Moondale

Etiqueta: Jane le va a partir la cara a mas de uno

  • UNA DUCHA FRÍA

    Jane – Nave

    Mañana

    Éramos los hijos y las hijas del grupo Moondie, pero yo no estaba preparada para ocupar el cuerpo de Alexander. Me miré al espejo varias veces intentando acostumbrarme a lo que veía reflejado por si era permanente y quise echarme a llorar. No es que no fuera agradable tener más músculos de los que creía posibles, pero notaba raro hasta el latido de su (¿mi?) corazón.

    – [Xander]No sabía que no podías leerme.[/Xander] – escuché mi propia voz a mi espaldas. Estábamos en la que era mi habitación en la nave. Tenía la misma poca gracia que siempre, a excepción del trozo de espejo que Lexie nos había donado arriesgándose a siete años de mala suerte por pedazo. Era una estancia funcional con dos camas de sábanas blanquísimas, paredes de metal y una falta preocupante de decoración. Si tu sueño era vivir en la Galactica, ahora podías cumplirlo.

    – [Jane]Pensé que lo sabías, porque eres inmune a todos los poderes[/Jane].- le expliqué sin dejar de mirarme. Los testículos empezaban a picarme. ¿Debería rascarme con la mano o buscar un tenedor?

    – [Xander]En realidad, solo lo había comprobado con las visiones de Amy y con tu poder.[/Xander] – me explicó. Observé los pantalones de tejido vaquero y la blusa suelta de color negro, que ahora le (¿me) quedaban más holgados. Mi cuerpo estaba adelgazando.

    Asentí y pasé los dedos por la incipiente barba. – [Xander]Jane, voy a ser sincero. Necesito confiar en ti antes de poder contarte una cosa. Necesito estar seguro de que eres tú.[/Xander]

    Noté que me tensaba. Era parte de la poca gracia de mi carácter. A veces, el torrente de mala leche era algo instintivo, que ni siquiera podía controlar.- [Jane]¿Y eso a qué viene?[/Jane]- espeté molesta.

    – [Xander]No te lo puedo decir hasta que no esté del todo seguro.[/Xander] – se explicó. – [Xander]Normalmente me valdría con mirarte pero…no sé leer mi cara.[/Xander]

    – [Jane]En fin[/Jane].- me crucé de brazos y vi cómo se me marcaban los bíceps con aquella camiseta verde botella.

    – [Xander]Dime algo que solo supieras tú. Lo que sea.[/Xander]- me pidió.

    – [Jane]No tengo nada especial que contarte[/Jane].- me ajusté los vaqueros a ver si aquel picor infernal cesaba. ¿Alexander tendría ladillas?

    – [Xander]¿Qué rpg era tu favorito?[/Xander]

    – [Jane]Esto es absurdo, Alexander[/Jane].- bufé.

    – [Xander]Jane, por favor, responde.[/Xander] – me pidió mi propia cara.

    – [Jane]Pues…[/Jane]- me rasqué la barba. El cuerpo de este hombre era una mina de picores desconocidos.- [Jane]Los Sims, diría yo[/Jane].

    – [Xander]Solo tú podías dar esa respuesta.[/Xander] – sonrió y vi todas las arrugas que tendría en unos años si seguía sonriendo. Nota: dejar de sonreír. – [Xander]Perdona por haber dudado, pero no todos hemos cambiado por parejas.[/Xander] – comento. – [Xander]Hay al menos alguien desconocido entre nosotros, haciéndose pasar por James en el cuerpo de Lekwaa.[/Xander]

    – [Jane]Al menos, el topo no está en mi cabeza[/Jane].- medité.- [Jane]Habría tenido las de ganar[/Jane].

    – [Xander]Pero no sé controlarlo. Seguro que a ti se te daba mejor.[/Xander]

    – [Jane]Aún no lo tengo controlado y tú eres más zen. Te irá bien[/Jane].- me senté a su lado, en la cama de Elle. Lo bueno del futuro es que las camas no tenían muelles.

    – [Xander]Tú eres más metódica y más perfeccionista.[/Xander] – vi cómo mi cara se sonrojaba un poco al mirarme.

