Moondale

Categoría: Diario de Edward MacLay

  • VIDA DE CAMPO

    Edward MacLay – Afueras de Moondale

    Ojeando entre varios libros he encontrado mi viejo diario, ha pasado mucho tiempo desde que escribí en el por última vez. Todo ha seguido su curso, no estamos en una utopía ni en un futuro desolado como mencionaba en anteriores entradas.

    Han pasado muchas cosas, pero ninguna de ellas mala, o bueno casi ninguna mala. No fue muy difícil descubrir de qué hablaba la Reina Negra cuando me maldijo, básicamente no podía tener hijos hasta encontrar a Ezra, lo que se había vuelto mi misión principal buscando contra hechizos a la maldición o hechizos localizadores sin ningún resultado. Lo que me ha llevado a pensar que no podre encontrarle hasta que la línea temporal alcance la época en la que procede, es decir, dentro de un par de años.

    Siempre he tenido esa percepción de ser una persona solitaria, pero con Lucy todo eso cambio, ya no era tan huraño, tímido y reservado, era un regalo despertar cada día junto a ella. Tras unos meses de viaje por Europa regresamos a Moondale y nos asentamos en una casa rural en medio del campo propiedad de Fenris, la cual había sido su hogar de infancia y había restaurado. Quería dejárnosla como regalo, Fenris siempre era demasiado generoso con todos nosotros, pero resultaba demasiado violento que te regalen una casa así que mensualmente le pagamos un alquiler o le regalábamos productos ecológicos cosechados por nosotros, aunque resulta raro regalarle verduras a un licántropo.

    Bajo la supervisión de Christopher me he convertido en un vigilante en prácticas, aunque la verdad espero no llegar a ejercer nunca como tal ya que eso significaría que hemos perdido a Sarah o Sasha. Y hoy he recibido la llamada de Nate informándome de que mis amigos y sus hijos vienen hacia aquí para que les ayude con cierto problema que parecen tener. Tras escuchar los pitidos del bus salí para recibirles, cuando Nate abrió las puertas del bus parecía agotado.

    – [Ed]¿Esto… va todo bien?.-[/Ed] Pregunte viendo bajar a Dominic del bus con el semblante pálido, casi costándole andar, Sarah iba tras él igual.

    – [Jane]¡CABRITAS!. [/Jane][Elle]¡CABRITAS!.-[/Elle] Gritaron ambos a la vez, su rostro se ilumino de felicidad y dando salticos corrieron hasta donde se encontraban las cabras.

    – [Noah]¡Tío Ed![/Noah] – Cara me llevo por delante tras bajar del autobús, a lo lejos Dominic cogía una de las cabritas en brazos, por suerte era Sleepy la cual padecía narcolepsia y se quedo dormida encima de él.

    – [Ed]Cara… yo también me alegro de verte.-[/Ed] Me faltaba un poco el aire tras el abrazo que me había dado levantándome por los aires. Cara siempre había sido simpática pero esto era incluso demasiado para ella.

    – [Owen]¿Lucy me dejas unas braguitas?.-[/Owen] Fue lo primero que dijo Rebecca tras bajar del autobús seguida de Owen.

    – [Lucy]Holaaaa[/Lucy].- Lucy salió de casa recolocándose el sombrero y echándose por detrás de las orejas los mechones de pelo, acto seguido saludo a todos moviendo la mano con efusividad y una sonrisa en la cara, eso nunca faltaba en ella. Tenía la sonrisa más bonita que había visto nunca .- [Lucy]¿Unas braguitas? ¡Te puedo dejar todas las que quieras! He estado haciendo pruebas de corsetería y tengo algunas que mejor no te las pongas delante de Dom, porque…[/Lucy]- Le guiño un ojo a Rebecca. No voy a entrar en detalles porque tengo la impresión de que Diana espía mi diario, pero se dé que hablaba.

    – [Owen]También necesito una tirita grande para no morirme por aqui abajo.-[/Owen] Añadió señalándose sus partes mientras Owen le pegaba un golpecito en la mano para que la apartara. Creo que empezaba a comprender lo que pasaba.

