Moondale

Etiqueta: El valle de Coquito

  • REUNIDOS EN EL HOGAR

    IDRIS SOLO-NOVAK

    LA KVASIR, LUNA VILTIS – MAÑANA, CREO

    La preciosa Kvasir ya estaba empezando a rebosar de gente, murmullos y vida. Casi todos los que habíamos llegado al mundo de los Daesdi estábamos ya allí, salvo casualmente, el grupo de Coquito, por suerte sabíamos que estaban bien pero el portal los traería aquí cuando le viniera en gana.

    Aquello era lo más parecido a un campamento de verano que había tenido nunca. Me recordaba a los pisos de protección que había puesto en marcha para los Drow, aunque en esos no me solía quedar a dormir, sabía que mamá siempre estaría vigilante.

    Soy una persona bastante positiva, me tomaba la misión como una aventura y este nuevo hogar como unas vacaciones con mi otra mitad, mis mejores amigos y amigas y un montón de gente desconocida. Aun así, echaba de menos saber que si pasaba cualquier cosa, contaba con mis padres a un paso para ayudarme.

    Puede, y digo puede, que haya estado ligeramente consentido la mayor parte, o toda, mi vida. No es que mis padres lo hicieran por ser adoptado y todos esos clichés, con Mike habría sido igual, pero él no aprovechaba la situación como yo. Se parecía demasiado a mamá.

    No penséis con eso que yo no soy una persona responsable. Allí estaba, en el exterior, de ayudante/capataz de Henry mientras seguía con las reparaciones de la Nave, que no sé cómo demonios había conseguido poner en marcha.

    – [Idris]Dime que lo has solucionado, porque estoy deseando bañarme en pelotas en la piscina.[/Idris] – puede sonar irresponsable, pero con una nave llena de gente que OLÍA, sí, en mayúsculas, el agua es una responsabilidad primordial para la supervivencia.

    – [Henry]Funciona, el problema es la falta de agua.-[/Henry] estaba revisando en ese momento lo que parecía el sistema principal de fontanería, situado cerca de la entrada de carga de la nave, que no habíamos podido dejar en funcionamiento porque estaba hundida en la tierra y el mecanismo se bloqueaba al no haber espacio suficiente.

    Por lo demás, con mi inestimable ayuda claro, Henry se había encargado de que la energía de la nave, contenida en una sala de ingeniería que en el mapa bauticé como «zona solo de Henry’s», volviese a irradiar al resto del aparato. Aquello parecía ciencia ficción de la buena, ya os lo digo, lucecitas y un orbe de energía pura allí flotando en mitad de un recinto protector que parecía de cristal pero era mucho más resistente. Fuera lo que fuera eso, estaba a años luz de nuestra tecnología y había conseguido aguantar el tiempo que llevase allí estrellada.

    Miré a nuestro alrededor, a aquél valle que parecía sacado de mis recuerdos de las vacaciones en Turee. Era un valle enorme, donde no tendríamos problema en identificar si cualquiera se acercaba por cualquier posición. Hacia el suroeste de la nave había un enorme lago que tendría agua suficiente para eso. Además, por lo que decía Henry, la Kvasir tenía filtros para purificarla, incluso la que se había utilizado, así que no gastaríamos más que la que bebiésemos. No creo que fuese tan fácil beberse un lago, ni siquiera siendo los Brady al cuadrado. Ah, y también tenía algo muy chulo, desintegraba la caca, ¡la caca!. Toma tecnología.

    – [Idris]Hay un lago ahí. ¿No hay una manguera o algo así? Mucho futuro y mucha tecnología pero luego hay que bañarse a lo salvaje.[/Idris] – bromeé. La Kvasir estaba preparada para viajes en el espacio, lo sé porque Henry había estado hablando emocionado de todo lo que había ido descubriendo y yo era el único que parecía escucharle. Era lógico que no tuviera nada para absorber el agua porque ya partía con ella y como sus sistemas se aseguraban de que durase una barbaridad, no era una preocupación. Pero se ve que no contaban con estrellarse y que un grupo de intrépidos y guapos aventureros y aventureras se quedaran con su nave.

