Moondale

Categoría: Pasillos de la Universidad

  • BELLEZA SOBREVALORADA

    Niall – Universidad de Moondale

     

    Hace tiempo que veo a Noah escribir diarios, desde que le conozco vamos. Dice que es un buen modo de mantener los pensamientos en orden y que es como una especie de tradición entre su familia y amigos. Así que tras un par de insistencias por su parte me he decido por empezar también uno.

    Supongo que debería de empezar por el principio. Nací en un pequeño pueblo de Colorado, Graveyard Creek. Es el típico pueblo de interior de los Estados Unidos que con el paso de los tiempos se está perdiendo hasta que no será más que un pueblo fantasma. Tampoco es que tenga mucho más que ver más allá de sus bosques colindantes, es un lugar de paso en el parar a descansar.

    Nunca he sido popular en el colegio, tampoco es que lo fuera en la actualidad. No es precisamente sencillo ser gay en un país de religiosos hipócritas como lo es Estados Unidos. Aunque peor sería vivir en Rusia o en algún país islamista, supongo que no debo quejarme del acoso que he recibido teniendo en cuenta que en otros lugares se vive mucho peor.

    Noah y Lexie son mis dos únicos amigos con los que siempre podre contar. Hasta no hace mucho no tenía amigos, lo único que tenía en mi vida era la música, un modo de desinhibirme de la realidad y crear belleza del sonido. Moondale era el sitio más barato que me podía costear, así que probablemente no acabe siendo una estrella internacional pero tal vez acabe enseñando a generaciones futuras en alguna clase, quién sabe.

    Estaba intentando crear una nueva pieza instrumental cuando me percate de que Lexie se acercaba. Algunos de los chicos y chicas se le quedaron mirando. Lexie siempre era el centro de las miradas allá donde fuera, en algunos casos de manera asquerosa por parte de los tíos y un tanto envidiosa de las tías. Aunque estas últimas a veces simplemente asentían sorprendidas por lo agraciada que había salido Lexie. La envidiosa era Blue.

    – [Lexie]Te voy a contar una cosa, porque o te la cuento a ti o reviento[/Lexie].- Se sentó tan cerca de mí que podía oler el perfume que se había echado, encima la tía iba oliendo a piruletas, flipad.- [Lexie]Pero necesito que me acompañes a un sitio en el que no nos vea nadie.[/Lexie]

    -[Niall]¿Te has comido la hamburguesa pocha de la cafetería? Te he dicho que es mejor comer fuera del recinto. ¿O es que acaso te has acostado con Noah?.-[/Niall] La verdad es que no quería saber ninguna de las dos cosas, no quería detalles sexuales de heteros o hablar de comidas en mal estado que me provocaban nauseas.

    – [Lexie]¿Eh?[/Lexie]- Se quedo mirándome confusa con una ceja levantada.- [Lexie]Ven[/Lexie].- Se levanto y me agarro de la mano tirando de mi. Como puede metí las partituras con la mano libre en la mochila y la arrastre por los aires. Salimos de la cafetería a toda velocidad hacia el baño de las tías. Había dos chicas que gritaron un poco al verme entrar, madurad. Lexie les chasqueo los dedos para que espabilaran y salieran mientras miraba en los aseos asegurándose de que no había nadie. – [Lexie]Van a pensar que estamos trincando, pero no puedo arriesgarme a que nos vean[/Lexie].

    -[Niall]Lo dudo, lo de que soy gay es de dominio público. Bueno cuéntame.-[/Niall] Me eche contra el lavabo cruzándome de brazos expectante.

    – [Lexie]No grites[/Lexie].- Se quedo quieta en un punto moviendo las piernas de delante hacia atrás mientras echaba la cabeza hacia delante.

    [Niall]Que sea gay no implica que sea experto en tetas.-[/Niall] La sociedad tenía esa impresión del colectivo gay, solo por ir con mujeres la mayoría del tiempo ya daban por sentado de que eras un experto en la materia. Se me torció el culo, literalmente del lavabo, cuando la apariencia de Lexie cambio en mis narices.

    – [Lexie]Esta es mi apariencia de nacimiento[/Lexie].- Se recogió el pelo y me enseño un audífono que llevaba en el oído.- [Lexie]Estoy sorda de un oído[/Lexie].- Hizo una pausa en la que intente procesar todo lo que me iba soltando.- [Lexie]Pero como una puta tapia[/Lexie].

    Me quede mirándola sorprendido. Era monísima, piel morena, una cara perfectamente perfilada y unos ojazos castaños, por no mencionar que tampoco iba mal servida de delantera. Supuse que se acomplejaba por lo de su oído, Lexie parecía no saber que la belleza estaba sobrevalorada y los defectos eran bonitos. Al rato volvió a cambiar de aspecto dos veces más, una de rasgos chinos, según ella, lo mismo tenía más apariencias asiáticas. Y otra de piel negra, y las dos igual de guapas, ¿es que esta chica no conocía la feura o qué? – [Lexie]Tengo muchas más[/Lexie].- Añadió volviendo a la que decía ser su aspecto de nacimiento.

    -[Niall]¿Y no tienes ninguna apariencia de un maromazo que rompa camisetas?.-[/Niall] Pregunte a modo de broma pero cruzando los dedos.

    Lexie se quedo mirándome y volvió a cambiar de aspecto, pero no a ningún maromo. Ahora tenía el aspecto de una joven delgada, alta, con una larga melena y cara de no haber roto un plato en su vida que había acaparado alguna que otra portada del corazón. – [Lexie]A esta seguro que la conoces[/Lexie].

