Moondale

Categoría: Diarios

  • OJALA LE HUBIESE QUERIDO COMO SE MERECIA

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Eli | Futuro del Soberano

    [color=#5AA6BB]MaÑana[/SIZE][/color][/b][/font]

    rayo

    [SIZE=3]
    Cuando [i]Eli[/i] se despertó, con la primera luz del día, saltó como un resorte de la cama, no sólo porque tuviese mucho que hacer, sino porque siempre había sido muy poco amante del sueño: “quien mucho duerme, poco vive”, se repetía a sí misma cuando tenía muchos sueños por cumplir y toda la vida por delante. Quería ser muchas cosas, pero el mundo se fue a la mierda mucho antes de que pudiese si quiera, empezar a cumplir una.

    Sin perder mucho tiempo, se aseó como pudo y fue hasta la planta de abajo a toda prisa, alertada por un llanto desconsolado. La pequeña June se había despertado y aunque hacía unos días que había cumplido tres años, los terrores nocturnos seguían apareciendo en sus horas de sueño, seguramente porque la vida en ese mundo era tan dura para los pequeños como para los mayores.

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  • SE AVECINAN CAMBIOS

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Edward | Futuro del Soberano

    [color=#5AA6BB]MaÑana[/SIZE][/color][/b][/font]

    xanderarkkan1

    [SIZE=3]
    Me llamo Edward, bueno, en realidad mi nombre es Edward Alexander Arkkan Echolls, sí, un ambigrama. En mi mundo, que quizá sea tu pasado, si es que alguien llega a encontrar este manuscrito algún día, si es que el mundo continúa existiendo, conocer tus apellidos puede llegar a considerarse un auténtico regalo, aún más si tus padres fueron de los primeros en desaparecer, porque estaban destinados a evitar todo este desastre, curioso humor del destino.

    Empiezo este…diario un poco tarde, pero lo hago porque presiento que algo está a punto de pasar. No sabría explicarlo a ciencia cierta, pero hay cosas cambiando, pequeñas cosas, pero que me hacen sentir que algo grande, algo diferente, va a pasar, aunque quizá solo sean cosas mías.

    Ocurra algo o no, la esperanza de vida no es demasiado elevada, al menos de vida en el pleno sentido de la palabra.

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  • EL CHICO DEL JARDIN

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Ethan | Futuro del Soberano

    [color=#5AA6BB]MaÑana[/SIZE][/color][/b][/font]

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    [SIZE=2]
    El golpe de algo contra la ventana me hizo levantarme de la cama sobresaltado, seguido de una hiperventilación por el susto. Cuando observe que se trataban de simples granizos me deje caer de nuevo en la cama intentando recuperar la calma.

    El trueno que acompañaba a los granizos pareció asustar a uno de los pequeños que estaban en la planta de abajo, por suerte Mama Eli acudió rauda para tranquilizarlo, eran inconfundible sus pisadas rápidas y firmes. Lo más seguro es que acabara diciéndole al pequeño que los truenos no son más que pedos de Ángeles, igual que cuando llueve es porque los Ángeles lloran.

    Observe a mi alrededor mientras seguía recostado, los otros chicos más mayores parecieron no escucharlo, o simplemente se estaban haciendo los duros, hoy día un simple trueno asustaría incluso al más valiente, sobre todo cuando eres consciente de que no es por obra de una simple borrasca.

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  • HUERFANOS DE UN MUNDO SIN FUTURO

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Nicholas | Futuro del Soberano

    [color=#5AA6BB]MaÑana[/SIZE][/color][/b][/font]

    nikolairomanov1

    [SIZE=2]
    El granizo golpeó la ventana de cristal poco antes de que un trueno resonase por toda la habitación. Conté los segundos y calculé la distancia, pero no me hizo falta, el relámpago había caído cerca del Palacio del Soberano.

    Los súbitos cambios en el tiempo habrían extrañado a la gente de hacía veinte años, seguramente lo habrían achacado al cambio climático, pero en el futuro estábamos acostumbrados, las estaciones habían desaparecido junto con la lógica, ahora todo venía regido por la inestable mente de nuestro «líder», nuestro gran ‘Soberano’.

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  • NUNCA OLVIDAR

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Diarios de Destino | Futuro del Soberano

    sovereign

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    Hace milenios, cuando dos mundos llenos de oportunidades amenazaban con colapsarse bajo la oscuridad, los Grandes Poderes, seres atemporales, decidieron actuar y fundieron esos dos mundos en uno solo al igual que a sus gentes.

