Moondale

Categoría: Sin categoría

  • EL ORIGEN DEL MIEDO

    DIARIOS DE DESTINO

    NEXUS

    La ciudad de ‘Flecha’ estaba llena de vida y luz pese a haber caído la noche hacía ya horas. Ajenos a que sus beneficios y protecciones se habían desvanecido junto a la derrota de Antailtire, sus vidas seguían como si en el castillo aún habitase alguien. Aunque no estaban del todo errados.

    Una sombra recorrió a toda velocidad sus calles y se adentró en el vacío castillo, decorado con excesos para todos los gustos que podía presentar quien vivía en él. A la sombra se le unieron más y más, que empezaron a tomar una forma tangible bajo la luz de la luna. Era un ser de un negro insondable, tan oscuro que la luz parecía huir de él. La silueta, apenas humanoide porque no pretendía parecerse a aquellos seres inferiores, caminó hasta un ventanal y observó la ciudad festejando.

    Parásitos. Alimentados durante un milenio con la sangre del resto de mundos. Infantes mimados que no han conocido el hambre, la enfermedad o la guerra. La utopía de alguien que creía ser un dios. Que se veía con tanto poder como para osar encerrar a uno.La silueta mostró una sonrisa de dientes blancos y afilados. – Pero ya no. Al final te alcanzó la profecía, pequeña deidad. Y yo sin embargo, estoy aquí, libre, mientras tú vives una eternidad de locura.los ojos de la oscuridad miraban más allá, tan lejos como podía estar el Vacío, donde Antailtire cumpliría su condena. – Y ahora uno de los tuyos cumple mis órdenes. Que osadez pensar que podrías controlar el miedo. ¿No sabías que yo soy el origen del miedo? No te preocupes, le daré buen uso, ahora mismo está alimentándose de los Daë que han enviado a detenerme a mí. – el ser soltó una risotada que reverberó en el salón. – No espero que dure eternamente, pero yo me encargaré cara a cara. Hace mucho que no disfruto de la libertad. Y quería empezar devolviéndote mi encierro y asegurándome de que lo vieses a través de mis ojos.

    La visión viajó hacia el insondable Vacío, donde Ella la dejó pasar para que la cordura de Antailtire empezara a resentirse antes de conocerla siquiera. Vio su ciudad, su obra de siglos seleccionando culturas, ajustando sus relaciones para obtener lo mejor de lo mejor y crear una sociedad perfecta. Su gente festejaba, pero las luces empezaron a fallar y apagarse. Las personas entraron en pánico y la oscuridad, como tentáculos, comenzó a adentrarse y corromper a algunos de ellos, que se golpeaban, asaltaban comercios y cometían toda clase de fechorías seguidos rápidamente por los que no estaban aún corruptos. En tan solo unos segundos, Chernobog había convertido su Utopía en una caos de crimen y destrucción. Aun así, una pizca de la cordura de Antailtire empezó a quebrarse y se echó a reír, porque sabía que ahora les tocaba a los New Moondies, y ese nombre se grabaría con obsesión en su fracturada mente.

  • CIEGO, SORDO Y PERDIDO

    ELLIOT WILLIAMS

    MOONDALE

     

    Me quede ensimismado observando el cielo en medio de la calle. El color era más azul de lo normal, como si se tratara de un decorado de atrezo. Cuando volvía centrarme una marabunta de gente se aproximaba por ambos extremos de la calle, mi cuerpo se movía por inercia entre los golpes de la gente que no sentía.

    Intente moverme hacia el lateral de la calle para ir pegado a los escaparates locales. Según avanzaba me pareció ver una sombra cernirse sobre mí a través de las cristaleras a lo que me gire sobresaltado. La gente que pasaba por mi lado me miraba extrañada, como si fuera un bicho raro.

    Intente centrarme, ni siquiera recordaba hacia donde iba. ¿A casa de Tina, la escuela legado, a clase?. No veía a Vera por ningún lado, además tenía la sensación de que ya habíamos terminado las clases. Busque la bandolera en mi costado y saque los auriculares para escuchar algo de música y silenciar los murmullos que mi alrededor.

    Cuando empezó la primera canción note un zumbido, la música sonaba cada vez más bajo y el volumen estaba a tope. Baje los auriculares alrededor del cuello pensando que se habían estropeado, al fin y al cabo tenían ya sus años y eran heredados de Owen. Pero no eran solo los auriculares, el claxon de un coche sonó apagado, como si estuviera estropeado. Y los ladridos de un perro sonaban ahogados.

    Los murmullos de la gente que tanto miedo y ansiedad me daban sonaban cada vez más débiles. Acelere el paso sin recordar aun hacia donde iba. Notaba los ojos vidriosos, como si estuviera apunto de llorar, pero tras frotarme los ojos con las manos no tenía restos de agua en ellas.

    Pare en un puesto de comida callejera pero no me llegaba ningún olor desde el carrito. Pedí un perrito y mi escuche mi voz apagada, como si estuviera bajo el agua. Tras pagar y echar bastante mostaza el sabor del primero bocado su fue diluyendo. Cuando termine de comerlo el último bocado no sabía a nada.

    Empezaba a encontrarme mal, notaba como me costaba respirar y lo único que quería hacer era marcharme a casa. Me apoye en la pared para ayudarme a caminar. Nada de esto podía estar pasando, no podía ser real, mi peor pesadilla se estaba cumpliendo, estaba perdiendo el resto de mis sentidos.

    Entre en un callejón y tropecé con un cubo de basura cayendo al suelo. Me arrastre buscando la pared hasta desistir y caer de espaldas al suelo. Los murmullos y el ruedo de los coches sonaban cada vez más apagados, distantes, hasta llegar a un simple zumbido, un hormigueo en mis oídos.

    Estaba jadeando, creo. El cielo seguía teniendo un color inusual a pesar de que la vista me fallaba. Me iba a quedar allí tirado, mis sentidos se iban a acabar consumiendo hasta desaparecer. Eche un último vistazo a mi alrededor, en la pared del callejón había un grafiti enorme de lo que parecía ser una nave espacial. Escuche un aullido distante, junto a mi paso un lobo de pelaje plateado. Al echar la cabeza hacia atrás junto a él había una llama de fuego azul.

