[align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=3]Mercy Sheppard| Hospital
[color=#81BEF7]MaÑana[/SIZE][/color][/font][/b]
[SIZE=2]
Lo bueno de los puestos de responsabilidad es que, normalmente, trabajan más los que están a tus órdenes que tú. Gracias a eso, aquella mañana pude escaparme de mi despacho para ir hasta el hospital sin que nadie se atreviese a preguntarme a dónde iba, porque: ¿Quién es lo bastante importante como para molestar a una rectora?
Le pedí a Janice que no pasase llamadas a mi teléfono personal y fui hasta el aparcamiento para buscar mi coche, un Plymouth Sport Fury descapotable de 1969, rojo para más señas, que le había comprado a un cincuentón que había superado la crisis de la mediana edad y se había dado cuenta que aunque tuviese ese coche, no iba a ligar más. No era un coche de rectora, ni de persona respetable, sino más bien el coche que veías aparcado en la puerta de ‘The Hole’, pero aunque mi puesto dijese lo contrario, yo tampoco lo era.