    – [Xander]Tía Lucy, Owen se desangra. Tienes que darte prisa.[/Xander] – Owen estaba en el cuerpo de Rebecca y viceversa. Me fije en Daniel, acababa de llamar tía a Lucy, mientras que Xander miraba a lo lejos a Sarah, o más bien a Elle para asegurarse de que no se hacía daño jugando.

    – [Lucy]Rebecca, cielito…tienes que descansar más[/Lucy].- Lucy le paso la mano por la espalda frotándosela- [Lucy]Ed, ve a por bragas para Becky y tráele un tampón[/Lucy].- Asentí y me encamine raudo hacia la casa.- [Lucy]El mes que viene te llevo de reunión al Tuppersex y te quedas nueva[/Lucy].

    Por el camino Grumpy me dio un cabezazo en el pie, pero no podía pararme a jugar con ella. Cogí una muda limpia del cajón y con las prisas cayeron varios tampones al lavabo, luego los recogería.

    – [Idris]Yo quiero una copa de vino si tienes, Lucy.[/Idris] –Escuche decir a Mara mientras llegaba con los demás  carraspeando y con una mano posado en el pecho como si le costara hablar.

    – [Lucy]Las tienes en el botellero. Donde siempre[/Lucy].- Lucy le hizo señas con las manos para que se sirviera ella misma.- [Lucy]El Moet and Chandon es mío, pero de las demás coge la que quieras.-[/Lucy] Mara o… tras echar un vistazo al resto deduje que era Idris, se encamino hacia la puerta de casa moviendo con ímpetu las caderas.

    – [Lucy]Cari, Mara últimamente le pega bastante al pimple, ¿no?[/Lucy]- Me susurro Lucy al oído.

    – [Ed]Creo que esa no es Mara.-[/Ed] Christopher jugaba con sus pies balanceándose hacia delante y hacia atrás mientras Diana se echaba contra el lado del bus haciendo pompas de chicle y ocultando sus ojos con las gafas de sol.

    – [Mara]IDRIS SOLO NOVAK, quieto ahora mismo si quieres vivir para ver otro día[/Mara].- Mara salto los escalones del bus y se encamino hacia la casa para frenar a Idris.

    – [Idris]Vale, perdón mamá.[/Idris] – Idris deshizo el camino andado para volver con el resto.

    – [Lucy]Becky cielo, aquí tienes el tampón[/Lucy].- Lucy le dejo un tampón en la mano a lo que Rebecca miro extrañada a Owen.

    – [Dom]Esto de tener piernas cortas es horrible.-[/Dom] Jane bajo del bus suspirando y yo suspire aliviado de que la niña no llevara un puro en la boca.

    – [Owen]Mamá ¿Por qué la tía Lucy me ha dado un tapón?[/Owen]

    – [Lucy]Solo tienes que metértelo en el chirri[/Lucy].- Negué con las manos para que no lo hiciera pero Lucy saco otro e hizo una demostración empujando el aplicador en el aire.- [Lucy]Y ya está[/Lucy].- La expresión de Rebecca y Daniel era un poema con la boca abierta y pálidos como la nieve.

    – [Rebecca]Eh…llevo yo compresas en el bolso[/Rebecca].- Owen rebusco en el bolso de su madre, o en el suyo propio mejor dicho.- [Rebecca]Ve al baño y si necesitas ayuda, me llamas[/Rebecca].

    – [Sarah]Ed, tienes que ayudarnos[/Sarah].- Elle se planto delante de mi tirándome de la manga de la camisa.- [Sarah]Estamos en el cuerpo de los niños y necesitamos que reviertas el hechizo o lo que sea esto[/Sarah].- Se cruzo de brazos al más puro estilo de Sarah.

    – [MacLeod]Cuanto antes mejor.[/MacLeod] – Christopher había pasado por mucho, debía de ser extraño ser capaz de percibir todo como un licantropo otra vez en el cuerpo de Amy.

