Moondale

Etiqueta: Henry L. Crowe

  • APRENDIENDO

    Henry L. Crowe – Infinity

    Tarde

    Cuando me mandaron infiltrarme en Infinity no pensé que llegaría a pasar tanto tiempo trabajando para ellos. Pensaba que sería entrar, echar un vistazo a lo que tenían y salir. Sin embargo llevada dos años de guardián de dos capsulas para impedir que nadie se acercara a ellas.

    En ese tiempo que llevaba allí había trabajado en clasificar objetos e intentar descubrir sus utilidades. Pero sobre todo gran parte del tiempo lo invertí en piratear los sistemas de vigilancia del interior del almacén. Mi mayor preocupación era Andrej, pero pasaba más tiempo dentro de Endless que en el mundo real.

    Con las cámaras de vigilancia mostrándome clasificar objetos que llevaban meses catalogados me centre en SHE, así habían decidido llamarla en la isla por el momento. Al parecer compartía secuencia genética con dos cazadoras y la convertía en una amenaza si llegaba a cumplirse el plan original que tenían predestinado para ella.

    Así que cree un dispositivo, un holograma que proyectara sobretodo su conciencia. La primera vez que la desperté pude comprobar que no había amenaza alguna. Era un lienzo en blanco listo para ser pintado.

    – [SHE]Hola, Creador.-[/SHE] Se había convertido en una especie de seña de identidad saludarme así.  Algo extraño si tenemos en cuenta que solo me había encargado de despertarla.

    – [Henry]Henry. Con Henry está bien.-[/Henry] Aun no había conseguido configurar el holograma para que apareciera bien por completo, su rostro era lo único que tenía nitidez. Aunque casi mejor así, lo mejor era no trastear más y dejar que su cuerpo siguiera pareciendo el de un canal codificado.

    – [SHE]Hola, Henry con Henry está bien.-[/SHE] Parece que hoy tocaba así. Había llegado a ser Creador Henry, Henry Solo, Henry está bien, Henry a secas…

    – [Henry]Es un comienzo…-[/Henry] Llevaba 53 días despierta. Era como una esponja para retener información. Había aprendido a hablar y leer en cuestión de horas. Pero le faltaba por pulir las actitudes sociales. – [Henry]Tengo buenas noticias. Dentro de poco podrás salir de aquí.[/Henry]

    – [SHE]¿Contigo, Henry con Henry está bien?-[/SHE] Pregunto mirándome fijamente. Era un holograma y no necesitaba pestañear, pero resultaba raro que se quedara mirándote tan fijamente. Supongo que también tendré que enseñarle funciones básicas como pestañear.

    – [Henry]Si. Bueno y con más gente que viene para ayudaros.-[/Henry] Le señale la otra capsula. La verdad es que no sabía qué pasaría con SHE una vez que saliera de allí. El apartamento que tenía era minúsculo. Supongo que se quedaría con Sarah y Sasha, después de todo eran sus madres.

    SHE se quedo mirando la otra capsula. No sabía nada de la persona de su interior más allá de su nombre y eso lo acababa de descubir.- [SHE]Le queda poco tiempo.[/SHE]

    – [Henry]¿Que quieres decir?.-[/Henry] Le pregunte alterado mirando las constante vitales y todo parecía estar en orden.

    Se rebobino como un viejo videocasete y repitió lo mismo. – [SHE]Le queda poco tiempo.[/SHE]

    – [Henry]Si, le queda poco tiempo encerrado, igual que a ti.-[/Henry] Su sonrisa fue un poco forzada, era otro de los gestos que debíamos corregir.

    – [SHE]Iré de caza por las noches y protegeré Ripper de las amenazas sobrenaturales. También te protegeré a ti, Creador Henry con Henry está bien.-[/SHE] Añadió orgullosa. Había intentado eliminar esas directrices. Pero estaba resultando más complicado de lo que pensaba. Si bien sus funciones eran básicas, el motivo por el que fue creada en un principio seguía en su código.

    – [Henry]Ripper ya tiene varios defensores. Por el momento centrémonos en seguir aprendiendo algo nuevo ¿vale?.-[/Henry]. Le propuse mostrandole la tablet. Era nuestra pizarra magica de aprendizaje.

    – [SHE]Si me conectas a la red, podría adquirir el conocimiento en segundos y después, salvar a Ripper de las amenazas de los sobrenaturales.-[/SHE] Me propuso. No me gustaba nada esa idea. Si hiciera eso podría llegar a la conclusión de que la raza humana es un problema y exterminarla en lugar de protegerla como piensa.

    – [Henry]Si te conectara directamente a la red tu cerebro podría sobrecargarse. O pudrirse de tanta información innecesaria.-[/Henry] Esa era otra posibilidad, que su cerebro no pudiera procesar tanta información y acabara en estado vegetal.

    – [SHE]Puedes programarme para que deseche la información inútil.-[/SHE] Insistió. Para tener unas motrices básicas había descubierto rápido lo que era la persistencia.

    – [Henry]No. eso es hacer trampas y podría trastocar tu personalidad. Tienes que aprender y ser tu misma.-[/Henry] Si acababa haciendo lo que ella quería, adsorber toda la información acabaría siendo un ser frio sin corazón, sería más maquina de lo que por sí ya piensa que es.

    – [SHE]Pasando a modo ahorro de batería.-[/SHE] Dijo con una voz monótona mientas cerraba los ojos y se quedaba quieta.

    – [Henry]Eres un holograma, no funcionas con batería.-[/Henry] Le recordé pero permaneció con los ojos cerrados. – [Henry] Esta bien. Supongo que veré el recopilatorio de perros y gatos siendo estúpidamente monos solo.-[/Henry] Una de las mayores cosas con la que disfrutaba ahora mismo era ver a animales haciendo cosas graciosas o comportándose como humanos.

