Categoría: 1×09 – Beyond evil
Después de ver el futuro que les espera si Mason consigue lo que pretende, y una charla con la Sarah venida del futuro, los Moondies deciden que es el momento de atacar, antes de que el vampiro se haga con más poder.
Son menos de los que eran antes, y aún más se han ido en el peor momento, como Cecil, o Liad que resultó ser un experimento de hijo del General Preston igual de despótico que él, pero un nuevo aliado se presenta a sus puertas, Alexander Fenris.
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UNA AMARGA VICTORIA
[SIZE=3][align=center][b]Sarah Echolls | Subterraneo seis de la Iniciativa. Boca del Infierno[/b][/SIZE]
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Cuando Fenris cayó al suelo con un ruido sordo, el tiempo pareció detenerse, salvo para Illya que echó a correr en dirección a él.– [b] [i] [color=#BB609C] ¡NO![/SIZE] [/i] [/b] – Grité con impotencia observando cómo del cuerpo de Fenris salía sangre de una herida indeterminada, mientras que Illya le tomaba el pulso e intentaba taponársela.
– [b] [i] [color=#EE5159]El pulso es muy débil. Lo estamos perdiendo[/color] [/i] [/b].- Respondió con dificultad. Sabía lo difícil que era para ella enfrentarse a algo así. Todavía no era la Illya del futuro. Todavía estábamos en ello.
-[b] [i] [color=#266EAC]Tenemos que sacarlo de aquí.-[/color] [/i] [/b] Propuso Ed acercándose hasta Ills, pero ella negó con la cabeza de forma categórica.
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ASI ES COMO TERMINA ESTA HISTORIA…
[align=center][SIZE=3][b]Alexander Fenris | La Iniciativa [/b][/SIZE]
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El momento había pasado como una exhalación, mil veces más rápido de como se habían reproducido en su cabeza cuando planteó su forma de actuar.
Recordaba perfectamente la aparición de John Doe, inesperada y cubierta de misterio, como todas sus apariciones, y siempre iban acompañadas de indicaciones y pistas sobre el futuro, pero siempre rodeadas de misterio. Aunque esta siempre sería diferente, porque esta vez no iba acompañado de su habitual humor, y porque según lo que había dicho, sería la última.
Al principio le costó aceptar lo que le estaba diciendo, incluso pese a conocer muy bien su “omnisciencia”, pero después no le quedó más remedio que aceptarlo y vivir con ello el tiempo que le quedase, y así fue como empezó todo, como fue a casa de Sarah Echolls y les encontró en plena reunión tal como él había dicho, cómo se metió de lleno en la misión junto a ellos y como las horas pasaron hasta llegar a ese lugar de nuevo, el lugar dónde empezó todo. Pero esta no es la historia de cómo empezó, esta es la historia de cómo acabó.
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ESTA VEZ SERIA DIFERENTE
[align=center][b][SIZE=3][color=black] Edward MaClay | Casa de los MaClay[/SIZE][/color][/b]
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No podía dormir, en mi cabeza no hacía más que darle vueltas que al día siguiente atacaríamos. Me levante de la cama y ande con cuidado hasta el escritorio para evitar despertar a Dante, el perro que compro mi madre cuando me marche a la residencia, según dijo ella para evitar sentirse sola en casa. Ahora era el dueño de mi viejo cuarto y le gustaba dormir en cualquier rincón de el, sobre todo en la cama.Las dudas de si estábamos preparados era otra de las razones por las que no conseguía descansar. Habíamos entrenado duro y esperábamos con ansias a que el día llegara, pero ahora que estábamos tan cerca del enfrentamiento final empezaba a creer que no habíamos entrenado lo suficiente, sobre todo si me paraba a pensar lo que ocurrió la última vez.
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LOS MOONDIES, JUNTOS
[align=center][b][SIZE=3][color=black] Christopher McLeod. Casa de las Echolls.[/SIZE][/color][/b]
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Siempre recordaría esa noche a la perfección, el mensaje de Ed diciendo que nos reuniésemos en casa de Sarah cuanto antes, vestirme a toda prisa, encontrarme con los demás en casa de Sarah, compartiendo las mismas caras de desconcierto, aunque en el fondo todos debíamos pensar lo mismo, él momento para el que nos habíamos estado entrenando.
