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Etiqueta: Deja de manosear mi totem cabron

  • UNA CONSTANTE HABITUAL

    EZRA WALKER

    ESFERA GWIDDON – MAÑANA

    Empezaba a notar una cierta constante en mi vida. La mayor parte de ella la había vivido oculto en las alcantarillas por pura supervivencia junto a los demás. Fui capturado y encerrado por la Iniciativa en una prisión no muy diferente a esta. Y había pasado dos décadas en una capsula congelado. He vivido más tiempo capturado que en libertad.

    Al menos la comida parecía más comestible que la de la Iniciativa y llevaba horas sin comer, así que si quería seguir en pie debía aguantar la respiración y acabar ese cuenco de gachas.

    La puerta de madera rechino de tal manera que me hizo estremecerme, cosas de tener buen oído. Entraron dos guardias de rojo, puede que la ropa roja que llevaban fuera para camuflar la sangre, pero podía olerla en ella,  y un tercero que desentonaba sobre el resto.

    – [Nigromante]Hacía tiempo que esto no estaba tan concurrido.[/Nigromante] – Un hombre vestido de negro y con una amplia sonrisa se quedo mirándome a mí y a la mujer que se encontraba en la celda de al lado.

    – [Ezra]Es lo que suele ocurrir cuando matas a gente inocente en lugar de capturarlas.-[/Ezra] Estaba agarrado a los barrotes esperando a que estuviera lo bastante cerca como para borrarle esa sonrisa de la cara. Pero uno de sus escoltas me hizo retroceder en mi celda con una pica.

    – [Nigromante]Trabajo mejor con los muertos. Y normalmente ya me han dado lo que quiero.[/Nigromante] – Añadió jactándose. Me vinieron recuerdos de mi pasado, este mundo estaba siendo doblegado también por un déspota, un tirano.

    – [Ezra]Ya he tratado con gente como tú en el pasado. Y ese totem me pertenece.-[/Ezra] Le señale en un burdo intento de intimidarle. No me daba ningún miedo. Ya sufrí a manos de un nigromante, e incluso mi propio padre sucumbió a tal poder al perder a mi madre en otra realidad.

    – [Nigromante]Ahora mismo no lo parece. -[/Nigromante]  Una ligera sonrisa se volvió a perfilar en su boca. – [Nigromante] No eres de este mundo. –[/Nigromante]  Note como una cuarta mirada se clavaba en mí, la mujer que se encontraba en la otra celda se quedo observándome fijamente.

    – [Ezra]¿Eso lo has deducido por mis ropajes o por la ausencia de miedo hacia vuestra persona?.-[/Ezra] A veces las palabras hacian más daño que un puñetazo, como en este caso.

    – [Nigromante]Mi magia te sorprendería lupino. –[/Nigromante]  Al juzgar por cómo había levantado la voz y el modo en el que apretaba mi tótem había conseguido molestarlo.

    – [Ezra]Resucitar a los muertos. Si, sorprendente.-[/Ezra] No me daba miedo ningún ejercito de no muertos, lo que de verdad temía era lo que eso podía infundir en una persona, el miedo a enfrentarse a un ser querido. Aun siendo simples carcasas vacías manejadas por un titiritero.

    – [Nigromante]Entre otras cosas. -[/Nigromante]   Cierto, habíamos obviado la parte en la que es un ladrón que se dedica a robar objetos mágicos, como esa piedra que producía agua y hacia subsistir a un poblado ahora arrasado. – [Nigromante]Has oído hablar de mi entonces, pero asumo que no vienes de parte del Arquitecto.[/Nigromante]

    – [Ezra]No exactamente.-[/Ezra] No podía decirle quien me había mandado y porque estaba allí. Es cierto que habíamos perdido el factor sorpresa, pero aun podíamos desestabilizarlo, hacerle pensar porque estábamos allí, si era por él o algo más.

