Moondale

Etiqueta: brotp: Owen y Kaylee

  • OS ESTOY OYENDO, IDIOTAS

    Kaylee – Nave

    Mañana

    No pasé toda la noche con Leo. Me habría gustado, pero de madrugada empezó a removerse y sentí la necesidad de salir corriendo para no darle explicaciones. Al salir, me crucé con Owen, que venía de limpiar la cocina. Los hijos de Rebecca estaban todos un poco tocotó, para qué nos vamos a engañar.- [Kaylee]¿Adónde vas con eso, Don Limpio?[/Kaylee]- solté cerrando la puerta de la habitación de Leo tras de mí.

    – [Owen]¿ME ESTÁS LLAMANDO CALVO?[/Owen]- gritó y le hice una seña para que bajara la voz.- [Owen]¿Qué le ha pasado, hipotermia por bañarse en pelotas?[/Owen]

    – [Kaylee]Se ha transformado[/Kaylee].- resumí.

    – [Owen]No me había parado a pensarlo. Después de todo estamos en una luna, lo mismo les afecta[/Owen].- se quedó pensativo. Owen estaba guapo, siempre lo había sido. Incluso con un bañador a modo de pijama y una camiseta de publicidad de una bebida japonesa. No dudaba que mi yo de quince años quisiera enrollarse con él.  En cualquier otra circunstancia, habría sido un buen tío con el que salir, pero aunque de físico iba sobrado y tenía un carácter afable, sentía que nos faltaba lo más importante: la conexión mental. – [Owen]No ha habido ningún problema ¿verdad?.-[/Owen]

    – [Kaylee]No ha sido por eso[/Kaylee].- le aclaré.- [Kaylee]Leo no debería haber dicho de jugar. Se ha enfadado, primero cuando le han preguntado por mí y después con el casi beso a Dante[/Kaylee].

    En la cara de Owen apareció una sonrisa triste.- [Owen]Me ha dolido que no me consideraras el más atractivo con la ausencia de Leo.-[/Owen]- su boca decía eso, pero sabía que estaba hablando de otra cosa.

    – [Kaylee]Tenemos demasiada historia juntos[/Kaylee].- empecé diciendo. Aún no le había pedido perdón por salir corriendo aquella noche.- [Kaylee]No quería remover el pasado[/Kaylee].

    – [Owen]Bien pensando[/Owen].- supe que no hacía falta que le pidiera perdón de manera directa, pero se lo merecía.- [Owen]No quiero que me beses y te enamores de mí. Menudo drama entonces.[/Owen]

    – [Kaylee]Es que eres irresistible[/Kaylee].- bromeé y solté una carcajada.

    – [Owen]Calla, que te va a oír tu hermana. Tiene súper oído.[/Owen]- me recordó.

    Nos quedamos en silencio y supe que tenía que cerrar ese capítulo.- [Kaylee]Me gustaría decirte algo[/Kaylee].- tragué saliva.- [Kaylee]Del instituto[/Kaylee].

    Sus ojos, casi siempre brillantes, se tornaron un poco más oscuros.- [Owen]Una época turbia de mi vida, pero dime[/Owen].

    – [Kaylee]Yo a ti te gustaba de verdad y…[/Kaylee]- tomé aire. Qué pequeño parece el mundo a veces. ¿Habrá aire para todos? – [Kaylee]Yo…me dejaba querer. Me hacía gracia saber que estabas ahí para adorarme[/Kaylee].- tomé una bocanada de aire.- [Kaylee]Me porté fatal contigo. No te merecías que fuera tan mezquina[/Kaylee].

    – [Owen]Perdonada[/Owen].- me dijo con rapidez.- [Owen]Ahora adoro a otra persona[/Owen].

    Respiré con normalidad.- [Kaylee]No te olvides de ti mismo por el camino[/Kaylee].- le pedí. Quise darle un abrazo, pero no fui capaz. Solo pude despedirme con un leve «hasta mañana» y me fui a dormir.

    Cuando me desperté, supe que había dormido mal. Me dolía todo el cuerpo y seguía teniendo sueño, pero si volvía a echarme en la cama, sería peor, así que me puse en pie y me duché para despejarme. Después desayuné y me fui a dar vueltas por la nave evitando encontrarme a Leo.

    En esas estaba cuando pasé delante de la habitación de Idris. Me lo encontré tumbado en la cama viendo La Patrulla Canina en un Inpad.- [Idris]Vamos Everest, tú puedes.[/Idris] – le dijo a la pantalla.

