[align=center][b]Sarah Echolls | Casa de las Echolls[/b]
Subí las escaleras de dos en dos con una libreta en una mano y mi teléfono móvil en la otra. Sólo había tenido tiempo de ducharme desde que llegué de entrenarme, pero no podía entretenerme. Daniel y Diana estarían al llegar y no podía enterarse de que estaba organizándoles una fiesta sorpresa – sobre todo porque dejaría de ser sorpresa y perdería la gracia-.
Me senté en la cama de mi habitación y comencé a marcar el primer número. Le había robado el teléfono a Diana esa misma mañana, mientras ella estaba vegetando en el salón y apunté todos los números que encontré. No tenía ni idea de cuál sería la respuesta de la gente ante mi llamada, pero deseaba con todas mis fuerzas que fuera que sí porque ese tricumpleaños tenía que ser un éxito.
Ese primer número correspondía a Silver, una de las chicas que había estado encerrada en la Iniciativa. Suspiré al escuchar el primer tono.
Odiaba con todas mis fuerzas hablar por teléfono y sólo lo hacía en caso de necesidad extrema por lo que podía sentirme orgullosa de mí misma si conseguía no morir en el intento.