Moondale

Categoría: Diarios de Destino

  • QUIERO ARRANCARME LA PIEL

    [align=center][b]Suzanne Sommerville | Un bosque desconocido[/b]

    lican

    El contenido de este post no es apto para todos los públicos. Estaría etiquetado dentro de la categoría de gore, y puede llevar a herir sensibilidades [s]ha herido la mía, y eso que no tenía e.e[/s]. Leedlo bajo vuestra propia cuenta y riesgo.[/align]

    Oigo un nuevo chasquido que recorre lo que normalmente es mi espalda cuando toda mi columna vertebral se readapta a una nueva forma, y siento como si toda mi piel fuese atravesada por millones de agujas que brotan de su interior. Quiero arrancarme la piel, con estas uñas que son más afiladas que algunos cuchillos, porque quema. Arde.

    En el momento en que siento como si me estuviesen arrancando la cara, con un crujido desagradable, entiendo que algo va mal. Terriblemente mal. Yo, mi conciencia… lo que sea que me hace humana sigue aquí, no he podido refugiarme en mí misma, no he tenido la bendición de evadirme del dolor y la inconsciencia, para despertar en unas pocas horas sin recordar nada de lo que había pasado.

    (más…)

  • DOMCARAS

    [align=center][SIZE=4][b]Liad | Iniciativa Awaken[/b][/SIZE]

    domdoscaras

    [SIZE=4]El suelo volvió a convertirse en mi enemigo. Ahogué un grito cuando aquella asquerosa mano, garra o como quisiese llamarse, me agarró del tobillo, impidiéndome poder huir de aquí, llegar a la salida y por ende, a una supuesta y corta salvación.

    – [b]Has sido muy muy malo.[/b] – dijo la calmada y horripilante voz. – [b]Ahora te arrancaré la piel lentamente, con la misma piedra que me has lanzado.[/b] – añadió.

    Instintivamente me di la vuelta, ¡pero cuánto me arrepentí de hacerlo! Debía de haberme intentado zafarme, lanzarle algo, arrastrarme. ¡Pero no! Noté cómo sus largos dedos se acercaban, rozando mi piel, mis piernas. El primer corte fue el peor, consiguiendo que la herida ardiese, que quemase con el simple hecho de la sangre derramada. Intenté moverme, retorcerme, gritar de dolor o cualquier otro gesto que pudiese liberar el miedo y la ansiedad que tenía acumulada. Pero no pude. Cualquier intento por hacerlo era aplacado por algo que inicialmente no entendía, hasta que fui consciente de lo que ocurría realmente.

    (más…)

  • LEOH Y BEN

    [b][ Ben McBeth | Base Vathurst – Islandia][/b][/align]

    benjaminmcbeth

    -[b][i]Te presento a tu torturadora.[/b][/i]

    Aiko salió de entre la multitud con una sonrisa pintada en la cara. Seguía teniendo el mismo aspecto de niña de catorce años demasiado frágil y delgada para un ambiente como aquel. Y por si fuera poco, la impresión se acentuaba porque llevaba uno de esos vestidos por encima de la rodilla, sin mangas, como si acabase de salir de la escuela y se dirigiese a casa a hacer sus deberes de geometría. Caminaba con tranquilidad hacia mí, nunca siguiendo un camino totalmente recto, y balanceándose como si dentro de su cabeza sonase alguna de las melodías que tanto le gustaban.

    Contuve una sonrisa satisfecha. No sabía cómo lo había hecho, cómo había descubierto que estaba allí o que estaba en peligro ni cómo había conseguido engañar a Leoh para colarse entre sus filas, pero Aiko acababa de convertirse en mi única amiga en territorio enemigo. No iba a ser la primera vez que escapáramos de circunstancias adversas pero, tenía que advertírselo, ésta vez no iba a ser como las anteriores. Ésta vez no iba a ser un demonio cualquiera enfrentándose a una amenaza, esta vez era [i]Leoh[/i] y su asunto era algo personal. No estaba seguro de que nadie aparte de mí entendiese lo que un [i]asunto personal[/i] significaba en el idioma de mi viejo mentor.

