Chloe – Nave
Mañana
No me sentía muy integrada. A lo mejor era cosa de la diferencia de generación. Esta gente tenía veinte años más que yo, aunque en este preciso instante pareciéramos de la misma edad. El juego ese, el de la botella, estaba caducadísimo en mi época. Nadie jugaba a eso. Era como decirle «botellón»a beber en la calle como si fueras un homeless (en serio xd) o ir a una discoteca ruidosa. Lo normal, en el futuro, era ir a una discoteca silenciosa, ponerte tus auriculares y que cada uno bailase sus mierdas. ¿Qué necesidad tenía yo de escuchar heavy si a mí me molaban el trap y el reggaeton? Pues eso mismo.