Moondale

Categoría: La Kvasir

  • LA ÚLTIMA MISIÓN

    DIARIO DE XANDER

    TARDE – LA KVASIR

    Estaba emocionado. Era consciente de que me sentía impresionado por formar parte de algo que podría ser historia. Como hijo de Moondies, había soñado siempre con formar parte de esas reuniones en las que los demás y yo solo veíamos una puerta cerrada.

    Pero ahora éramos nosotros y nosotras, todas las personas de la nave, las que estábamos reunidas bajo una misma misión. El mundo había cambiado, mientras los Moondies esperaban tras los discos Daë a saber lo que pasaba tras esa puerta.

    Los miembros del Consejo de la Kvasir estábamos sentados tras unas mesas que habíamos colocado en la sala común de la planta principal. Frente a las mesas, el resto del grupo se desplegaba en todo su esplendor. Habíamos decidido que las reuniones serían a puerta abierta para todos, para que pudieran opinar, aportar, en resumidas cuentas, para convertirnos en una especie de democracia ya que mientras viviéramos así, éramos nuestra propia civilización.

    – [Elle]Esto es un poco raro.[/Elle]- empezó a decir Elle, poniéndose en pie. Aquella era nuestra primera reunión oficial desde haber sido creado el Consejo de la Kvasir y era lógico que todavía se sintiera incómoda por su posición. – [Elle]Buenos días. Os comento: el Consejo ha hecho esta propuesta de grupos para la siguiente fase.[/Elle] – hizo un gesto y Henry activó una proyección holográfica de una foto de cara de cada uno de nosotros, agrupadas bajo tres símbolos del zodiaco que representaban los mundos a los que iríamos a continuación. Con suerte, los últimos.

    Miré a mi hermana para darle ánimos mientras la atención del resto se centraba en el holograma, primero preguntándose dónde les tocaría y segundo, percatándose de que a uno de los mundos a habíamos ido.

    – [Elle]Se admiten propuestas.[/Elle]- sugirió Ellie. Vi a Jane a su derecha, negando con la cabeza. Todavía era demasiado firme, tenía que acostumbrarse a confiar en el resto, porque por el momento, solo se fiaba de que estuviéramos a salvo bajo su dirección.- [Elle]Y mientras os decidís a hablar, le dejo paso a Noah.[/Elle] – sonreí a mi hermana mientras se sentaba. Era un buen movimiento para evitar un silencio incómodo mientras valoraban a qué mundo iban.

    — [Noah]Con eh… la información que ha recogido Lexie en la ciudad. [/Noah]— empezó a decir mi primo Noah. Giró la mirada para sonreír a la persona que tenía a la derecha, que no era otra que una Lexie satisfecha de su trabajo. Estaba claro que pese a su reticencia, había resultado ser increíblemente valiosa para todos. — [Noah]Sabemos que Selas es un mundo anclado en la Grecia clásica. [/Noah]— explicó. En el holograma Henry aumentó unas imágenes de archivo de la Antigua Grecia, cómo vestían, cómo era el entorno… — [Noah]Y Dyavol en el siglo XVIII aproximadamente, es, por lo que parece, un mundo pirata.[/Noah]— añadió. Henry aportó otro grupo de imágenes para dejarlo claro. Me había asignado junto a Jane a ese mundo por una decisión estratégica, pero no era el favorito de ninguno de los dos.

    – [Owen] Te lo pondré sencillo Elle, no tengo inconveniente en ir a ese mundo. [/Owen]- se ofreció Owen. Me alegró que fuera el primero en romper el silencio de los demás, ninguno de los miembros del Consejo estábamos muy cómodos por el hecho de que el resto pudieran verse inferiores cuando no era el caso, así que ver a alguien hablar era un alivio. Aun así, la alegría no duró mucho. – [Owen]…con suerte me lanzan por la pasarela.[/Owen] – murmuró en voz baja. Quizá no fuese así exactamente porque estaba lejos, pero iba en la misma línea. Me preocupó ver así de desanimado a mi amigo. Sabía que llevaba así desde que la noche anterior Amy se había sincerado con él- Habíamos hablado pero aún no había sabido qué decirle de eso en concreto. Si alguien a quien quieres no te corresponde, no puedes hacer otra cosa que seguir adelante, pero esas palabras a Owen no le ayudarían mucho y menos viniendo de alguien que había seguido queriendo durante años a una persona que pensaba que le odiaba.

    — [Xander]Por eso estás el primero de la lista. [/Xander]— aseguré, dirigiéndole una mirada a Ellie, que notaba el mismo desazón en Owen que yo. Por eso habíamos comentado un asunto con el Consejo que estábamos a punto de comunicar. — [Xander]Y habíamos pensado que fueras el líder del equipo ofiuco.[/Xander] – añadí. Teníamos que ayudarle y darle un puesto de responsabilidad era un buen primer paso. Si se mantenía ocupado, podría tener más fácil darse cuenta de que la vida seguía y encontraría a alguien que le correspondiera. No podía seguir encerrado eternamente devorando series y canciones melancólicas.

    – [Owen] ¿Yo? ¿Liderar? [/Owen] – miró las caras del holograma y alzó la mano señalando. – [Owen]¿Por qué no mejor Jane, Cole… O incluso tú?[/Owen] – sugirió.

    – [Elle]Estás más que capacitado para esto. Además, eres el que más sabe de piratas.[/Elle]- intervino Ellie, rematando su argumento con un guiño de ojo. Estaba tan orgulloso de lo maravillosa que era mi hermana que no tenía palabras para expresarlo.

    — [Xander]El equipo de Nexus lo liderará Elle y el de Selas Amy.[/Xander] — continué. Henry contorneó sus imágenes con un borde dorado para remarcar su posición. — [Xander]Pero antes de seguir con los grupos, Noah tiene algo más de información[/Xander] – terminé, cediéndole el turno con una mirada.

    Noah asintió y se aclaró la garganta. Tampoco llevaba bien tener un gran público delante, pero se había estudiado tan al detalle lo que iba a decir, que dudaba que titubease. — [Noah]En Nexus ya estuvo un grupo nada más llegar, pero hemos pensado que necesitamos más información para estar preparados y además, nos hemos topado con una nueva fuente de información.[/Noah] – eso daría respuesta a quien se preguntase por qué volvíamos a un mundo en el que ya habían estado Idris, Henry, Laura y la propia Zahra. Noah hizo una señal a Henry, que colocó una lista de papeles donde había anotado lo que iba a decir. Estaba bastante nervioso.

    Bowie alzó una mano de pronto y Henry se detuvo.- [Bowie]Yo quiero cambiar de mundo.[/Bowie] – lo dijo con calma, pero con firmeza. No conocía a mi hermana pequeña desde hacía mucho tiempo, por desgracia, pero empezaba a reconocer cuando tomaba una decisión en la que no se echaría atrás.

    Nos quedamos en silencio, valorando. – [Xander]De acuerdo, lo hablaremos cuando Henry y Noah terminen.[/Xander] – respondí. Era lo único que podía hacer en el momento, aparcar durante unos instantes la decisión. Me preocupaba mandar a Bowie a otro de los mundos, Selas era el más seguro de los tres. Bowie asintió, con paciencia y le hizo un gesto a Henry.

