Alexander Fenris | Subterraneo tres
En unos pocos minutos se había desatado un auténtico caos. Eran libres, pero había cosas en ese lugar que no merecían la libertad, incluida una parte sí mismo. El lobo ansiaba la libertad y Fenris ansiaba ser libre de él.
Por mucho que pensara que sería mejor para los demás que siguiera allí dentro encerrado, era incapaz de retenerse a sí mismo, necesitaba al lobo tanto como él a Fenris, era su camino para despedazar a Mason. Así que en cuanto vio la puerta abriéndose frente a él saltó hacia la libertad. Un guardia cercano se giró hacia él para apuntarle, pero ya estaba suficientemente cerca como para golpearle en el estómago y arrebatarle el arma.