Daniel Arkkan | Aleion
DESCONOCIDO
Tomé un giro cerrado a la izquierda y traté de despistar a los nuestros perseguidores. Agaché la cabeza y sentí el silbido de un proyectil mágico lanzado sobre mi cabeza.
– [Ed]No pensé que le fuera a molestar tanto a Vincent que cogiéramos un coche prestado en su mente.[/Ed] – se quejó Ed, que intentaba retrasarles con su magia, pero era difícil dar en el blanco cuando vas en un coche que parece salido de la ‘Liga de los Hombres Extraordinarios’, ascendiendo por las calles estrechas del centro de una ciudad.
Cuando observé el enorme terreno del subconsciente de Vincent, con esa enorme ciudad de marfil y los barcos surcando el cielo, no imaginé que terminaría robando un coche para atravesar la ciudad a toda velocidad y conseguir llegar al subconsciente de Mara en un barco volador que estaba a punto de irse. Ni tampoco que nos perseguirían con tanto ímpetu, pero al parecer el subconsciente de Vincent era demasiado realista.