    – [Henry] He encontrado en la base de datos de la nave información del resto de mundos que he actualizado con las… vivencias que hemos tenido en ellos.[/Henry] – explicó. Desde que se había alzado la Kvasir, más de una cosa estaba recuperando su vieja gloria, gracias a las reparaciones en el vientre de la Kvasir que Henry y Dante habían podido empezar a realizar. – [Henry]Parece ser que son datos que…preceden a…al malo.[/Henry] – aclaró. El Soberano, para la mayoría de nosotros, aunque aquí tuviera muchos nombres pero le conocieran como Antailtire. Apenas acabábamos de enterarnos de que la Kvasir había llegado al Cúmulo antes que él, antes de que los mundos cambiasen a su antojo. – [Henry] Pero apenas tenemos información del Nexus…[/Henry] – añadió, revisando entre sus archivos. – [Henry]…al parecer la nave se estrelló antes de que pudieran hacer un reconocimiento de ese mundo.[/Henry] – a  veces pensaba en qué habría pasado con la tripulación, pero viendo que hacía tanto tiempo desde que se habían estrellado, podría ser cualquier cosa, incluso haber poblado algunos mundos con sus descendientes.

    — [Noah]Lo único que hemos sacado de allí es un registro de una interferencia similar a la del momento en que vinimos. [/Noah] — intervino Noah. Henry mostró dos señales en el holograma y las superpuso, eran idénticas. Según lo había llamado en la reunión previa, era la «frecuencia de resonancia del Axis Mundi». — [Noah]En resumen, creemos que el portal al Axis Mundi está allí.[/Noah] – explicó. Mi mente se vio invadida de los recuerdos caóticos de la noche que nos fuimos de Moondale. Omega. Ella había sido el principio.

    — [Xander]Por eso el equipo de Nexus será de infiltración y combate en caso de necesidad.[/Xander] — comenté. Necesitábamos saber dónde tendrían que ir los Daë después de reunirse, para así protegerles y permitir que cumplieran su misión y con suerte, poder volver a casa.

    — [Noah]En Selas la nave tiene registros de seres similares a los de los mitos griegos, asi que hay que estar preparados. Por lo que le contaron a Lexie, los héroes y heroínas son bastante comunes.[/Noah] — explicó Noah. Sus palabras se vieron acompañadas de imágenes de criaturas de su mitología. Podían encontrarse muchos inconvenientes, pero aun así era el mundo menos peligroso de los tres. — [Noah]Y Dyavol parece un mundo muy oscuro, por su posición con el sol pero también por las criaturas. No será fácil.[/Noah] – aparecieron unas imágenes lejanas del mundo de Dyavol y parecía un lugar frío y muerto.

    — [Xander]Los equipos que veis tienen el cuenta el tipo de misión y las fortalezas de cada uno.[/Xander] — expliqué. Habíamos debatido hasta conseguir una especie de consenso, pero ahora estaba abierto a debate general y Bowie ya había propuesto su cambio. — [Xander]A Nexus van los más fuertes, los que ya conocen el lugar y los que pueden infiltrarse mejor.[/Xander] – dije, aclarando las elecciones. Algunas personas habrían encajado en ese, pero no nos atrevíamos a poner toda la «carne en el asador» por si pasaba cualquier cosa, tener equipos de respaldo para una extracción.

    – [Julia]Yo nunca he sido muy fan de la masculinidad tóxica.[/Julia] – intervino Julia, alzando la mano.- [Julia]Así que borradme del mundo pirata.[/Julia] – pidió. Dos cambios en el aire. Si Bowie quería cambiarse por ella, no sería lo ideal por el peligro que suponía Dyavol, pero al menos estaría más segura que en la boca del lobo que era Nexus.

    — [Xander]¿A qué mundo quieres ir, Bowie? ¿A Dyavol? [/Xander] — pregunté, esperando que su respuesta fuera la que yo quería. Sentía en alguna parte de mí que no sería así.

    – [Bowie]No, quiero ir a Nexus. Estoy preparada para estar en ese grupo.[/Bowie]  – respondió, confirmando mis sospechas. Bowie había sido valorada para ir a Nexus porque sus capacidades de androide ayudarían a la infiltración, pero también era «joven», no en apariencia, pero sí en tiempo real de vivencias.

    Miré a los demás, a sabiendas de que la preocupación se iba a manifestar en mi rostro. – [Jane]Si todo el mundo se pone a elegir va a ser un desmadre, así que os quedáis como estáis y carretera y manta.[/Jane]  – por un instante agradecí el apoyo de Jane, pero sabía que no podíamos hacerlo así, no si queríamos ser iguales todas las personas de la nave.

    – [Bowie]Pues si no voy a Nexus me quedo en la nave y os apañais como podáis.[/Bowie]- sentenció, cruzándose de brazos.- [Bowie]Y carretera y manta.[/Bowie] – la retó. No iba a cambiar de idea, era algo que parecía haber sacado de mamá Sasha, su determinación.

    – [Julia]Vas tú a los piratas, Hail Hitler.[/Julia] – se unió Julia. Las cosas no iban bien, necesitábamos llegar a un acuerdo, pero había muchas personalidades diferentes en aquella sala.

    – [Ezra]Nos vendría bien tu fuerza en este mundo Bowie. Y quien sabe, lo mismo encuentras información de Caitriona allí.[/Ezra] – le propuso Ezra, tratando de convencerla de ir a Selas. Bowie alzó una ceja, no, no iba a cambiar de idea. Empecé a barajar opciones para protegerla en ese mundo, no había otro remedio, no era ético dejarla encerrada en la nave porque la considerásemos pequeña, no era justo.

    – [Jane]No, si yo ya iba a esa bazofia de mundo y no me habrás oído quejarme.[/Jane] – replicó Jane, empezando a estar molesta.

    — [Xander]Jane…[/Xander] — la llamé, tratando de ayudarla a tomar control de la situación. Me di cuenta de que había sonado como mi tío Toph cuando Kaylee me miró con una sonrisa. Tenía que intentar que Jane empezase a confiar en todos nosotros como grupo y no nos sobreprotegiera. Era una persona muy maternal, se preocupaba mucho por cada una de las personas de la nave, incluso las que apenas conocía y eso hacía que mostrase su cara más firme.

    – [Owen]Te invito a una botella de ron si vienes con nosotros.[/Owen] – propuso Owen mirando hacia Julia. No quería pensar mal, pero dado el atractivo físico de Julia, pensé que mi amigo estaba tratando de ligar.

    – [Kaylee]Viendo que La Canciller está a punto de quitarse el cinturón, creo que lo mejor es que alguien de Nexus se ofrezca voluntario o voluntaria para cambiarse por Bowie y después solucionamos lo de Julia si es que Owen no se ha desnudado para que se vaya con él.[/Kaylee] – medió Kaylee. Era una buena propuesta, equilibrada.

    — [Xander]¿Alguien quiere cambiar su puesto por Bowie?[/Xander] — pregunté.

    – [Ruby]Puedo dejarle mi puesto a Bowie y que Julia se vaya a Grecia en el puesto de ella y yo me voy a los piratas.[/Ruby] – explicó Ruby, poniéndose en pie, firme, sin el más mínimo temblor. Era toda una soldado.- [Ruby]No sé si se me ha entendido.[/Ruby] – preguntó.

    — [Xander]Vamos a votarlo. En caso de empate decidirá Elle.[/Xander] — sugerí. El cambio que proponía Ruby era justo, todo el mundo conseguía lo que quería, pero tendríamos que colocar contramedidas para proteger a Bowie aunque era cierto que a Julia le iría mejor en Selas.

    – [Elle]En caso de empate lo echamos a suertes.[/Elle] – me corrigió Ellie, con una sonrisa. Se la devolví y pasamos a las votaciones, que fueron un sí unánime aunque por un momento Elle pareció votar que no para devolverle a Ruby lo de su elección. Incluso Jane aceptó.