     

     

     

  • EL CIELO ESTRELLADO DE LA NOCHE

    HENRY L. CROWE

    KOURAS

    Antes de marchar en busca de las tribus indígenas decidimos dejarlo todo lo mas tranquilo posible. Trasladamos a los bandidos que teníamos encarcelados hasta North Ford donde se les distaría sentencia y serian encarcelados. En el regreso a Bandera escoltamos el tren con las mercancías para evitar alguna clase de asalto a las provisiones.

    Algunos de los habitantes conscientes de nuestra marcha se acercaron para despedirse y desearnos un pronto regreso. La verdad, no se que seria de ellos si conseguíamos salir de este mundo.

    – [Ezequiel]¿Tienes todo listo para salir?.-[/Ezequiel] Pregunto mientras le daba un sorbo a su taza de café y tiraba el poco que quedaba al suelo. El café era horrible, casi siempre salía aguado y su sabor dejaba bastante que desear.

    – [Henry]Ya he cargado los caballos con lo imprescindible.-[/Henry] Había echado los sacos de dormir para evitar el frío por las noches, los fusiles por si nos topábamos con algún animal salvaje y un par de latas de comida junto a algo de carne seca.

    – [Ezequiel]No deberíamos tardar mucho.-[/Ezequiel] el viaje hasta el poblado más cercano era de dos días, uno si no nos entreteníamos mucho parando y llevábamos un ritmo constante. – [Ezequiel]La cosa esta tranquila pero nunca se sabe. Los forajidos siguen acosando algunas aldeas.[/Ezequiel]

    – [Henry]No me gusta dejar el pueblo desprotegido.-[/Henry] Si bien es cierto que gracias a la habilidad de Ezequiel había surgido el miedo a plantar cara al sheriff inmortal, aun existía gente que lo intentaba, forajidos en busca de la gloria de que ellos fueron quienes acabaron con él, puros descerebrados.

    – [Ezequiel]Siempre puedes terminar fabricando un robot.-[/Ezequiel] Añadió entre risas mientras se acercaba hasta su caballo.

    – [Henry]Eso es… una buena idea.-[/Henry] El problema es que no tenía lo necesario para fabricar uno, además tampoco es que me fiera de dejar una al cuidado de varias personas, las cosas que podían salir mal eran demasiadas.

    – [Ezequiel]Así protegerías más de un pueblo.-[/Ezequiel]Ensillamos los caballos y marchamos rumbo a buscar a las tribus. Paramos cerca de un pequeño riachuelo para que los caballos descansaran y pasamos la noche al raso rodeados por una cuerda para que las serpientes no se acercaran a nosotros mientras dormíamos.

    Al contrario de lo que piensa la gente el oeste no es solo desierto, la gente se asentaba en estos lugares para aprovechar sus recursos naturales, el oro en sus cauces del río, el carbón de las minas y desde luego los árboles de los bosques. – [Henry]Creo que nos vienen siguiendo desde hace un par de millas. Me siento observado,[/Henry]

    – [Ezequiel]¿Forajidos?.-[/Ezequiel] Pregunto echando un vistazo a tras él.

    – [Henry]No, ya estamos en territorio nativo.-[/Henry] Tenía la sensación de que había personas tras los arbustos, tal vez algunos de los nativos vigilando quienes entraban en sus tierras.

    – [Ezequiel]Sigamos rectos, quizá el líder nos pueda decir que pasa.-[/Ezequiel] Nos acercamos a pie tirando de los caballos hasta un claro para no asustar a los nativos. Al vernos llegar hicieron un pequeño corro alrededor nuestro, algunos llevaban pinturas en sus cuerpos, otros iban vestidos con sus trajes de cuero.

    Ezequiel desenfundo el revolver que llevaba en la cintura despacio y lo dejo en el petate del caballo. Con las manos extendidas se fue acercando poco a poco hasta un hombre que portaba una amplia corona de plumas, debía de tratarse del líder.

    – [Ezequiel]Dicen que se están viendo cosas extrañas.-[/Ezequiel] Me explico tras conversar con ellos.- [Ezequiel]Que espíritus corruptos vagan por el lugar.[/Ezequiel]

    – [Laura]¿Hola?.-[/Laura] Reconocí la voz de Laura perfectamente a mi espalda, pero los nativos se asustaron de su repentina aparición tras nosotros.

    – [Henry]Hola.-[/Henry] Le devolví el saludo mientras Ezequiel intentaba calmar a los nativos y explicaba lo que estaba ocurriendo. Tenía una expresión feliz en el rostro, quizás las cosas iban bien con los demás o simplemente se alegraba de poder ayudar y ser útil. Si las cosas salían bien sin duda seria la salvadora de todos nosotros.

    – [Ezequiel]Perdonad, pensaban que eras uno de los espíritus que atormentan a su pueblo.-[/Ezequiel] A lo lejos los nativos hablaban entre ellos sin dejar de observarnos.

    – [Laura]Soy Laura, creo que no nos conocemos.-[/Laura] Añadió presentándose con un breve saludo de mano.

    – [Ezequiel]He oído hablar de ti. Soy Ezequiel, tu sustituto.-[/Ezequiel] Laura me observo sonriendo, creo que se había notado bastante que hablada de ella con Ezequiel.

    – [Laura]Seguro que lo haces mejor que yo.-[/Laura] Se paso las manos por las muñecas en un acto reflejo, seguramente culpándose por lo de Vera.

    – [Ezequiel]No creo, tú sigues aquí.-[/Ezequiel] A algunos no les había gustado que se marchara, yo por mi parte no le podía reprochar nada, después de todo se vio envuelta en esto por mi culpa. La verdad, si no fuera por la ayuda que me prestaron tras lo de Infinity yo tampoco hubiese venido. -[Ezequiel]Henry me había dicho que ibas a buscar ayuda.[/Ezequiel]

    – [Laura]Estoy en ello. Necesito saber si sabéis dónde está el portal de ese mundo.-[/Laura] Ezequiel negó mientras a nuestras espaldas los nativos susurraban por lo bajo observándonos.

