[SIZE=2][align=center][b]Kaylee Echolls | Escocia[/b]
Kaylee Echolls se despertó más temprano de lo habitual y después de vestirse, se asomó a la ventana de la habitación de Rebecca para que el viento frío le diese en la cara. Era el último día de su visita, en pocas horas tendría que coger el avión que la llevase de vuelta al aeropuerto de El Prat, en Barcelona, en el que María y Jordi, compañeros de la FNAC, la estarían esperando para llevarla a casa.
Una parte de ella, probablemente la que más pesaba en ese momento, quería quedarse allí, disfrutar de aquel ambiente familiar y dejar de lado el sueño de convertirse en una pieza más del engranaje de la ONU. Quizás cambiar el mundo era un sueño demasiado grande para una chica del condado de Ripper, en Estados Unidos. ¿El condado de quéeee? Le preguntaban cuando intentaba explicar en su mejor español la ubicación de su pueblo, Moondale. Por suerte, omitía el hecho de que era una bruja, igual que su madre, su hermana mayor, su abuela y así hasta la primera Echolls que debía ser Elphaba Thropp, como mínimo. Una bruja que además, tenía una hermana Cazadora, un cuñado Aesir y otro Vigilante. Una bruja que permanecía ajena al mundo sobrenatural y que jamás había pronunciado un hechizo, pero que en ese preciso instante deseaba quedarse allí.