    – [Ruby]Tengo una propuesta.[/Ruby] – añadió Ruby. Elle asintió para que la expusiera.- [Ruby]Quiero ser la líder del grupo de los piratas junto con Owen y creo que los demás mundos también necesitarán dos líderes.[/Ruby] – sugirió. Dos líderes. Teniendo en cuenta que ahora íbamos más en los grupos, quizá no fuera una mala idea.

    – [Jane]¿Pero por qué no podéis dejar las cosas como están?[/Jane] – se quejó Jane, que no llevaba demasiado bien los cambios.

    – [Kaylee]Calla ya, Mussolini.[/Kaylee] – le replicó Kaylee. Jane la miró, pero Kay se las arregló para que entendiese que era una broma.- [Kaylee]A mí me parece buena idea, porque Owen el 90% del tiempo está pensando en sex..ries.[/Kaylee] – comentó para reír, mirando al aludido.

    — [Xander]¿Qué opinas owen?[/Xander] — le pregunté. Era importante que cada persona pensara que su opinión era importante, porque así era.

    – [Owen]De hecho no tendría inconveniente en dejárselo todo a ella, pero las mujeres no están bien vistas en esa época. Así que, claro, porque no, delegaré y eso.[/Owen] – comentó. Seguía viéndole afectado. Esperaba tener más tiempo en Dyavol para hablar a solas y quizá conseguir que se animara un poco.

    – [Julia]Lo que yo decía: una mierda de mundo.[/Julia] – murmuró Julia.

    — [Idris]Qué dice líder contigo owen.[/Idris] — bramó Idris soltando una carcajada. Vi como pellizcaba a Owen en el brazo. — [Idris]Ya sabes…. líder…. contigo….[/Idris]  – añadió enfatizando las palabras para que quedase claro el subtexto.

    – [Ruby]Idris, soy una guerrera entrenada y podrías estar muerto ahora mismo y no haberte dado cuenta.[/Ruby] – le cortó Ruby, seria.- [Ruby]No te conviene tocarme la moral.[/Ruby] – le amenazó.

    — [Idris]La moral no, pero owen otras cosas si ¿eh? Hay que ver….[/Idris] — se rió Idris, bromeando como era habitual en él.

    Ruby puso los ojos en blanco, pero no añadió nada más.

    – [Elle]Hay dos mundos que aún no tienen dos líderes.[/Elle] – resumió Ellie.

    — [Noah]Kaylee debería ser líder junto a Amy.[/Noah] — propuso Noah, que seguramente había estado haciendo sus cábalas mientras los demás discutían. — [Noah]Se que el resto prefiere no tener esa posición, salvo que Ezra diga lo contrario.[/Noah] – comentó.

    — [Idris]Y evidentemente yo líder con Coquito. [/Idris] —se autonominó Idris, aunque era una buena opción, tenía experiencia liderando a los Drow como combatientes nocturnos. — [Idris]Con beneficios como Ruby y Owen.[/Idris] – añadió, mirando a mi hermana. Quise borrar esa imagen de mi mente y desde luego deseé no tener nunca el poder de Jane.

    – [Kaylee]Yo no tengo problemas en ser la líder junto a Amy si el resto de los que van a ese mundo están de acuerdo.[/Kaylee] – comentó Kaylee.

    – [Ezra]Por mí bien. Llevo mejor el recibir órdenes que darlas.[/Ezra] – admitió Ezra. Si a él le daba igual, tal y como Noah había dicho, ni Leo ni Dante querrían, Julia aún era muy «nueva» para nosotros y Vera, Elliot, Jamie y Chloe eran demasiado jóvenes.

    – [Elle]Idris, ¿tú quieres ser líder?[/Elle] – preguntó mi hermana mirando a su…¿interés romántico? No sabía cómo llamarlos, pero saltaba a la vista que eran cercanos.

    — [Idris]Por supuesto. [/Idris] — replicó él poniéndole ojitos. Mi hermana sonrió y me alegró verla así incluso con todo el peso de ser la líder y todo lo que estaba pasando. Después de lo que le había pasado a la abuela Elizabeth.

    — [Noah]Voy a resumir entonces.[/Noah] — respondió Noah, revisando el holograma que Henry y él habían ido modificando. — [Noah]A Selas van Amy, Leo, Ezra, Kaylee, Dante, Chloe, Vera, Elliot, Jamie y Julia.[/Noah] — repasé mentalmente junto a ellos. La manada de lobos, una raza que no llamaría la atención allí, al igual que el alado y los más jovenes, junto con Julia cuyos poderes no le servirían de mucho en Nexus ni Dyavol. — [Noah]A Nexus Idris, Elle, Henry, Zahra, Bowie, Lexie, Nate, Robin, Ezequiel y yo.[/Noah] — Elle, Nate y Robin aportando la fuerza, Noah por sus conocimientos, Lexie para camuflarse, Henry, Idris y Zahra porque ya habían estado y Ezequiel porque podría resistir en caso de necesidad. — [Noah]Y por último a Dyavol van Owen, Mike, Sophie, Ruby, Cole, Jane, Xander, Lekwaa y Niall.[/Noah] – en Dyavol necesitaríamos fuerza como la de Owen, Ruby, Cole o yo, un sanador como Mike nos resultaría útil, igual que las recién descubiertas habilidades de Sophie. Lekwaa serviría de apoyo con su conocimiento del mundo espiritual y Niall permitiría una ventaja al estar en un mundo muy marítimo. Por último, pero no por ello menos importante, Jane era un as en la manga, por su nuevo poder y por su poder de nacimiento.

    — [Idris]Qué sepáis que me jode no llevar toga. [/Idris]— sentenció Idris, haciendo un falso puchero.

    Lexie se puso en pie y de pronto todos pasamos a llevar togas. Tengo que decir que no muy correctas históricamente y si bastante escuetas. Estaba claro que Lexie se había tomado la parte de las fiestas muy en serio. Y tampoco iba a negar que nos había alegrado la vista antes de una misión que podía ser la última que lleváramos a cabo.

    Si todo salía bien, pronto estaríamos en casa. ¿Pero cuando salen del todo bien las cosas?

     

  • LA FORMACION DEL CONSEJO

    OWEN WILLIAMS

    MEDIODIA – LA KVASIR

     

    No tenía ganas de hacer nada más allá de comer doritos tirado en la cama mientras continuaba con mi maratón de One Tree Hill, menuda fantasía el perro come corazones y que jodidamente perfectos son Nathan y Haley. Me sobresalto la voz de Henry por los altavoces y las patatas me cayeron por encima, por lo visto teníamos reunión grupal en la biblioteca. Suspire resignado, porque yo también se suspirar sabéis. Me cambie de camisa y me coloque unas gafas de sol para que me taparan la cara. No quería ser el ultimo en llegar y que todas las miradas se centraran en mi.

    Elle, Xander e Idris ya estaban allí, Elle parecía nerviosa, así que ambos le estaban dando ánimos, me senté en el otro extremo de la mesa y los demás fueron llegando. Me fije en que Elliot también llevaba unas gafas de sol, ¿de quién quieres esconderte tú hermano?.

    [Elle].- Creo que lo mejor sería empezar preguntando si todo el mundo está de acuerdo con el hecho de que yo… de que yo…¿os guíe?.-[/Elle] No parecía muy convencida de sus palabras así que Xander e Idris levantaron una mano en señal de apoyo y de que estaban de acuerdo en que nos guiara como ella había dicho, así que el resto hicimos lo mismo.

