[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Sarah Echolls | Templo de los Guardianes, ‘Axis Mundi’| Prueba de la Luz
[color=#000000]Noche[/SIZE][/color][/b][/font]
[SIZE=3]
Lo normal sería suponer que para ser Campeón (o Campeona) deberías tener una serie de cualidades que te hicieran merecedor de ese ¿honor?. Supongo que por eso, cuando me vi frente a Logan Villiers empapado de pies a cabeza, con los vaqueros gastados y ese aire permanente de prepotencia, me dieron ganas de darme un cabezazo contra la pared. Lo primero que hice fue mirarme de arriba a abajo como si estuviera buscando en su galería de superpoderes uno que le permitiera verme las bragas y, finalmente, cuando se cansó de observarme soltó una de sus frases de ligón de discoteca frustrado, así que cambié de tema, porque estaba preocupada por los demás y evité mirarle para no enfadarme por una decisión en la que poco tenía que ver. Mi vida se había basado en dejarme arrastrar por las decisiones de entes superiores que se consideraban con la potestad de jugar a una partida de Los Sims conmigo sin orden ni concierto.
Y ahí estaba yo cubierta de agua de pies a cabeza, Cazadora, una de las Campeonas, líder entre comillas de un grupo de gente que se dedicaba a salvar el mundo porque no tenía más opciones, metiendo un puñetero collar al lado de Logan Villiers, que tenía de Campeón más o menos lo mismo que El Doctor, pero no podía quejarme, porque ya me había quejado y no había servido de nada.