    Toqué a la puerta, aunque estaba abierta.- [Idris]Kay, pasa.[/Idris]

    – [Kaylee]No seré yo la que juzgue a nadie, pero no tiene pinta de que vayas a salir de la cueva.[/Kaylee]- comencé diciendo.

    – [Idris]Estaba de maratón.[/Idris]- confesó. Llevaba un pantalón viejo a modo de pijama y una camiseta raída. La ropa que estaba robando Lexie no era ninguna maravilla.

    – [Kaylee]¿Sin Elle?[/Kaylee]- enarqué una ceja.

    – [Idris]Sí, bueno, está intentando acostumbrarse a todo esto.[/Idris] – era bueno bromeando, pero disimular no era lo suyo.

    – [Kaylee]Ya…[/Kaylee]- me senté en el borde de la cama.- [Kaylee]Mientes de pena[/Kaylee].

    – [Idris]Meh, no es nada. Esto es un cambio muy gordo.[/Idris] – le restó importancia.

    – [Kaylee]Es una mierda[/Kaylee].- confirmé.

    – [Idris]Ya solo nos quedan unos cuantos planetas.[/Idris] – intentaba ser positivo, pero le salía regulín.

    – [Kaylee]Eso no lo sabes[/Kaylee].- le recordé estirándome la camiseta tres tallas más grande que llevaba a modo de vestido con un cinturón viejo para darle un toque moderno.- [Kaylee]A saber cuánto tiempo nos espera aquí[/Kaylee].

    Vi que Idris asentía y continué.- [Kaylee]Yo me lo intento tomar de forma positiva, porque estoy con todos vosotros de vacaciones pagadas[/Kaylee].-

    – [Idris]Amén hermana.[/Idris] – levantó una mano y la movió. – [Idris]Muy bien llevado el juego ayer[/Idris]

    – [Kaylee]Sé que nadie nos ha pedido opinión para venir aquí, pero somos jóvenes y tenemos la oportunidad de hacer LO QUE QUERAMOS[/Kaylee].- hablaba como si supiera lo que decía, pero en realidad, actuaba por impulsos.- [Kaylee]¿El precio? Salvar el mundo, pero si nos han elegido, es que podemos hacerlo[/Kaylee].

    – [Idris]Mira, no me imaginaba hasta venir aquí que me ibas a caer tan bien.[/Idris] – me sonrió.

    – [Kaylee]Soy majísima[/Kaylee].- apunté.

    – [Idris]No me cabe duda. A ver, hablando seriamente, somos lo más simpático de la nave.[/Idris] – afirmó y me reí.- [Kaylee]Competimos con gente como Leo, así que no es tan difícil[/Kaylee]

    – [Idris]Tenemos el peso de que esto no sea un muermo sobre nuestros bellos hombros.[/Idris]

    – [Kaylee]Hay que cambiar la forma de ver esto para que cada vez que volvamos a la Kvasir, sea una fiesta[/Kaylee].- le propuse.

    – [Idris]Con tu magia, nuestro cerebro y mis ideas perversas, eso va a ser fácil.[/Idris] –  confesó mucho más alegre que al principio.

    – [Kaylee]Lo malo pasará y lo que recordaremos será todo lo que hayamos reído, follado y abrazado[/Kaylee].- cada palabra que dije, me imaginé compartiéndola con una persona y siempre era la misma.

    Él dejó escapar una carcajada. – [Idris]Eres mi pelirroja favorita.[/Idris]

    – [Kaylee]La tuya y la de todo el mundo[/Kaylee].- le guiñé un ojo.

    – [Owen]Yo soy tan Marshall…[/Owen].- escuché decir a Owen, que había entrado en la habitación y miraba el Inpad que continuaba con el capítulo parado.

    – [Kaylee]¿Por patoso?[/Kaylee]- le sonreí.

    – [Owen]Obvio.[/Owen]

    – [Idris]Yo estoy dividido: Everest, Rocky…[/Idris] – enumeró Idris – [Idris]Me encantaba el helicóptero.[/Idris]

    Viendo que la conversación se estaba yendo por otros derroteros, cambié el rumbo.- [Kaylee]Idris y yo estábamos hablando de convertir cada vez que estemos en la Kvasir en una fiesta[/Kaylee].

