que jamás habría imaginado que pudiese sentir. Había perdido a mi hermana, a mis padres y a todos mis tíos y tías, pero la perspectiva de no volver a verle me provocaba un nudo en la el pecho. Junto con Xander, era el motor de esta mierda de mundo, el que hacía que cada día pudiésemos levantarnos, el que tiraba de Noah y de mí, que preferíamos perder el tiempo lanzándonos miraditas antes que luchar por nuestra vida . Ezra, Ezzy, era nuestro ancla, el que cuidaba de nosotros. Por eso era lógico que si alguien tenía que arriesgar su vida para salvarnos e intentar acabar con todo esto, lo hiciera él. Lógico y una mierda pinchada en un palo.
    Habíamos escapado del escuadrón de las pesadillas y de la tía cuyo poder consistía en calentar a la gente por un  pelo, pero él había tenido que volver a por Xander. No es que me estuviera quejando, pero podían haberme tocado unos primos con menos mala suerte. Bueno, sí me estaba quejando. En mi próxima vida me gustaría ser una Queen Bee que odia a toda su familia. Seguro que así me dolería mucho menos la cabeza.
    Noté la mano escamosa de Noah rozando la punta de mis dedos. Todavía tenía pinta de lagarto hormonado y era feo como una nevera por detrás , pero le sonreí, por eso que dicen de que la belleza está en el interior y en el interior y en la tranca de dos metros que debía gastarse cuando estaba de esa guisa. Sólo esperaba que no me destrozase mi preciosa y no utilizada vagina.
    Negué con la cabeza evitando pensar en mí y en Noah retozando, porque SHE, que iba delante seguida muy de cerca por un Henry que juraría que levitaba (todos sabemos que si no fuera cibernética no se habría fijado en él y siento ser yo la que lo diga), fue la que abrió una puerta metálica que pesaba como un muerto y que estaba al final del pasillo más largo que te puedas imaginar. Tras esa puerta había un labotario circular, rodeado de pantallas, ordenadores de última generación (que fue hace veinte años) y una máquina enorme, cuya parte más importante debía estar en la segunda planta, porque había una escalera y debajo, frente a los ordenadores, en una especie de pasarela más monitores que lo que indicaban era que quien fuera que estuviera allí, se estaba muriendo.
    – [SHE]Detecto la presencia de Ezra. Está en el piso superior[/SHE].- anunció con sus ojos azules brillando de una forma antinatural. Creo que a Henry se le cayó un poco la baba.
    – [Cole]Pensé que no saldríamos con vida.[/Cole] – comentó Nick guiñándome un ojo y yo puse los ojos en blanco. Punto número uno: no me gustaban los rubios.
    Subimos por las escaleras amarillas del lateral derecho: primero SHE, después Henry, tras ellos, Idris, Nick, Noah y la última yo, porque me negué a que intentaran hacerse los caballeros conmigo. Cuando estuve arriba, vi a Ezra, que parecía cansado, pero estaba bien. Fui a su lado y volví a darle un abrazo. Mi parte lupina le reconocía como a un miembro de su manada y podía decir cada olor que cubría su cuerpo (melocotón, bollitos de canela, lluvia y brisa marina, a veces, bromeaba diciéndole que olía a agua pocha), pero lo más importante era lo mucho que le iba a echar de menos. Al separarnos, me fijé en que Xander estaba recuperando la consciencia poco a poco.- [Ezra]Veronica ha escapado[/Ezra].- fue lo único que dijo Ezra al volver a vernos.
    Estábamos en una sala esférica bastante grande, en la que no había nada salvo las escaleras de subida y una puerta blanca, en cuyo letrero podía leerse Anulador AEEA274AS-B. Pasé la mano por la puerta, siendo consciente de que debíamos abrirla sin que nada ni nadie me lo dijera.- [Noah]Tenemos que llegar a la otra máquina.[/Noah]- me recordó Noah mirándome con sus ojos verdes.
    – [Idris]Detrás de esa puerta está lo único que nos mantiene sin poderes, si es una persona, le debemos misericordia. [/Idris] – nos recordó Idris, que pese a las bromas, era una persona bastante sensata. – [Idris]La otra máquina ni siquiera sabemos si funcionará, esto es real.[/Idris] – nos recordó.