    – [Ezequiel]Henry intento hacer un radar pero no aparece nada.[/Ezequiel]

    – [Henry]Intente localizarlo por la polaridad magnética que desprendiera, no sé porque pensé que podría tener una parecida a la de la luna Viltis.-[/Henry] Ambos se quedaron mirándome sin entender que acababa de decir.

    – [Laura]¿Y el guardián?.[/Laura]

    – [Ezequiel]¿Qué guardián?.-[/Ezequiel] Pregunto Ezequiel tan sorprendido como yo.

    – [Laura]Tendría que haber un guardián.-[/Laura] Solo habían bastado un par de días para que Laura nos diera información útil que utilizar.

    – [Ezequiel]¿Un portal y un guardián?.-[/Ezequiel] Resultaba difícil de creer, estábamos dando por seguro que solo había un sitio por el que entrar y salir de los mundos, pero todo tiene su salida o entrada de emergencia.

    [Laura]En teoría, sí. Aunque yo tampoco soy una experta.-[/Laura] No sabíamos que aspecto tendría ese guardián, pero la información de su existencia ya era más que cualquier cosa.

    – [Ezequiel]Puede que del guardián sepa alguien algo.-[/Ezequiel] Viendo el misticismo de sus personas lo mismo alguna de las tribus sabía algo acerca de ese guardián – [Ezequiel]Tiene que haber leyendas de alguien que viva tanto.[/Ezequiel]

    – [Laura]Buena idea.-[/Laura] Añadió con una sonrisa, se le veía ilusionada por ayudar.

    – [Ezequiel]A la Tierra llegaron algunos libros de este mundo a manos de viajeros.-[/Ezequiel] No podía evitar preguntarme cuantos años tenía Ezequiel, por su habilidad podrían ser cientos de años. – [Ezequiel]Yo tenía uno. Quizá puedas buscar y nosotros preguntaremos a las tribus, es imposible que las ciudades tengan esa información.[/Ezequiel]

    – [Laura]Volveré a contactar con vosotros más adelante. Buena suerte.-[/Laura] Su mirada se cruzo con la mía antes de desaparecer. No se hacía más sencillo el ver como se marchaba una y otra vez de mi lado.

    Tras aquello Ezequiel pensó que lo mejor era preguntar a aquellos nativos por el guardián. Tras una charla extensa por parte de él con el líder de la tribu este nos señalo una tienda algo más separada del resto. Cuando cruzamos dentro un golpe de calor nos sacudió, aquello parecía una sauna. Sentado frente a una hoguera había un hombre mayor con pintura por todo su cuerpo el cual nos hizo un gesto para que nos sentáramos junto a él.

    Hablaba extraño e incluso a Ezequiel le costaba seguir lo que decía. De una bolsita junto a él saco unos polvos que lanzo al fuego y las llamas se volvieron azules. Notaba como me pesaban los parpados, el calor era sofocante y la verdad no quería sucumbir al cansancio porque no sabía que era lo que había echado al fuego, pero al final tanto Ezequiel como yo caímos al suelo.

    Ambos aparecimos en mitad de un desierto, no estábamos físicamente allí, pero parecía muy real. La arena desaparecía a nuestro alrededor arremolinándose delante nuestra formando la figura de un caballo, el guardián. Buscamos a nuestro alrededor algo que pudiera darnos la ubicación de donde se encontraba, pero todo a nuestro alrededor estaba desierto, todo salvo el cielo estrellado de la noche.

  • LUZ Y OSCURIDAD

    FRANCIS DRAKE

    LA KVASIR

    Nunca pensé que volvería a percibir otro aroma que no fuera el de la podredumbre de la tierra o la muerte de mi mundo. La brisa de la mañana ahora venían acompañado por el olor de la hierba humedecida y un liquido oscuro de sabor amorgo pero ligeramente adictivo que preparaba Anne en el comedor de ese navío.

    La muchacha se había adaptado mucho mejor que yo a todas estas comodidades y tecnología extraña, o futurista como la llamaban. Owen nos había proporcionado unas habitaciones a ambos, una de ellas era la del propio Owen. La gente en el exterior también coexistía apaciblemente con todo lo que proporcionaba ese navío.

    Había una caja mágica que podía crear casi cualquier cosa y que usábamos para crear tiendas de lona y mantas para los refugiados. Estos por su parte comenzaron a labrar la tierra cerca del lago y a intercambiar cosas que necesitaran con los mercaderes del lugar. La gente comenzaba a vislumbrar un futuro que creíamos perdido en nuestro mundo.

    Hacia varias semanas que no teníamos noticia de Owen y sus amigos. Habían ido a por el resto de sus compañeros, tal vez habían conseguido regresar a su hogar. No quería pensar que después de todo lo ocurrido, aquellas personas que habían luchado a nuestro lado, habían perecido a tan poco de cumplir con su misión.

    – [Francis]Buenos días Anne, ¿Qué tal estás?.-[/Francis] La muchacha estaba observando un par de vestidos encima de su cama, supongo que decidiendo cual de ellos se pondría esa mañana.

    – [Anne]Bien.-[/Anne] Añadió sonriendo mientras tamborileaba sus dedos entre si pensativa.  -[Anne]¿Y tú?.[/Anne]

    – [Francis]Aún procesando todo. No puedo creer la suerte que hemos tenido.-[/Francis] Un extraño vehículo golpeo contra mi pie. El hijo de Anne tenía varios juguetes esparcidos por el suelo.

    – [Anne]A veces pasan cosas buenas.-[/Anne] Anne observo al pequeño mientras jugaba. Para ella Cassian era una de ellas. Un destello de luz en un mundo de sombras.

    – [Francis]Muy de vez en cuando en nuestro caso.-[/Francis] Le devolví el juguete de nuevo pero el pequeño se levanto y se abrazo a las piernas de su madre. Solía crear esa impresión, supongo que por mi naturaleza seria.

    – [Anne]No eres muy «octimista», ¿verdad?.-[/Anne] Anne le paso un dedo por el puente de la nariz al niño y este tembló echándose a reír volviendo con sus juguetes.

    – [Francis]Deje de serlo hace mucho.-[/Francis] Muchas veces estuve a punto de rendirme, sucumbir a la oscuridad del océano.