    – [Owen]El premio a un trabajo bien hecho.[/Owen]

    – [Idris]Ni confirmo ni desmiento que ahora mismo un 90% de muchedad de la nave está en este cuarto.[/Idris] – apuntó Idris.

    – [Kaylee]Id pensando qué podemos hacer[/Kaylee].- propuse.

    – [Idris]Idris mira a Owen. Caperucita ha tenido la idea de «planear» fiestecillas para desconectar entre «incursiones»[/Idris].

    – [Owen]La gente trabaja mejor con recompensas[/Owen].- Owen nos dio la razón.

    – [Kaylee]Tenemos la oportunidad de que esto sea nuestro viaje de estudios[/Kaylee].- me froté las manos.

    – [Idris]Somos guapes, jóvenes y lejos de casa.[/Idris] – nos recordó el mayor de los Novak.- [Idris]¿Alguna idea, cerilla?[/Idris]

    – [Owen]Fiesta en la piscina. Si no se tiene bañador no importa[/Owen].- miré a Owen con los ojos abiertos de par en par.

    – [Idris]Me gusta como piensas.[/Idris] – guardó el Inpad. El bajón parecía superado.

    – [Kaylee]Yo lo de la fiesta en la piscina lo veo, pero lo de ir desnudos…mejor que sea opcional[/Kaylee].- no pensaba desnudarme en presencia de nadie que no fuera Leo.

    – [Idris]Ya lo solucionaremos con alcohol alienígena.[/Idris] – enarqué una ceja.- [Idris]Tampoco vendría mal no tener que compartir cuarto con mi hermano.[/Idris] – fingió un ataque de tos.

    – [Kaylee]Eso es fácil[/Kaylee].- sonreí.- [Kaylee]Decidme lo que queréis y se os concederá[/Kaylee].

    – [Owen]¿Eres como un genio?. Vale, mi primer deseo es que nadie folle en las zonas comunes[/Owen].- Owen se había quedado traumatizado con lo de sus padres. No tenía pruebas, pero tampoco dudas.

    – [Kaylee]Denegado[/Kaylee].- negué con la cabeza.- [Kaylee]Estoy deseando que Leo me empotre contra la encimera[/Kaylee].

    – [Idris]Puedes pedir una neverita para tu habitación o salir con una venda en los ojos.[/Idris] – propuso Idris.

    – [Owen]Sí, la nevera me vendría bien. Por mucho froti froti que le diera a la cocina, yo no vuelvo a entrar allí[/Owen].- simuló un escalofrío y nos tuvimos que reír.

    – [Kaylee]Yo te condeno a que Amy y tú zumbéis contra la nevera y se te quiten las tonterías[/Kaylee].-  y estallé en carcajadas.

    Lo que no sabíamos es que Amy pasaba por la puerta en ese momento.- [Amy]Os estoy oyendo, idiotas[/Amy].-  y volvimos a reírnos.

     

  • BIEN JODIDA

    Kaylee – Casa

    Mañana

    Me encontraba mal y tenía que disimularlo como si fuera una actriz de método, porque en casa de un ex alcohólico, tener resaca no estaba muy bien visto. Así que en cuanto Ellie se fue, después de pasarse la noche durmiendo a mi lado, bajé a la cocina a desayunar con todo el sigilo del mundo, pero me tomé el camino a la cocina con calma y fui revisando todas las fotos que mi madre tenía colocadas a lo largo de la casa. Ver a mis padres tan jóvenes, a mí misma antes de creerme la reina del instituto y a mis hermanas tan sonrientes, me hizo recordar todo lo que estaba mal en mí.

    ***

    FLASHBACK – LA NOCHE ANTERIOR

    Había fiesta en casa de Tina y eso significaba ir en bañador y beber hasta que «La cárcel de plata» me pareciese un temazo y me diese por llorar, pero como tenía -3000 ganas de ponerme en bikini porque tenía la regla, me planté un vestido de lentejuelas que me tapaba el culo de milagro y con el que era imposible llevar sujetador. Además, Owen pasó a recogerme caminando, porque se ve que estábamos en 2006 y no me había dado cuenta.