    Busqué a Ezra con la mirada y me rehuyó, pero SHE estaba escaneando la sala y habló antes de que alguien más dijese algo.- [SHE]Es del sexo femenino[/SHE].- puntualizó.
    – [Ezra]Tenemos que encontrar esa otra maquina, porque si no el futuro tal y como lo conocemos está a punto de ser mucho peor[/Ezra].- parecía nervioso. Había algo que no nos estaba contando: ¿Qué había sido de Veronica? Me mordí el labio inferior con nerviosismo.
    – [SHE]Se está muriendo[/SHE].- inquirió SHE y Xander, que se había ido incorporando con dificultad, habló.- [Xander]No podemos dejarla así.[/Xander] – Noah asintió en silencio y los demás, no dijeron nada, ni siquiera se atrevían a moverse.
    Vi que no eran capaz de dar el paso, que parecían estatuas cobardes y no querían o no podían abrir aquella maldita máquina, que tenía un picaporte como si fuera una puerta.- [Kaylee]Parecéis tontos a veces[/Kaylee].- puse los ojos en blanco y giré el picaporte. La máquina hizo un ruido, como si estuviera abriendo una olla exprés gigante y el líquido en el que tenían a ese ser en éxtasis, bajó, dejándonos ver una chica rubia, no muy alta, completamente cubierta por cables, además de unas tiras de algún material blanco que le cubrían sus partes íntimas. Para que os hagáis una idea: esos cables la estaban drenando y conectaban con cientos de tubos que pasaban por encima de nuestras cabezas.
    SHE, con delicadeza, empezó a quitarle los cables, pero yo estaba tan conmocionada que no era capaz de moverme.- [Xander]Ellie…[/Xander].- mi primo se puso en pie y empezó a andar a duras penas, pero trastabilló.
    – [Ezra]No puede ser…[/Ezra]- Ezra hablaba y ayudaba a Xander a caminar, pero sus palabras no llegaban a mi cerebro: ¿Conocía a esa chica? No, era sólo una chica rubia. Una cibernética igual que SHE, ¿verdad?
    Me apoyé contra el pecho de Noah, abrumada por el horror que se escondía bajo la superficie de este mundo de mierda. SHE sujetó a la chica cuando cayó hacia adelante e Idris se quitó la chaqueta roja y cubrió su cuerpo, para después llevarla entre sus brazos.- [Idris]Tenemos que sacarla de aquí. Después podréis explicarme qué está pasando.[/Idris] – negó con la cabeza.
    Miré a la chica, que respiraba entrecortadament y vi a mi prima Ellie. El monstruo del Obelisco, el ser que nos dejaba sin poderes no era más que mi prima Elle.
     – [Henry]Esto… chicos, deberíais ver esto[/Henry].- comentó Henry toqueteando un ordenador en la parte de abajo. Bajamos las escaleras con rapidez y nos fuimos a su lado. Después de hacer una serie de no sé qués, se abrió una puerta que daba a otra sala pequeña en la que aparecieron dos cápsulas de escape de las que sólo quedaba una: Veronica había escapado. Ezra no había podido detenerla y la había seguido hasta este laboratorio para intentarlo una vez más.
    – [Kaylee]Es ésta[/Kaylee].- comenté encaminando la comitiva.
    – [Noah]Falta una cápsula.[/Noah] – aclaró tocando unos rastros de sangre que había en una de las lanzaderas. El panel de control de esa zona estaba encendido, pero algo falló y saltaron chispas: la psicópata nos había jodido hasta el último momento.- [Idris]Las chispas no tienen buena pinta. Henry, esto es lo tuyo. Yo me quedo con la chica a la que todos parecéis conocer.[/Idris] – miramos la pequeña sala, en la que había otra máquina similar a la que tenía a Ellie cautiva, pero más pequeña, en la que deduje que había un potenciado en unas condiciones similares.
    – [SHE]Arya Elle Arkkan, hija de Sarah Echolls y Daniel Arkkan, hermana de Edward Alexander Arkkan[/SHE].- recitó de carrerilla y examinó la puerta tras la que se escondía el segundo potenciado en malas condiciones del día. Maldito Preston.- [SHE]Se está muriendo…también[/SHE].
    – [Idris]Si me llegas a decir que tienes una hermana tan guapa te rescato antes.[/Idris] – Idris intentó bromear, pero nadie estaba de humor.
    – [Kaylee]Te toca[/Kaylee].- le dije a Henry, que empezó a conectarlo todo.- [Henry]He conectado de nuevo los cables que había arrancado, pero no podemos hacer nada sin energía[/Henry].- se lamentó.