    – [Anne]Pues qué pena.[/Anne]

    – [Francis]Voy a ver si desayuno algo. Nos vemos más tarde.-[/Francis] Ella volvió a sonreír asintiendo. Antes de marcharme observe como el pequeño dibujaba en un papel mágico que se borraba de vez den cuando.

    Me encamine hacía la cocina, el silencio de este lugar me perturbaba. En mi navío las maderas crujían  constantemente por los golpes del oleaje, pero había algo que persistía, el frio. Una corriente de aire que helaba el lugar. Note como me tambaleaba, lo cual era extraño ya que la nave estaba parada. Una extraña figura apareció frente a mí.

    – [Francis]¿Quién eres?.-[/Francis] Pregunte aferrándome al mango de mi pistola. La figura, envueltas en sombras no se movió. Me costo verlo ya que empezaba a fallarme la vista, pero su cuerpo no parecía solido, a su alrededor las sombras ondulaban.

    El agua me golpeo con fuerza en las piernas haciéndome tambalear. No tenía sentido lo que estaba ocurriendo, estábamos en tierra firme, no comprendía de donde salía tal cantidad de agua. Retrocedí al ver las sombras del pasillo abalanzarse sobre mí. Las puertas a mis lados no se abrían, el nivel del agua subía con rapidez, di una última bocanada de aire y el resto fue oscuridad.

     

     

  • YA NOS PREOCUPARÍAMOS MÁS ADELANTE

    Vera – Artisan

    Mañana

    La casa de Jamie era una vieja conocida, pero aquello que antes era un lugar lleno de vida, era ahora poco más que un cascarón vacío. La mayoría de las habitaciones estaban cerradas y tenían los muebles cubiertos por sábanas.  nos movíamos solo por la planta baja: allí estaban la cocina, el baño, el salón y nuestro dormitorio. No sentíamos la necesidad de subir las escaleras, porque cuantas más estancias usáramos, más había que limpiar.

    – [Vera]No sé cómo habría sobrevivido aquí sin ti[/Vera].- comentó ella, ataviada con un sencillo vestido azul cobalto, mientras leía sentada en uno de los sillones orejeros del salón. El mobiliario, antaño bonito y caro, estaba desvaído y polvoriento, por más que me afanara en limpiar.

    Aquel día había tenido que salir a por leña para mantener la chimenea encendida. Estábamos en el mes de abril, pero seguía haciendo frío. No se me daba bien cortar troncos, pero Jamie no es que fuera la persona más amante de los trabajos manuales que había conocido. (más…)

  • CONFRATERNIZANDO CON LOS WILLIAMS

    CONFRATERNIZANDO CON LOS WILLIAMS

    EZRA WALKER

    MAÑANA – LA KVASIR

     

    Desde mi pacto con Caitriona notaba como algo dentro de mí había cambiado. Todos mis recuerdos eran horribles cargados de dolor, sufrimiento y muerte. Además lo que más me aterraba era que había olvidado por completo a mi madre, sus recuerdos se habían desvanecido de mi mente y los único que tenía de ella eran el de su muerte y reencuentro en esta realidad.

    Amy, como siempre salvándome una vez más, en esta ocasión mi cordura, propuso que debía encontrar nuevos recuerdos que hicieran frente a los peores, así que eso me propuse. Chloe fue de gran ayuda en eso, quería poder darle todo de lo que me había hablado en su futuro, afianzar nuestro vinculo como buenos MacLay, darle al hermano divertido que describió. Por su parte, su mera presencia en la nave me ayudaba a combatir mi otro miedo, el que ella estuviera allí solo podía significar que las cosas iban a ir bien, la batalla seria difícil pero al final abría paz.

    Y hablando de paz, el recuerdo de como conocí a Robin fue de lo poco que perduro cuando perdí los de mi realidad. Tenía la constante necesidad de estar siempre en guardia esperando lo peor, pero con Robin no era así, cuando estaba con ella me embriaga una sensación de tranquilidad, era capaz de calmar incluso al lobo. Era dulce, agradable y la luz que hacia desaparecer las sombras que me rodeaban. Y que Caitriona no fuera capaz de ofrecerle ningún pacto solo confirmaba que tenía un poder mágico sorprendente, era una guerrera con apariencia de ángel.

    También había recuerdos que podía corregir, malos momentos que podía hacer buenos. Había uno en concreto que podía solucionar ahora mismo.

    – [Ezra]Creía que no había nadie.-[/Ezra] Jane estaba en el gimnasio usando el Infinity de la nave para bailar y al escucharme entrar se sobresalto de tal manera que le hice perder el ritmo, estaba a escasos punto de superar el record de Idris.

    – [Jane]No mientas. Eres un lican.-[/Jane] Dejo de bailar para secarse el sudor de la cara con una toalla y atisbe una ligera sonrisa. El lobo rasgaba las paredes de mi mente deseando salir. A él le costaba más diferenciar lo que a mi también me había costado aceptar, Jane no es Veronica Preston.

    – [Ezra]No todo el mundo lleva bien eso de que la puedan percibir por su olor.-[/Ezra] Todas las personas tenían uno o varios olores que las hacían detectables. Puede resultar raro, pero no todo el mundo huele igual y desde que compartía cuerpo con el lobo percibía el mundo de una manera diferente.

    – [Jane]No sé cómo tomarme eso.-[/Jane] Añadió cruzándose de brazos. Ese gesto. En mi mente sabía que no era ella, pero en los recuerdos que me quedaban ella aparecía en varios de ellos con esa pose de confianza.

    – [Ezra]No es un olor desagradable como el de Owen.-[/Ezra] Si bien por su vinculó de unión ambos hermanos compartían un olor en concreto, en el caso de Owen percibía más el del alcohol, mientras que en el de Jane eran las fresas y Omega no olía precisamente así.

    – [Jane]Eso explica por qué Amy pasa de él.-[/Jane] Dudaba que fuera por eso. Amy poseía un mayor control de sus habilidades y que Owen me oliera como una destilería no significaba que Amy lo percibiera del mismo modo.

    – [Ezra]Quería disculparme contigo por como reaccione cuando desperté.-[/Ezra] Veinte años atrapados con un único objetivo en mente y con el lobo como única compañía. Cuando la encontré allí plantada delante de mí junto al resto me invadió la ira. Había pasado mucho tiempo desde aquello y una parte de mí sabía que estaba siendo injusto con ella.