    Abrió un ojo y pregunto intrigada. [SHE]- ¿Cómo de monos?[/SHE]

    – [Henry]Bueno, parecen pequeños muñecos de peluche.-[/Henry] Añadí mostrándole la tablet.

    – [SHE]Ohhh…-[/SHE] Parecía encantada. Sus ojos se relajaron, no daban una sensación tan artificial. Cuando uno de los gatos tiro un vaso de chupito sonrió de verdad y no de manera forzada, realmente le hacía gracia lo que estaba viendo y no era su configuración básica. Estas eran las cosas que intentaba enseñarle, que a pesar de haber sido creada artificialmente en el fondo seguía siendo humana.

     

  • UNA APARICIÓN

    Xander Echolls

    MAÑANA – ESCUELA LEGADO, OFICINA DE DIRECCIÓN

    La tía Cara se había marchado a primera hora, después de dejar listos unos ajustes presupuestarios, para sumirse en su proyecto de cabañas nudistas. Como ya lo había anunciado incluso en televisión, había conseguido una lista de prereservas que ocupaba todo el verano, así que ahora estaba inmersa junto al tío Daakka en dejar todo el complejo listo.

    Por suerte era un mes tranquilo en la Escuela, eso era lo que había facilitado que mis tres padres/madres se pudieran ir de vacaciones. Era un poco extraño estar prácticamente a cargo de la Escuela Legado, pero por suerte tenía a Nate por allí que siempre estaba dispuesto a ayudar y para él la Escuela era su hogar y a Amy que había ido a ayudarme.

    Uno de los inconvenientes es que tenía que atender yo mismo a la gente en el despacho central, en lugar del mío. No vino prácticamente nadie esa mañana, solo una madre preocupada de una alumna y un par de distribuidores, hasta que Nate me pasó el aviso de un invitado que quería hablar con mi madre.

    Avisé a Amy, que no adoraba las interacciones sociales, pero decidió quedarse. Cada vez rondaba más por mi cabeza que podía tener un trabajo de futuro en la Escuela. Mis madres estaban de acuerdo, asi que solo faltaba convencer a Amy, algo que esperaba conseguir durante esos días en los que iba a ayudarme.

    Cuando la puerta se abrió, un chico un año o dos mayor que yo entró a la sala. Tenía aspecto de ser una persona cordial y agradable, algo que no solía pensar a menudo de las personas que se presentaban en la Escuela vestidas con ropa formal.

    – [Henry]Hola. Buenos días.-[/Henry] dijo nada más entrar, sin saber si cerrar la puerta tras de sí o no. – [Henry]Buscaba a… Sarah Echolls.[/Henry] . aclaró.

    – [Xander]Pues ahora mismo no está.[/Xander] – le expliqué. Mi madre nunca había sido la cara pública de la Escuela, así que era un poco extraño que preguntase directamente por ella, salvo que fuera un ex alumno y en caso de serlo, debía haber cambiado mucho para que yo no lo reconociera.. – [Xander]Está en un viaje. Pero si puedo ayudarte en algo[/Xander] -comenté, señalándole los sillones que había frente al escritorio de mi madre.

    Me giré y vi a Amy mirándole con el ceño fruncido, suspicaz.

    – [Henry]¿Diana Echolls? ¿Daniel Arkkan?.-[/Henry] preguntó. Si ya era raro que preguntara por mi madre, conocer también a mi padre y a mi tía me hacía sospechar a mí también, salvo que intenté disimular.

    – [Xander]Mi tía tiene una reunión importante en la Universidad. Y mi padre se ha ido con mis madres.[/Xander] – no me paré a pensar si le resultaría extraño escuchar «mis madres» pero no me importaba, después de ocultarse por nosotros me sentía en la obligación de no dejarlas nunca en la sombra.

    Amy le fulminó con la mirada, por suerte él no entabló contacto visual con ella.

    – [Henry]Vaya, esto es inesperado…-[/Henry] admitió, haciendo una pausa. Parecía estar meditando lo que iba a decir. – [Henry]Me envian varias personas, una de ellas en concreto Siegfried.[/Henry] – la mención de ese nombre hizo que tanto Amy como yo pusiéramos mala cara. Ni entre los Moondies ni entre sus hijos era bien recibida la mención del que provocó la Guerra de Ripper.

    – [Amy]Pues ahí tienes la puerta[/Amy].- sentenció Amy. No podía culparla, pero intenté darle una opotunidad a ese chico.

    – [Xander]Supongo que sabrás por qué es una mala carta de presentación.[/Xander] – le comenté. Detrás de mí,  había varios recortes de periódico enmarcados con las versiones oficiales de lo que había sido la «Guerra de Ripper»: armas experimentales, fuerzas militares rebeldes. Se los señalé, seguramente se habría fijado primero en los periódicos que hablaban de la Escuela y estaban justo detrás de mí, o en la foto enmarcada de todos los Moondies originales.

    – [Henry]Creedme, soy tan fan de él como vosotros.-[/Henry] aseguró. Le creí, pero no podía decir lo mismo de Amy. – [Henry]Llevo dos años trabajando en Infinity y digamos que no todo allí es tecnología. Por eso venía buscando a vuestos padres. Según tengo entendido se infiltraron varias veces en la Iniciativa.[/Henry] – repasé con cuidado toda la información que acababa de darnos. Infinity, la gran compañía de tecnología que había creado su propia cultura y tenía lazos con el Gobierno se había trasladado a Moondale hacía un par de años. Recuerdo a los Moondies hablar con preocupación porque se habían instalado en el viejo edificio de la Iniciativa, clausurado supuestamente por el Gobierno después de la Guerra.

    Miré a Amy buscando un consejo sobre si debíamos hablar con ese muchacho o no.