    – [Ed]Chicas. Chicos. Porque no vais al cuarto a jugar.-[/Ed] Los niños en el cuerpo de sus padres corrieron a casa, algunos con más ganas que otros. – [Ed]¿Alguna idea de que ha podido ocurrir? ¿Demonio? ¿Magia? ¿Algún niño leyendo algo en latín que no debería?[/Ed]

    – [MacLeod]Me recuerda al Soberano, pero es imposible. Algún demonio puede hacer esto, pero solo lo ha hecho con algunos. Lo de Cole fue un susto.[/MacLeod] – Al parecer Logan no estaba con el resto cuando sucedió el intercambio de cuerpos y encontraron a Cole en un bar, Logan se llevo una buena reprimenda por parte de Mia y ahora en los cuerpos de Cole y Dante parecían dos hermanos inseparables.

    – [Diana]Sea lo que sea hay que darse prisa, porque miedo me da tener que ir al colegio el lunes.-[/Diana] Resultaba gracioso ver a Diana en el cuerpo de Kaylee, las piernas le colgaban en el aire en el sofá.

    – [Daniel]Escalofrío.[/Daniel] – Es curioso como cuando eres niño quieres crecer para dejar de ir a la escuela y cuando eres mayor quieres volver a tu juventud, sin ir al colegio claro.

    – [Mara]El lunes tengo una cesárea programada.-[/Mara] Mara señalo con la cabeza a Idris quien estaba divirtiéndose con el cambio de cuerpo retocándose el maquillaje un poco.— [Mara]No digo más.[/Mara]

    – [Idris]Mamá, no voy a cortar una barriga.[/Idris] – Añadió tras frotarse los labios con el nuevo pintalabios. – [Idris]Podemos hacer pellas y comer helados.[/Idris]

    – [Mara]Por favor, Ed[/Mara].- Pidió casi rogando mientras le quitaba su propio bolso a Idris.- [Mara]Acaba con esto antes de que mate a mi propio hijo[/Mara].- Recogí los libros que estaba investigando de la mesita de café para guardarlos y entonces fue cuando caí en el hechizo que realice por la mañana.

    – [Michael]No me gusta el cuerpo de papá. Me pica la cara.[/Michael] – El pequeño Michael sufriendo la honestidad de su padre se rasco la cara en la manga de la que pensaba que seguía siendo su madre.

    – [Owen]Ser adulto es una caca.-[/Owen] Owen regreso del baño recolocándose el pantalón de pijama que le había dado Lucy y la ropa interior, Rebecca en el cuerpo de su hijo se tapo los ojos negando con la cabeza.

    – [Ed]Bueno, creo que he encontrado el problema, el causante y solución.-[/Ed] Les enseñe uno de los libros que había estado investigando, era azteca y uno de los hechizos hablaba del intercambio de cuerpos, mi idea era intercambiarme por Ezra para ver si asi podría descubrir donde estaba. Al no ocurrir nada pensé que había fallado, pero al ver a todos ahora creo que el hechizo se propago más de lo que esperaba – [Ed]Al parecer es todo culpa mía. Lo siento chicos.-[/Ed] Dije disculpándome. – [Ed]La parte buena es que el hechizo se desvanece en 24 horas.[/Ed]

    – [Diana]Te mato[/Diana].- Diana pego un salto en el sofá y se puso en pie.- [Diana]Sujetadme que lo mato[/Amy].

    – [Xander]Yuju, puedo ir de caza[/Xander] – Xander emocionado empezó a inspeccionar la habitación a ver si encontraba algún arma. Diana dio otro salto y aterrizo a mi lado pegándome una patada en la espinilla.

    – [Lucy]Acabo de hacer un pedido por Infinity Eat de pizzas[/Lucy].- Dijo muy contenta con el móvil aun en la mano.- [Lucy]No pensaba ponerme a cocinar para tanta gente[/Lucy].