    – [Jane]Ah, no te preocupes por eso.-[/Jane]Añadió quitandole importancia haciendo aspavientos con las manos. -[Jane]No sabías quién era.[/Jane]

    – [Ezra]Si lo sabía, solo que no eres ella.[/Ezra]

    – [Jane]En esta versión, aún no me ha dado por los asesinatos.-[/Jane] Era una broma un tanto macabra, o quizás yo estaba demasiado oxidado socialmente.

    – [Ezra]No tienes la mala influencia que te corrompió en mi futuro.-[/Ezra] A pesar de todo, aunque Dominic y Rebecca estaban separados, criaron a sus hijos de buena manera.

    – [Jane]Aquí podemos intentar llevarnos bien.-[/Jane] No parecía muy convencida, intentar implica que puede salir mal. Por otro lado lo entiendo, soy una especie de alma en pena que solo habla de desgracias.

    – [Ezra]Ya me caes bien desde que apoyaste a Elle.-[/Ezra] Era curioso como podían cambiar las cosas, la pequeña Elle había crecido rodeada de cariño y amigos que la apreciaban.

    – [Jane]Llevo apoyando a Ellie desde que éramos pequeñas, así que debo caerte bien desde hace mucho.-[/Jane] La verdad es que me hubiese gustado vivirlo, compartir infancia con todos.

    – [Ezra]Eres una buena amiga Jane.-[/Ezra] Quién sabe si quizás con el tiempo también para mí. Pero el saber que Elle no estaba sola, que tenía a gente que podía contar con ella, simplemente con eso me alegraba.

    – [Jane]Eso díselo a Xander…[/Jane]

    – [Ezra]Cuida de Xander, se nota que te quiere mucho… y tú a él.-[/Ezra] Si había algo que compartían ambas, Jane y Omega, eso era su vinculo con Xander. Si bien en el caso de Jane era amor, en el de Omega era más bien obsesión.

    Me despedí de ella y la deje de nuevo con su sesión de baile. Me aleje del gimnasio retorciéndome de dolor hasta la salida de la nave. La luna en la que nos encontrábamos tenía un extraño efecto sobre él y me costaba controlarlo, pero no podía dejarlo salir. A pesar de la amigable conversación que había mantenido con ella, el lobo seguía viendo a aquella que nos había hecho la vida imposible, no podía poner en peligro a Jane y los demás.

    – [Ezra]¡Basta, no ahora!.-[/Ezra] Grite en el exterior de la nave. La visión comenzaba a ser menos difusa y recuperaba el aliento.

    – [Elliot]¿Estas bien?[/Elliot] Alce la vista y echado en el ala de la Kvasir estaba Elliot leyendo un libro. El pequeño de los Williams era una variable de mi futuro, algo completamente desconocido ya que en mi futuro no existía al igual que Vera.

    – [Ezra]Si, no es nada.-[/Ezra]  Elliot no aparto la vista de mí, parecía un chico curioso al que la vida le había dado muchos palos. En cierta forma me vi reflejado en él.

    – [Elliot]¿Duele?.-[/Elliot] Sabía lo que estaba preguntado y quería saber. Era curioso como estos Jane y Owen no se habían vistos afectados por Preston, pero sin embargo Elliot, que no había tenido ninguna clase de contacto con él, se había visto afectado por lo que le hizo a su madre años atrás.

    – [Ezra]Siempre.-[/Ezra] Si bien es cierto que desde que desperté los cambios son más llevaderos debido a las lentas transformaciones que sufrí mientras estaba congelado, el sentir como todos tus huesos se parten y reajustas nunca termina de ser agradable.

    – [Elliot]Me gustaría pedirte un favor.-[/Elliot] Añadió bajando del ala de la nave con cuidado.

    –  [Ezra]No.-[/Ezra] Sabía lo que iba a proponerme y no podía convertirlo. No era un líder y ya tenía una manada, una un poco separada, pero al menos no estaba solo. Además esto sin duda estropearía mi relación con Jane.

    – [Elliot]No es eso.-[/Elliot] Dijo acercándose hasta mi posición – [Elliot]Iba ha proponerselo a Amy hace tiempo, pero tras lo de Leo no quería saber nada del resto. En parte me alegro de no haberlo hecho. Pensándolo fríamente. ¿Te imaginas que no funciona y tienes por ahí un lobo que básicamente es incapaz de sentir dolor?[/Elliot]

    – [Ezra]¿De que se trata entonces?.-[/Ezra] Me fije en el libro que apretaba contra su pecho, un ejemplar de Jane Eyre desgastado por el paso del tiempo, seguramente ya lo había leído un par de veces.

    – [Elliot]Me preguntaba si… ¿Podrías entrenarme?.-[/Elliot] Dude un segundo y añadió – [Elliot]Eres la única persona a la que puedo pedírselo. Los demás me ven como un niño y no aceptarían. No quiero que me enseñes a pelear, más bien a defenderme. No quiero ser una carga para nadie.[/Elliot]

    – [Ezra]Esta bien. Nos vemos mañana al amanecer en el bosque.-[/Ezra] No sé porque acepte. Quizás era la convicción con la que lo dijo. O la intensidad en su mirada al verse menospreciado. El caso es que, quien se iba a imaginar que acabaría confraternizando y entrenando a un Williams.

  • CAGANDOLA ESTREPITOSAMENTE CON EL CRUSH

    OWEN WILLIAMS

    MAÑANA – LA KVASIR

    Soy una persona bastante extrovertida. Suelo decir las cosas sin pensarlas antes, así que en  esta entrada de mi diario podréis ser testigos de como puedo llegar a cagarla tantísimo con Amy. Llegados a este punto lo mismo ya estáis cansados de que hable siempre de ella, pero también soy una persona positiva y me gusta escribir de las cosas que me gustan. Dudo que queráis ver todas las desgracias que nos pasan en la vida y la verdad ahora mismo lo más positivo que tengo en la vida es ella.