    Noah me miró.- [Noah]Puedo intentar…hacer algo.[/Noah] – sus manos chisporrotearon y tuve miedo.- [Cole]Yo lo haré.[/Cole] -Nick se adelantó sin que nadie pudiese detenerlo y empezó a emitir energía. – [Cole]Cámbialo todo.[/Cole] – le pidió a Ezra.
    – [SHE]Si lo haces, morirás[/SHE].- le recordó al chico de la coleta rubia.
    – [Kaylee]Nick, no…[/Kaylee]-lo dije sin fuerza, porque prefería que muriera él a que lo hiciera Noah. Posiblemente, era la peor persona del universo.
     – [Henry]Espera, tiene que haber algo más que podamos usar.-[/Henry]- Henry intentó detenerle, pero ya era demasiado tarde: Nick brillaba como una bombilla a plena potencia y la máquina estaba volviendo a funcionar.
    Tragué saliva: conocía esa luz cegadora. – [Kaylee]Ha llegado el momento[/Kaylee].- noté que temblaba sin que pudiera controlarlo.
    Las despedidas empezaron: primero Henry, que le dio un apretón de manos, después Noah.- [Noah]Ezra, si sigo existiendo, me aseguraré de que nadie te olvide.[/Noah] – le puso una mano en el hombro y él asintió.
    – [SHE]Perote olvidará, porque en el mundo al que vaya habrá otra persona con tu aspecto[/SHE].- argumentó SHE y la miré con los ojos muy abiertos.- [SHE]Si explotas, tu muerte será rápida. No te preocupes[/SHE].- y le dio un beso en la mejilla.
    – [Ezra]Bueno es saberlo[/Ezra].- se giró para despedirse de Xander, de Noah y de mí a la vez.- [Ezra]Y yo me asegurare de impedir que esto ocurra, de que tengamos a Ellie, Leo y Amy aun con nosotros[/Ezra].- Xander le dio un abrazo y yo empecé a llorar.
    – [Xander]No te envidio, pero me gustaría volver a ver a mis padres una vez más, a todos los que hemos perdido.[/Xander].- se aclaró la garganta – [Xander]Recuerda que también es una víctima.[/Xander] – ambos cruzaron una mirada que no supe descifrar y me miró forzándose a sonreír.
    Le abracé con fuerza y coloqué mi cabeza sobre su pecho. [Kaylee]No te olvides de mí[/Kaylee].- le pedí intentando grabar cada milésima de segundo de ese abrazo en mi cerebro.- [Kaylee]Ezzy…ojalá se equivoque SHE y no explotes…[/Kaylee]- sonreí y volví a abrazarle. No quería que se fuera. Mi primo no tenía por qué ser un héroe.- [Kaylee]Te quiero mucho. No como te gustaría que lo hubiera hecho Amy, sino como primo. Eres el mejor de todos nosotros[/Kaylee].- me reí y le di un beso en la mejilla. Ya está, si no le soltaba, no podía irse.
    – [SHE]Si la despedida se alarga, no podrá irse[/SHE].- anunció SHE y él se zafó de mis garras. Sabía que no decía nada porque odiaba las despedidas.
    – [Idris]Suerte chico.[/Idris] – le dio un abrazo de medio lado sin soltar a Ellie, a la que Ezra le dio un beso en la frente y ella, entre sueños, balbuceó.- [Sarah]Me…cambiaron…mamá…era más fuerte[/Sarah].
    – [Henry]Todo listo[/Henry].- anunció Henry abriendo la parte superior de la pequeña cápsula. (Música: Dirty Paws – Of Monsters and Men)
    – [SHE]Treinta segundos para el despegue[/SHE].- la parte superior del laboratorio empezó a girar y el techo se abrió, dejando ver una enorme galería metálica por la que la cápsula se perdería en el espacio y en el tiempo.
    – [Ezra]Hasta más ver[/Ezra].- nos guiñó un ojo, plegó su tridente y se metió en la cápsula que Henry cerró.
    – [SHE]Quince segundos[/SHE].- volvió a decir sin dejar de escanearlo todo. Me abracé a Noah cuando la lanzadera se colocó en posición.- [SHE]Diez segundos. Nueve segundos.[/SHE].- Ezra se iba. Nunca más volvería a verle.- [SHE]Ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno…[/SHE]
    Y Ezra ascendió y desapareció en una onda expansiva que derribó al bueno de Nick.
    No volveríamos a verle. Nos habíamos quedado sin ancla. Ahora, sólo éramos una pequeña barca a la deriva en mitad del océano.
    Mi primo era un héroe, igual que mi hermana y que mis padres y tíos.
    Los libros hablarían de ellos.
    ¿Y a nosotros? Bueno, seguramente nos olvidarían. No éramos más que una posibilidad remota en una realidad condenada.
    But she and her furry friends took down the queen bee and her men.
    And that’s how the story goes, the story of the beast with those four dirty paw
  • COMO SI HUBIESE NACIDO PARA SALVAR EL MUNDO

