Sarah Echolls | Club Silver
Aquello era más de lo que Gilda podía soportar, por lo que mientras la mujer de color verde le extirpaba una bala del brazo al tipo del antifaz ella se mantuvo escondida detrás de lo que parecían unas cuantas cajas. Cuidadosamente, se sentó en el suelo procurando no estropear su precioso vestido, pero notó cómo perdía el equilibrio ligeramente. Quizás sólo era una bajada de tensión debido a la presión que estaba sufriendo. [i]Sí, debe ser eso[/i].- Murmuró echando de menos sus cigarrillos por enésima vez. La sensación de mareo la abandonó durante unos segundos, para después volver con más fuerza, haciendo que tuviera que cerrar los ojos porque creía ver el suelo dando vueltas.
Cuando los abrió, Gilda ya no estaba. Sólo quedaba Sarah con cara de estar bastante confusa.