Cole Roman | Casa de Ed y Lucy
No entiendo porque tengo que escribir un diario, eso es cosa de chicas. Pero mamá dice que es divertido, que puedo apuntar mis maravillosas aventuras con mis amigos como hace ella, y que no solo las chicas escriben diarios, papá también tiene uno en el que apunta sus penas. Así que aquí estoy, tirado en el suelo, ocupando gran parte de la habitación por el tamaño del cuerpo de papá.
No he vivido ninguna aventura, soy demasiado pequeño para eso, así que supongo que solo puedo decir que me encuentro en una etapa rara de mi vida. Papá siempre esta distante, todas las noches llega tarde a casa y le escucho discutir con mamá. Por cierto, mamá no es mi madre bilo… biolo… mierda no me sale la palabra, pero yo la quiero como si lo fuera. Apenas tengo recuerdos de mi madre “eso” y papá no habla de ella.
Me canse de escuchar a Owen y Xander decir todo el rato que iban a hacer el fuerte más grande del mundo mundial así que me levante para salir de la habitación, era extraño ver a mi cuerpo allí echado en un lado durmiendo como si nada pasando del resto, me asuste un poco cuando aparecí rodeado de un montón de gente que tenía menos pronunciación que yo. Por suerte mamá llego rápido con los demás y el demonio verde cantarín fue muy simpático.
Cerré la puerta con cuidado y puse rumbo a mi primera aventura. No sabía qué hacer así que espiar para escuchar secretos y apuntarlo en mi diario de secretos me pareció una buena idea. La casa de Ed y Lucy era enorme y al final del pasillo me encontré a Idris con la oreja pegada al cuarto de las chicas, mi aventura iba a ser corta.
– [Idris]Sí que madrugas, tío.[/Idris] – Dijo casi en un susurro mientras me llamaba con la mano para que me acercara.
– [Cole]Tío, son las doce de la noche.-[/Cole] Me asuste al no ver mi reloj de Iron Maiden, pero entonces recordé que el que llevaba era el de papá.
– [Idris]Exacto.[/Idris] – Tenía que esforzarme en recordar que era Idris porque resultaba extraño ver a Mara mover las cejas así. – [Idris]¿Cómo te has escapado? Y más importante, ¿para qué?[/Idris] – Los adultos habían dicho que a las 10 todo el mundo encerrado en sus cuarto, eran un rollo, pero si a esa hora estaban aun las noticias en la tele.
– [Cole] Están haciendo un fuerte con las sabanas, no ha sido muy difícil. Voy a por… un vaso de leche.-[/Cole] No se me daba bien mentir, pero es cierto que a lo mejor en algún momento de mi aventura habría bajado a la cocina por un vaso de leche, así que no era mentira del todo. – [Cole] Espera ¿Y tú qué haces aquí?[/Cole]
Idris cerró tanto los ojos que parecía Hiroshi. Hiroshi por cierto es mi padrino y una de las pocas personas que parece aguantar mi padre. – [Idris]Espiar a las chicas.[/Idris] – Me dijo con una sonrisa amplia.
– [Cole]Y… has visto algo. No es que yo…-[/Cole] Me rasque la cabeza nervioso. También quería saber si había escuchado decir a Amy algo de mí, pero no le pregunte.
– [Idris]Tío, si hubiera visto algo, ¿estaría aquí hablando contigo?[/Idris] – Se empezó a reír pero sin hacer ningún sonido, solo moviendo la boca, era raro.
– [Cole] Tio creo que viene alguien.-[/Cole] Se escuchaban unas pisadas subiendo las escaleras, como si de un enemigo se tratara corrimos para ocultarnos. Nos metimos en una especie de armario repleto de abrigos y de zapatos.
– [Idris]Mierda, tío, no pegues mucho a tu padre a mi madre.[/Idris] – Idris movió un poco de ropa de un lado a otro para que nos separa.