    (más…)

  • UN COLOR ENNEGRECIDO BASTANTE PREOCUPANTE

    [align=center][SIZE=5][b]Cecil Anwalt | Casa [s]de los horrores[/s][/b][/SIZE]

    brazo

    Mis ojos habían dejado de funcionar. Por un momento, me sentí ciego, indefenso sin la capacidad de percibir lo que tenía cerca de mí. Todo, de buenas a primeras, había desaparecido.

    Primero me había encontrado allí, encerrado entre las cuatro frías paredes del baño. La “mercancía” que los colmillitos me habían dicho estaba aquí, preparada para que fuera utilizada. Me había encerrado aquí, intentando ganar tiempo, intentando pensar alguna manera de poder salir más o menos ileso de la situación en la que me encontraba metido. Pero el miedo continuaba, estaba dentro de mí, como si fuera una infección que se extendía por momentos. Me impedía pensar con claridad, me hacía dudar de quién era yo o de lo que realmente pensaba. Antes, desde que me había despertado, desde que había discutido con mi madre, había tenido más o menos claro que esto no podía ser real, incluida la escena del salón, que parecía sacada de una peli de vampiros.

    Pero siempre estaba la pregunta, la duda. Siempre había una desagradable voz que me decía lo contrario, que me equivocaba y lo que veía era verdad. Pero continuaba negándome a afirmar eso, aunque a veces titubease.

    (más…)

  • PRISIONEROS DEL MIEDO. TERCERA PARTE

    [align=center][b][font= Bookman Old Style][SIZE=5]Diarios de Destino | Desconocido[/SIZE][/font][/b][/align]

    [b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Benjamin McBeth[/b][/SIZE][/font]

    benjaminmcbeth

    Ben intentaba zafarse de los dos fortachones que le arrastraban, pero parecían estar mucho más fuertes que él, y fue incapaz de librarse de ellos. Al final llegaron a una pequeña población. En lo que parecía la plaza central se reunían algunos niños que ya no parecían serlo demasiado, en su mirada se dejaba ver que ya habían probado su primera sangre, pese a que algunos contaban con apenas nueve o diez años.

    Allí en el centro lo ataron en un poste con las manos inmovilizadas y aún mojado. Los guardias se apostaron cerca por si tenían que entrar en acción. Durante los siguientes minutos sólo pudo ver el gentío moverse de un lado para otro. Algunas caras le resultaban familiares pero otras no las reconocía, hasta que vio una cara muy familiar acercándose, Aiko.

    – [b]Te presento a tu torturadora.[/b] – dijo uno de los guardias.

    [spoiler]
    – Lista la máster, para Aiko y algunos otros que aparecerán, entre Stefy, tú y yo nos apañamos ^^
    [/spoiler]

    (más…)

  • ME VA A BAJAR LA REGLA DEL DISGUSTO

    [align=center][b]Silver Wolfe | Moondale[/b]

    zombie

    Aquel gemido seguía retumbando en mi cabeza, como una ametralladora que perforaba cada neurona que me quedaba, que no son muchas no. Pero yo seguía corriendo. Ni siquiera me habia parado a pensarlo, es decir, no existió ese momento instantáneo en el que decides si correr o esperar alguna nueva respuesta. No, algo dentro de mi me dijo: [i]“Corre Sylver, corre, o no volverás a tomarte un frappuccino en el Starbucks”[/i]. Y así mismo hice, sin pensarlo, con fuerzas que aun no entiendo de dónde salieron (supongo que del miedo), y con aquella ropa a punto de deshilarse.

    El siguiente sonido se unió al de los gemidos: unos pasos, atropellados, pesados, extraños. Era cómo si se estuviesen arrastrando, como si cojearan de uno de ellos, o cómo si hubiesen aprendido a caminar pocas horas antes. Y aquello me asustó aún más. [i]“Me va a bajar la regla del disgusto”[/i], dijo una pequeña voz dentro de mí.

    (más…)

  • INCESTO

    [b][ Benjamin McBeth | Paramo helado | Con «Adria» y «Leoh» ][/b][/align]

    benjaminmcbeth

    [spoiler][QUOTE] Ben había utilizado sus fuerzas para salir a flote de nuevo y respirar el frío aire, pero aún quedaba la peor parte, volver a suelo firme sin que las placas le hiciesen caer.