    – [Jane]No me hagas la pelota[/Jane].- alcé un dedo.

    – [Xander]Es cierto. Aunque es un poco raro decírselo a mi cara.[/Xander] – continuó. – [Xander]Supongo que porque tus padres, bueno, tienen sus virtudes pero…no fueron muy perfeccionistas.[/Xander]

    Mis padres. Los peores Moondies. La pareja que nadie sabía de dónde había salido y que, por si fuera poco, se había reproducido no una, sino tres veces.

    – [Jane]Mi padre es un desastre y mi madre está amargada, porque se equivocó enamorándose de un tío con el que solo tenía en común lo mucho que les gustaba el sexo[/Jane].-  solté de forma seca.

     [Xander]Sé que no estuve a la altura pero siempre que necesites hablar, aquí estaré. A veces solo hace falta desahogarse.[/Xander]- le di un abrazo y no sé qué fue lo que pasó, pero el miembro de Alexander reaccionó al olor del champú de mi cuerpo y se endureció.

     

    – [Jane]¿Qué…?[/Jane]- chillé avergonzada y me puse en pie dándole golpecitos.

    – [Xander]Tenemos que encontrar una forma de…revertirlo.[/Xander] – se cruzó de brazos y al ver que se tocaba las tetas, los colocó a lo largo de su cuerpo.

    – [Jane]Abajo, maldita sea. ABAJO. SIT[/Jane].- le grité al miembro, que estaba con la bandera alzada.

    – [Xander]Deja de darle golpes…[/Xander].- puso cara de dolor.

    – [Jane]¡ES QUE NO ME OBEDECE![/Xander]- volví a darle.

    – [Xander]Cuanto más le des, peor[/Xander].- nunca entendería el funcionamiento de los penes.- [Xander]Piensa en algo no…bueno, en algo que no te…guste.[/Xander] – dice.

    – [Jane]Suciedad, desorden, Owen hablando sin parar de cosas que no vienen a cuento, mis padres discutiendo…[/Jane]-  enumeré.

    Nada. Aquello seguía como una piedra.

    –  [Jane]Sospecho que tienes alguna enfermedad[/Jane].

    – [Xander]¡Eso es que estoy sano![/Xander]

    – [Jane]¿Tú crees? Porque a mí no me lo parece[/Jane].

    Me estaba agobiando. No quería tener que manipular algo que no era mío.- [Jane]Creo…creo…que me voy a ir a leer para no estar muy cerca…[/Jane]- propuse y agarré el manoseado ejemplar de ‘Reino de ladrones’ de la mesita. El libro era gordo, quizás si lo dejaba caer sobre el pene…

    – [Xander]Ni se te ocurra. Por favor…[/Xander]- me pidió con un hilo de voz.-[Xander]Tenemos que buscar la forma de cambiarlo.[/Xander] – propuso. – [Xander]Pero por el momento solo podemos confiar el uno en el otro. Intentaré usar tu poder para sonsacar algo.[/Xander]

    Asentí y él salió de la habitación. Intenté leer, pero aquello no se bajaba y tuve que optar por lo menos ortodoxo, pero también necesario.

    Una ducha fría.

  • MI ANGEL GUARDIAN

    ELLIOT WILLIAMS

    MAÑANA – KOURAS

    Lo último que imagine que acabaría haciendo cuando me levante aquella mañana es que me vería transportado junto con los demás al mundo de los Daesdi con la misión de reclutar a los Daë.

    Fui algo escéptico cuando Vera se presento en la puerta de casa y me conto sus planes. No era ninguna clase de héroe como los Moondies, no poseía ningún tipo de habilidad y mi vida se resumía en evitar los conflictos.

    Pero entonces apareció Tina, o la que pensaba que era Tina, la cual quedo encandilada con la idea de Vera de hacer una acampada improvisada con los demás. Así que tras un repentino envalentonamiento acepte solo para descubrir que había sido engañado más tarde.

    -[Jane] Sois unos irresponsables.-[/Jane] Fue lo primero que dijo Jane tras levantarse del suelo y sacudiéndose el polvo del cuerpo. Uno podría pensar que se refería a Owen y los demás, pero tenía la sensación de que también hablaba por Vera y por mí.

