Nathan Summers | Sede de la Iniciativa. Subterraneo uno.
Me quedé sentado en la silla de las improntas viendo cómo se alejaba. Tenía tantas cosas que decirle y tan poco tiempo que al final tuve que guardármelas casi todas y decirle un simple “Te quiero”, aunque ninguna palabra abarcaría nunca mi amor por ella.
Dejarla ir después de haberla recuperado tras tres años separados me había dejado peor de lo que imaginaba. Supuse que sería más fácil, siempre y cuando fuese por su bien, por ser más feliz, pero sólo me mentía a mí mismo, en realidad la quería conmigo pasase lo que pasase pero tenía que hacer el sacrificio y que fuese libre.
Le prometí reunirme con ella enseguida, pero no estaba seguro de que eso fuese posible. Preston era el gran inconveniente, si el plan para quitarlo de en medio hubiese funcionado sólo hubiese quedado Saunders al cargo durante un tiempo. Con ella al cargo no estaría tan vigilado, y si me descubría simplemente tenía que borrarla y reimprontarla. Pero Preston no era un Activo y además era demasiado astuto como para no sospechar de alguien. [i]Acabará llegando hasta mí[/i]- pensé. Tendría que arreglármelas cuando llegase ese momento.