[SIZE=2][align=center][b]Diana Echolls| Biblioteca de la Universidad[/b]
Me había pasado tanto de la raya que ya ni siquiera la veía. A estas alturas, después de los gritos e improperios, era un punto lejano al que quería volver, pero no encontraba el camino de vuelta. Sarah pasó junto a Ed y Daniel y me saludó con normalidad. Yo le devolví el saludo y sonreí pensando en que mi hermana siempre sería la mejor e incluso en situaciones como ésta, había sacado fuerzas de flaqueza para ayudarnos a salir de aquí. Suspiré y me dejé caer como si fuera un saco de patatas sobre la primera silla que encontré. Haber jugueteado con el lado oscuro me había traído muchas consecuencias, entre ellas, que no me hacían falta palmas para bailar al son de la música del primer demonio de turno que pasase. A estas alturas, me imaginaba mi corazón arrugado como una pasa con algunos tintes rojizos como signo de que no podía olvidar lo que había querido ser, lo que podía haber sido y lo que era.
Sarah se acercó hasta mí con timidez.- [b] [i] [color=#BB609C] ¿Qué tal estás?[/SIZE] [/i] [/b]