    – [Henry]Con los nervios no me he presentado. Me llamo Henry Crowe. Mi madre es Olivia.-[/Henry] añadió, tendiéndome la mano. La estreché rápidamente, pero cuando se la tendió a Amy se quedó en el aire.

    – [Amy]¿Y quién es tu padre?[/Amy]- preguntó Amy. Olivia era la líder de los O.W.L.S. un grupo secreto escindido del Gobierno que luchaba contra la Iniciativa. Se había ido a la Isla después de la Guerra como parte del pacto para que nunca pudiera repetirse algo así, para controlar a Z.

    – [Henry]Nunca he conocido a mi padre.-[/Henry] – replicó él, mirándola. Amy me miró y vi que estaba menos tensa, si ella le creía, yo no tenía duda.

     – [Xander]¿La líder de los O.W.L.S?[/Xander] – pregunté para confirmar.

    – [Henry]Si. Olivia, Winston, Lincoln, Shawn.-[/Henry] aclaró él. Conocía los nombres de la base de datos que guardaba mi padre en un servidor de la Escuela desconectado de la red. Mi tío Christopher había guardado toda la información que había podido y yo, que siempre había sido un fan de los Moondies, había repasado esas fichas muchas veces. Por desgracia las fichas no lo contaban todo y los diarios y discos no estaban a libre disposición. Querían aislarnos de su lucha, entendía que era para protegernos, pero no me parecía bien igualmente. Para eso, Noah había tenido más suerte, todo lo que su padre sabía, lo sabía él.

    – [Xander]Siéntate si quieres.[/Xander] – indiqué de nuevo, al ver que seguía de pie y ahora la conversación era menos tensa. Amy seguía apoyada contra la pared pero él se sentó. – [Xander]¿Qué está pasando allí?[/Xander] – pregunté, esperando cualquier cosa.

    – [Henry]Gracias.-[/Henry] respondió. Se tomó unos segundos para hablar. – [Henry]Así resumiéndolo. Me enviaron para infiltrarme en Infinity. Tienen un sótano repleto de cosas sobrenaturales que fueron abandonando la Iniciativa.-[/Henry] aclaró. Contuve una mueca, una empresa tan puntera como Infinity con acceso a los objetos que había allí, a sus investigaciones. Eso teniendo en cuenta que tenían tantísima información de todo el mundo, desde gustos, ubicación hasta incluso un escáner corporal que en su día fue aclamado y vendido como la mejor solución contra el spoofing y el robo de cuentas.- [Henry]Buscaba a vuestros padres porque hay dos cosas en particular que nos preocupan. Dos cápsulas.[/Henry] – añadió.

    – [Xander]¿Qué hay en esas cápsulas?[/Xander] – pregunté, lo primero que pensé fue en mi tío Daakka, que había sido «creado» por ellos.

    – [Amy]Ezra y Rainbow[/Amy].- sentenció Amy a mi lado. Su voz fue como un susurro pero escuché cada nombre con detalle. Llevaba el suficiente tiempo viviendo con Amy como para conocer un secreto que no sabía todo el mundo: Amy tenía visiones del futuro. Normalmente tocando un objeto o una persona recibía alguna visión, pero a veces bastaba con cualquiera de sus otros sentidos.

    – [Xander]¿Hay dos personas en esas cápsulas?[/Xander] – pregunté, preocupado. No quería llamar demasiado la atención al poder de Amy delante de un desconocido.

    – [Henry]Si. Una de ellas es una chica. Tiene ADN de tus… ¿madres?.-[/Henry] preguntó, abriendo los ojos como si hubiera encajado la pieza de algún puzzle por lo que yo mismo había dicho. Después desvió la mirada hacia Amy, extrañado. – [Henry]No sabíamos que es lo que había en la otra cápsula. Pensábamos que un licántropo prehistórico, pero ¿quién o qué es Ezra? -[/Henry] añadió. Eso mismo me preguntaba yo. Desvié la mirada hacia Amy.

    – [Amy]Es de mi manada[/Amy].- respondió simplemente, al cabo de unos minutos. Sabía perfectamente que Amy solo había convertido a Leo, así que había algo más que no podía contarme.

    Estaba preocupado, no voy a negarlo. Con Henry allí no podía sacar demasiada información, pero la vida de dos personas estaba en manos de un peligroso sucesor de la Iniciativa. – [Xander]Tenemos que sacarles de allí.[/Xander] – pensé en voz alta, intentando recolectar la información sesgada que tenía sobre las veces que habían entrado los Moondies. Por las historias que había escuchado a veces por boca de mis madres y a veces por boca del resto o por las propias fichas, habían entrado al menos cuatro veces: la primera de ellas es la que aún daba pesadillas a mi madre, de la que sabía poco porque era muy duro para ellos, mi padre siempre estaba serio cuando lo recordaba; la segunda entró el tío Christopher con los O.W.L.S para sacar al que había ayudado a que escaparan la primera vez; la tercera entraron a por la madre de Jane y el tío Daakka; en la última habían entrado mis dos madres, el tío Daakka, el tío Ed y un grupo de gente de Z, allí fue donde las dos se enamoraron.

    – [Henry]A eso venía. Me ha costado sacarlo pero al final lo hemos conseguido.-[/Henry] explicó con una sonrisa.

    – [Xander]¿Cuánto tiempo tenemos?[/Xander] – pregunté. Si contábamos con bastante tiempo el deber era esperar a que mi padre y mis madres volvieran de viaje y dejarlo en manos de los Moondies por mucho que me molestase.

    – [Henry]Poco…-[/Henry] – sentenció. Por la gravedad con la que lo dijo supe que contábamos con poco más de un día. Mis madres y mi padre estarían una semana fuera y los demás lo tendrían complicado.

