[SIZE=2][align=center][b]Suzanne Sommerville |Residencia[/b]
Sentada en el alfeizar de la ventana, con la mejilla pegada al cristal, mirando a las estrellas del cielo nocturno de Moondale, intento dejar la mente en blanco. Intento contenerme para no pensar en todo lo que he vivido (o soñado). Intento controlarme, compartimentarlo todo, racionalizarlo. Pero hay cosas que no se pueden racionalizar. Hay cosas que no se pueden más que entender en conjunto, cosas que ni siquiera es bueno intentar entender.
Mi mano va inconscientemente hacia el colgante de color verde oscuro que me fue entregado, y lo aprieto en mi mano, mientras mi mirada se pierde en el brillo de la luna. Ahora soy parte de algo mucho, muchísimo más grande que yo misma. Y da miedo pensar sobre ello. Mucho miedo. Aunque sé que ahora, pase lo que pase, nunca voy a estar sola. Tengo a Sylver y a Diana. Tengo a Ed. Y tengo a todos los demás. Gente de la que preocuparme, gente de la que cuidar. Y gente que, si fuese necesario, cuidará de mí.[/SIZE]