– [Cole]No es culpa mía de que tenga tanto cuerpo.-[/Cole] Mi padre era muy alto y tenía que estar un poco agachado para no golpearme en el techo, así que mis piernas se rozaban con las de la madre de Idris. Encima el suelo estaba lleno de zapatos y cajas con cosas dentro. Dejamos la puerta un poco abierta para ver de quien huíamos. Por delante paso una sombra y tras mirarnos decidimos abrir un poco más la puerta para asomarnos.
– [Idris]Vale, esto mejora.[/Idris] – Era Lucy. Llevaba unos pantalones cortos y una camiseta con la cara de una vaca con corazones por ojos.
– [Cole]Tío, Ed tiene suerte.-[/Cole] Se sujeto la toalla de la cabeza con una mano, mientras que en la otra llevaba una taza con mucha espuma y canela.
– [Idris]Si me quedo en el cuerpo de mi madre igual puedo probar suerte.[/Idris] – A pesar de lo que dijera todo el mundo las chicas podían salir juntas y los chicos también. Y es aquí donde vuelvo a repetir que me encuentro en un momento raro porque no sé si me gustan las chicas o los chicos.
– [Cole]Seguro que yo tengo más suerte con el de mi padre.-[/Cole] Podía ser apuesto como Fred de Scooby Doo.
– [Idris]Qué va hombre, tu padre no cae bien.[/Idris] – Esto me molesto mucho, porque en verdad era a ellos a quienes no les caía bien mi padre.
– [Cole]Ah sí, pues tu madre es… tonta.-[/Cole] En realidad no lo era siendo doctora, pero no sabía que decirle. Le empuje un poco para que se apartara y la puerta del armario se cerró.
– [Idris]Me parece que nos vamos a quedar aquí.[/Idris] – Le escuche reírse muy fuerte pero no podía verle, estábamos a oscuras. Idris a veces me molestaba de verdad porque no sabía si se reía de mi. – [Idris]Venga, no te lo tomes en serio, perdóname.[/Idris]
– [Cole]Vale…-[/Cole] Nos quedamos un rato en silencio sin movernos, tenía los brazos cruzados porque no quería tocar nada por si era él. -[Cole]¿No puedes hacer nada para abrir la puerta?[/Cole]
– [Idris]Eso es racista tío.[/Idris] – No dijo nada más y pensé que se había molestado, pero le escuche reírse otra vez a carcajadas. – [Idris]En mi cuerpo si, en el de mi madre ni de coña.-[/Idris] Se volvieron a escuchar pisadas, me pegue tanto a la pared que quería desaparecer. La puerta se abrió de golpe y entro la luz cegadora de la habitación.
– [Lucy]¿Qué, intentando verme las tetillas?[/Lucy]- Lucy puso los brazo en jarras y después de decir eso no podía apartar la vista de los corazones de la vaca. – [Lucy]Cari, mira a ver si te acuerdas del hechizo ese que hacía que se te cayera la pilila a trocitos y se lo aplicas a estos dos cochinos que espían a las mujeres[/Lucy].- Grito tan fuerte que el corazón se me iba a salir por la boca esperando que mamá no lo hubiese escuchado.
– [Idris]Eh, no, no. Ya nos vamos.[/Idris] – Idris me dio con su codo justo en el mío y me dolió más que cuando Noah me dio el calambrazo sin querer.
– [Cole]Buenas…. buenas noches.-[/Cole] La rodeamos por los lados, ella no aparto la vista hasta que nos vio salir corriendo. Vimos salir a Ed del dormitorio y aceleramos el paso hasta nuestro cuarto.
– [Owen]¡Alto!. ¿Quién va?.-[/Owen] Nos soltó Owen tras entrar corriendo y cerrar la puerta. Llevaba un sable laser en la mano y una máscara de Darth Vader. A su lado Xander llevaba dos espadas de cartón y una caja a modo de casco. – [Owen]No contestan Ser Steve Rogers. A por ellos.-[/Owen] Saltaron la montaña de cojines y empezaron a darnos con las espadas en las piernas. Mi primera aventura en solitario había sido un asco.