    – [Henry]Las mangueras parece que han quedado obsoletas en el futuro.-[/Henry] se incorporó y se secó el sudor de la frente. El pobre hombre llevaba días matado a repararlo todo y gracias a él teníamos luz y con suerte, agua. Como mínimo habría que robarle una tarta en la ciudad mercado o algo. – [Henry]Estaba pensando que quizas podrías usar tu poder. Solo tendríamos que esperar a que se derritiera el hielo.[/Henry] – señaló hacia las partes más íntimas de la Kvasir, donde había un enorme almacén de agua. Nunca había usado mis poderes tan a lo bestia, pero de una mala, podíamos ir poco a poco.

    – [Idris]Y yo que pensaba que iba a ser más cómodo…[/Idris] – sonreí, dándole una palmada en la espalda. Henry me caía muy bien, era un gran tipo, entregado, buena persona. Quizá demasiado silente pero para eso ya estaba yo. – [Idris]Podemos fundirlo con algo. Owen es un cabeza caliente, y las amigas prehistóricas hacen magia.[/Idris] – me sorprendió a medida que fueron llegando los demás todo lo que no sabíamos de aquellos mundos.

    Algunos de ellos los muy cabritos habían aprendido a comunicarse a través de aquellas esferas que nos habían dado como cambiazo. Y resulta que los mundos eran como una fantasía húmeda de aquella serie vieja del Oeste, Westworld o algo así, cada uno estaba anclado en una época determinada de la humanidad. A Noah le había tocado en la prehistoria con Kaylee, Sophie y Lexie, habían llegado agotados de tanto fornicar como cavernícolas, junto con mi hermano y Niall, porque si, también se podía viajar entre mundos. Pero no, a mí tenía que tocarme el puto apocalipsis. ¿Por qué nunca me dejan tener cosas bonitas? No sé, Coquito y yo en la prehistoria en taparrabos en una playa sin gente por ninguna parte.

    – [Owen]Me pitan los oidos.-[/Owen] dijo una voz conocida, atenuada por la distancia.  El sol me cegaba un poco, pero  la forma de caminar era inconfundible. Owen venía hacia nosotros vestido como un ¿nativo americano? Eso o había acabado en el mundo de los YMCA, pero por desgracia, era lo primero, Vera y el silente nuevo amigo, Lekwaa, iban vestidos igual. Cosas del Oeste. – [Owen]¿Se requieren mis servicios?[/Owen] – preguntó. Chocamos las manos y Owen me siguió en un saludo inventado que nos hacía quedar bastante cool.

    – [Idris]¿Eres un ángel? Porque nos vienes que ni caído del cielo.[/Idris] – le di un abrazo de bienvenida y por encima de su hombro vi al resto de sus compañeros de viaje. Había más pero sinceramente, vi a Ellie y lo siguiente que sé es que estaba corriendo hacia ella y saltando para abrazarla. No la tiré al suelo porque era mucho más fuerte que yo.

    – [Owen]Nunca me habia sentido tan rechazado.-[/Owen] escuché decir a Owen. Nate y Bowie saludaron y se acercaron a Henry. Xander y Jane se detuvieron un poco más allá, sin matarse ni nada. Roma hacía milagros. Eso o con las togas se habían puesto mimosones. Pese a todo, tenían un aspecto un poco sombrío, pero eso debía ser por la hermana de la Daë, así que evité a propósito preguntarles. – [Owen]¿Necesitas ayuda con algo más mientras esperamos que vuelva este?[/Owen] – mis oídos de elfo me permitían estar al día de todo.

    – [Henry]Creo que ya esta todo, gracias. Ahora me voy a tomar un breve descanso.[/Henry] – breve, pobre hombre. Menos mal que ahora nos tocaba al cabeza caliente y a mí trabajar un poco.

    Solté a Ellie a regañadientes y abrí mucho los brazos. – [Idris]Bienvenides a nuestro nuevo hogar en las estrellas, ¡La Kvasir![/Idris]- la inclusión era importante. Vi a Coquito sonreír y se me quitó la losa que llevaba en la espalda.-[Idris]¿Muy dramático?[/Idris] – pregunté, alzando una ceja.

