Diarios de Destino
La risa del Joker inundó la sala, tenía al murciélago bajo sus pies mientras Luthor mantenía a Superman a raya. Un sólo disparo más, después sentiría nostalgia, pero el poder le ayudaría a sobrellevarlo, pondría una sonrisa en la cara del mundo, permanentemente.
Se escuchó un chasqueo en el aire, un látigo golpeó la mano del Joker, haciendo que su arma cayese al suelo. Buscó con la mirada al causante y vio a Catwoman, la gatita parecía dispuesta a salvarlo.
– Vaya vaya, parece que hay gato encerrado. – el Joker mostró su sonrisa, como siempre, pero esta se tornó más seria cuando vio a Harley detrás de la Catwoman. – ¿Nunca te han dicho que la curiosidad mató al gato?
Mientras esto ocurría, Lex se agachó sobre el cuerpo de Superman y sacó un trozo de Kryptonita que muchos de los presentes nunca habían visto, era negra. Su efecto produjo que Superman se dividiera en dos ante la mirada atónita de algunos de los presentes. Los dos Superman se hallaban en el suelo despertándose, al tiempo que Lex se alejaba de ellos y observaba.