    – [Kaylee]Es fascinante este tratado sobre ‘Demonología’ que estaba leyendo papá[/Kaylee].- Kaylee saco un libro de considerable tamaño, el cual apenas habría sido capaz de transportar en su propio cuerpo. Kaylee estaba aprovechando la habilidad de su padre y se estaba llenando de conocimientos.- [Kaylee]Luego podemos debatir[/Kaylee].- Le propuso Kaylee a su padre, pero Christopher parecía que quería que se lo comiera el sofá.

    – [Ed] Sugiero que paséis la noche todos aquí.-[/Ed] Dije intentando quitarme a Diana de encima.

    [Owen]¡FIESTA DE PIJAMAS!.-[/Owen] Grito Owen para que les escuchara los demás en la habitación contigua.

    – [Elle]¡BIEEEEEEEEEN![/Elle]- Elle llego pegando gritos junto con Jane y los tres se pusieron a bailar.

    – [Dante]Joe, pero no puedo dormir con estas tetas, pesan.[/Dante] – Se quejo Dante en el cuerpo de su madre llevándose las manos a los pechos visiblemente dolorido. Después de todo seguía siendo un niño.

    – [Idris]Te las puedo sujetar.[/Idris] – Se ofreció Idris entre risas. Mara golpeo a su cuerpo con el bolso para que se comportara.

    La casa se lleno de gritos y alboroto, para cualquier otra persona hubiese resultado un quebradero de cabeza pero para mí resulto de lo más agradable.

  • LOS ESTRAGOS DE LA GUERRA

    Edward MacLay – Bosque de los Lobos

     

    El aullido de un licantropo seguido del de una manada, posiblemente la de Canton, amortiguo por unos segundos todos los demás sonidos tras esto volvió el completo caos. La guerra era tal y como te la mostraban en lo libros de historia, cruel, pero cundo le sumas poderes a la ecuación todo era mucho mas horrible.

    Antes de la batalla pusimos a toda la gente que encontramos por las calles en refugios improvisados en la Universidad y la Nave. Era gente que salia de trabajar, estudiar o que no quisieron creer en lo que vieron en el discurso de Mia, a la gente le costaba quitarse la venda de los ojos. Sin embargo el mensaje llego a más gente de la que pensaba, Moondale parecía un pueblo fantasma que se había quedado sin habitantes, pero dentro de todas esas casas la gente permanecía expectante a oscuras a que todo terminara.

    Nunca había sido un guerrero y posiblemente nunca lo seria, pero no podía quedarme sentado a oscuras sin hacer nada mientras el resto ponía sus vidas en peligro. Por un lado el bando de Z, por otro el bando del general Preston y nosotros en medio con un reducido grupo de voluntarios dispuestos a ayudarnos a evitar bajas inocentes, algo que habíamos conseguido de momento pero que no valdría de nada si no conseguíamos detener a ambos grupos.

    Era sencillo localizar a alguien del grupo por si necesitaba alguna ayuda, todos íbamos a  juego con los trajes que nos había confeccionado Lucy, pero había alguien que reconocí que no iba como el resto. Llevaba el pelo rubio alborotado y su ropa estaba raída por el paso del tiempo.

    -[Ed] ¿Ez…ra?.-[/Ed] Lo primero que hice fue buscar a la reina negra por si se trataba de alguna de sus artimañas, pero estaba ocupada enfrentándose a Diana. Mire a mi alrededor por si se trataba de alguien más pero como si de mi misma vida se tratara nadie me prestaba atención.

    -[Ezra] ¿Padre?.-[/Ezra] Resultaba raro que me llamara padre cuando prácticamente teníamos mas o menos la misma edad. Su expresión era la misma que debía de tener yo en ese momento, de pura confusión, aun así acelero el paso hasta donde me encontraba e intento abrazarme pero paso  a través de mi.

    – [Ed] ¿Como…?.-[/Ed] Habitual en mi fui incapaz de encontrar las palabras. Ezra miraba extrañado sus manos intentando encontrar alguna respuesta y yo buscaba alguna que lo consolara.