    – [Xander]¿Estáis todos bien?[/Xander]- preguntó Xander, preocupado. Si fuera un rey o un héroe de un rol ese sería su nombre Xander el Preocupado.

    – [Idris]Ahora que habéis llegado si, ya estamos todos.[/Idris]- respondí mientras nos acercábamos a los demás, que observaban atónitos la Kvasir. Sí, era preciosa, menos que Coquito, pero la segunda en mi corazón, bueno, la tercera, la segunda es mami.

    – [Owen]¿Todos, TODOS?-[/Owen] Owen parecía sorprendido. Ahí venían las explicaciones. Me daba pereza que me hubiese tocado a mí en lugar de a Noah por ejemplo, que podría habernos puesto al día a todos de todo en un santiamén. Al menos estaba garabateando en la biblioteca sus «líneas de comunicación esférica» para ver con quiénes podíamos hablar. Había estado haciendo pruebas con los que habían ido llegando y con los Moondies en la Tierra y decía que estaba a punto de tener una teoría.

    – [Idris]Si, no os lo toméis a pecho. [/Idris]- les animé. – [Idris]En teoría terminasteis los segundos…[/Idris] – lo siento pero los MVP del grupo éramos nosotros, que habíamos acabado primero y habíamos llegado primero. – [Idris]…pero según el tercer grado que hicieron al elfo, esto es… como la sala del tiempo hiperbólico de dragon ball. No hay tiempo, y fuera si, así que apareceis cuando le sale del coño a la trama[/Idris] – resumí. Sí a ver, Eldric lo había dicho con palabras más elocuentes seguro, y Noah que fue el torturador…digo el que le preguntó, también. El caso es que el ‘big bad’ de la zona, el Pensaer o el Arquitecto o algo así, que era el que había mandado a la mierda el mundo de sagitario, controlaba el resto de mundos sacando beneficios de todos ellos. Con su magia había destrozado las leyes de la física para gobernarlo todo, así que en esta luna y ya no había tiempo. O sea, para nosotros pasaba, pero una vez cruzabas el portal hacia otro mundo, podían haber pasado años. Por eso la ciudad era un enorme mercado de intercambio lleno de gente de todo tipo de épocas, razas, tonos de piel, sexos o carencia de ellos, que habían ido encontrando portales en sus mundos. Era una especie de luna puente, pero que además era neutral. Sin quererlo el malo había hecho un mundo sobre el que no tenía poder.

    – [Bowie]Lo que Idris quiere decir es que somos los perdedores y perdedoras.[/Bowie]- anunció Bowie sin perder la sonrisa.

    – [Idris]No, eso es lo que NO quería decir.[/Idris]- me eché a reír, lo decía tan convencida y tan inocentemente que me fue imposible aguantar.

    – [Bowie]Pues no te explicas bien.[/Bowie] – replicó. Para acabar de despertar venía con el té hirviendo.

    – [Idris]Eh, yo no tengo un tomo de física en la cabeza, menos de ciencia ficción. Para mí el tiempo era eso que pasa entre comidas o estar con Coquito[/Idris] – y el resto siempre sonaba bien, así que me limitaba a aceptar las teorías de los demás y las historias ancestrales de Eldric.

    Amy salió de la linde de uno de los bosques cercanos, que caí en la cuenta que no tenía nombre oficial, así que podía ponerme a nombrar todas las cosas que había por allí. El lago Idris, el valle de Coquito, la cordillera Solo-Novak y el bosque Fornicio.

    Cuando Amy llegó a nosotros, fue directa a abrazar a Elle, que sonreía. La pobre estaba encantada desde que volvían a llevarse bien, la había echado mucho de menos. La verdad es que para ser los hijos e hijas de los mejores amigos de la historia, dábamos un poco de pena, pero aún había tiempo.- [Amy]Burbuja.[/Amy]- sentí un cosquilleo y casi suelto una lágrima. Soy un hombre sensible y a mi estas cosas y estos reencuentros no me los podéis poner en primera persona. – [Amy]Habéis llegado los últimos…[/Amy] – sentenció. Bowie me fulminó con la mirada alzando perfectamente una ceja.