    Pensé, si porque a veces lo hago, como podría mostrarles mis sentimientos por ella. Una carta, demasiado antiguo. Un disco de mixes de canciones de ayer y hoy que mostrará lo que siento, el resistiré es un temazo, pero Amy tiene mejor gusto musical que yo. Un ramo de flores, claro, porque no debe de estar cansada de ver flores cuando se transforma en una preciosa loba, y no me seáis mal pensando, cuando quieres a una persona la quieres aunque tenga más vello corporal que tú en algunas ocasiones.

    – [Amy]Hey, Ezra.-[/Amy] Me sobresalte al escuchar a Amy. Niños, espiar esta mal, pero yo estaba allí antes de que llegaran ellos. También es cierto que podía haber salido de detrás de la esquina en la que me estaba ocultando y haberme marchado.

    – [Ezra]Hola Amy.-[/Ezra] Ezra le devolvió el saludo y se quedaron unos segundos en silencio mirándose, lo mismo los lobos en sus cabezas también se estaban saludando.

    – [Amy]He estado pensando en… bueno, lo que has entregado.-[/Amy] Añadió con dificultad. No solía costarle tanto hablar, por lo general es bastante directa. – [Amy]Y he pensado que podemos… utilizar todos los recuerdos malos de tu mundo y… crear buenos recuerdos aquí.-[/Amy] Os juro que si no fueran parientes harían buena pareja, pero es lo que tiene cuando más de la mitad de la generación uno es familia. Lo mismo en el futuro son todos Echolls, vete tu a saber. – [Amy]No quiero decir que los crees conmigo. Yo solo te doy la idea y tal.[/Amy]

    – [Ezra]No lo recuerdo, pero sé que tú estabas en gran parte de ellos. Estás incluso en uno de los peores cuando estaba apunto de morir.-[/Ezra] Ezra fue todo lo que no había sido Leo para aquella Amy, algo así como su escudero, su segundo al mando, compañero de aventuras, confidente… la verdad es lo que me gustaría ser para ella. -[Ezra]Me parece buena idea, de hecho ya hay algunos buenos.[/Ezra]

    – [Amy]Poco a poco podemos ser como éramos en tu mundo o mejores.-[/Amy] Le costo pero poco a poco se dibujo una sonrisa tímida en su rostro y a mi se me puso una sonrisa de oreja a oreja, porque si tu crush es feliz, tú eres feliz.

    – [Ezra]Empiezo a creer que ya lo sois. Es decir, ni siquiera tenéis a las versiones corruptas de Jane y Owen. Bueno al menos uno de ellos.-[/Ezra] Había visto en lo que se había convertido esa Jane y el contraste con el ser de luz que era mi hermana era aterrador. No me quería ni imaginar como era la mía y como de mal se lo podía haber hecho pasar a mis amigos y Amy.

    – [Amy]Owen tiene sus cosas, pero tanto como para decirle corrupto…-[/Amy] Un momento, eso era un un intento de broma. Me da igual que fuera a mi costa si eso hacía que Amy se soltara con un miembro de su manada.

    – [Ezra]La  verdad es que este es… ¿agradable?.-[/Ezra] ¿Gracias?.

    – [Amy]Sí. No esta mal.-[/Amy] Volvió el silencio. ¿Ese es el efecto que creo en las personas? El de incomodidad. O tal vez los lobos estaban hablando. ¿Los lobos son telepatas entre ellos?.

    – [Ezra]Gracias por preocuparte por mí Amy, sin duda esto será un buen recuerdo.Voy a ver si encuentro a Chloe. Va siendo hora de conocer mejor a mi hermana.-[/Ezra] Todas las familias tienen sus problemas, pero creo que nadie gana a la de Ezra. Menudo cacao de lineas y viajes temporales tienen en esa familia.

    – [Amy]Nos vemos.-[/Amy] Se despidió y alzo la mirada hacia donde me encontraba. – [Amy]Ya puedes salir Owen.[/Amy]

    – [Owen]¿Qué? ¿Como?. No sé de que me hablas, no estaba escuchando.-[/Owen] Salí de detrás de donde me encontraba con mi mejor cara de ando perdido por la nave sin saber que hacer.

    – [Amy]Ya.-[/Amy] Vislumbre una medio sonrisa de lado. Eso era todo lo que quería, alegrarle el día de la misma manera que ella hacia conmigo todos los días.

    – [Owen]La verdad es que quería hablar contigo sobre lo que has entregado.-[/Owen] No lo hagas Owen, tú no lo sabes pero estas a punto de cagarla de una manera épica, de proporciones bíblicas.

    – [Amy]He entregado mis visiones.-[/Amy] Añadió escuetamente y se quedo en silencio mirándome. Para andar fardando de lo bien que la conozco debería de haber sabido que ese silencio era que no quería seguir hablando del tema.

    – [Owen]Ya, pero no me has dicho a cambio de que, y teniendo en cuenta el trato que me propuso Caitriona creo que se por que.-[/Owen] Maldito Owen resabido. Que Caitriona te propusiera una cura de la licantropia no quiere decir que ella entregara sus visiones por ti. Lo mismo le ofreció una carrera musical como a Niall, no eres el puto centro de atención de Amy aunque lo quieras ser.

    – [Amy]Ah, eso.-[/Amy] Se hizo un poco la loca y con razón. No quiero decir que lo este o que cause ese efecto en ella. Bueno que no quería hablar de tema. -[Amy]Le he dado mis visiones a cambio de que mi familia esté a salvo.[/Amy]

    – [Owen]Dudo que te haya ofrecido lo mismo que a Noah. No soy tan tonto Amy.-[/Owen] Visto en perspectiva y recordando esta conversación si, lo soy, mucho.

    – [Amy]¿Qué te ofreció a ti?.-[/Amy] Pregunto cambiando de tema y con razón, yo mismo me estoy dando vergüenza mientras transcribo esa conversación en mi diario.

    – [Owen]Una cura contra la licantropia a cambio de que Jane me odiara de por vida.-[/Owen] No quería ser feliz a costa de perder a Jane. La verdad prefería quedarme solo toda la vida si con eso conseguía no perder mi vinculo con ella.