    [Ruby]- Lo siento, pero no podrías ser una buena líder si no tienes a alguien en contra.-[/Ruby] Ruby se cruzo de brazos y fue la única que no levanto la mano. Alguien necesitaba un poco de Cole de nuevo, a poder ser lejos de las zonas comunes de la nave.

    [Xander]- Es casi unánime.-[/Xander] Añadió Xander apoyando a su hermana con una sonrisa.

    [Elle]- Gracias. No esperaba esto.-[/Elle] Mírala ella que mona como se pone nerviosa hablando en publico, pero si tiene hasta un par de tarjetas con lo que tienen que decir.

    [Idris]- Pues verás el resto. -[/Idris] A Idris se le escapo una risilla y se puso a silbar para contenerse lo que iba a suceder a continuación. Luego el que no se aguanta las cosas soy yo.

    [Elle]- Como somos tantas personas, he pensado que lo mejor sería que hubiera un consejo.-[/Elle] Era buena idea, delegar en los demás. Elle nunca había querido ser la líder, pero si contaba con el apoyo y la ayuda de otros seria más fácil.

    – [Ezra]¿A quienes tienes en mente?.-[/Ezra] La pregunta de Ezra hizo que todos nos miráramos unos a otros, yo por mi parte estaba seguro de que no me iban a elegir para nada.

    [Xander]- Anoche en la fiesta algunos nos encargamos de ir preguntando cosas de los demás a todo el mundo. -[/Xander] Así que por eso tanto interés en que me parecía Ezra o si podría trabajar con el si se diera el caso.[Xander]- Y Elle ha sacado conclusiones.[/Xander]

    [Elle]- Espero que entendáis que os tenía que dar unos nombres a la altura.-[/Elle] Su sonrisa alegre ilumino la biblioteca, y mira, fijo que hasta Ruby acababa de cambiar de opinión con que nos liderará. [Elle]- Quiero que Kaylee sea mi Consejera De Asuntos Mágicos.[/Elle]

    [Idris]- Que fantasía de título. -[/Idris] Añadió Idris con una sonrisa en la cara, Julia lanzo fuegos artificiales,  Kaylee por su parte fingió sorpresa. A ver las cosas como son, es la única hechicera con cierta destreza que tenemos a bordo, era lo normal.

    [Kaylee]- En realidad, te lo agradecería pero sé que me lo merezco.-[/Kaylee] Kaylee se fundió en un abrazo con su prima y Leo comenzó a aplaudir. Amy miro por encima a Leo pero también se puso a aplaudir al igual que Vera, al final acabamos aplaudiendo todos. Idris le coloco una chapita y Kaylee se quedo tras Elle que se disponía a nombrar al siguiente que iba a tener más trabajado,

    [Elle]- Ezra va a ser mi Consejero de Estrategia Bélica en caso de necesidad imperiosa y también el Enlace con los y las Cambiaformas.-[/Elle] Anuncio.

    [Idris]- Viva el consejero de palos y garras. -[/Idris] Julia volvió a lanzar fuegos artificiales. [Idris]- Jarana y Dental.[/Idris]

    [Ezra]- Te ayudare lo mejor que pueda. ¿Yo no tengo chapita?.-[/Ezra] A la pregunta Idris le coloco una con los dibujos de un palo y un colmillo. Elle le dio un abrazo a su primo, desconozco cuanto sabe Ruby de nosotros, pero como se entere que la mitad del consejo son familia es capaz de impugnar estas elecciones. Lo cual también es raro que no hubiese dicho nada sobre esta elección, para contenido bélico ella iba servida.

    [Idris]- Venga consejero furro que tenemos muchas chapas más. -[/Idris] Idris le dio una palmadita en la espalda y este se puso junto a Kaylee. Me extraño que no se la diera en el culo, es decir, fijo que le ha visto el culo en las duchas como yo, y que culo.

    [Elle]- De Jane siempre sé que dará lo mejor, así que la nombro Consejera de Asuntos Internos y Domésticos de la nave.-[/Elle] Escuche un abucheo y me volví como loco buscando al culpable. Lexie le levanto un pulgar en señal de aprobación, mira no me deis estos sustos.

    [Idris]- Consejera de ponernos al hilo.-[/Idris] Idris le puso su chapita con una hoz y una escoba y yo no pude contenerme más.

    [Owen]- ¡ES MI HERMANA¡.-[/Owen] Lo grite a los cuatro vientos mientras me ponía en pie aplaudiendo y silbando. Julia volvió a lanzar fuegos artificiales, gracias tía. Elliot se sobresalto pero también aplaudió. Xander estaba en el otro extremo de la mesa poniéndole ojitos. Y Jane me miraba fulminándome con la mirada y las mejillas encendidas. La estaba poniendo en ridículo, puede. Pero estaba orgulloso de ella, y yo nunca iba a ganar nada así que…

    [Jane]- Mi primera medida como Consejera de Asuntos Internos y Domésticos es ordenar la expulsión inmediata de mi hermano de la nave.-[/Jane] Me lo tengo merecido.

    [Elle]- Jane, esto no funciona así.-[/Elle] La voz de Elle sonó como un susurro tras Jane.

    [Jane]- ¿Y entonces para qué me sirve esto? -[/Jane] Elle se acerco a ella para decirle algo al oído y mi hermana saco una libreta y un bolígrafo, ella, siempre preparada. [Jane]- A partir de mañana todo el mundo se levantará a las siete de la mañana y después de desayunar hará rutinas de ejercicio con Ruby, Ezra y Xander.-[/Jane] Carraspeo para recuperar aire y yo empiezo a creer que el poder no nos sienta bien a los Williams. [Jane]- Y por la tarde, con Lexie.[/Jane]

    [Idris]- Estoy empezando a arrepentirme de esto…[/Idris]

    [Kaylee]- Dris, saca a esa loca del escenario antes de que tengamos que decir Hail Jane a su paso.-[/Kaylee] Jane se recoloco el pelo muy digna ella y se puso al lado de Elle.

    [Elle]- Noah a partir de ahora será el Consejero de Cultura Sobrenatural.-[/Elle] Noah miro sorprendido a su alrededor, sin su poder no tenía donde meterse en estas situaciones ahora.

    [Noah]- Estaré para todo lo que necesitéis. -[/Noah] Se le notaba un poco el miedo escénico, después de todo donde más como se encontraba en las funciones del colegio era haciendo de árbol. Idris le coloco una chapa con un libro y unas sombras.

    [Lexie]- MACIZOOOOOO.-[/Lexie] Grito Lexie a pleno pulmón acompañada de los fuegos artificiales de Julia. Noah viendo el percal, antes de encenderse más como una cerilla se convirtió en rakk…. rakkakk…. en eso, y se camuflo detrás del resto.

    [Elle]- La labor de Henry será reconocida de ahora en adelante como Consejero de Trastos, Aparatos y Cachivaches.-[/Elle] A este paso todo el mundo iba a tener un cometido en el consejo.

    [Idris]- Vamos, que eres el conserje pero con caché. -[/Idris] Bromeo poniéndole una chapa con una tuerca y un tornillo. Los fuegos de artificiales de Julia fueron breves.

    [Kaylee]- Ahí has puesto los que te faltan a ti.[/Kaylee]

    [Idris]- Cuidado pelirroja, todo el mundo sabe que en un asesinato la culpa es del mayordomo. -[/Idris] Añadió recolocándose su pajarita imaginaria.