    – [Owen] Te das por aludida a ti misma ¿no?.-[/Owen] Supongo que se refería al presentarse allí con los demás para detenerlos.

    – [Jane] Yo he venido a impedir todo esto.-[/Jane] Añadió encarándose a Owen a pesar de que le sacaba una cabeza de altura, mi hermana no se amedrantaba ante nada. Owen por su parte se rasco la cabeza despreocupado.

    – [Elliot] Dejad la discusión para cuando estemos en casa.-[/Elliot] Intentaba imponer algo de tranquilidad, pero al igual que en casa casi que mejor debería haberme quedado callado.

    – [Jane] ¿A qué habéis venido exactamente, Elliot? Pensaba que tenías más cabeza.-[/Jane] Yo también lo pensaba y me habían engañado por completo.

    – [Elliot] Vera me ha convencido de seguiros para ver que tramabais. Era eso o una redacción de historia.-[/Elliot] Me sabía mal echar a Vera a los lobos pero era consciente de que Jane no se enfadaría con ella.

    – [Owen] Y ahora estás viviendo la historia. El oeste…-[/Owen] Owen comenzó a disparar con sus dedos en dirección al cielo.

    – [Vera]Gracias por echarme la culpa, vendido.-[/Vera] Vera se quedo mirándome y enarco una ceja, las piernas me flojearon al ver su expresión.

    – [Elliot] No te echo la culpa… centrémonos a lo que nos han mandado, y antes podremos salir de aquí.-[/Elliot] Dije intentando cambiar la conversación y evitar acabar peor de lo que ya estaba quedando.

    – [Vera]Me acabas de echar la culpa, traidor.-[/Vera] Añadió riéndose, al menos ahora sabía que no se lo había tomado mal.

    – [Elliot]Pero no se enfadara contigo. –[/Elliot] Le susurre mientras Jane intentaba traer de vuelta a la realidad a Owen que no dejaba de disparar al aire imaginariamente.

    – [Jane]El oeste es peligroso y más para dos mujeres.-[/Jane] Jane arrastro a Owen hasta donde nos encontrábamos. Tenía mucha razón. El oeste estaba repleto de paletos e imperaba la ley del más fuerte. Eran un grupo de hombres codiciosos en busca de oro, indígenas a los que cazar y mujeres que profanar.

    – [Owen] Dos pistolas tengo…- [/Owen] Sacando a relucir de nuevo sus dedos índices recién desenfundados.

    – [Vera] ¿Cómo te has tomado lo de Tina? Me pareció entender que te gustaba. -[/Vera] Nadie sabía lo mío con Tina. Bueno ni la propia Tina creo que supiese que me gustaba. Había conocido a una persona completamente diferente a como la representaban los demás. Creo que solo necesitaba alguien que le escuchara y encontró ese alguien en mí.

    – [Elliot] Ahora que se que no la ha matado mejor. -[/Elliot] Ni con los abusones del instituto había sentido este sentimiento antes, una especie de ira que se apodero brevemente de mi persona, nunca había experimentado eso.

    – [Vera] Os podíais haber dado el número de móvil. No sé, digo por eso de que estamos en el futuro. -[/Vera] De hecho habíamos estado hablando por la InfinityBand, pero desde lo que ocurrió, todo el tema de retener sobrenaturales, espionaje y demás cosas no lo había utilizado. Lo primero que hice al llegar a este mundo fue comprobar los mensajes. No había señal, lo que hubiese sido un buen método de comunicación entre los demás. Pero tenía un par de mensajes pendientes de leer, entre los habituales de insultos de compañeros de clase había uno de Tina en el que decía que se ausentaría durante un tiempo. Se había ido con sus padres a remodelar una vieja casa en Atlanta.

    – [Owen] Así que Tina y tú ehh, Romeo.-[/Owen] Añadió dándome un par de codazos los cuales debían de ser bastante fuerte a juzgar por el modo en el que me hacían balancearme.

    – [Jane]¿¿¿Tina???.-[/Jane] Jane parecía escandalizada por el tono de su voz. Aun me veía como su hermano pequeño. – [Jane]¿Pero no te gustaba Vera? ¿Por qué nadie me cuenta nunca nada?[/Jane]

    – [Owen] ¿Así que Vera? .-[/Owen] Mi hermano se rasco la barbulla echándonos un vistazo a los dos. A saber que se le estaba pasando por la cabeza.

