[align=center][b][font= Book Antiqua][SIZE=4][color=black]Christopher McLeod | Su casa[/SIZE][/color][/font][/b]
Me dejé caer desde la cama y quedé sentado en el suelo, con la cabeza entre las rodillas. Había tenido que refugiarme en el piso de arriba para no ceder a la tentación de lo que había allí abajo.
Levanté las manos y miré como no podía controlar los temblores. La cabeza me martilleaba y los intermitentes calambres no ayudaban a que mejorase. Pero eso no era nada comparado con el ansia que me asfixiaba.
Sentí cómo mi pierna se movía sin parar pero ya no le prestaba atención, no podía contener mi propia agitación igual que apenas podía contenerme a mí mismo.
Me quedé así durante varios minutos, que me parecieron horas. Después intenté ponerme en pie, pero cuando terminé de incorporarme comprendí que había sido un error, notaba la cabeza muy pesada y todo comenzó a darme vueltas. Sentí una sensación nada agradable en el estómago que después se trasladó a la garganta. Caminé lo más rápido que pude hacia el baño y me coloque frente a la taza para despedirme del desayuno, si es que lo había tomado, porque ni siquiera lo recordaba.