    [Elle]- Nuestra Consejera del Cúmulo será Robin por su conocimiento del mismo.-[/Elle] Elle comenzó a apresurarse porque a este paso no terminábamos hasta mañana, aunque ya le quedaban pocas tarjetas. Julia lanzo fuegos artificiales, esta vez de colores.

    [Robin]- Esto no me lo esperaba.-[/Robin] Añadió sorprendida acercándose hasta Elle. [Robin]- Muchas gracias, daré lo mejor de mí misma.[/Robin] Idris le puso su chapa con un par de bolas de color naranja que representaban los mundos del Nexus.

    [Jane]- Eso… eso me suena…[/Jane]

    [Idris]- Te pensarás que soy diseñador, tuve que robar imágenes de la base de datos de la nave. -[/Idris] Sabía a lo que se refería mi hermana, eran las bolas de dragón.

    [Elle]- Mike será desde hoy nuestro Consejero de Salud.-[Elle] Anuncio dando por finalizada la conversación de las bolas. [Elle]- Elaborará con Jane los menús de la semana, entre otras cosas.-[/Elle] Lexie volvió a abuchear, pero por mi parte lo veía bien, no podía seguir subsistiendo a base de las patatas de bolsa que había traído.

    [Idris]- Nunca un Solo-Novak ha llegado tan lejos desde el gran Idris. -[/Idris]Idris hizo un gesto mirando al cielo y le coloco la chapa con una tirita a su hermano. Julia estaba dando rienda suelta a su poder, a saber cuando volvería a usarlo.

    [Mike]- Gracias. Seguiré trabajando como siempre en la sala médica.[/Mike]

    Elle sonrió mirando a su hermano.[Elle]- Xander será de ahora en adelante el Consejero de Ética y Moral.[/Elle]

    [Xander]- Bueno, para empezar voy a inaugurar las clases teóricas. Serán debates éticos de cinco horas al día….-[/Xander] Añadió muy serio él, pero no era capaz de aguantarse esta clase de bromas así que en cuestión de segundos se hecho a reír. [Xander]- No, en serio, cuando necesitéis consejo, ayuda o simplemente contar un problema, contad conmigo.[/Xander]

    [Lexie]- ¿Lo de las siete de la mañana también era broma?.-[/Lexie] Pregunto Lexie, la gran pregunta que estaría pensando todo el mundo.

    [Jane]- No.[/Jane]

    [Niall]- Yo a esas horas no soy persona.-[/Niall] Ni tú ni nadie Niall. Y menos para andar dando vueltas a la nave para hacer ejercicio.

    [Elle]- Bien, y por último pero no menos importante quiero anunciar que Lexie será nuestra Consejera de Comercio.-[/Elle] Lexie nos había provisto de gran cantidad de cosas del mercado lunar por lo que tenía bastante sentido.

    [Lexie]- Gracias. Mi primer acto como Consejera será derogar los madrugones y declarar que queda organizado el CONSEJERO FIESTÓN.-[/Lexie] Comenzaron a salir luces de discoteca y Julia dio rienda suelta a su poder iluminando la estancia.

    [Idris]- Gracias por tanto consejera de hurtos y parrandas.[/Idris]

    [Niall]- Mi presidenta.[/Niall]

    A los que no nos habían elegido para nada nos apareció una chapa por arte de magia cortesía de Kaylee que ponía «yo vote a Kodos». Me disponía a marcharme pero me percate de que Amy me miraba. Acaso os pensabais que no iba a hablar de ella, bastante esfuerzo he hecho en no mencionarla para nada mientras se estaban dando a conocer los miembros del consejo.

    – [Amy]Owen, ¿puedes venir un momento?.-[/Amy] Pregunto con una timidez para nada común en ella, me recordó a aquella vez en el gimnasio.

    – [Owen]Claro.-[/Owen] Me acerque hasta ella sintiendo que flotaba en una corriente de aire hasta ella.

    – [Amy]He estado pensando y creo que no estoy siendo justa contigo.-[/Amy] Suspiro, y no me gusto nada la forma de ese suspiro – [Amy]Me caes genial, pero no quiero darte esperanzas de otro tipo. No está bien.[/Amy]

    – [Owen]No es culpa tuya, soy yo, que soy muy intensito.-[/Owen] Lo tipico cuando rompes en una relación, una relación que ni existe Owen. No eres tú Amy, soy yo… tampoco quería que se sintiera culpable.

    – [Amy]Tú no tienes nada malo.-[/Amy] Empezaba a pensar que si la verdad -[Amy]Solo quería que lo supieras para que puedas seguir adelante.[/Amy]

    -[Owen] Borrón y cuenta nueva. Yo solo quiero que seas feliz.-[Owen] A poder ser conmigo. Basta Owen.

    -[Amy]Yo también quiero que tú seas feliz.-[/Amy] Miraba al suelo eludiendo mi mirada, posiblemente para evitar ver mi cara de empanado o como de un momento a otro comenzaría a aflorar alguna lagrimilla. Si, que pasa, los hombres también lloran. – [Amy]Por eso es mejor que deje de darte esperanzas.[/Amy]

    – [Owen]Entiendo. Bueno voy… a ver… si hago algo.-[/Owen] Como coger un par de botellas de alcohol y gritarle a la almohada.

    – [Amy]Eh.-[/Amy] Su mano sujeto la mía y note como una descarga eléctrica, los pelos de los brazos se me habrían erizado si tuviera. – [Amy]Podemos seguir  siendo…[/Amy]

    -[Owen]Geniales. Si.-[/Owen] Ella eludió la palabra amigos y yo no la iba a decir.

    – [Amy]Siento no haber sido la persona que esperabas.-[/Amy] Se veía triste y me dolía verla así. Acaso me acababa de convertir en el nuevo Leo.

    – [Owen]Maravillosa. Porque lo eres.[/Owen]

    – [Amy]Owen no hagas esto más difícil.-[/Amy] No dije nada más para seguir incomodando la situación – [Amy]Bueno, me voy a dar una vuelta.[/Amy]

    Ni siquiera se quedo en la fiesta improvisada que acababa de crear Lexie. Yo tampoco tenía ganas de nada, ni siquiera de continuar con mi maratón de One Tree Hill. Simplemente me hice un ovillo en la cama y puse una playlist de desamores en la Infinitytablet.

  • LA AMISTAD QUE PERDIMOS

    Amy – Kvasir

    Noche

    Ellie organizó una cena de despedida para nuestra abuela. Y, aunque me parecía un gesto bonito, no dejaba de ser eso: un gesto. La muerta no se iba a enterar y para la mayoría de la gente de la nave no era más que el nombre de alguien al que no habían conocido. Antes de que empezáramos a comer, cuando estábamos sentados en la larga mesa, Elle dio un discurso a modo de recuerdo. Era bonito y emotivo, pero yo me sentía como si tuviera la cabeza metida dentro de una pecera y todo me llegara distorsionado.

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  • EL PRIMER PASO PARA SER UNA BUENA LÍDER

    Ellie – Kvasir

    Tarde

    Mi cabeza era un hervidero de pensamientos y no todos eran alegres. La muerte de mi abuela y la inevitable necesidad de que alguien nos guiase me empujaban en direcciones opuestas. La primera de ellas, me pedía tiempo para llorar a alguien fundamental en mi vida y la otra, me decía que llorar estaba muy bien cuando no tenías el destino de la humanidad en tus manos.