    – [Xander]No podemos esperar a los Moondies.[/Xander] – respondí. Además de mis madres, el tío Toph y la tía Diana estaban fuera un par de días, el tío Daakka y la tía Cara inmersos en su proyecto, el tío Dom se había cogido unos días por asuntos propios, el tío Vincent estaba retirado igual que el tío Bill. Teníamos al tío Ed y la tía Mara como mucho y si se lo decíamos a alguno, mis madres y mi padre tendrían que cancelar el viaje y volver, para no irse nunca más a disfrutar de sus merecidos descansos. Tendríamos que hacerlo nosotros, sin contar con los Moondies. – [Xander]¿Harán falta muchos?[/Xander] – pregunté. El problema de los hijos e hijas de los Moondies es que no éramos como ellos, no estábamos unidos, no salvábamos el mundo.

    – [Amy]Yo sé quiénes entran.[/Amy]- comentó Amy, mordiéndose el labio inferior con nerviosismo.- [Amy]Pero si lo digo, os estoy condicionando.[/Amy] – por su forma de moverse, o más bien, de no moverse, Amy debía estar viendo retazos de visiones todavía. Pese a que mi padre era muy parco al hablar de lo que habían tenido que vivir, siempre me había insistido en que no me fiase de un futuro ni aunque lo diese por sentado, que siempre creyese que podíamos cambiarlo.

    – [Xander]Prefiero ir sobre seguro.[/Xander] – le pregunté, a sabiendas de que ella no me decía lo que veía, ni siquiera aquella vez, con Owen. Amy negó con la cabeza, contuve la frustración, ella no tenía la culpa de mi miedo a lo que pudiera pasar, solo intentaba no cambiar las cosas.

    Asentí. Esperaba no equivocarme con mis decisiones. – [Xander]Puedes contar conmigo. Y creo que con tres personas más.[/Xander] – miré a Amy para confirmar mi teoría, pero ella tenía cara de póker. Las tres personas con las que contaba, a regañadientes en algún caso, eran: Owen, Elle e Idris. No me veía capaz de mentir a Elle y sabía perfectamente que ella querría ir sí o sí.

    – [Amy]Y conmigo.[/Amy]- añadió Amy. La miré, orgulloso. Quería mucho a Amy, el tiempo que habíamos pasado conviviendo me había hecho recuperar una relación que no debí desatender, confiábamos el uno en el otro y Amy siempre intentaba ayudarme con lo de Jane.- [Amy]Ezra es mi responsabilidad. Como Leo[/Amy]. – añadió.

    La miré, pero no cambió el gesto al hablar de Leo.  – [Xander]Intentaré reunir un equipo.[/Xander] – expliqué a Henry. – [Xander]¿Tienes forma de entrar?[/Xander] – pregunté. En los días de la Iniciativa, no se podía teletransportar con magia a su interior, pero dudaba que Infinity utilizase la magia, al menos de momento. Era cuestión de tiempo.

    – [Henry]Por eso no te preocupes. Yo me encargo.-[/Henry] aclaró él. No iba demasiado con mi naturaleza sobrepreocupada, pero me alivió dejar  esa parte clave del plan en sus manos, porque a fin de cuentas, llevaba dos años allí.

    – [Xander]De acuerdo. ¿Nos vemos mañana a esta misma hora aquí?[/Xander] – propuse.

    – [Henry]Ella es la experta.-[/Henry] aclaró él, mirando a Amy.

    – [Amy]¿Yo?[/Amy] – preguntó ella. Asentí, Amy podría guiarnos muy bien con sus visiones, y siempre había tenido madera de líder, era una alfa. – [Amy]No.[/Amy] – replicó ella.

    – [Xander]Dependemos de ti Amy. Tú puedes salvarles.[/Xander]- añadí. Amy no tuvo tiempo a responder porque el ambiente en la oficina se hizo frío y espeluznante en un instante.

    – [Ezra]Mañana me parece perfecto.-[/Ezra] dijo una voz que acababa de aparecer. Frente a nosotros había una figura masculina. A primera vista parecía normal, pero si te fijabas veías que no tenía sombra ni le afectaba la luz.

    Era una aparición. Henry parecía casi tan sorprendido como yo y Amy le miraba de una forma diferente, como si le conociera. Entonces lo supe. – [Xander]¿E-ezra?[/Xander] – pregunté. La figura asintió antes de desvanecerse de la misma forma en la que había llegado.

     

  • INFINITY

    Henry L. Crowe Harry L. Parrish – Infinity

    Mañana

    Cuando Infinity se instalo exactamente en el mismo lugar en el que antiguamente se encontraba la Iniciativa, comenzaron a saltar las alarmas en la isla, metafóricamente. Siegfried comenzaba a ver amenazas y fantasmas del pasado por todos lados. Así que tras varias reuniones del consejo llegaron a la conclusión de que necesitaban a alguien allí dentro.

    No entiendo como pensaron que yo era la mejor opción, supongo que porque la tecnología se me da bien y porque puedo escapar en cualquier momento si la cosa se complicara. No me hizo especial gracia, nunca he querido trabajar para Siegfried, pero al final tuve que aceptar por mi madre.

    Así que allí me encontraba, en una sala de espera en la que la televisión que colgaba en la pared repetía sin cesar el anunció de la empresa y una mesa en la que estaban apilados literalmente todos los periódicos del día. En la recepción había un par de jóvenes atendiendo llamadas y dando la bienvenida a la gente que llegaba. Todo era de un blanco impoluto y el suelo estaba tan pulido que podías ver tu reflejo en el.

    A través de la cristalera pude ver como se acercaba Greta Gabler, no llevaba nada consigo, posiblemente ya tendría más que estudiado el curriculum que Software me creo, si todo el mundo miente en su curriculum con Software te podían salir tres o cuatro carreras de más. El caso es que a mí también me habían informado acerca de ella.