    – [Amy]No le veo el sentido.-[/Amy] Sin duda Amy tampoco habría aceptado si Caitriona le hubiese propuesto que Vera o Kaylee le odiaran. En el fondo creo que Amy estaba deseando deshacerse de sus visiones, debe de ser horrible ver como puede morir todo el mundo. – [Amy]Has hecho bien en no aceptar.[/Amy]

    – [Owen]No quiero que pienses que por eso te quiero menos. Si me hubiese ofrecido cualquier otra cosa habría aceptado sin pestañear. Es decir, ¿Tú has visto los tratos que les ha ofrecido a algunos?.-[/Owen] Vale, no es el mejor momento para esto, pero me gusta remarcar las veces que se lo digo. El recordatorio de que nunca fue algo fugaz, de que lo que siento por ella siempre ha estado ahí.

    – [Amy]El de Niall está bastante bien.-[/Amy] Si la idea de Caitriona era la de hacer tratos debería haberme ofrecido la cura por mi poder, o incluso a cambio de mi legado aesir, pero la familia es algo que no se toca, con lo «bien» estaban las cosas ahora.

    – [Owen]El más listo. Bueno Amy, no tenías porque haber dado tus visiones por mi, pero gracias.Ya no tienes porque temer matarme.-[/Owen] Puso los ojos en blanco y con razón, yo también lo haría ahora mismo si fuera capaz de hacerlo.

    – [Amy]No he dado mis visiones por ti.-[/Amy] Se quedo mirándome fijamente, es en este momento cuando debería de haber callado y no seguido. – [Amy]Se que es lo que te gustaría creer, pero siento decirte que no ha sido así.[/Amy]

    – [Owen]Me duele que me tomes por tonto cuando fuiste tú la que dijo que no fuera tan superficial.-[/Owen] Hice un amago de marcharme y debería de haberlo hecho. – [Owen]Es broma, no puedo enfadarme contigo.[/Owen]

    – [Amy]Lo siento. No quiero que creas que pienso eso de ti cuando no es verdad.-[/Amy] Lo es, no tienes porque disculparte, soy tonto de remate. – [Amy]He dado mis visiones para que estés a salvo de mí.[/Amy]

    – [Owen]Pero yo no quiero estar a salvo de ti, quiero estar contigo.-[/Owen] Que romántico y que inoportuno todo de verdad.

    – [Amy]Deberíamos de ser solo amigos.[/Amy]

    – [Owen]No quiero ser solo amigos.[/Owen]

    – [Amy]Ya.-[/Amy] Había un brillo en sus ojos, pero no precisamente de felicidad. Estaba apunto de llorar. En menos de cinco minutos había conseguido que de felicidad pasará a estar tan triste como para llorar. Como podía cagarla tanto en una conversación tan corta.

    – [Owen]Hace unos días estabas pensando morderme para que estuviéramos juntos y ahora solo quieres que seamos amigos. Amy, no te niegues ser feliz, aunque sea con un superficial como yo.-[/Owen]Superficial y tonto del culo, si eso es lo que soy. Me da ganas de darme de leches solo rememorando esto.

    – [Amy]Ahora mismo no me apetece estar con nadie.-[/Amy] Se encogió de hombros y si, en efecto, ha costado pero si, en este punto fue cuando recordé todo lo que estaba pasando. No estábamos descansando solo por lo perdido frente a Caitriona, también estábamos de luto. Amy acababa de perder a su abuela y yo aquí atosigándola para que mostrará los sentimientos que sentía por mí. Solo debería de quedarme yo después de esto.

    – [Owen]Tampoco es el mejor momento para estar sola. Te apetece hacer algo, como… amigos.-[/Owen] A buenas horas desgraciado. Después de lo que acababa de pasar solo esperaba una negativa y que se marchara. Pero asintió, lo cual fue un alivio porque no quería dejarla sola, a pesar de que fuera mi culpa de que se encontrara así.

    – [Amy]Podemos ver una peli.-[/Amy] Me miro fijamente y yo solo quería lanzarme y abrazarla por semejante cagada. Pero no lo hice, eso era invadir su espacio. – [Amy]En silencio.[/Amy]

    – [Owen]Me parece bien.-[/Owen] Así que aquí estamos, viendo como una novia escapa de los colgados de los familiares de su marido porque tienen un pacto con el demonio, un poco parecido a lo que acabábamos de pasar con Caitriona. Amy se tapo con una manta y apoyo su cabeza contra mi hombro. No hice nada, eso era todo lo que quería. Quería ser la persona que le hiciera feliz, pero también la que estuviera allí cuando se encontrará mal. Cuando todo fuera mejor quizás podíamos ser algo más, pero por ahora me conformaba con ser su amigo, y no quería perder eso.

  • MI VERDADERO PODER

    NIALL

    AMANECER – BOSQUE DEL CREPÚSCULO

     

    Por un momento pensé que había vuelto a casa con mi madre, esa caravana que apenas era más grande que mi habitación de la residencia, pero entonces recordé que volvimos con los demás porque los ladrones de cuerpos o vete a saber quienes eran ahora habían vuelto. Así que francamente no tenía ni la más mínima idea de donde podría encontrarme.

    Por mi mente paso la idea de que estuviera en otro de esos mundos buscando al Daë de turno, pero era algo que solíamos hacer en grupo y además llegados a este punto, en el que apenas restaban media docena, no creo que fueran a confiar en mí para hacer una misión en solitario para captar al Daë de tuerno.

    -[Caitriona]Hola Niall.-[/Caitriona] Me gire sobresaltado y ahogue un grito. No tenía ni la más remota idea de donde había salido esa señora. -[Caitriona]Soy Caitriona y he venido a hacer un trato.[/Caitriona]

    – [Niall]¿Nos conocemos?. Espero que el trato no tenga nada que ver con las cadenas.-[/Niall] Solo mi circulo cercano me conocía por Niall, no es que no fuera presentándome a todo el mundo como tal, pero a esta mujer no la había visto en mi vida.

    – [Caitriona]Yo a ti te conozco, pero tú a mí no aún.-[/Caitriona] Hizo aparecer una silla desde el suelo y sentó en ella. La verdad que como método para ahorrar espacio iba bastante bien.

    – [Niall]La verdad tampoco sé si quiero conocerte, me están llegando unas vibraciones muy chungas.-[/Niall] No me va mucho el rollo de la magia, es chunga y es fácil corromper a la gente con ella.