También recordaría que Cecil no había aparecido todavía, y seguramente no fuese a aparecer. Teóricamente tenía trabajo e iba a estar muy ocupado, pero luego se pasaba todo el día conectado a una red social, como si tu presencia en internet fuese a salvarte de un apocalipsis inminente. Con razón en el futuro era el que mejor estaba, además de Liad, exceptuando ese cinismo, esa inmadurez y esas malas contestaciones que parecía que se debían a ese futuro, pero que eran las que siempre ha tenido. La situación me molestaba bastante, y no parecía ser el único.
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CANTO PARA QUE ME LEAN EL AURA
[SIZE=3][align=center][b]Edward Maclay | Septimo Cielo[/b][/SIZE]
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El bar estaba tranquilo como la mayoría de las noches, a diferencia del otro bar de Moondale con clientela demoníaca en el Séptimo cielo los demonios solían comportarse, y si alguno empezaba alguna trifulca el hechizo antiviolencia se lo impedía teniendo que salir del local si querían arreglar sus problemas.Diana entro por la puerta y algunos demonios se giraron extraños al ver un humano, y es que a parte de un servidor no solía aparecer ninguno, salvo por esas 3 chicas que entraron la semana pasada y se creían que estaban en una fiesta de disfraces.
Diana se sentó en la barra cerca de donde estaba y golpeo ligeramente en la barra para que le atendiera a modo de broma.
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DEMASIADO PRONTO
[SIZE=3][align=center][b]Illya Novak | Moondale[/b][/SIZE]
[SIZE=2]Lo peor de ser un vampiro es tener que pasar la mayor parte del día sin hacer nada, salvo estudiar y esperar a que anochezca. Sólo salía cuando era estrictamente necesario para ir a la biblioteca de la Universidad, moviéndome por las alcantarillas de Moondale como si fuese una rata más. Aún así, mi vida había mejorado enormemente desde que les conocí. Por ejemplo, ya no tenía que vivir en un edificio abandonado, ni pasar la mayor parte del tiempo tirada en el suelo mugriento subsistiendo a base de ratas, mapaches y demás seres de escaso valor nutricional y mucha grima. Elizabeth Echolls, la madre de Sarah, me había ayudado a conseguir un piso en Victoria St., una calle muy bien comunicada por el alcantarillado con su propia casa y la de McLeod que estaba a unas cuantas manzanas. El alquiler no era muy elevado, pues era un estudio, por lo que la única habitación separada del resto era el baño, pero como vivía sola no había problema.
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UN DIA MEMORABLE
[align=center][b][SIZE=4]Daniel Arkkan. Casa de las Echolls[/SIZE][/b]
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Habíamos vuelto de cazar hacía ya casi una hora, pero a diferencia de otras veces, últimamente no conseguí dormirme porque tenía demasiadas cosas en la cabeza, así que me quedé observando la pálida luz de la luna a través de la ventana de la casa de Sarah, y pensando.
Los días habían mientras la situación parecía estar estancada, como ocurría con los “libros” de January y Cecil cuando su “musa” desaparecía misteriosamente. Siempre me pregunté si esas musas habrían existido alguna vez.
Seguíamos sin tener noticias de Mason por mucho que Diana y Ed se esforzasen más allá de sus límites gracias a los entrenamientos que sí daban sus frutos, yo por ejemplo ahora era capaz de sanar heridas que antes solo podría haber curado superficialmente.
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DESTINADOS A ESTAR JUNTOS
[SIZE=3][b][align=center]Diana Echolls | Casa de McLeod[/b][/SIZE]
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Cuando me desperté, llevé la mano al lado de la cama en el que se suponía que dormía McLeod, pero él ya no estaba. No me hacía falta ser adivina para imaginarme que estaba en el piso de abajo preparando café para ver si con unas cuantas tazas conseguía despertarse del todo. Porque sí, habíamos pasado la noche juntos, pero no era culpa mía que hubiese dormido poco. Él ya venía así de fábrica.Me puse en pie rápidamente y bajé las escaleras hasta la cocina con cuidado de no resbalarme, pues iba descalza y con una camiseta de McLeod que había usado como pijama. Si me resbalaba y moría desnucada, los forenses encontrarían mi cadáver despatarrado con una ropa interior a la vista muy poco favorecedora porque, dicho sea de paso, parecía que lo hacía apropósito pues cada vez que dormía en casa de él llevaba las bragas más feas de la historia y si eran de muñequitos, mejor.