    – [Ezra]No lo se.-[/Ezra] Negó con la cabeza y observo a su alrededor, por un instante había olvidado donde me encontraba – [Ezra]¿Que esta pasando? ¿Veronica?.[/Ezra]

    -[Ed]No.-[/Ed] Podía ver su rabia e impotencia al no poder hacer nada. Su mundo lo había moldeado en alguien fuerte para sobrevivir, en un autentico guerrero, no se parecía en nada a mi, pero tenía los ojos y el pelo de su madre, Lucy. -[Ed]No, no es ella. Es la batalla que puede cambiarlo todo. ¿Donde…?.[/Ed]

    [Ezra]-…estoy.-[/Ezra] Era como si conociera mi incapacidad de finalizar una frase completa y lo hacia por mi. Volvió a negar. -[Ezra]Todo lo que siento es frío y solo veo oscuridad, nada más. [/Ezra]

    [Ed]Aguanta, pronto…-[/Ed] No pude terminar la frase porque Ezra se desvaneció frente a mi dejando a  la vista a la Reina Negra. Su forzada sonrisa me provocaba escalofrios. Se fue acercando poco a poco balanceándose de un lado a otro, disfrutando de cada paso que daba, mientras se pasaba un alfiler por los dedos.

    – [Aislinn]Te maldigo…[/Aislinn]-  Era incapaz de tragar y moverme, la Reina Negra miro a su alrededor como buscando a alguien, se pincho el dedo indice y dejo caer una gota de sangre sobre el humedecido suelo.  – [Aislinn]hasta que con tu hijo tu camino cruces[/Aislinn].

    La Reina Negra volvió a sonreír de manera forzada, una bola de fuego paso cerca de ella, Diana había vuelto a entrar en acción, quería ir a ayudarla pero me quede inmóvil pensando en lo que acababa de decir. No tenía ni idea de con que me había maldecido y la única manera de romper el hechizo era encontrar a mi hijo del cual desconocía su paradero.

    – [Nicholas]¡Cuidado!.-[/Nicholas] Alguien me empujo y salí rodando por el suelo.  La cabeza me daba vueltas y apenas era capaz de enfocar la vista. La tierra caía del cielo junto a la ceniza de los arboles. Me arrastre por el suelo acercándome hasta donde había estado hace un momento, donde había tenido lugar la explosión.

    Encontré a Nicholas tirado en el suelo, me arrastre un poco más y me arrodille junto a él. Tenía quemaduras por todo el torso y el cuello. No tenía conocimiento de medicina y no encontré a Daniel por ningún lado para que me ayudara, lo único que podía hacer era quedarme a su lado hasta el final. Agarre su mano y la otra la pose en su frente, temblaba e intentaba hablar, negué con la cabeza para que no lo hiciera. El temblor fue cesando y su mirada quedo fija en el cielo, aparte su gafas para cerrarle los ojos. Apenas conocía a Nicholas, solo sabía que en el futuro casi había matado  mi hijo y ahora me había salvado la vida. Era otra muerte más en la que cargar en mi conciencia, nunca no podía salvar a nadie.

    [Diana]Ed, ¿crees que es el momento de ponerse a hacer un post instrospectivo?[/Diana]- Escuche a Diana gritar.- [Diana]Ahora toca patear culos[/Diana].

    Hice caso a Diana, me reincorpore e invoque el totem de sangre para que sacara a relucir toda su cólera dispuesto a evitar más bajas. Pero la realidad es que perdimos a mucha más gente aquella noche, y yo perdí algo que tarde mucho tiempo en descubrir que era.

  • SUFICIENTE

    Edward MacLay / Palacio de Z – Fabrica abandonada

    Recordaba el palacio de Z de otra manera por mi breve estancia. En aquel momento no había síntomas de una incipiente batalla, era un refugio para la gente que había sido repudiada por sus habilidades o por su aspecto. Ahora el cielo gris, junto a los gritos de gente entrenando poniendo a punto sus poderes o peleando entre ellos, le confería un aspecto lúgubre al palacio.