    Después de la excursión, Idris y yo volvimos a la nave para comer con el resto. Ese día, el menú de Jane consistía en macarrones, ensalada y fruta de postre. No sé si alguna vez os habíais imaginado al grupo que salvaba al mundo comiendo macarrones, pero ahí estábamos. Jane tenía tal dominio de la cocina de la Nave que incluso picaba chorizo y lo dejaba aparte para que las personas que no fueran veganas y/o les apeteciera, pudieran añadirlo a su plato.

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  • UNA CURA DE HUMILDAD

    Lexie – Kvasir

    Mañana

    Cuando Jane tiró el delantal hecho una bola, supe que la había cagado. Llevábamos mucho tiempo estirando el chicle de su paciencia y de la mía, así que lo raro es que no nos hubiéramos tirado de los pelos a estas alturas. Pero claro, una cosa es discutir con alguien a voz de grito y otra, herir sus sentimientos.

    Por eso, una vez Xander terminó su charla motivacional, salí detrás de ella. No necesitaba que nadie me dijera lo que hacer, pero en Louna las cosas se arreglan a navajazos y empujones, no con una conversación civilizada y no estaba acostumbrada a la gente tan sensible.

    Tomé aire y abandoné la cocina. No tardé mucho en dar con ella. Estaba sentada en la escalera con la cara entre las manos.- [Jane]¿Has venido para seguir riéndote de mí?[/Jane]- tenía los ojos hinchados por culpa del llanto que yo le había provocado. Joder, qué mal me estaba sintiendo en ese preciso instante.

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  • CONFIANZA

    XANDER ECHOLLS

    MEDIODÍA – LA KVASIR

    Mis pisadas resonaron en el pasillo vacío que conducía a la segunda entrada de la nave, ahora activa gracias a haberla conseguido levantar de la tierra.

    A lo largo de la mañana había visto a varias personas cruzarse y en cuanto supe que sus conversaciones eran privadas, solucionando asuntos entre ellos y ellas, había ido alejándome, sin saber muy bien que hacer salvo no molestar. Hasta que al final había pensado dirigirme hacia el exterior y tomar un poco de aire fresco mientras seguía mis rutinas de tai chi, pero cuando iba a cruzar la puerta vi que alguien entraba por ella.

    — [Xander]No esperaba encontrarte aquí.[/Xander] — dije al ver la silueta de una mujer cuyo rostro no estaba acostumbrado a ver, pero que reconocía perfectamente por el contexto de llegar cargada de bolsas, con una ropa que no estaba hecha para fundirse con el entorno, salvo en Louna quizá.

    — [Lexie]Vengo cargada, así que agradecería menos charla y más ayuda.[/Lexie] — respondió, cambiando en un parpadeo a su aspecto original. La primera vez que la vi regresar de la ciudad me sorprendí, pero ahora yo, al igual que la mayoría, me había acostumbrado a que usara una de sus otras caras para ir allí fuera. Me tendió una bolsa y una mochila, tenía bastante fuerza pese a no alardear de ella.

    — [Xander]No sé cómo consigues todo esto. Yo sólo encontré negativas y miradas raras.[/Xander] — recordé mientras caminábamos hacia la cocina. Teníamos un almacén, pero al final todo lo de «uso rápido» acababa ahora en la cocina. Al principio, cuando Lexie consiguió mantas y otros objetos de necesidad, sí que los llevábamos al almacén, donde se quedaban los que no usábamos, pero ahora ya era casi siempre comida y algún que otro capricho ocasional.

    — [Lexie]No te lo voy a contar.[/Lexie] — replicó ella tendiéndome una bolsa más con cara de picardía.

    Me encogí de hombros, había verdades ocultas en la naturaleza de cada ser y una de las de Lexie es que no conseguirías que te contara algo que no quería. — [Xander]Un misterio más. Pero gracias, no tendríamos casi nada de no ser por ti[/Xander]. — admití. Pese a todo lo malo que sufríamos aquí, trataba de centrarme en los pequeños milagros que conseguíamos estando unidos. Lexie, pese a sus quejas, era un pilar fundamental de nuestro ecosistema.

    — [Lexie]Es que si te lo cuento te va a parecer mal.[/Lexie] — comentó, cruzando el umbral de la puerta la primera.

    — [Xander]Tengo algunas ideas y mejor no me lo cuentes, sí.[/Xander] — sonreí, era un intento de broma.

    — [Lexie]A ver si te crees que me dedico a la extorsión, colega.[/Lexie] — replicó ella alzando una ceja, mientras depositaba las bolsas.

    — [Xander]No, no. Pero tus poderes dan mucho margen.[/Xander] — aclaré. Con sus ilusiones podía conseguir lo que quisiera, solo tenía que plantarse en la ciudad y hacer que vieran cualquier cosa mientras ella cogía lo que necesitara.

    Al ver que ella no se lo había tomado mal, empecé a sacar las cosas de las bolsas. El olor de la fruta fresca me inundó las fosas nasales.

    — [Lexie]Le he hecho creer a la gente del mercado que soy una tía importante.[/Lexie] — dijo mientras sacaba un par de cajas con unos bollos que olían a reciente. La miré, arrepentido de haberle sacado un tema del que no le apetecía hablar y que al final se había visto forzada a aclarar.

    — [Xander]Y te regalan la comida ¿no?[/Xander] — respondí, con una sonrisa calculada que transmitiera mi comprensión. — [Xander]Ah, ésta fruta es como lima, verás cuando Jane sepa que podemos hacer guacamole.[/Xander] — le enseñé una fruta de un vívido color rosa pero que olía como una lima y tenía aspecto cítrico. Quería devolverle su ánimo, demostrar que su trabajo era agradecido y que confiaba en su forma de conseguirlo a pesar de haberme explicado tan mal.

    — [Lexie]La mayoría es de regalo y la otra parte, la compro con mis derechos de imagen.[/Lexie]  — añadió. Me la imaginé como a la Comandante Shepard del Mass Effect haciendo publicidad en todas las tiendas diciendo que eran su favorita, pero no lo expliqué porque sabía que Lexie no era tan fan de la ciencia ficción.

    — [Xander]Había opciones peores.[/Xander] — dije con una sonrisa. Yo no habría tenido las agallas para llevar adelante el engaño, pero su capacidad era sorprendente.

    — [Lexie]La otra opción era robar y me parecía peor.[/Lexie] — admitió. Me pregunté si en cualquier otro orden de acontecimientos habría podido conocer a Lexie como en ese momento, siendo consciente de que, pese a la apariencia que tratase de mostrar, tenía un corazón de lo más noble.

    — [Xander]Has hecho bien. [/Xander]— reconocí. — [Xander]Con ésta comida tenemos para antes de volver a irnos.[/Xander]— le sonreí, era un alivio tener un asunto menos por el que preocuparse cuando había tantos pendientes.

    — [Lexie]Muy pronto piensas que vamos a volver.[/Lexie] — replicó sentándose a comer una aranzana tras lavarla. Sus dientes traspasaron su corteza, similar a una manzana pero de un azul oscuro como la noche, y arrancó un trozo revelando un interior blanco como la nieve. Casi podía sentir su suave sabor a arándanos.

    — [Xander]Decía al resto de la misión. Si todo sale bien nos queda poco[/Xander]—  dije, pensativo. Una parte de mí lidiaba con el temor a que algo saliese mal, junto con una parte que temía que eso no fuera el final, que algo más nos estuviese esperando. Trataba de no pensar demasiado en ello la mayor parte del tiempo, me hacía más sencillo seguir adelante y parecer tranquilo ante el resto, que podían necesitar esa calma.