    La primera vez que me mostraron su expediente pensé que no podía ser mala persona. Greta estaba casada con una mujer que conoció en sus años de universidad. Tenía dos hijos rubios, catalogados de monísimos por Aphrodite. No se perdía ni una sola de las celebraciones del Orgullo y todos los años por Halloween hacían una foto temática con su mujer e hijos. En la del año pasado iban de personajes del Mago de Oz y Greta iba de espantapájaros, el cerebro.

    – [Greta]Harry L…l…Parrish[/Greta].- Me tendió la mano y me dio un apretón con una amplia sonrisa. Llevaba una blusa blanca, unos pantalones ajustados negros y unas Air Nike negras. El pasar tanto tiempo con Laura me había hecho fijarme en la ropa de los demás. Su ficha también mencionaba como conseguía la ropa, así que o las Nike eran falsas o acaba de dar con la primera fisura de la Greta real. [Greta]Es impronunciable el segundo nombre, ¿verdad?[/Greta]

    – [Henry]Es Lincoln, pero nadie me llama así. Harry está bien.-[/Henry] Al igual que utilice otro nombre y apellido para asegurar mi anonimato, utilizando el de mi abuelo, también cambie mi segundo nombre. Esa L era algo importante para mí y solo dos personas más conocían su significado.

    – [Greta]Bienvenido a Infinity[/Greta].- Añadió con cordialidad.- [Greta]Supongo que estarás deseando conocer tu nuevo puesto de trabajo[/Greta].

    – [Henry]Gracias.-[/Henry] Asentí ligeramente, tampoco quería hablar demasiado por si acababa metiendo la pata -[Henry]La verdad es que si, no me han comentado nada.[/Henry]

    – [Greta]Sígueme[/Greta].- Caminamos por las instalaciones de Infinity, tenían una zona de relax en la que los trabajadores hacían yoga, tomaban siestas en hamacas o probaban los diversos tipos de yogurt helado que tenían. Pasamos por otra en la que había varios niños pequeños de poco más de 3 años, hijos de los trabajadores de Infinity. Llegamos hasta un tubo metálico que conectaba con el sótano. – [Greta]Adelante[/Greta].- Me animo, mientras que yo miraba a mi alrededor buscando unas escaleras o un ascensor. Eche un vistazo abajo, había alguien aporreando una tablet con los dedos y una piscina de bolas.  En vista de que no había más remedio me lance por el tubo hasta caer en la piscina de bolas- [Greta]Perdona que no me tire, pero tengo miedo a las alturas[/Greta].- Le escuche decir mientras apartaba las bolas para salir de la piscina.- [Greta]Harry, te presento a Andrew Smith[/Greta]

    – [Andrzej]¿Qué hay? Mejor Andrzej.[/Andrzej] – Me fije en él, tenía el pelo rubio recogido en una cola de caballo y unas incipientes entradas por los lados.

    – [Henry]Encantado.-[/Henry] Le tendí la mano y pareció dudar, pero al final me dio la suya una fracción de segundo. Llevaba unos pantalones vaqueros desgastados y una camiseta con el dibujo de un mago con un sombrero que le tapaba toda la cara y un cetro más grande que su cuerpo. También tenía una mancha de café en ella pero no parecía molestarle.

    [Andrzej]Encantado. ¿Te hago el tour?[/Andrzej] – Asentí pero cuando me fije en él estaba mirando a Greta desde lo alto.

    – [Greta]Claro[/Greta].- nos amino ella enseñándonos los pulgares.- [Greta]Os dejo solos[/Greta].

    – [Andrzej]Decía a ella. Meh, estamos mejor solos.[/Andrzej] – Se saco un cigarrillo electrónico del bolsillo y le dio una calada. Carraspee un poco a pesar de tratarse de humo de vainilla. – [Andrzej]A ver, no hay mucho curro. En ese almacén hay un huevo de tecnología de todo tipo que han conseguido. [/Andrzej] – Señalo unas puertas dobles de acero al final del pasillo escoltadas por dos guardias de seguridad, ambos con sendos perros guardianes.  – [Andrzej]Nos vigilan cinco tíos con fuscos, pero tranqui, no entran, solo cuando nos traen café.[/Andrzej] – Debía de estar reflejando mi nerviosismo porque estaba tratando de tranquilizarme.

    – [Henry]Bueno es saberlo.-[/Henry] Daba bastante mal rollo como de un momento a otro, de estar en una empresa de tecnología punta, había ido a parar al recoveco más oscuro de la compañía. Para más inri no dejaba de mirar a mí alrededor en busca de unas escaleras o un ascensor. Si no fuera capaz de salir de aquí en cuestión de segundos gracias a mi habilidad juraría que me acaban de lanzar al foso de los leones.

    – [Andrzej]No te agobies, hay mucho secretismo porque ahora están metidos en el gobierno.[/Andrzej]- Eso no iba a gustarle a Siegfried. – [Andrzej]Pero al final ya sabes, todo son «Empresa líder en el sector» y al final mira, aquí estoy, por haberle pirateado Endless.[/Andrzej] – Sonrió haciendo los gestos de victoria con la mano como si le hubiese tocado el premio gordo.

    – [Henry]Y ahora te dedicas a evitar que otros hagan lo mismo que tú hiciste.-[/Henry] No era muy fan de Endless. Me gustaba la idea de cientos de universos en cohesión para explorar. Pero como no te dejaras pasta en el, avanzar, subir de nivel y encontrar objetos era toda una odisea.