    – [Nigromante]Le gustará este artefacto. No teníamos nada así en este mundo. –[/Nigromante]  Se quedo observando el tótem pasando el dedo por la fisura que tenía.

    – [Ezra]De poco te va a servir. Cuando salga de aquí recuperare lo que es mío.-[/Ezra] No temía lo que pudiera hacer con él, ya que el tótem estaba vinculado a mi padre y a mí, lo que temía era perderlo para siempre.

    – [Nigromante]Si lo dices por los otros dos, no tardaremos en encontrarlos. -[/Nigromante] Subestimaba a Amy y Leo, ambos podían ver venir a estos soldados a kilómetros, siempre y cuando no estuvieran distraídos discutiendo entre ellos [Nigromante]- Te queda una larga estancia, aprovecha la compañía, dicen que estar en un tiempo extraño ayuda. -[/Nigromante] Echo su capa hacia atras de manera bastante teatral e de decir y se marcho junto a sus esbirros.

    – [Julia]Ese Tótem tiene pinta de chungo, pero tú no.- [/Julia] Añadió mi compañera de prisión en cuanto se marcho el Nigromante. El tótem solía causar esa reacción con su color rojo como las sangres y sus vetas negras.

    – [Ezra]Es una reliquia familiar, y no es tan terrible como piensas.-[/Ezra] Me acerque hasta la parte en la que nuestras celdas conectaban para verla un poco mejor. Debía de tener unos treinta y pocos. Y al juzgar por sus ojos cansados daba la impresión de haber visto mucho en su vida, o simplemente estaba cansada. -[Ezra]Ezra.[/Ezra]

    – [Julia]Una familiar peculiar la tuya.- [/Julia]  Dijo arqueando una deja. Y porque no le había dicho que vengo del futuro, mi padre de otra realidad y mi madre es un cumulo de energía. – [Julia]Julia. [/Julia]

    – [Ezra]¿Llevas mucho tiempo aquí encerrada?.-[/Ezra] Tenía girones en la ropa y bastante suciedad encima, daba la impresión de que llevaba tiempo encerrada. Aunque claro yo llevaba apenas unas horas en este mundo y me encontraba en el mismo estado.

    – [Julia]Dos días.- [/Julia]  Su expresión cambio algo confundida. Como si no estuviera segura de ello.- [Julia]O eso creo. [/Julia]

    – [Ezra]Tampoco eres de este mundo, ¿verdad?.-[/Ezra] Algo deducible por su ropa y que se encontraba viva como yo.

    – [Julia]Curiosa pregunta.- [/Julia]  Sonrió de medio lado, pero fue fugaz en cuanto se puso en pie. Una mueca de dolor se reflejo en su rostro.

    – [Ezra]Porque sino estarías aquí encerrada, conmigo. No hacen prisioneros, ya lo has visto. ¿Te encuentras bien?.-[/Ezra] Cargaba el peso en una sola pierna y se ayudaba de la pared para moverse, tenía una cojera bastante fea en la pierna.

    – [Julia]Regular, pero no me voy a morir o eso espero.- [/Julia]  volvió a sonreír ocultando el dolor que le producía su pierna, no le gustaba mostarse débil  – [Julia]Gracias por preguntar. [/Julia]

    – [Ezra]¿Fue él?.-[/Ezra] No hizo falta llamarlo por su nombre, o más bien su seudónimo. Ella sabía a quién me refería.

    – [Julia]No.- [/Julia]  Añadió escuetamente y deje el tema, parecía que era algo de lo que no quería hablar.

    – [Ezra]Bueno Julia, dentro de poco saldremos de aquí.-[/Ezra] No quise prometérselo, pero confiaba en que Amy y Leo estarían al caer para liberarnos y de paso acabar con ese Nigromante antes de que hiciera más daño.

    – [Julia]Ojalá tengas razón. -[/Julia] dijo apoyándose contra la pared.

    En el exterior comenzó a escucharse jaleo, pero no eran vítores ni celebraciones, era gente escapando del ataque de alguien, o algo.