    – [Niall]Eres la hija de el macizo de Alexander Fenris.-[/Niall] Alexander Fenris, fantasía sexual de señoras y gays, lo mismo te monta un piso en la playa que te deja preñada con la mirada.

    – [Lexie]Noah no se puede enterar[/Lexie].- Me agarro por los brazos zarandeándome.- [Lexie]Por fi, por fi, por fi[/Lexie].

    -[Niall]Lo entiendo, es capaz de explotarle la cabeza al verse ante tanta muchacha agraciada.-[/Niall] Noah era muy listo, pero ya lo estaba viendo cual gif de señora procesando todas las caras de Lexie.

    – [Lexie]Y yo pensando que Noah era más gay que tú[/Lexie].- Añadió sonriendo con su apariencia de Allie, porque al igual que caras tenía nombre para cada una de ellas. Tenía que hablar muy seriamente de esto con ella, no podía ocultar toda su vida quién era en realidad entre cientos de mascaras por un defecto auditivo.

    -[Niall]Veo que el pequeño Noah por fin te ha dicho el flechazo que tiene contigo.-[/Niall] No era… bueno si que lo era, era un secreto que solo yo conocía, Noah estaba prendado por ella desde el primer día que la vio. Caballero como es no sabía cómo entrarle a la muchacha sin parecer un acosador, así que ha optado por jugar la baza de esperar años. Ha tenido la flor en el culo de que no se le ha adelantado nadie.

    – [Lexie]Ya te contaré[/Lexie].- Añadió sin más.- [Lexie]Pero no ahora, que seguro que me paso dando detalles[/Lexie].

    Salimos del baño de las chicas, por suerte no había nadie por los pasillos para juzgar. Decidimos ir a tomar un buen desayuno a base de cereales. Noah diría que es puro postureo, pero estaban tan ricos.

     

     

  • AVALANCHA DE MOONDIES

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Diana Echolls | Universidad de Moondale, Pasillos de la Universidad

    [color=#81BEF7]MAÑANA[/SIZE][/color][/font][/b]

    dianacapinuevo

    [SIZE=2]
    Los pasillos de la universidad estaban más concurridos que un óvulo en día de fecundación, pero McLeod me llevaba de su mano y eso, aunque no era el momento de reconocerlo, me daba seguridad.

    A cada paso que dábamos, iba apareciendo más y más gente. Había un Dominic en cada esquinas, a veces con Silver, otras con Jaime y pocas, muy pocas, con una chica bajita y con mala leche, que debía ser Rebecca. Los Ed estaban por ahí, llorándole a alguna pelirroja más bien feúcha o tomando café con una chica rubia, que por el bien de ellos, esperaba que fuese Kaylee. Había muchos Daniel, casi todos intentando encontrar a Sarah, que no aparecía por ninguna parte, pero que aseguraban querer más que a su vida.

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  • DE VISITA

    [align=center][b][SIZE=3]Hiroshi Sato | Residencia Universitaria[/SIZE][/b]

    hiroshi

    [SIZE=2]
    Me puse junto a Sarah para compensar la altura entre Dominic y nosotros dos. Notaba el peso del licántropo pero ellos dos apenas parecían notarlo.

    -[b] [i] [color=#BB609C] Después de esto, vamos a tener que decirle que se ponga a dieta…-[/SIZE] [/i] [/b] Añadió Sarah más por bromear y dar conversación que por ser verdad, al menos para ellos.

    – [b] [i] [color=#383A72] Me preocupan más los pelos, me empieza a picar la nuca.-[/color] [/i] [/b] Dijo él mientras se pasaba la mano por el cuello.

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  • ENTABLANDO UNA AMISTAD

    [align=center][b][SIZE=4]Dominic Williams | Pasillos de la Universitaria[/SIZE][/b]

    dombarba

    [SIZE=2]
    Avanzamos en un completo silencio por los pasillos de la Universidad. Íbamos siguiendo el rastro que estaba dejando McLeod, Papeleras tiradas, taquillas abolladas y ligeros arañazos en las paredes, para la señora rectora explicar todo esto después seria raro pero lo más seguro es que tirara por un acto vandálico de algunos jóvenes.

    -[b][i][color=#BB609C] Esto es… raro.-[/SIZE][/i][/b] Añadió Sarah tras llevar ambos un rato andando.

    -[b][i][color=#383A72] ¿El que tú y yo estemos solos o que el bibliotecario sea un licántropo y a Ills se le haya ido la pinza?.-[/color][/i][/b] Pregunte en un intento de empezar una conversación.

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  • BAJO LA PIEL

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Christopher McLeod | Pasillos de la Universidad

    [color=black]Noche[/color] [/font][/b]

    mcwerewolf

    [SIZE=2]
    Seguí corriendo sin mirar atrás, no podía, no había tiempo, tenía que alejarme lo máximo posible de ellos antes de que llegase el momento, y sentía en mi interior que ese momento estaba a punto de llegar.

    Pasé de largo por la cafetería y apuré el paso, no sentía el movimiento de las piernas, corría de forma automática sin poder detenerme a pensar. Si cerraba los ojos solo sabía que estaba corriendo por las gotas de sudor que caían de vez en cuando de mi frente.

    Quizá era el dolor de la transformación inminente o quizá que tenía la mente en otro lugar, en un lugar idílico donde había podido decirle a Diana lo que me había pasado, lo que era, y por qué no se lo había dicho hasta ese momento.

    Tuve miedo de perderla y por culpa de ese miedo solo habré conseguido alejarla más de mí. Y lo peor de todo es que no estaría enfadada conmigo, sino decepcionada. Y peor aún era pensar que me quería y me perdonaría, pero yo siempre recordaría como le fallé.

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