    Lexie no lo rebatió, pero no parecía confiar en que después de esos dos mundos más llegase la vuelta a casa. Lo cierto era que una parte de mí no era capaz de visualizarlo. Aunque ella parecía pensar que íbamos a estar aún más tiempo en ese lugar. Para pensar de esa manera, lo llevaba con entereza.— [Lexie]¿Sabes? No me quedé solo por Noah. Me quedé porque sin mí estaríais muertos en dos días.[/Lexie]— explicó, orgullosa. Ya conocía esa parte de ella, la que renegaba de ser una heroína desinteresada pero adoraba la sensación de ser útil para el resto y salvar el día.

    Asentí. — [Xander]Puede que seas más altruista de lo que pensabas[/Xander]. — sugerí. Había notado un cambio bastante importante en ella desde el momento en el que se le presentó la decisión de irse o quedarse y ayudarnos y decidió lo último. Era como si esa decisión lo hubiese cambiado todo para ella, como si todo el rechazo hubiese venido del hecho de tener que sufrir con algo impuesto, sin capacidad para elegir.

    Su respuesta fue sacarme la lengua y el gesto me hizo sonreír acordándome de todas las veces que Amy lo hacía de pequeña. Por aquél entonces le resultaba más fácil sonreír. La depresión y las visiones aún no le habían hecho mella.

    Un torbellino de melena castaña oscura atravesó el umbral de la puerta, colocándose un delantal a toda prisa para empezar a cocinar. Sentí una sensación en el pecho, una comodidad propia de estar en casa.

    — [Jane]Lexie, dime que has traído lo que te he puesto en la nota. [/Jane]— fue lo primero que dijo. Era tan entregada que a veces se olvidaba de tomarse un respiro. Tenía que entender que eso no era su obligación, ella ayudaba a todos cocinando, pero no era su responsabilidad. Aun así, hasta que ella misma no quisiera entenderlo, sería como luchar contra el mar.

    — [Lexie] Te he traído el mejor producto de toda la luna para que tú lo destroces con el rancho que nos cocinas.[/Lexie]— un escalofrío me recorrió la columna. Conocía a Jane desde hacía mucho tiempo, más de lo que conocía a muchas personas. Había llegado a desarrollar un sentido arácnido después de nuestra discusión respecto a lo que podía molestarle y lo que acababa de decir Lexie era sin duda una de ellas. Alcé la vista, esperando cualquier cosa. Jane hacía como si no la hubiese oído y Lexie me guiñó un ojo con picardía. Estaba provocándola, pero no sabía muy bien con qué propósito.

    — [Jane]Xander, corta las verduras pequeñitas, por favor.[/Jane]— me pidió, leyendo el menú o con toda probabilidad, haciendo como que lo leía, porque seguramente lo sabía de memoria. — [Jane] Hoy nos toca ensalada y macarrones. Para los vegetarianos van con pisto y el resto con chorizo.[/Jane]— resumió. Hizo una pausa que me extrañó, pero más tarde supe que estaba esperando a que Lexie apuntillara algo.

    — [Lexie]Se viene cagalera.[/Lexie]— replicó ella sin dejar pasar la oportunidad. Se hizo el silencio, roto solo por los crujidos de la aranzana. Cogí el cuchillo que no permitía usar a nadie más y me coloqué en la tabla con las verduras, rompiendo el silencio con el rítmico golpeteo del filo contra la madera.

    — [Jane]Pues no comas si tanto te disgusta mi comida.[/Jane]— dijo Jane tras meditarlo. Me sorprendió gratamente lo mucho que había madurado, parándose todo ese tiempo a pensar antes de replicarle con toda la molestia inicial. Puso una olla a hervir y parecía que en aquél instante habría podido hacerlo con su misma fuerza de voluntad.

    — [Xander]A todo el mundo le gusta. Solo bromeaba. [/Xander]— intervine, cuando ya empecé a tener claro que no iban a entenderse con facilidad. — [Xander]¿verdad Lexie?[/Xander]— comenté, mirándola con un gesto. Nunca era un buen momento para pelearse entre amigas, ni por una tontería como esa ni por ninguna otra, pero más aún si le sumábamos nuestra situación.

    — [Lexie]Por supuesto, ¿quién no querría deleitarse con tus viandas?[/Lexie] — suspiré mientras veía a Lexie parpadear, disfrutando de la reacción que estaba provocando en Jane.

    Negué con la cabeza, era consciente de que Lexie no lo estaba haciendo por hacerle pasar un mal rato, pero Jane no lo iba a entender así, porque Lexie no estaba empatizando con su vida, con el esfuerzo que ponía en todo y las pocas veces que la vida la había recompensado. — [Xander]Te está tomando el pelo[/Xander]— aclaré, mirando a Jane, que evitó cruzar sus ojos con los míos. Para ella, que ponía toda su alma en ello, era un ataque hacia su ánimo.

    — [Jane]Pues que le tome el pelo a otra, porque yo estoy harta ya de hacer el idiota.[/Jane]— en una fracción de segundo se quitó el delantal, lo hizo una bola y lo tiró en la encimera de la isla ante de salir por la puerta.

    — [Xander]Jane, espera…[/Xander] — le pedí, caminando tras ella, pero antes de salir por la puerta lo pensé mejor. De nada servía si yo iba detrás pero la situación con Lexie se enquistaba. — [Xander]¿No deberías hablar con ella?[/Xander]— le sugerí, girándome.

    — [Lexie]Solo le he dicho que su comida no es mi favorita del mundo y en realidad, se lo digo más por molestar que por otra cosa…[/Lexie]— aclaró, pasándose una mano por el pelo. Hacía ver que no le preocupaba, pero percibí una ligera incomodidad, como si la situación hubiera ido más allá de lo que ella pensaba.

    Escuché un sollozo atenuado. Sabía que era Jane, se había alejado de la cocina para no estallar delante de nosotros, pero no se había ido muy lejos para volver a lo que consideraba su deber de hacer la comida. Necesitaba empezar a delegar y disfrutar, pero en ese momento la que tenía que hacer algo no era ella.

    — [Xander]Ya pero ella se lo cree y le afecta.[/Xander] — le expliqué, sabiendo que la había escuchado tan bien como yo. Solo había sido una vez, porque seguramente en ese momento estaba reprimiendo futuros sollozos para que no la escuchásemos. — [Xander]Imagina que te pidiera que le hagas un cambio de look y te dijera que es horrible[/Xander]— le planteé. Lexie tenía que meterse en su piel, entenderla, para evitar hacerle daño sin querer.

    — [Lexie]Eso no podría pasar.[/Lexie]— replicó, encogiéndose de hombros.

    — [Xander]Imagina que sí.[/Xander] —insistí, sabiendo que Lexie se resistía levemente a hacer lo que sabía que era lo correcto.

    — [Lexie]Puede que me molestase un poco.[/Lexie]— admitió.

    — [Xander]Pues ahora que sabes lo que es, queda en tu mano, si crees que es lo correcto deberías hablar con ella.[/Xander]— no podía decirle qué hacer, no era quién para dirigir a nadie, para dictar sus relaciones. Los New Moondies solo llegaríamos a serlo si nuestras relaciones eran verdaderas, no forzadas ni guiadas por nadie que tirase de los hilos.

    — [Lexie]Creo que te odio muchísimo ahora mismo.[/Lexie] — replicó, poniéndose en pie frente a mí. No sé si era su vena lounie o su naturaleza en sí, pero Lexie intimidaba. Por suerte para mí, pesaba más el hecho de ayudarla a hacer lo correcto con Jane.

    — [Xander]¿Sí? Pensé que era de tus favoritos.[/Xander] — comenté sonriendo.