    La cuestión es que la fiesta no era tan deprimente como había imaginado en mi cabeza, porque Tina tenía una casa enorme, dos padres que nunca estaban y había un montón de gente guapa, pero tenía el día torcido y me apetecía irme a mi casa a ver ‘Dirty Dancing’ y llorar porque nadie ponía a Baby en una esquina, así que cuando Owen se fue a desplegar sus armas de ligue masivo, cogí un vaso de cerveza peleona de la que le gustaba comprar a la anfitriona y me fui a darle la turra a Dante, que tenía la gracia de una hemorroide y estaba al lado de la mesa de las bebidas.- [Dante]Hola, Kay.[/Dante] – él también estaba bebiendo cerveza en un vaso rojo de plástico. Supongo que a todo el mundo le gusta fingir de vez en cuando que está en la fiesta de una serie, porque estos vasos eran el doble de caros.

    – [Kaylee]Hola[/Kaylee].- le sonreí con coquetería, porque no voy a mentir ahora y a decir que Dante no está bueno, porque sí lo está. Además, corría el rumor de que se había enrollado con Mike Solo-Novak y quién no ha fantaseado con la idea de tener un novio con el que hablar de tíos.

    – [Dante]¿Empezando el curso con fuerzas?[/Dante] – comentó moviendo la cabeza con disimulo al ritmo de la música. Estaba sonando una balada del año de la polca que se llamaba ‘The man who can’t be moved’ y era algo así como la peor canción de la historia para poner en una fiesta.

    – [Kaylee]No se pueden perder las buenas costumbres[/Kaylee].- di un sorbo y él sonrió. Observé sus vaqueros desgastados y su camiseta negra «made in Dante». Hecho esto, me quedé esperando a que dijera algo más, pero es tan soso que tuve que irme a increparle a friki que hacía de DJ, porque si seguía poniendo esa mierda nos íbamos a cortar las venas.

    No sé qué cable se me cruzó, que cuando vi a mi primo Alexander, cerca de la mesa del tío de la música, me dio por hablarle. A lo mejor la cerveza se me había subido a la cabeza.- [Kaylee]Eh, ¿qué haces aquí?[/Kaylee]

    – [Xander]Hola, Kaylee.[/Xander] – llevaba una camisa de cuadros y un pantalón chino, que le daban la pinta esa que sabes que le gustaría a tu madre. Bueno, a mi madre no, porque es mi primo y déjate de endogamias raras.- [Xander]Dante me ha arrastrado. Supongo que me iré en un rato.[/Xander]

    Si me paro a pensarlo, supongo que fue porque era obvio que le caía mal y necesitaba sentirme bien, pero en realidad, estaría excusando mi comportamiento.- [Kaylee]Así me gusta[/Kaylee].- dije y le aguanté la mirada.

    Sé que me miró decepcionado, porque nos conocíamos demasiado bien. – [Xander]No sé si nos ha pasado por encima la adolescencia o un tractor.[/Xander] – soltó un suspiro y vi que miraba a Tina, que en teoría era su novia, pero a la que no le estaba haciendo ni caso.

    – [Kaylee]¿Por qué hablas en plural cuando eres tú el que no se habla con su mejor amiga?[/Kaylee]- inquirí de malos modos.

    – [Xander]Kaylee, ¿de verdad te tengo que decir lo evidente?[/Xander] – me preguntó, sin perder un ápice de la bendita paciencia que le caracterizaba. – [Xander]Puedes atacarme lo que quieras, me va a dar igual.[/Xander]- la fiesta estaba en pleno apogeo: la gente bailaba, bebía y se tiraba a la piscina como si mañana no fuera a existir, pero nosotros estábamos revolcándonos en nuestra miseria.

    – [Kaylee]¿Y qué es lo evidente según tú?[/Kaylee]- al escucharme, negó con la cabeza. – [Xander]Te sientes querida por tus aduladores pero no les importa como eres en realidad, tienes que fingir, tienes que ser cruel con los que no te iban a juzgar.[/Xander]

    – [Kaylee]Deja el psicoanálisis para quien quiera escucharte[/Kaylee].- farfullé. Eso había dolido.

    – [Xander]Como quieras. Te lo digo porque te conozco y te quiero. Pero no todo el mundo tiene la misma paciencia[/Xander].- supuse que hablaba de la nueva.

    – [Kaylee]¿Me quieres tanto como quieres a Jane? La dejaste sola cuando su vida saltaba por los aires[/Kaylee]. – que Owen fuese mi mejor amigo me daba mucha ventaja para atacar a Alexander con el tema de Jane.- [Kaylee]Dale consejos a los demás cuando seas un ejemplo, pero no antes[/Kaylee].