    Llevó la ahora blanquecina mano al hielo y trató de hacer la mínima fuerza posible para que la placa resistiese. Intentó apoyarse en ella e incorporarse poco a poco pero cuando casi estaba fuera, el hielo volvió a partirse y él cayó de nuevo al agua.

    Movió las manos intentando aferrarse a algo para no hundirse, pero su mano no daba con ningún saliente y pronto el hielo volvería a encerrarle. Parecía que todo volvía a estar como antes, pero una férrea fuerza agarró su muñeca y tiró de él hacia arriba y lo sacó.

    Mientras boqueaba intentando recuperar el aliento, sentía como lo arrastraban, hasta que sintió bajo su cuerpo el tacto de la tierra. Abrió los ojos y vio frente a sí dos figuras muy conocidas. Necesitó despejarse un poco para que su vista se aclarase y comprobar que estaba en lo cierto, frente a él estaba su hermana Adria, acompañada de Leoh.[/QUOTE][/spoiler]

    (más…)

  • PERSEGUIDA

    [b][ January Allard | ][/b][/align]

    antorchas2

    Odiaba correr tanto como lo había hecho toda mi vida, pero era consciente de que en aquel momento era lo único que me ayudaba a conservar la cordura. Correr, el corazón bombeando fieramente sangre a todos los músculos, las piernas sacando fuerza de flaqueza para saltar sobre ramas y olvidarse del dolor de correr descalza por un terreno como aquel. La falta de aire, que mis ojos sólo fueran capaces de captar colores borrosos que pasaban junto a mí sin entretenerme. Sin pensar, sólo tratando de sobrevivir a [i]no sabía qué[/i] y sorprendiéndome de vez en cuando de que aún pudiera seguir corriendo, de que no me hubiera caído al suelo, de que las ramas no me hubieran derribado, de no haberme desmayado…

    -[b][i]El licántropo ha escapado por aquí, rápido.[/b][/i]

    Tardé unos segundos en procesar aquella frase. Unos segundos en los que di tres zancadas más, antes de frenarme en seco, sintiendo un dolor breve pero agudo extendiéndose por mi pierna derecha al clavarla en el suelo en un ángulo no del todo natural. Miré frenética a un lado y a otro, sin llegar a ver nada. [i]El licántropo ha escapado por aquí, rápido[/i] sólo podía significar que sabían que estaba allí. Que sabían lo que era. Lo que había hecho. Tragué saliva y entrecerré los ojos, buscando en la oscuridad la silueta que hubiera pronunciado aquellas palabras. Y luego dejé de hacerlo.

    (más…)

  • GRACIAS AL RABILLO DEL OJO

    [align=center][SIZE=6][b]Cecil Anwalt | Su casa[/b][/SIZE]

    vampireliz

    Salir del dormitorio supuso dos cosas. La primera de ellas es que no tenía por qué continuar mirando [i]eso[/i] a la cara. La segunda fue el percibir que no estaba solo en la casa, en esa casa que ya había dejado de considerarla como tal.

    De forma casi instintiva, decidí moverme para comprobar qué era aquel ruido, procurando que mi presencia pasase lo más desapercibida posible. Cerca de las escaleras, al final del pasillo, surgió una figura oscura que al verme, sonrió.

    – [b]¡Cecil! Ya era hora.[/b] – exclamó mientras se acercaba y me daba un abrazo. – [b]Ha sido esa vieja bruja, ¿no? Ven, vamos abajo, te están esperando.[/b]

    Una vez que la tuve cerca, una vez que la tuve entre mis brazos y poder oler su habitual perfume, no tuve que mirar su cabellera rubia para saber quién era. Mi vecina, compañera de juegos, de risas y de lamentos, la antigua que fue algo más que una amiga. Aquella chica, ahora mujer, con la que viví mis primeras grandes experiencias. Aquella persona que en el pasado, se marchó sin mirarme a mí sin importar lo que pensase. Aquella que, una vez que volvió, me miró como si nada de lo vivido hubiera sucedido.

    (más…)