    – [Andrzej]Y otras tantas cosas como ver para qué sirve todo lo que hay ahí…que va a ser tu trabajo a partir de ahora.[/Andrzej] – Sonrió. Si de por si parecía trabajar poco, ahora que iba a hacer el suyo iba a trabajar menos. – [Andrzej]Las llaves del reino.[/Andrzej]- Me agarro un dedo y lo paso por su tablet. Acto seguido me paso por el cuello una cinta con mi acreditación. – [Andrzej]Mi rincón de pensar.[/Andrzej] – Bromeo. Su rincón como él decía estaba plagado de varias botellas de plástico de diferentes refrescos. La papelera estaba a rebosar de vasos de plástico de café. Me señalo mi mesa que estaba enfrente de la suya, nuestra única separación entre ambos para no vernos eran las dos pantallas que tenían ambas mesas. Comencé a sacar cosas de la bandolera. El portátil, una pelota anti estrés que sin duda me iba a hacer falta, y una foto en la que aparecía con Laura. Me habían creado una vida completamente nueva en la isla y a algunos les pareció gracioso poner a Laura como mi novia.

    – [Andrzej]El aislamiento es una mierda para tener novia. Pero hay una maciza congelada allí.[/Andrzej] – Señalo el almacén mientras uno de los guardias entraba dejándole un café. Este hombre debía de tener más cafeína que sangre en su cuerpo.

    – [Henry]¿Teneis gente congelada aquí?[/Henry] Pregunte horrorizado. El que debía estar congelado ahora era yo porque era incapaz de moverme.

    – [Andrzej]Suena a secta ¿eh? Tranquilo, solo son para hacer batidos….[/Andrzej]- Si no se hubiese partido de risa en cuestión de segundos le hubiese creído.  – [Andrzej]Esto antes era una sede del gobierno que experimentaba con cosas raras, así que hay de todo. Cosas muy chtulhianas.[/Andrzej]

    – [Henry]¿Que puede ser más raro que tener a alguien congelado?.-[/Henry] Pregunte intentando sonsacarle algo más de información mentalizándome a lo que podría encontrarme.

    – [Andrzej]Una escama de un bicho prehistórico.[/Andrzej]- Levanto un dedo y empezó a enumerar. – [Andrzej]Tomos mágicos. Artefactos cubiertos de sangre. Partes de demonios congeladas.[/Andrzej]

    – [Henry]Bueno, echemos un vistazo a todo lo que has mencionado.-[/Henry] Esperaba que me acompañara pero iba bastante enserio lo de que este era ahora mi trabajo. El hizo un par de señas con las manos para que fuera mientras se sentaba en frente de su escritorio.

    – [Andrzej]Sírvete. Dos consejos: ten la mente abierta…[/Andrzej]- Si supiera de donde vengo en realidad y la de gente diferente que he conocido a lo largo de mi infancia. – [Andrzej]y no te lleves souvenirs porque hay cámaras fuera por todas partes. Y dentro otras tantas.[/Andrzej] – Me indico. Acto seguido se puso en sus ordenadores, reconocí la musiquita de Endless al entrar.

    Me acerque hasta las puertas dobles. Los guardias ni repararon en mi más allá de ver que la acreditación concordaba conmigo. Introduje el código supersecreto, ‘4br3t3s3s4m0’. A veces el más fácil es el más complejo.

    El lugar era enorme y sorprendentemente estaba todo bastante bien recogido y organizado. Como si de un museo se tratara todo estaba en vitrinas y expositores. Nada más entrar había una chaqueta deportiva de institutito de color rojo con una S amarilla bordada y una docena de cajas llenas de chocolatinas llamadas Milkbar, de las cuales nunca había oído hablar.

    En una vitrina había de todo menos baratijas. Anillos, amuletos, colgantes y orbes, uno en concreto poseía cierta nubosidad naranja en su interior. Había una sección solo de armas. Andrej había trabajado en algunas porque ya aparecían etiquetadas. Los guanteletes de Jarngreipr y la espada de Fragarach pertenecientes de la mitología nórdica. Un martillo apoyado en el suelo nombrado simplemente como Olaf, y un guante con la inscripción de Myhnegon.

    En otra vitrina había varias muestras, la más llamativa era unos mechones de pelo de un azul intenso. En una esquina del cristal había una pequeña pegatina con el simple nombre de “Puros”.

    Colgados en una pared como si de una investigación en curso se tratara había varias fotografías de discos de diferentes colores. Justo al lado había varias estanterías repletas de libros y tomo en idiomas desconocidos.

    En la sala había varios contendores pequeños. Al asomarme encontré cosas horribles como brazos de demonios o una cabeza de licántropo.

    En una nevera había varias muestras de sangre. Una de ellas estaba etiquetada como “Sujeto Omega”. Otras estaban catalogadas como proyectos “Babel”, “Lázaro”, “Hellhound” entre otros.

    Lo más llamativo lo deje para el final. Dos capsulas exactamente iguales. Salvo que una estaba abierta y está destrozada por dentro mientras que la otra estaba cerrada pero el componente electrónico del exterior estaba destrozado. Tenía conectada una maquina que media la frecuencia cardiaca. Sin duda había alguien encerrado dentro. Un poco más apartada de estas dos se encontraba una tercera. Tenía unas iniciales en su lateral. S.H.E: Syntetic Hybrid Embryon.  Al contrario que las otras dos esta tenía una pequeña cristalera en la que se podía ver el rostro de una joven rubia atrapada en su interior. Junto a ella dos frasquitos etiquetados como ADN Kvasir Sarah Echolls, ADN Kvasir Sasha Elliot.

    Empezaba a pensar que Siegfried no estaba tan loco como yo pensaba.

     

    Un año después…

     

    Andrej acaba de llegar con su radical nuevo corte de pelo. Bueno se lo había teñido de azul y rápido por los lados, pero seguía teniendo la cola de caballo. Le salude para no parecer descortés y volví a mi puesto de trabajo para descifrar el correo que había recibido de los demás.

     

    Pronto.

  • LA VUELTA AL MUNDO

    Henry L. Crowe | Neverland

    Nunca me ha gustado la isla perdida de Z, me refiero a su nombre no al lugar en sí. Resultaba un poco ególatra llamar a un lugar en el que viven cientos de personas por uno de tus apodos, por eso para mí desde pequeño siempre ha sido Neverland, como la isla del cuento de Peter Pan. No es que la isla estuviese plagada de niños que no querían crecer, simplemente me parecía un nombre mágico para la gente tan mágica que habita en ella.