    COMO SI HUBIESE NACIDO PARA SALVAR EL MUNDO

    Kaylee | Galería subterránea

    NOCHE – MAÑANA

    kayleemacleod160615

    Sé que le habíamos prometido a Ezzy que nos iríamos para que él se encargase de todo, pero nos quedamos parados observando por la diminuta rendija en la que sólo estaba el cuerpo sin vida de mi hermana como si no fuéramos capaces de nada más.- [Noah]Quizá deberíamos entrar nosotros.[/Noah] – comentó Noah a mi espalda, mientras me esforzaba por mirar fijamente a la pared contraria.

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  • DE MIERDA HASTA EL CUELLO

    DE MIERDA HASTA EL CUELLO

    Kaylee | Galería subterránea

    NOCHE

    kayleemacleod160615

    No podía culpar al resto del grupo por haberse ido. Nadie quería ver a través de aquel hueco en la pared del tamaño de un ojo, una vez más, la crónica de una muerte anunciada a manos de los gemelos psicópatas, pero Ezra y Noah se habían quedado conmigo, porque era incapaz de enviarle a mis pies el mensaje de que se movieran. Quizás era porque se habían quedado entumecidos por culpa del fango helado y mugriento que me estaría estropeando la manicura francesa si hubiera existido en este mundo de mierda. Sabía que Noah se había quedado porque sentía algo por mí y yo por él, eso era obvio. Pero ya sabéis cómo funcionan estas cosas en la vida real y más, en un mundo apocalíptico: estábamos demasiado preocupados por sobrevivir como para ponernos a hablar de sentimientos y estábamos tan muertos que ya no nos debían funcionar los genitales.

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  • MI MANADA EN PELIGRO

    MI MANADA EN PELIGRO

    Amy | Galería subterránea

    NOCHE

    amymacleod080615
    Apuré el paso un poco más y me concentré en mi respiración. Llevábamos un buen rato corriendo por la galería de olor nauseabundo, huyendo de los rastreadores y lo en lo único en lo que podía pensar en que podríamos ir mucho más rápido si en lugar de ser un equipo, fuéramos una manada. Miré a Ezra, que corría a mi derecha, con aquella camiseta de manga larga de color azul marino de una serie o un videojuego del que ya nadie se acordaba, que seguramente había sido de su padre, prácticamente pegado a mi hombro. Era el único hijo de mis tíos Lucy y Ed. El tío Ed, que había desaparecido hacía unos años y la tía Lucy que, bueno, digamos que llevaba criando malvas una buena temporada, así que ahora, éramos la única familia que tenía.

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  • PASTELES DE MELOCOTÓN

    PASTELES DE MELOCOTÓN

    Diana | Su despacho

    MAÑANAMEDIODÍA

    dianapelazo

    Volví a mi despacho no sin antes parar a hacer pis, porque ya no aguantaba más. Cuando pasé por al lado de la mesa de Janice, ésta me hizo un corte de mangas y yo le respondí con otro. Me fijé en que un chico de ascendencia nativa americana me estaba esperando en la sala de espera, así que le hice una seña para que pasase y le saqué la lengua a Janice, que ahora ya no me estaba mirando.

    – [Diana]¿Tú no salías en la última de «Crepúsculo»?[/Diana]- bromeé mientras introducía la llave para abrir la puerta.

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  • NO ES FÁCIL SALVAR EL MUNDO CUANDO ESTÁS EMBARAZADA

    NO ES FÁCIL SALVAR EL MUNDO CUANDO ESTÁS EMBARAZADA

    Diana | Su despacho

    MAÑANA

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    En orden de aparición: Carmela D’Angelo, Braulio Matías Mendoza «Matty», Ted Sánchez y April Halpert.

    Me había pasado media noche sentada en una de las sillas de la cocina ideando formas de ahogar a MacLeod con la almohada sin que pudieran inculparme por ello. Porque sí, era el amor de mi vida, el padre de mi hija y cada vez que lo veía, me temblaban las canillas, pero roncaba como un puto perro viejo y encima, cuando le clavaba el codo en las costillas, me gruñía. Literalmente. El puñetero Christopher MacPerro me gruñía y amenazaba con enseñarme los dientes. Era lo que me faltaba, que me pegara la rabia el muy cabrón.