    — [Lexie]En realidad, llevas bebiendo mi pis desde que llegamos aquí.[/Lexie]— entrecerró los ojos, poniendo un gesto tan serio que resultaba creíble. Era bastante tétrico pensar que nada de lo que sintiéramos fuera real. Era una suerte que confiásemos en ella, porque de lo contrario la temería.

    — [Xander]Te he visto beber de la misma botella.[/Xander] — respondí.

    — [Lexie]Eso crees tú.[/Lexie]— sentenció, manteniéndose firme en su farol. Aun así, tras una última mirada desafiante, se dirigió a la puerta y giró en la misma dirección que había tomado Jane.

    No necesitaba la telepatía de mi mejor amiga para saber que iba a hablar con ella y arreglar las cosas, porque ahora que conocía mejor a Lexie, confiaba en ella. Y por sorprendente que pareciera, me daba la impresión de que ella también confiaba en mí.

  • UN CORAZÓN CALMADO COMO EL DE COLE

    Amy – Kvasir

    Mañana

    La muerte de mi abuela me había afectado más de lo que pensé que podría hacerlo. Cuando estás acostumbrada a vivir sumida en una depresión que va y viene, tienes la sensación de que la apatía se ha hecho con el control total de tu personalidad, pero eso es verdad hasta cierto punto. La indiferencia habitual de mi carácter dio paso a una pena honda y grande, tangible. Echaba de menos a mi familia y no era consciente de que la familia, tal y como yo la recordaba, no existía. Creo que a esa fase le llaman «negación».

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  • UN ACTO DE FE

    NATE ROGERS

    TARDE

    Por fin, tras varios días, comencé a poder levantarme de la cama. Mis músculos estaban resentidos por la fiebre y me encontraba aún cansado, pero los efectos de lo que me había mantenido así empezaban a remitir.

    Me llevé una mano a la frente, concentrándome en ese hilo de luz que me estaba permitiendo recuperarme. Me estaba dando fuerzas, equilibrando la balanza rota que me había puesto así en primer lugar.

    La culpable de todo eso no era otra que mi propia biología, el «poder» del que los que me conocían desde pequeños eran conscientes y me hacía tener unas capacidades que iban más allá en la mayoría de los casos, pero que en esta ocasión, me habían llevado a estar destrozado.

    El origen era el sufrimiento que se respiraba en la nave, que llegó a su punto álgido con las noticias de la muerte de Elizabeth, los pactos de Caitriona y la marcha de Laura. Eso afectó a las personas, especialmente con las que más vinculado estaba, y me fue drenando las energías hasta dejarme a merced de una «gripe lunar» como la había llamado Mike.

    Había padecido otras veces los efectos negativos de mi empatía, como cuando murió el hermano de Christopher, la hermana de Dominic o cuando lo hizo Mia. Pero en aquellas ocasiones la fuerza de los Moondies, sus energías positivas y su esperanza, me mantuvieron a flote.

    En aquél momento, para unos jóvenes inexpertos como eran la mayoría de ellos, todos esos golpes habían supuesto una debacle emocional.

    Y sin embargo, contra todo pronóstico los últimos días había empezado a mejorar, recibiendo retazos de nuevas esperanzas, de lazos tan fuertes como el amor que crecía entre ellos, de unas y otras formas. La enfermedad remitió, Michael dio el visto bueno para que volviese a mi habitación y había pasado el último día con algunas visitas, en especial de Julia, que se había entregado a mi «cuidado».

    Ahora al fin notaba las fuerzas a las que estaba acostumbrado, no solo físicas si no de espíritu, las que necesitaba para acompañar a una de las responsables de haberme sacado de la enfermedad. Ellie, la pequeña Ellie que siempre reía y era cómplice de fechorías de una Amy más traviesa. Esa misma niña sonriente estaba encendiendo una a una las luces de esperanza en los corazones de los habitantes de la nave. No estaban todas aún, quedaban bastantes fuera de su rango de influencia, pero con esa energía tenía más fuerzas que nunca desde que habíamos llegado a ese lugar. Así sí podría ayudarla a cumplir su propósito y volver a casa al fin.

    Me puse en pie y salí al exterior. Había valorado las opciones con Henry y estaba prácticamente seguro, aunque se negaba a decir que lo fuera sin margen de error. Acepté la probabilidad de fallo y comenté la idea con Elle, que parecía sorprendida, en especial de su papel.

    Convocamos a todos fuera un unos minutos. Sentí un cosquilleo nervioso, quizá no mío si no de alguien más. La sensación se acrecentó al verles a todos reunidos fuera de la nave, de la que habíamos bautizado como «La Kvasir» porque nuestro grupo no contaba como una, ni mucho menos con dos como en el caso de los Moondies. A falta de ella, teníamos una «Vanir» que había elegido su camino en lugar de ser elegida. Sarah estaría orgullosa del legado de su pequeña, ahora toda una titán.

    Los demás no sabían lo que ocurría, y sus caras mostraron sorpresa al ver que me dirigía al frente de la nave y Elle me seguía, colocando las manos en el extremo opuesto del morro.

    Aquél hogar improvisado se había estrellado en la luna Viltis hacía muchos años, casi un siglo valoraba Henry. Desde entonces parte de su morro estaba enterrada en la tierra, evitando que la nave funcionase a la perfección y obligándonos constantemente a hacer reparaciones para mantener el resto de ella baja para suavizar la inclinación. No duraría mucho, el sistema hidráulico que usaran en el futuro pedía a gritos poder alzar las patas de la nave y separar su barriga de la tierra. Aquella era un ave hecha para surcar los cielos y se veía obligada a vivir como una tortuga.

    Hice una seña a Elle y cuando ella me devolvió una sonrisa concentré todas mis fuerzas, todo ese amor, toda esa esperanza se convirtieron en fuerza que permitieron a mis brazos empezar a alzar la nave con todo su peso. Elle puso su excepcional fuerza de Vanir y sentí que el peso aligeraba un poco, mientras Henry iba actuando sobre las patas traseras y delanteras para conseguir estabilidad.

    Pese a todo el poder concentrado en mí gracias a sus energías, la nave pesaba demasiado, incluso para nosotros dos. Pero su peso fue mermando una y otra vez a medida que se añadían más y más manos. Todas las personas de la nave sostenían ya la cabina al máximo de sus fuerzas. Veía las manos cubiertas de garras de Amy, las orejas puntiagudas y la piel azabache de Idris, las escamas aguamarina de Noah…decenas de manos sosteniendo aquella nave, ese hogar, devolviéndola a su gloria hasta que Henry dio el aviso y la dejamos ir.

    Me aparté, secándome el sudor de la frente  mientras los demás hacía lo propio y observaban a la imponente Kvasir, alzada como antaño, un hogar, mientras lo necesitáramos, un sitio en el que volcar la fe en nuestro grupo. Un comienzo.

     

     

  • COMO SI QUISIERA HACERLO

    Kaylee – Kvasir

    Mañana

    No estaba pasando mi mejor etapa. Me había despertado más tarde que la mayoría y después de un desayuno muy poco sano, me había tumbado en el sofá a ver One Tree Hill en InfiniTV en una tablet de la nave. Estaba llevando bastante mal que el maldito Lucas hiciera sufrir a Brooke cuando Leo apareció y me quité los auriculares.- [Leo]¿Te apetece que hagamos algo?[/Leo] – me preguntó con el pelo mojado por la ducha reciente tras el ejercicio. Ojalá yo hubiera tenido su fuerza de voluntad de hacer ejercicio al amanecer sin vomitar el desayuno.7

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