    No era especial fan de Siegfried por todo lo que me fue contando mi madre a media que crecí, se le podían reprochar muchas cosas por cómo había llevado sus planes, pero no era un tirano, y al final había logrado un lugar en el que las personas con habilidades, demonios y demás razas podían vivir en armonía y paz sin temor a ser cazados.

    Si, esta pacifica isla era un lugar maravilloso, pero a medida que me hacia mayor me sentía más y más atrapado, conocía cada rincón de la isla, podía ir de una punta a otra en cuestión de segundos, la isla se había quedado pequeña para mí. Necesitaba explorar más, ver el mundo, otros lugares y culturas. Las primeras semanas de mi partida las pase con Russell, pero yo no era un reclutador como él, así me fue a vivir en solitario.

    He recorrido la famosa ruta 66, era un modo sencillo de visitar varios estados y poder volver a ellos en un chasquido de dedos. Selvas amazónicas las cuales parecen un mundo dentro de otro al no haber sido nunca tocadas por el hombre. Y esto es solo una pequeña parte de lo que había visto, aun quedaba muchísimo más por ver, la idea era dar la vuelta al mundo.

    Así que aquí estoy, un año después de vuelta en casa. Salir de la isla es fácil, no es una prisión para los sobrenaturales, alguien puede marcharse si quiere, cosa que nunca ha ocurrido. Lo difícil es entrar en ella. Estamos hablando de una isla flotante en constante movimiento que nunca esta quieta en ningún lugar. Así que Russell me consiguió un trabajo en un crucero por el Atlántico en el SS Banana Split. Nunca sabes dónde puede estar la isla, pero cuando ves un banco de niebla desentonar en un día despejado sabes lo que se oculta detrás.

    Pase el primer día en descontaminación y observación por si era portador de alguna enfermedad que pudiera poner en peligro al resto de habitantes, y los días siguiente con mi madre contándole donde había estado. Pero eso ella ya lo sabía cortesía de Software con el localizar que había implantado tan delicadamente en el reloj que me regalo Lincoln antes de marcharme, pero nunca les dije que lo encontré.

    Mi breve estancia estaba llegando a su fin, había regresado para ver a mi familia, mostrarles que seguía de una pieza y cumplir una promesa que hice un año atrás. No fue complicado encontrar a Laura, solía pasar las horas muertas en el lago tomando el sol y leyendo novelas de amor.

    – [Henry]Te vas a quemar como sigas tomando el sol.-[/Henry] Aunque la verdad Laura no era de las que se quemaba, su piel era algo más morena en contraste con mi blanco nuclear.

    – [Laura]¿Ya te has cansado de ver mundo?.-[/Laura] Pregunto mirándome por encima de sus gafas de sol con estampados de leopardo.

    – [Henry]Para nada.-[/Henry] Añadí sentándome a su lado. En la orilla del lago se encontraba Teach con un grupo de niños. Sabía lo que estaba haciendo porque Laura y yo también lo hacíamos de pequeños, búsquedas del tesoro. – [Henry]Simplemente me encontraba cerca y he pasado a saludar.[/Henry]

    – [Laura]Eso es que me echas de menos.- [/Laura]  Laura se incorporo en su toalla de Bruno Mars dejando a un lado el libro que estaba leyendo.- [Laura]Soy la mejor. [/Laura]

    – [Henry]Bueno señorita Petrov. ¿Está preparada para ir a ver el mundo y dejar de estar encerrada como un canario?.-[/Henry] No encontré ningún pájaro en los arboles cercanos, pero si a Vine echado en una de las ramas al que salude. Vine era el villano más temible que teníamos en la isla, lo cual chocaba con su aspecto adorable.

    – [Laura]¿Me estás llamando cara de pájaro?- [/Laura]  Pregunto sacando a relucir su acento ruso. Cuando las Pretov hablaban en ruso podías echarte a temblar.

    [Henry]Es una metáfora. Jaula. Isla. Canario. Petrov.-[/Henry] Uno de los niños tropezó y se hizo un corte en el brazo con una roca. Por suerte Elixir estaba cerca y tras posar la mano en el corte del niño la herida había desaparecido. No era especial fan de las heridas teniendo en cuenta que si alguna vez me hacia una no podría cicatrizar.

    – [Laura]Lo sé, me estaba quedando contigo.- [/Laura]  Se coloco las gafas en la cabeza y sonrió un poco para ver que estaba bromeando.

    – [Henry]Te has acomodado a la buena vida, hace un año me estabas pidiendo venir conmigo.-[/Henry] Otro de los factores negativos que tenía la isla era precisamente ese, el acomodarte, vivir despreocupado sin problemas a los que enfrentarte.

    – [Laura]Es que vivo muy bien.- [/Laura]  Se mordió un labio pensativa.- [Laura]¿Hay macizos y fiestas donde vamos? -[/Laura] Sabía que esta pregunta saldría a relucir por lo que no me quedo otra que suspirar.

    – [Henry]Bueno, podemos ir al carnaval de Rio, celebrar San Patricio en Irlanda. Coachellas, no soy fan pero seguro que te gusta.-[/Henry] Me estaba viendo de nuevo rodeado de gente con pintas de haber atracado un mercadillo y olor a pachuli y porros.

    – [Laura]Eh… es que tú no eres guay.- [/Laura]  Se puso en pie de un brinco y se puso a recoger sus cosas.- [Laura]Pero me llevas y esperas en el coche. Es que no voy a ligar nada si vas pegado a mí.[/Laura]

    – [Henry]Estará complicado esperar en el coche cuando el medio de transporte soy yo.-[/Henry] Laura se echo a reír pero era verdad. Iba a ser de lo más divertido esperar afuera de los locales de moda mientras charlaba con los choferes de los niños ricos del lugar.