    – [Caitriona]Puedo ofrecerte algo que quieres por un módico precio.-[/Caitriona] Ya tiene que estar la cosa jodida en el mundo de la magia para que tengas que estar pluriempleada en el mundo de la teletienda, o magitienda en este caso.

    – [Niall]No tengo un duro y me he dejado la cartera en la nave.-[/Niall] No tenía dinero para mí como para ir repartiendolo a gente que estaba en las mismas que yo.

    – [Caitriona]Eso tiene arreglo.-[/Caitriona] Si, un trabajo bien remunerado. Que la gente no sea homofoba y racista. pero esta la cosa complicada.

    – [Niall]No hago favores sexuales.[/Niall]

    [Caitriona]No los necesito, pero gracias por la aclaración.-[/Caitriona] Debió de tomarselo porque sonrió un poco -[Caitriona]¿Quieres que te muestre lo que te ofrezco?[/Caitriona]

    – [Niall]Si por favor, procede.-[/Niall] Al igual que hizo con la silla, hizo aparecer una televisión, pero una de esas antiguas. No debía de conocer las pantallas planas, aunque quien soy yo para jugar, en casa tengo una igual. Cait, ya que nos tuteamos la llamare así, puso el mando y empezó a reproducirse un videoclip en el canal de Infinity Music. No sabía de quien se trataba, pero sonaba bien y el tío se movía de escándalo. Cuando me di cuenta de quién se trataba casi caigo al suelo. – [Niall]Soy… Soy ¿yo?.[/Niall]

    – [Caitriona]Se parece bastante a ti, pero todavía no eres tú.-[/Caitriona] Añadió sonriendo. Sin duda a la tía esta le gustaba ponerse en plan críptica. Seguro que alguien ya le ha tocado el papo y ahora va con mas cautela.

    – [Niall]Vale, donde está el truco. ¿10 años de éxitos y después la decadencia?¿Mi alma a cambio del éxito?.-[/Niall] La verdad es que no me gustaban ninguna de las dos opciones. No quería ser uno de esos cantantes con un único hit y tampoco perder mi alma, no es que crea que tengamos algo dentro de nosotros, pero el capítulo ese de los Simpson en el que Bart le da su alma a Milhouse es difícil de olvidar.

    – [Caitriona]Quiero tu don.-[/Caitriona] Dijo sin dar muchos rodeos.

    – [Niall]Específica chata porque tengo muchos.-[/Niall] Mismamente mi voz era uno de ellos, acaso iba a ser el número uno en el mundo con un álbum en el que soltase gallos. O me iba a joder el meñique en una mano y nunca más podría tocar el piano bien.

    – [Caitriona]Quiero tu poder.-[/Caitriona] Me dio mal rollo lo convencida y decidida que sonó – [Caitriona]El grito sónico.[/Caitriona]

    – [Niall]¿Y no prefieres el 20% de todos mis éxitos?. Te vendría bien cambiar de aires… y casa.-[/Niall] Nadie decía que no pudiera regatear con ella. La verdad si me hubiese dicho que quería el pajarraco en el que me convierto de vez en cuando hubiese dicho que si sin pestañear. Pero mi poder… no es que fuera a ser un héroe como el resto, eso lo tengo más que claro, tampoco es que me guste esa vida. Pero era algo que siempre me había sacado de alguna situación peliaguda.

    Seguro que los demás también piensan que soy un vendido si acepto esto oferta. Pero la industria de la música no es fácil, a no ser que estés bueno como Leo que le da un plus. Pero las puertas se siguen cerrando con facilidad en la industria para los negros, súmele a eso el ser un negro gay. Además me negaba a ser una garrapata para Lexie el resto de mi vida. Ahora podríamos quemar tarjetas de crédito a pares, cada una las suyas.

    Cait se levanto resoplando, fijo que el resto ya le había intentado regatear también – [Caitriona]Niall, esto no es una negociación.-[/Caitriona] Me echo una miradita por encima del hombro y se encamino hacia la salida.

    – [Niall]Espera, espera. Esta bien, acepto.-[/Niall] Me da igual lo que pensara el resto de mi por esto. Iba a conseguir la carrera musical que tanto deseaba e iba a sacar a mi madre de esa mierda de caravana dándole esa casa que se merece.

    – [Caitriona]Así me gusta.-[/Caitriona] Regreso hasta donde me encontraba y poso una mano sobre mí. Ni apretón de mano ni leches. La tía se acaba de llevar mi habilidad sin rechistar. Al menos no había tocado mi verdadero poder. – [Caitriona]Cuando vuelvas a la Tierra, recibirás una llamada y empezará lo que has visto. De ti depende el resto.-[/Caitriona] Tenlo por seguro Cait, no me faltaran ganas para que cada canción sea un éxito.

    – [Niall]Te dedicare el primer álbum.-[/Niall] Pondré a una tía en toga en la portada del disco, o le compondré una canción, o la añadiere en las dedicatorias. Aunque todo esto le importaba más bien poco, ella ya había conseguido lo que quería, tampoco es que tuviera que darle nada más.

    Cait soltó una carcajada propia de bruja mala mientras se dirigía hacia la puerta y antes de marcharse añadió – [Caitriona]Volveremos a vernos.[/Caitriona]

    La verdad esperaba que no. Para que quisiera mi carrera músical la próxima vez la muy perra.

     

  • NO SE ADMITEN CAMBIOS NI DEVOLUCIONES

    Amy – Bosque del Crepúsculo

    ¿Tarde?

    La cabaña era agobiante y estaba sucia, muy sucia. Pero no voy a entrar en detalles mil veces repetidos, porque lo importante era aquella mujer y lo que venía a decirme. Ataviada con su toga y sin darle muchas vueltas al asunto, la mujer de rasgos en apariencia asiáticos, sacó una silla de un vórtice en el suelo y me soltó, a bocajarro, que quería hacer un trato conmigo.

    – [Amy]No sé qué puedes querer de mí[/Amy].- admití de pie con la espalda apoyada contra la pared. Me negaba a tumbarme en aquellas sábanas que olían al resto de New Moondies. (más…)