Moondale

Categoría: Diarios de Destino

  • OBSCURE

    [align=center][b]~ Sylver Faith Wolfe | Habitación Residencia Hexe ~[/b]

    silver1

    *Todo este post sucede el dia [b]23 de Diciembre[/b], un dia después de recibir la invitación y un dia antes de la llegada a la casa Echolls*

    [align=center][URL=http://www.youtube.com/watch?v=n-MUEvItUig]Canción para el post, necesaria para ambientarte en los recuerdos de Sylver[/URL][/align]

    [QUOTE]El grito de los niños jugando se introducía por mi habitación, junto a las reprimendas de sus respectivas madres o de algun perro que se les unía al juego. Eran gritos de alegría, algunos de ellos villancicos y otros canciones infantiles que hablaban de algún personaje extraño como “el conejo de la suerte”.

    Me removí en mi cama, recién hecha. El sonido era alentador, pero por otro lado entristecedor. Sí, me habia vuelto una Grinch de las Navidades, pero mi intención era cambiar mi estado de ánimo. Me asomé a la ventada, poniendo la mano en el cristal y mirando el paisaje, habia comenzado a nevar un poco, pero supuse que no sería para tanto. Al fin y al cabo, en mi habitación se estaba calentito. Bueno, eso se podria decir si este espacio que ocupaba se podria llamar asi, porque en su lugar parecía un laboratorio de algún científico reconocido: todo estaba en su lugar, todo estaba recogido, nada por el suelo, incluso la ropa estaba doblada.

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  • DOMINIC CONSIGUE SACARME LOS COLORES

    [Jamie Smith || Casa Echolls || {Con Dominic Williams}[/align]

     

    jamiesmith

    No me engaño en absoluto si admito que el regalo sorpresa de Sylver, me lo esperaría de acá al fin del mundo. Porque honestamente, era [i]muy[/i] Sylver; es su marca personal. Aunque a mí, en lo personal me ha dejado un poco abrumada todo el show, del que no sé si reírme de toda la situación o directamente girar la cabeza para mirar con tanto interés una planta alta de la casa. Pero es hipnótico todo el show erótico-festivo; por lo que termino optando por reírme. No recuerdo haber ido a una fiesta tan divertida como surrealista. De veras que no recuerdo ninguna de ese estilo.

    Observo a Sylver haciendo movimientos tan eróticos, que tiene literalmente a los chicos babeando. Es parte de su encanto, y si a mí no me diese tanto corte, creo que también babearía un poco, porque Sylver emana una energía que te atrapa, de forma seductora. Me alejo un poco de la situación, busco un vaso vacío y lo relleno con agua. Contra todo pronóstico, me estoy divirtiendo bastante. Me apoyo contra una de las paredes, mientras bebo el vaso con tranquilidad y estudiando toda la situación.

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  • PILLADO POR SORPRESA Y SIN SABER QUÉ DECIR

    [b]Liad | Casa de las Echolls [color=blue](Con Eddie)[/color][/b][/align]

     

    liadanwalt

    Si me preguntasen si todo aquello me había sorprendido, mentiría si digo no. Pensaba, inicialmente, en que no nos habría dado tiempo llegar hasta allí. Tampoco me habría imaginado que Fenris hubiera dado un… espectáculo como este. Porque de verdad, no todas las personas darían cosas de esa manera, y aún menos a personas que realmente, no conocía. Me había pillado por sorpresa y me había quedado sin saber qué decir. Por eso le abracé. Quizás para algunos eso no les guste o no les parezca bien, pero últimamente, cuando no sé qué hacer o qué responder, es lo que hago. O bueno, en las personas que más empatía puedan darme.

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  • I EAT BOYS UP

    [align=center][b]~ Silver Wolfe | Casa Echolls | Surprise! ~[/b]

    silver1

    Aquella habitación estaba a punto de estallar, yo sentía que, por muy contenta que me encontrase, toda esa felicidad que se respiraba no iba a durar mucho. Era como el Big Bang: el ente crecía y crecía, hasta que llegaba a un límite y explotaba.

    Era el mejor cumpleaños al que había asistido, aunque para ser sinceros, no asistí a muchos. La comida estaba deliciosa, la música (aunque en el volumen 2, para permitir las conversaciones y demás) era agradable, el olor a dulces recién hechos, la decoración de aquella casa tan maravillosa, los invitados, es decir, todo eso y mucho más componían un cumpleaños inolvidable. Y, para qué mentirnos, el hecho de que los invitados recibiesen regalos añadía un punto más a su favor.

    Mirase a dónde mirase solo veía caras alegres, sonrientes, con un brillo especial en los ojos o una emoción que se exteriorizaba en el movimiento de las manos o de las piernas. Yo me había contagiado, porque era imposible oponerse, y me sentía muy a gusto. Claro, lo raro se viene a entender cuando aclaro el hecho de que nunca he sido partidaria de permanecer más de una hora en una habitación repleta de personas y fingir que formo parte del grupo: porque nunca sucedía. Siempre fui la rara, la apartada, la que hablaba en susurro, la que llegaba primero y se iba antes que nadie, cuyo vestuario pasaba de la explosión erótico-festivo a ropa encontrada en un mercadillo de domingo, etc. Pero esta vez era distinto: era yo, Sylver, la que formaba parte del grupo, cuyos comentarios sin sentido formaban parte de la conversación.

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  • REGALOS. QUINTA PARTE

    [align=center][SIZE=6][font=Book Antiqua][b]Diarios de destino. Parte V (y última)[/b][/SIZE][/font][/align]

    conffeti

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  • REGALOS. CUARTA PARTE

    [align=center][SIZE=6][font=Book Antiqua][b]Diarios de destino. Parte IV[/b][/SIZE][/font][/align]

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  • REGALOS. TERCERA PARTE

    [align=center][SIZE=6][font=Book Antiqua][b]Diarios de destino. Parte III[/b][/SIZE][/font][/align]

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  • REGALOS. SEGUNDA PARTE

    [align=center][SIZE=6][font=Book Antiqua][b]Diarios de destino. Parte II[/b][/SIZE][/font][/align]

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  • REGALOS. PRIMERA PARTE

    [align=center][SIZE=6][font=Book Antiqua][b]Diarios de destino. Parte I[/b][/SIZE][/font]

    conffeti

    Al aplauso de Daniel se unieron los demás mientras Daniel agarraba a Sarah para que se quedase con los cumpleañeros. La pobre estaba muy roja, pero se le veía una gran sonrisa en la cara. January aprovechó para acercarse y darle un achuchón rápido, para después volver a su sitio.

    Así quedaron los cuatro en el improvisado escenario de Nickleback, ahora le tocaba el turno a los demás de repartir los regalos.

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