    – [Owen]¿Para mi no hay abrazo? -[/Owen] Owen estiró los brazos y Amy se quedó quieta, tensa como una tabla. Pasaron unos segundos incómodos, Amy no se movía y Owen no estaba seguro de cuando cerrar los brazos, así que fui yo a abrazarle.

    – [Idris]No te acostumbres que estás muy cariñoso y llevamos todos solos mucho tiempo.[/Idris] – bromeé. – [Idris]Hay habitaciones dentro para cada dos, pero las mejores ya no os van a tocar.[/Idris] – aclaré. No es que los primeros que llegamos nos hubieramos quedado las mejores, solo las segundas o terceras mejores. Luego habían llegado Kaylee y Lexie y sí que se habían quedado las mejores. Noah parecía muy deprimido por el hecho de que compartiese habitación con Niall en vez de con él, pero ya no estaban peleados. Una ventaja, otra pelea que tachar de la lista, ya solo quedaban catorce o quince.

    – [Bowie]Por llegar los últimos.[/Bowie]- recordó Bowie.

    – [Idris]Pir lliguir lis iltimis.[/Idris] – me reí. Ella me sacó la lengua, aprendía rápido la jodía.

    – [Xander]Ha dicho que fuimos los segundos… Pero llegamos aquí los últimos.-[/Xander] replicó Xander, que no quería perder su puesto. Los últimos oficialmente eran la manda de lobos, que por fin habían empezado a hablarse después de que la Daë les trolease.

    – [Jane]Id pensando con quién queréis dormir.[/Jane]- dijo Jane, siempre dispuesta a organizar las cosas. Vamos, que algo le gustaba mandar a la muchacha.

    Me froté las manos y miré a Coquito. Xander no respondía, el tío seguro que quería dormir encima de Jane, pero sin literas…no sé si lo pilláis. Vamos que tendría ganas de ir al bosque Fornicio con ella.

    – [Owen]Ya bueno, y yo ayude a reclutar dos Daë, ¿donde esta mi suite?[/Owen] – se quejó Owen.

    – [Jane]Elle y yo vamos juntas, ¿no? [/Jane]- Jane se me adelantó y la temperatura bajó un par de grados.

    – [Elle]Síiiiii.[/Elle]- respondió Elle contenta, dando un saltito. Mierda, a saber con quién me tocaba ahora.

    – [Owen]Siempre podemos sortear los compañeros. ¿Tenéis un sombrero y papel y boli?-[/Owen] – no se podía decir que Owen no lo intentaba, pero en aquella nave, mandaban las mujeres.

    – [Amy]Mejor no jugar con la suerte.[/Amy]- sentenció Amy, que seguía rehuyendo a Owen como si tuviera la peste. Hombre olía, pero para tanto no. Pero vamos que un poco de agua tampoco le venía mal.- [Amy]Que pueden salir cosas raras.[/Amy] – añadió, colocándose un mechón de pelo suelto.

    – [Idris]Déjalo, no tiene pinta de que te vaya a tocar Amy y a mi Coquito, así que…[/Idris] – repliqué poniéndole una mano en el hombro.

    – [Amy]¿Y por qué iba Owen a querer dormir conmigo?[/Amy] – replicó ella, nerviosa.

    – [Idris]Le gustan pelirro..peligrosas.[/Idris] – le sonreí, esperando no molestarla, pero volvió a quedarse tiesa como un palo. Tenía que ir a hablar con ella luego para asegurarme de que no estaba enfadada y para disculparme si le había molestado. Le pasaba algo grave con Owen y había algo que se escapaba.

    Cambié de tema para evitar que estuviese incómoda y saqué los «planos» de la Kvasir que había hecho con unos folios que había en la biblioteca. Al parecer el papel no se había quedado obsoleto en el futuro. Ezra me había ayudado dibujando la estructura de la nave y Noah la distribución de las salas, así que habíamos hecho entre todos un plano para no perdernos y poner la distribución de habitaciones cuando todos llegaran. Por suerte había una máquina de impresión que también fotocopiaba.