    – [Xander]No te falta razón, Kaylee. Precisamente por eso te lo digo. Sé lo que hice mal con Jane y ya no tengo opción a arreglarlo. Hazlo mejor que yo.[/Xander] – lo dijo tan de verdad, que noté cómo sus palabras golpeaban la pared de falsa seguridad que tenía a mi alrededor.

    Ni siquiera me molesté en contestarle. Lo dejé solo con su halo de salvador y todas sus basuras de psicólogo de medio pelo, porque me había hecho daño.

    Así pues, estuve un rato sola, bailando y bebiendo, hasta que vi que Owen estaba en el jacuzzi rodeado de un grupo de chicas y me jorobó la idea de perder a mi cheerleader personal. Esto dicho así suena fatal, pero es otro comportamiento de mierda de mi lista interminable de comportamientos de mierda.- [Kaylee]Quita, bicho[/Kaylee].- le solté a Blue Stevens para que se fuera y se llevara a su séquito. – [Kaylee]A ver, la bacanal la dejáis para luego. Ahora, que corra el aire[/Kaylee].- hice un gesto con las manos y se largaron.

    Owen me devolvió su sonrisa especial de «ya llevo cuatro cervezas más de las que debería», porque él decía que su genética de aesir le hacía ser inmune al alcohol, pero yo no lo tenía tan claro.- [Owen]¿Por que no te metes?[/Owen]- me preguntó cuando me senté en el borde, pero a su lado, mientras me miraba las piernas.

    – [Kaylee]No, que nos conocemos y eres capaz de hacer pis[/Kaylee].- la cerveza ya estaba caliente, así que la dejé a un lado. Me notaba un poco borracha y bastante triste y eso, con Owen cerca, siempre era una mala combinación. Pero que conste en acta que jamás me había puesto una mano encima sin mi consentimiento y con él creo que tampoco.

    – [Owen]Eso solo pasó una vez cuando era pequeño. Y todo el mundo se mea en las piscinas, por eso es mejor el jacuzzi[/Owen].- le dio un sorbo a una piña colada que tenía por ahí y deduje por qué estaba un poco chuzo: las mezclas no le vienen bien a nadie.

    – [Kaylee]El jacuzzi es una piscina pequeña[/Kaylee].- le miré y puse los ojos en blanco.- [Kaylee]¿Qué hace aquí tu amigo?[/Kaylee]- sí, hablaba de mi primo.

    – [Owen]Sacarlo a pasear, que le dé el aire, que se divierta.[/Owen]- lo buscó con la mirada y se encontró con que estaba enrollándose con Tina. Ya veis, el mártir que tanto quería a Jane.- [Owen]Además, Tina está con él[/Owen].

    – [Kaylee]Suerte con eso[/Kaylee].- no pude disimular el desdén en mi forma de hablar.- [Kaylee]Le gusta tu hermana desde que nació, más o menos[/Kaylee].

    – [Owen]Suerte con eso. A mi hermana no le gusta nadie.[/Owen]- intentó aparentar que le daba igual, pero el tema de su hermana le dolía y mucho. Al final, mi mejor amigo no dejaba de ser un osito de peluche con esteroides al que le gustaban demasiado el alcohol y las personas moderadamente atractivas.

    – [Kaylee]No sé cómo podéis compartir genes[/Kaylee].- él fue a decir algo, pero cambió de tema.- [Owen]Por cierto, ¿y tu que tal estas?.-[/Owen]- salió del jacuzzi dejándome un plano fantástico de sus abdominales y se sentó a mi lado.- [Owen]He oído lo que ha ocurrido[Owen].- me pasó un dedo por la mejilla  y me dejé querer. Algún día debería plantearme no jugar con él, pero no había llegado aún.

    – [Kaylee]Sobreviviré[/Kaylee].- le resté importancia. Lexie no me supondría un problema a la larga o eso quería creer.- [Kaylee]Esa novata piensa que todos hemos salido del gueto[/Kaylee].- le sonreí y a él le brillaron los ojos.

    – [Owen]Está celosa de tu belleza[/Owen].- noté cómo la vergüenza ajena se apoderaba de mí y me ruboricé como una quinceañera de una novela cualquiera.- [Kaylee]Owen[/Kaylee].- le reñí.

    – [Owen]Si no estuviese ya medio desnudo, lo estarías haciendo con la mirada[/Owen].- como he dicho, pese a que tenía buen cuerpo, no era mi tipo, pero no quería herir sus sentimientos.

