Daakka | Playa Bitterwater, Merelia
MADRUGADA
Finalmente, la celebración de la boda llegó a su fin después de que los invitados se fuesen retirando como un goteo a sus habitaciones. Los novios, los MacLeod y los Moondies fuimos los últimos en marcharnos, a fin de cuentas, estábamos acostumbrados a dormir poco cuando el deber lo requería, y era mucho menos cansado bailar y reír que matar vampiros.
En lugar de irse a sus habitaciones, Sarah, Daniel, Elizabeth y Jaime decidieron marcharse al hospital a esperar que el bebé de Diana viniese al mundo. La primera de la nueva generación Moondie. Dominic se ofreció a llevarles, pero todo el mundo estuvo de acuerdo en que, aunque su constitución sobrenatural hubiese soportado tantos «cócteles», lo más seguro era que un alcoholímetro explotase en cuanto pusiera sus labios en él.