    – [Elliot]¿Qué?. No. Vera y yo solo somos….  ¿podemos dejarlo? tenemos que buscar algo de ropa para no llamar tanto la atención.-[/Elliot] Seguramente me había puesto rojo como un tomate, no puedo confirmarlo. Es cierto que había sentido algo por Vera desde pequeño, pero el miedo a no ser reciproco y perder su amistad me hizo no decir nada.

    -[Vera]Buena idea.-[/Vera] se quedo pensativa un momento. –[Vera] Deberíamos hacer dos grupos para no llamar tanto la atención e ir a dos puntos diferentes. Cuando terminemos, nos reunimos aquí.[/Vera]

    Los equipos parecían un poco obvios. Jane y Vera no podían andar solas por aquí así que debían ser grupos mixtos, y Vera parecía que me había leído la mente. – [Vera]Owen, ¿vienes conmigo? [/Vera]

    – [Owen] Me parece bien .-[/Owen] Acepto tras echarle un vistazo a Jane y pasarse la mano por el cuello, seguramente agradeciendo el haberse librado de las continuas collejas que hubiese recibido si hubiese ido con ella.

    – [Jane]Yo puedo ir sola si Elliot quiere ir con vosotros.-[/Jane] Se llevo las manos a los brazos escudándose mientras agachaba la cabeza.

    – [Elliot] No, tu y yo vamos juntos. -[/Elliot] Añadí agarrándola de la mano encaminándonos por un lateral hacia las casas de madera.

    – [Jane] ¿Estás seguro?.- [/Jane] Iba tirando de ella según avanzábamos. Vera y Owen se habían marchado por el otro lado.

    – [Elliot] Si. Vera tiene a Owen como musculo, yo me llevo la mejor parte. Solo… no le repliques a los tíos que se pongan insolentes. -[/Elliot] Jane era el cerebro y el musculo si había que incapacitar a alguien. Lo que más me preocupaba era que alguien se pusiera vulgar con ella, en ese caso estaríamos en un lio.

    – [Jane] Ja, sabes que eso es imposible.- [/Jane] Sonrió recuperando el ánimo.

    – [Elliot] Lo harás si quieres protegerme, y tu siempre te encargas de protegerme. -[/Elliot] Dicen que todo el mundo tiene su ángel guardián, bueno Jane es el mío. Siempre lo ha sido, desde que era un bebé hasta el hombre en el que supuestamente me he convertido. Siempre ha cuidado de mí, ha estado conmigo y luchado mis batallas a mi lado e incluso por mí.

    – [Jane] Ya no me necesitas.-[/Jane] Entendía porque podía pensar eso. De un tiempo aquí me he distanciado un poco, pero no solo de ella sino de todos, en un intento de valerme por mi mismo sin la ayuda de nadie.

    – [Elliot] Siempre te voy a necesitar. Eres la única persona cuerda con la que puedo hablar en esa casa.-[/Elliot] Bromee, papá y mamá estaban ocupados rebautizando la casa, solo esperaba que la limpiaran a fondo después. Y con Owen no podía hablar de mucho más que no fueran chicas, deportes o lo guapo que era.

    – [Jane] Lo peor es que es verdad. -[/Jane] Volvió a sonreír mientras llegamos a la trastienda de una tienda en la que tenían un par de conjuntos de ropa tendidos aireándose del polvo.

    – [Elliot] Ponte esto. Como vayamos de negro nos pegaran un tiro en cuanto nos vean.-[/Elliot] Vestir de negro en el oeste era sinónimo de ser un ladrón o un asesino. Tal vez ir de negro fuera una buena forma de evitar que la gente se nos acercara, pero no me la quería jugar a que algún vaquero se quisiera hacer el héroe. Así que al final nos pusimos unos trajes marrones propios de ganaderos. Jane se recogió el pelo y lo oculto en su sombrero.  – [Elliot] Toca mezclarse con los lugareños. Veamos que podemos descubrir en la taberna.[/Elliot]