Moondale

Categoría: Realidad 1313: Aihalia y Darkonia

  • UNOS SE VAN Y OTROS ENTRAN

    [align=center][b][SIZE=3]Diarios de Destino | Realidad alternativa[/SIZE][/b]

    vincentc

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    [i]Bienvenidos a Aihalia, tierra de la reina Ilhiana[/i] – rezaba el cartel.

    Alrededor del grupo se extendía un campo de un verde irreal cuyos límites se dibujaban perfectamente, como si alguien los hubiese trazado con su lápiz y con una escasa imaginación.

    Al este de su posición el liso prado daba paso a una enorme montaña escarpada y cubierta de blanquísima nieve cuyos picos no se conseguían divisar. Al oeste, haciendo el paraje más irreal aún si era posible, otra montaña se elevaba de pronto, pero esta era más baja y sin picos, era un volcán lleno de magma que caía continuamente formando charcos ardientes, rodeado por completo por un desierto sin fin. Por si lo anterior fuese poco, detrás de ellos había un enorme bosque que limitaba por un lado con el volcán y por otro con la montaña helada pero sin que sus árboles se quemasen o se helasen, como si hubiese una pared invisible. Por último, lejos, al norte, se distinguía un páramo oscuro cubierto de nubarrones negros que hacían que la lluvía fuese continua, al igual que los relámpagos.

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  • UN DESTELLO DE ESPERANZA

    [align=center][SIZE=3][b]Diana Echolls | Realidad desconocida[/b][/SIZE]

    dianallora

    [SIZE=2]Cuando el vórtice se abrió y caímos en la siguiente realidad, tuvimos la sensación de estar en un anuncio de compresas. Los pájaros cantaban y el sol brillaba con tanta intensidad que tuve miedo de derretirme (todo el mundo sabe lo que pasa con los bombones cuando hace mucho calor…).

    Miré al frente y vi la casa de mi madre con algunos años más, pero tan majestuosa como siempre. Avancé sin decirles nada y me puse de puntillas al lado del muro del jardín, dispuesta a cotillear todo lo que me fuera posible.

    Al primero que vi fue a Ed o quizás sería más correcto decir que vi a Don Edward Maclay, pues debía tener más de cuarenta años y…algo de barriga. Estaba cortando el césped descamisado mientras que la señora Maclay bebía una limonada a la par que tomaba el sol. Agudicé el oído para escuchar un poquito más (no era cotilleo, era información) y entonces, descubrí quién era la señora Maclay.

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