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  • CONVERSACIONES DE ASCENSOR

    Edward | Merelia

    MAÑANA

    edwardmaclay

    No me gustan los hospitales, bien es cierto que es donde va la gente para sanarse, pero también es un cumulo de enfermedades y la muerte ronda en cada esquina. De hecho hacía mucho tiempo que no pisaba uno, habían pasado años, fue en esa otra vida, esos recuerdos eran cada vez más difusos, como sueños que intentas retener y vas olvidando. El caso es que esa vez fue para ver como mi mejor amiga moría de un tumor y ahora era porque había traído al mundo una nueva vida.

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  • WILLING

    WILLING

    Edward | Merelia

    TARDE

    edpelocorto

    Tras un almuerzo grupal y un viaje de un par de horas por fin llegamos al hotel de Merelia donde nos hospedaríamos y los recién casados celebrarían el banquete. El fin de semana sin duda me vendría bien para desconectar, llevaba meses estudiando mis obligaciones como futuro vigilante y aun seguían planteándoseme dudas. No era todo el conocimiento que debía aprender lo que me preocupaba, era más bien la responsabilidad de adoctrinar a una futura cazadora, el protegerla del mal. Pero como siempre, me preocupaba más el futuro que lo que tenía delante.

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  • LA DESPEDIDA

    LA DESPEDIDA

    EDWARD MACLAY| Subconsciente de Sarah

    NUBES Y FUENTES

    edbarba

    Me levante del suelo sacudiéndome el polvo de encima, aunque en realidad no fue más que un acto reflejo ya que en el subconsciente de Mara no había polvo, o tal vez estaba aun en el subconsciente de Sarah, no estaba del todo seguro. Mire a mi alrededor y agradecí no encontrar ningún punto de luz extraño, no me apetecía acabar en una realidad paralela, aunque en este caso lo mismo terminaba en otro subconsciente.

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  • EL LEGADO DE LOS VIGILANTES

    EL LEGADO DE LOS VIGILANTES

    Edward MaClay | Biblioteca de la Universidad

    MAÑANA

    EDWOLFRAM

    Nunca pensé que volvería a caminar por los pasillos de la Universidad, había cosas que nunca cambiarían como la aglomeración en los pasillos, o el olor corporal que desprendían algunos, pero desde que no andaba por allí era como si la mayoría fueran más jóvenes de lo que recordaba.

    Hacía tiempo que no nos reuníamos en la biblioteca, aunque no era una reunión exactamente. Christopher me había llamado para hablar de algo, no me había dicho el que, pero tras lo de Lucy y Diana solo podía pensar en que quizás también tenía que disculparme con él.

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  • UN SIMPLE LO SIENTO NO ES SUFICIENTE

    UN SIMPLE LO SIENTO NO ES SUFICIENTE

    Edward MaClay | Casa de Christopher

    MAÑANA

    EDFELIZ

    Me quede unos segundos paralizados tras la marcha de Christopher, no esperaba que se quedara conmigo ayudándome con Diana, eso era algo que necesitaba hacer yo solo. Pero todo fue tan rápido que mi cerebro necesito un momento para procesarlo.

    Me acerque hasta las escaleras y comencé a subir despacio y sin hacer ruido, no es que intentara sobresaltar a Diana y darle un susto, el problema es que las piernas me temblaban demasiado, tanto como para tener que ayudarme apoyando las manos en la pared.

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  • NADIE QUE TE CUBRA LA ESPALDA

    NADIE QUE TE CUBRA LA ESPALDA

    Edward MaClay | La Iniciativa

    MAÑANA

    edmedico1

    Cerré los ojos e intente amortiguar el ruedo que me rodeaba. El día seguía nublado, lo que hacía parecer a Moondale más lúgubre de lo que por si era, pero su mera visión hizo mejorarlo. Allí estaba, al otro lado de la calle, andando con paso seguro, su sonrisa, esa alegría que parecía irradiar me hicieron olvidar donde me encontraba momentáneamente. Abandonarla, porque no tenía otro nombre lo que había hecho, no fue exactamente lo más inteligente, mis últimos meses se resumían en malas decisiones, pero con esta esperaba que fuera la última de todas.

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