    – [Idris]Como no hay relojes, quien quiera encontrarme en la «sala de baño» podrá hacerlo desde que sale el sol hasta que se va, y después de eso también.[/Idris] – bromeé, señalando la sala de la planta superior en la que había una puñetera piscina frente a un ventanal enorme. Me imaginé la maravilla que tendría que ser bañarse viendo el espacio, pero hacerlo viendo aquél valle tampoco estaba mal. En esa sala estaban también un montón de duchas individuales, unas diez o así, y un par de duchas especiales para relajación. Como no había agua aún no las habíamos probado, pero me imaginé que serían como las duchas escocesas o algo así.

    Mi mirada pasó por el «váter general». Había aseos en la planta principal pero eran un par y unitarios. Aquella sala de la planta superior era un baño mixto con unos doce cubículos independientes para hacer cada uno sus cositas. Otro detalle importante, cada cubículo estaba insonorizado, así que podía abrirse el «bastión de tormentas» sin miedo a que nadie te escuchase. Al principio daba un poco de agobio pero cuando Henry arregló el filtro de aire, se estaba de maravilla.

    – [Jane]Que no haya tiempo aquí, no implica que podamos estar eternamente.[/Jane]- intervino Jane.- [Jane] Nosotros sí envejecemos.[/Jane]

    – [Idris]Año sabático literal. Salvando el mundo, pero con relax.[/Idris] – bromeé. Ya íbamos a tener que dar muchas explicaciones y no sabíamos cuando demonios volveríamos a casa, así que si ya estaba hecho, ¿qué mal hacía disfrutarlo un poco? No íbamos a salvar mejor los mundos y la historia al completo estando estresados, sucios y desnutridos.

    – [Jane]No lo veo.[/Jane]- añadió la señorita respondona. Si no me cayera tan bien…no me caería tan bien. Pero la condenada era un cacho de pan y sabía por Elle todos los pormenores de lo mal que lo había pasado en su vida, así que mi responsabilidad como hermano mayor de todos ellos era asegurarme de que sus penurias fuesen un poco menos.

    – [Xander]¿A cuántos mundos hemos ido?[/Xander] – preguntó Xander, listo para ponerse de nuevo en marcha con el trabajo. Seguro que en el colegio tenía siempre los deberes hechos. Con lo emocionante que era hacerlos en cinco minutos.

    – [Idris]Sois dos aguafiestas, os voy a poner juntos en un cuarto.[/Idris] – moví un dedo como si les reprendiera y cuando vi sus caras sonrojadas al imaginarse en un cuarto juntos me eché a reír. Esos pobres necesitaban liberar la tensión de años peleados. Menos mal que los cuartos también estaban insonorizados. Resignado, me limité a hacer memoria para contestar a Xander. – [Idris]Puesss…futuro creepy, vaqueros, romanos, prehistoria con demonios y esclavistas, edad media y edad media escocesa…seis.[/Idris] – y eran catorce o algo así, porque había un Daë en cada uno, que ya habían podido estar juntitos, y estos eran catorce. Así que quedaban ocho, no estaba mal, en un par de viajecitos todo listo.

    – [Henry]Aunque quieras no podemos quedarnos mucho tiempo.-[/Henry] el descanso de Henry había sido breve y se había unido al grupo de los aguafiestas.

    – [Idris]Menos mal que está lexie.[/Idris]- repliqué, viendo como se acercaba mi tanuki favorita con su mochila cargada tras un paseo a la ciudad. No se había llevado nada cuando se marchó, así que todo aquello debía haberlo conseguido con su «habilidad innata» de tanuki. Vamos, que se había dedicado a mangar.

    – [Henry]Os dije que no era necesario robar. Hacen trueques.-[/Henry] replicó Henry, que había conseguido piezas cambiando algunas cosas que había rescatado por la zona.

    – [Lexie]Necesario no, pero divertido sí.[/Lexie] – sonrió. Saludó a todos y sacó de su mochila un par de botellas que tenían toda la pinta de ser alcohol.

    Sonreí. Empezaba la fiesta.

    P.D: Voy a pegar aquí uno de los planos.