    Chasqueé la lengua.- [Kaylee]No te iba a decir eso[/Kaylee].- suspiré.- [Kaylee]Estoy un poco triste y bastante borracha, así que necesito que me acompañes a casa[/Kaylee].

    Él asintió.- [Owen]Me seco y nos vamos.[/Owen].- como todo el mundo pasaba de nosotros, se secó con su poder y se puso la camiseta.[Owen]¿Lista?[/Owen]

    Me tendió la mano y le di un beso en la mejilla al incorporarme.- [Kaylee]Gracias[/Kaylee].

    – [Owen]Lo que sea por mi reina[/Owen].- y deseé que lo dijera porque iba a ser mi pareja para el baile y no porque estaba enamorado de mí.

     

    ***

    Un carraspeo de mi padre me devolvió a la realidad. Estaba sentado en la mesa de la cocina leyendo al lado de la ventana un periódico electrónico, mientras se tomaba un café solo. Me parecía una costumbre súper antigua (sin el rollo guay que tenía lo vintage), pero no me atreví a decírselo, porque sabía que me estaba esperando. Que Amy, Vera y mi madre no estuvieran por allí era una señal inequívoca de que me la iba a cargar, porque era un día entre semana y todavía quedaba un buen rato para que empezasen las clases.

    Musité una especie de «buenos días» con la esperanza de darle pena y fui hasta la cafetera para poner una cápsula. -[MacLeod]Winnie, tenemos que hablar.[/MacLeod] – en su voz se notaba el cansancio y la culpa de que estuviera así la tenía yo. No era la hija que esperaba y no le juzgaba por sentirse así, porque yo tampoco era la Kaylee que me gustaría.

    – [Kaylee]Papi, ahora no[/Kaylee].- susurré echándome la leche después de calentarla. Tenía la garganta dolorida y los ojos hinchados de tanto llorar. Ellie había convencido a Owen para acompañarme a casa y me había abrazado hasta que no me quedaron fuerzas para llorar y nos quedamos dormidas.

    – [MacLeod]Cariño, lo hemos evitado mucho tiempo.[/MacLeod] –  comentó haciéndome una seña para que me sentase frente a él y eso hice.

    – [Kaylee]Es que ya sé lo que me vas a decir[/Kaylee].- suspiré arrastrando los pies y sentándome frente a él con el café en la mano.

    – [MacLeod]Si lo sabes, ¿por qué sigues fingiendo ser alguien que no eres?[/MacLeod]- mi padre me miró directamente a los ojos y sentí todo el peso de su juicio sobre mis hombros. Mi padre había sido mi ídolo durante toda mi infancia, pero cuando me cansé de demostrarle al mundo que era más inteligente que la mayoría, me alejé de él y a estas alturas éramos poco más que dos desconocidos con un apellido en común.

    – [Kaylee]Porque no me iba muy bien cuando era yo misma[/Kaylee].- cada frase que articulaba, me taladraba el cerebro.

    – [MacLeod]Ahora tampoco.[/MacLeod] – espetó con seriedad y di un sorbo del café que me supo a culpa.

    – [Kaylee]Tengo amigos[/Kaylee].- me defendí con debilidad, porque sabía que tenía razón.

    – [MacLeod]¿Quién te trajo anoche y se quedó contigo?[/MacLeod]- sabía que Ellie había estado en casa y quizás me hubieran oído llorar, por lo que no tenía sentido mentir, pero lo intenté igualmente.- [Kaylee]¿Owen?[Kaylee]

    – [MacLeod]No ibas tan mal como para no acordarte.[/MacLeod] – me recordó y supe que le parecía mal que hubiese bebido tanto. – [MacLeod]No encontrarás a tus verdaderos amigos fingiendo ser otra persona.[/MacLeod]- se refería a los Moondies. Los famosos Moondies que eran tan amigos que se consideraban familia, pero eso había pasado hacía veinte años y el mundo había cambiado muchos. Nosotros no éramos los Moondies, ni lo seriamos jamás.

    Pensar en eso, hizo que empezase a llorar sin darme cuenta y él se puso de pie, se sentó a mi lado y me abrazó. La cocina, de muebles rústicos de madera y azulejo blanco, me pareció un sitio un poco más bonito. Incluso el mantel de cuadros verde parecía diferente si papá me abrazaba.- [MacLeod]No es tarde, cariño. Cuanto antes vuelvas a ser tú misma, mejor.[/MacLeod]

    – [Kaylee]Le he hecho daño a todo el mundo[/Kaylee].- solo me aguantaban Elle y Owen. Ella porque era tan buena que debía tener un pase de acceso directo al Cielo y él porque quería meterse en mis bragas (y en las del resto de la humanidad).