    Pero desde su misma concepción sabían un Gran Mal se cernía sobre él, porque por todos es sabido que el universo se mantiene en equilibrio y para un mundo lleno de luchadores por el bien, debía haber también una gran oscuridad.

    Se predijo que un día llegaría un poderoso conocedor de la magia antigua consumido por la locura, huyendo de un ser aún más poderoso, y los Campeones de la Tierra en ese instante necesitarían ayuda para defender al mundo de él.

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  • EN OTRO LUGAR

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Sarah Echolls | Casa de las Echolls, Nave

    [color=orange]Tarde[/SIZE][/color][/b][/font]

    sadsarah

    [SIZE=2]Cuando apagué Skype después de hablar con Kaylee, que últimamente tampoco parecía ella misma, di un par de vueltas en la silla giratoria de la habitación en la que ahora dormía Ed. Habíamos estado hablando de cosas sin importancia: el último libro de literatura juvenil casposa que habíamos leído (ella porque le había obligado, yo porque quería leer algo que me hiciese sentir mejor), la ropa que nunca nos compraríamos y el hecho de que la gente oliese a sudor rancio los lunes por la mañana. Con Kaylee siempre era así, no había dramas, ni naturales ni sobrenaturales. A lo mejor era eso lo que a Ed le gustaba de ella, que pese a todo, era una chica normal. Había conseguido apartarse de este mundo y no tenía que preocuparse de ser la Elegida ni una Campeona de los Grandes Poderes. Tenía un trabajo de mierda, sí, pero era el que ella había elegido. El destino del mundo no dependía de que ninguna de sus decisiones y aunque era una bruja, tenía la suficiente fuerza de voluntad como para resistirse a la magia.

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  • TEMIENDO QUE SEA DEMASIADO TARDE

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Christopher McLeod | Biblioteca de la Universidad

    MaÑana[/SIZE][/b][/font]

    mcworried

    [SIZE=2]
    La mañana había amanecido particularmente nublada, aunque tratándose del mes de marzo, no resultaba tan extraño encontrarse con unas fuertes rachas de viento que a uno se le olvidaban de un año para otro.

    Todavía era muy pronto como para que apareciese nadie por la biblioteca, normalmente no empezaba a entrar gente hasta poco antes de mediodía, excepto los Moondies, aunque cada vez nos reuníamos menos en la biblioteca y más en la casa de Sarah, e incluso en la Nave, que sería el lugar perfecto si conseguíamos encontrar un hueco de salvar el mundo para poder terminarla, y eso que estaba casi a punto.

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  • EN LAS GUERRAS NO HAY GANADORES

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=5]Diarios de Destino | Bosque de los lobos

    [color=#000000]Tarde – Noche[/SIZE][/color][/font][/b][/align]

    carolinebaker

    [SIZE=2]
    Caroline se bajó de la Harley de Callum, llamada Susan, con un dolor considerable en el culo, pero tampoco era plan de quejarse, porque la había traído prácticamente gratis desde Canton, aunque el “prácticamente” habría que matizarlo, porque para Callumnada era gratis y siempre te pedía veinte dólares “por si acaso le aparecía algún arañazo a su novia de dos ruedas”.

    En cuanto se quitó el casco, nada más llegar al claro del bosque, echó un vistazo a su alrededor y vio cómo la manada de Peter y Derek Baker se afanaba en intentar adecentar una vieja casa de guardabosques para establecerla como guarida provisional.

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  • EL MOMENTO SE ACERCA

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=5]Diarios de Destino | El Hotel

    [color=#000000]Noche[/SIZE][/color][/font][/b][/align]

    queenc
    [SIZE=2]
    Esta vez, la sala en la que estaban los Campeones, tanto los recién llegados como los veteranos, era el hall de un hotel abandonado. El suelo, de color verdoso, contrastaba con una horrible escalera roja, dos plantas con arcos y unas lámparas de los años veinte. Era, sin lugar a dudas, el terror de cualquier decorador, pero tenía encanto, porque como no era de verdad, no olía a humedad y a polvo.

    La última en llegar fue Cara Arkkan, que observó atónita cómo no sólo estaban Daakka y Vincent, sino que casi todos los que conocía estaban allí: Sarah, Diana, Daniel, Christopher, Dominic, Illya y Ed e incluso algunos que no le sonaban de nada, como un tipo con sombrero de cowboy e ínfulas de villano de película cutre.

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