    No tenía bastante con parecer un globo terráqueo con piernas (tremendamente sexy, todo hay que decirlo), sino que encima ahora dormía de pena, porque mi hija tenía futuro bailando flamenco y su padre le tocaba las palmas con la nariz de puñetera madre. Si a eso le sumabas que me levantar a mear unas ochenta veces, más o menos, estaba a punto de meterme la mano en el vagina y sacar a la niña yo misma.

    Pero todavía me quedaban unos cuantos meses o no sé-qué-semanas, según la matrona que me había regañado por engordar dos kilos más de la cuenta y me había puesto a dieta. Se me habían acabado las pizzas, las hamburguesas y los desayunos de Hobbit, porque el test O’Sullivan era en unos días (la prueba de la diabetes gestacional) y sólo me faltaba tener que tomarme los cafés (que ya eran descafeinados) sin una pizca de azúcar.

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  • CUÉNTAME ALGO QUE NO SEPA

    CUÉNTAME ALGO QUE NO SEPA

    Diana | Casa de las Echolls

    TARDE

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    Volví a la realidad y me metí el tenedor rebosante de ensalada César como si hiciera años que no comía. Saboreé el pollo crujiente, la salsa César y la lechuga a punto de llorar de felicidad. Mi madre ya había terminado de comer y me miraba sin poder disimular una sonrisa, no porque se alegrase de que comiera, sino porque por fin alguien conocía su historia con Luke, aunque todavía tenía la sensación de que estaba inconclusa.- [Elizabeth]¿Qué has visto ahora?[/Elizabeth]- me resultaba curioso que en ningún punto le había dicho «oye mamá, estoy viendo tu pasado». Simplemente, lo sabía. Por suerte, Jaime estaba ese día aprendiéndose todos los recovecos de la ciudad para poder plasmarlos en su libro, porque no creía que le fuera a hacer mucha gracia enterarse de que el gran amor de la vida de mi madre era un macizo con las gafas de Harry Potter que llevaba unos cuantos años criando malvas.

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  • ¿ESO ES LO QUE HACE FALTA PARA GUSTARTE?

    ¿ESO ES LO QUE HACE FALTA PARA GUSTARTE?

    Diana | Casa de las Echolls

    MEDIODÍA

    lizecholls

    Cuando llegamos a casa, después de pasarnos el resto del viaje cantando ‘Without you’ de Mariah Carey (juraría que antes de estar preñada esa canción me parecía una cursilada), mi madre me ayudó a bajar del coche y yo la ayudé a cargar con las trescientas bolsas de ‘Walmart’ que había traído con comida para el próximo Apocalipsis Zombi, como mínimo. Vale que Cara y Daakka comían como limas y a mí me apetecía hacer segundo desayuno, pero eso no significaba que tuviera que acabar con las existencias de la cadena de supermercados.

    Estaba segura de que la historia estaba todavía a medias, porque todavía no habíamos visto a Luke quitarse las gafas y que mi madre se diera cuenta de que estaba macizo, por lo que cuando fui al váter tuve cuidado de no acabar con la cabeza metida dentro y al volver, me la encontré colocando la comida en los estantes con la cabeza en otra parte. Seguramente, estuviera pensando en el culo de Luke. No la culpaba.

    – [Elizabeth]¿Qué quieres saber?[/Elizabeth]- me preguntó enarcando una ceja. Me sorprendía que el pelo no se le hubiese cardado eternamente.

    – [Diana]¿Luke y tú mojasteis el churro o hubo sólo toqueteos?[/Diana]- noté una patada de la meona. Ella también estaba de acuerdo en que su abuela y Luke habían tenido rollo.

    Mi madre soltó una carcajada.- [Elizabeth]No pienso responderte a eso[/Elizabeth].

    – [Diana]¿Por qué? Estoy embarazada y sensible. Ahora mismo podría echarme a llorar[/Diana].- en cuanto pensé en llorar, se me llenaron los ojos de lágrimas. No sólo tenía las tetas enormes, sino que podía abrir el grifo cuando me apeteciera (el de arriba y el de abajo, en realidad).

    – [Elizabeth]¡No te atrevas a chantajearme![/Elizabeth]- sabía que se estaba riendo.

    – [Diana]No es chantaje, es que ahora me he puesto a pensar en todas las cosas que no sé del mundo y…es horrible[/Diana].- vale, quizás había empezado a llorar de verdad. Me recordaba a aquella vez en la que lloré porque Christopher no ordeñó a las vacas de mi granja virtual cuando se lo había dicho.- [Diana]¡Soy una foca monje y me escondéis cosas![/Diana]- me llevé las manos a la cara.- [Diana]¡Esto es humillante![/Diana]- era como si hubiera abierto un grifo.

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