    – [MacLeod]Todos tenemos que pedir perdón alguna vez.[/MacLeod] – me dio un beso en el pelo. – [MacLeod]Rectificar es de sabios.[/MacLeod]

    Lloré un poco más en sus brazos y me incorporé.- [Kaylee]¿Y no pueden fingir que no ha pasado nada?[/Kaylee]- estaba negociando conmigo misma, no con él.

    – [MacLeod]No sé si eso te va a funcionar con todo el mundo.[/MacLeod] – me explicó con paciencia. – [MacLeod]No va a ser fácil, cariño, pero será mejor a la larga. [/MacLeod] – y me besó en la frente.

    – [Kaylee]Mucha gente me dejará de hablar[/Kaylee].- me quejé secándome las lágrimas y descubrí que no me había desmaquillado la noche anterior, por lo que debía parecer un panda borracho. – [Kaylee]Volveré a ser la Kayleepedia[/Kaylee].

    – [MacLeod]Y quien no se marche, quien te defienda, lo hará por quién eres.[/MacLeod]- apretó mi mano con cariño.

    – [Kaylee]Al final solo me hablará Owen, porque se quiere casar conmigo desde que teníamos tres años[/Kaylee].- solté una carcajada. Pobre Owen, eran buen chico, pero me atraía tanto como una caracol.

    – [MacLeod]Owen no es mal niño, pero tampoco le venía mal dejar de fingir. [/MacLeod] – asentí dándole la razón – [MacLeod]Y nada de casarse.[/MacLeod] – él también sonrió y se le formaron unas arrugas muy graciosas alrededor de los ojos.

    – [Kaylee]Tranquilo, no es mi tipo[/Kaylee].- admití.

     – [MacLeod]Sal con quien tú quieras, cariño, pero hazme un favor y sé siempre tú misma. Que nadie te haga cambiar así.[/MacLeod]- le di un abrazo fuerte y me senté sobre sus rodillas, como si volviera a tener cinco años.- [Kaylee]Papi, necesito un vestido que vi ayer en una web y lo necesito urgentemente[/Kaylee].- era de tipo camisero y de rayas. El vestido perfecto para enseñar piernas y escotazo.

     – [MacLeod]Cuando hables con tu madre, así os compráis uno cada una.[/MacLeod]- por todos era sabido que mi madre y yo éramos adictas a las compras, pero lo llevábamos sin ninguna dignidad y sucumbíamos a ellas en cuanto teníamos oportunidad.

    – [Kaylee]Eres el mejor papi y el más guapo de todos[/Kaylee].- me puse en pie y terminé de beberme el café, justo cuando Vera y mi madre volvían con unas bolsas del InfiniBucks en la que traerían un desayuno carísimo para toda la familia.

    – [Diana]¿Ya se ha acabado la Macguerra mundial?[/Vera]- preguntó mi madre al vernos sonreír.

    – [Kaylee]Estoy intentando volver a ser normal[/Kaylee].- no es que en ese momento lo pareciera mucho, porque llevaba el pelo todavía peinado de la noche anterior y restos de maquillaje, atuendo que remataba con un pijama de Winnie The Pooh.

    – [Diana]¿Pero has sido normal alguna vez?[/Diana].- bromeó mi madre y la pequeña Vera, que ya no era tan pequeña, esbozó una sonrisa sabihonda y fue colocando el desayuno en la mesa.

    Me lo pensé, pero al final me senté junto a ellos y vi mi reflejo en la ventana: llevaba las gafas, tenía los ojos hinchados y no quedaba rastro de mi coraza. Volvía a ser Kaylee MacLeod, la Kayleepedia. Como si Willow Rosenberg, en lugar de juguetear con la magia, se hubiese dedicado a alimentarse del daño ajeno. Pero iba a cambiar, porque se lo había prometido a mi padre, a Ellie y a mí misma.

    Ahora, solo me quedaba esperar que me recibieran como la hija pródiga o iba a estar bien jodida.

    Ese cristalito roto

    yo sentí cómo crujía 

    antes de caerse al suelo

    ya sabía que se rompía.

    (Malamente, Rosalía Vila).