    – [Laura]Te compraré uno con el dinero de mi madre. [/Laura]

    – [Henry]No necesito coche, pero ese dinero vendrá bien para tus fiestas.- [/Henry]El dinero no crecía de los arboles precisamente, y mira que existían poderes y ninguna habilidad con la que crear dinero.

    – [Laura]Qué bien me conoces.- [/Laura]  Me paso una mano por el pelo alborotándolo, probablemente ahora parecería que he recibido una descarga eléctrica.- [Laura]Podría decirse que quizás te he echado un poco de menos. [/Laura]

    – [Henry]Menos sentimentalismos. Corre, ve a casa a por tus cosas, despídete de tu familia. Que se prepare el mundo porque allá va Laura Petrov.-[/Henry] En lo alto de su árbol Vine acababa de levantar la mano al saludo anterior, muy propio para la despedida de Laura ahora.

    – [Laura]¡Cómo lo sabes!- [/Laura]  Exclamo marchándose mientras bailaba una conga imaginaria.

    Un par de horas después, tras recoger mis pertenencias y despedirme de nuevo de familiares y amigos espere a Laura en los acantilados de la isla. Venía arrastrando dos maletas de considerable tamaño. Llevaba un vestido floral blanco con un collar de flores y una flor a juego en la oreja. Resultaba bastante obvio cual quería que fuera nuestra primera parada.

    [Henry]Aloha isla.-[/Henry] Dije mientras le tendía una mano para que se agarrara. En su rostro se dibujo una sonrisilla de emoción. Si, viajar estaba bien, pero en compañía era mucho más entretenido y divertido. De que servía ver lugares increíbles si no los podías compartir con nadie.

  • CULPARSE SIEMPRE ES LO MÁS SENSATO

    CULPARSE SIEMPRE ES LO MÁS SENSATO

    Sarah | Sede de los O.W.L.S.

    MADRUGADA

    sarah01022016

    Lo fácil sería decir que tuve una sensación que me avisaba de que algo estaba mal, que sabía que Mara nos necesitaba, pero no fue así. Cuando cruzó la puerta, las demás aprovechamos para pedir una pizza y ver los últimos capítulos de la primera temporada de ‘UnReal’, junto a Ed, que parecía más interesado en mirar a Lucy de reojo y a Daniel, que no estaba prestando atención, porque prefería jugar con el portátil.

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  • VE AÑADIENDO EL BAILE A TU BASE DE DATOS

    VE AÑADIENDO EL BAILE A TU BASE DE DATOS

    S.H.E. La Mesías | ‘Little Nicky’

    NOCHE

    shemesi

    Habían pasado 97 días, 4 horas y 30 minutos desde que el Creador había conectado el circuito definitivo que hizo que pudiera volver a estar operativa. Durante ese tiempo, había acumulado toda la información de la que disponían en El Refugio y gracias a ella, sabía que era un proyecto de híbrido entre Cazadoras descartado por el General Preston, que el Creador había encontrado entre un montón de chatarra. También sabía que se llamaba Henry L. Crowe, además de que tenía entre 20 y 25 años, el pelo castaño claro, los ojos azules y la piel clara, por lo que podría definirse como caucásico. Podía calcular su índice de masa corporal, su peso exacto, la estatura en diferentes estándares de medida y explicar cuál era su emoción exacta en base a su lenguaje corporal, así como a los latidos de su corazón. Podría decirse que los hechos los dominaba, que en teoría los humanos no eran más que conexiones neuronales que nos sabían utilizar en toda su plenitud en un cuerpo frágil, pero me resultaban fascinantes.

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  • UN MECANISMO DE DEFENSA

    UN MECANISMO DE DEFENSA

    Xandra | Base del Escuadrón V

    NOCHE

    xandra260615

    El teletransporte de Henry era una maldita tortura. Era como estar dentro de un tubo psicotrópico que te arrastraba y te golpeaba contra la nada hasta que aparecías en el otro lado. Tendí mis manos, sudorosas por pensar en la experiencia, a Henry y a Idris, que estaban cada uno a mi lado, mientras que Russel se quedaba al frente y aprovechaba para guiñarme un ojo.

    Antes de que empezara todo, mis ojos se cruzaron para Henry y sentí la necesidad de pedirle perdón por haberle llamado «muñeca» a S.H.E., pero no fui capaz de articular palabra, porque El Refugio desapareció en una espiral de colores y fuimos catapultados al aerodeslizador en la que estaban los gemelos psicópatas y secuaces. Contuve una arcada y luego otra, intentando enfocar la vista en un punto fijo, pero todo me daba vueltas. Estábamos en un hall de paredes de hormigón, que no se habían molestado en pintar y suelo de linóleo, también gris, pero a nuestro lado había una especie de cristal oscuro, que debía ser una ventana encubierta. Las luces eran blanquecinas y algunas parpadeaban, como si les importara poco que yo estuviese mareada y esas luces no me ayudaran. Frente a nosotros, un grupo de seis hombres y mujeres, encadenados y malheridos nos miraban implorando por sus vidas, deseando que no fuéramos parte de un escuadrón de la muerte.

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  • MARCAR UNA DIFERENCIA

    MARCAR UNA DIFERENCIA

    Henry L. Crowe | Exterior de GalerÍa subterrÁnea / Refugio

    NOCHE

    henrydunham

    Me encontraba a cubierto tras una amplia pila de escombros, habíamos captado un deslizador por el radar y me mandaron a investigar, cosas de poder estar en cualquier lado en cuestión de segundos. Extrañas criaturas comenzaron a emerger de las cloacas, llevaban consigo varios humanos, algunos en un estado deplorable.

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