Moondale

Etiqueta: Jane no deja a Owen tener sexo

  • SI LA SUERTE ME SONRÍE

    XANDER ECHOLLS

    MAÑANA – LA KVASIR

     

    No había sido una mañana tranquila. El rumor que había escuchado Lexie había corrido como la pólvora y tras los problemas que habíamos vivido hasta ahora, con el cambio de cuerpos y el ataque de la noche anterior aún fresco en nuestras mentes, ya habían empezado a sonar más nombres para volver a la Tierra.

    Estaba en uno de los estudios de la biblioteca con la puerta abierta cuando escuché un ruido. Esperaba que no fuera Dante, porque no me veía con fuerzas para validar su decisión de irse ni tampoco podía evitar comprender que él había elegido esto y no podía obligarse a estar.

    Para mi sorpresa, era Jane. Nada más verla se me iluminó la cara. – [Xander]Hola[/Xander]. – la saludé, pensando en moderar mi reacción. Ya era obvio para casi todo el mundo lo que sentía y no quería asustarla. Ella me sonrió para devolverme el saludo, pero no habló, parecía pensativa. – [Xander]¿Estás bien?[/Xander] – le pregunté.

    – [Jane]Sí, ¿por?[/Jane]- replicó ella. Conocía lo suficiente a casi todas las personas de aquella nave como para saber cuándo me estaban esquivando.

    – [Xander]Pareces preocupada.[/Xander] – ella entró al estudio en el que guardaba todas mis anotaciones sobre la «misión» y se sentó a un lado.

    – [Jane]Es que Owen se está equivocando y es como ver cómo va a descarrilar un tren a cámara lenta[/Jane]. – admitió al final. Me senté frente a ella. Jane se sentía demasiado responsable por todo el mundo y cuando se trataba de su familia, todo iba más allá. No digo que Dominic y Rebecca lo hicieran con un mal propósito, pero el caos que habían tenido sus vidas habían hecho caer todo ese peso en sus hombros.

    – [Xander]Supongo pero sabes que si está equivocando, tratándose de amor lo único que puedes hacer es apoyarle, ¿verdad?[/Xander] – aunque la situación era distinta, no podía evitar pensar en apenas un par de años atrás, cuando Jane no me hablaba y lo que me decían era que me olvidara de lo que sentía.

    – [Jane]Está poniendo su vida en peligro[/Jane].- se la notaba tensa, pero tras tanto tiempo separados no me atrevía a un gesto tan íntimo como masajearle los hombros.

    – [Xander]Owen no es tonto, aunque la quiera evitará arriesgarse.[/Xander] – traté de aconsejarle. Con Jane no era un camino directo, mucho menos teniendo en cuenta que nuestra pelea original vino a raíz de defender a Owen.

    – [Jane]No digo que mi hermano sea tonto, pero es muy impulsivo[/Jane].-  aclaró ella. Evité sonreír porque ella estaba preocupada, pero me agradó ver lo mucho que había cambiado. Aquella era la Jane que yo conocía. Estar lejos de sus padres y sus preocupaciones le venía bien.

    – [Xander]A veces es mejor seguir un impulso que razonar algo durante años y no hacerlo por miedo.[/Xander] – admití. Estaba claro que hablaba de mí y no me iba a molestar en negarlo. Desde que Jane había vuelto a hablar conmigo había decidido ser sincero con mis sentimientos. – [Xander]Yo pensé hablar contigo muchas veces, pero no me atreví. Fue un error. Hay mucho tiempo que no vamos a recuperar.[/Xander] – añadí. Ese tiempo siempre me iba a pesar, pero si valía para que yo hubiese cambiado y no volviese a cometer esos errores, al menos habría servido para algo.

    – [Jane]La diferencia es que tú y o no nos íbamos a morir por estar juntos[/Jane].- se echó hacia delante y, aprovechando que en los primeros asientos del estudio la mesa no estaba en medio, me puso un dedo en el pecho y luego lo llevó al suyo.

    No pude evitar esbozar una sonrisa. Estaba hablando de ser sincero con mis sentimientos y me ponían esa conversación en bandeja. No quedaba más remedio. – [Xander]Bueno, pero por no estarlo quizá sí.[/Xander] – le aseguré. Siempre había tapado bastante lo que sentía por Jane, sabía que poca gente lo comprendería, en especial después de pasar tantos años separados. Nadie podría entender que sintiera por ella algo que me afectara de manera tan profunda.

    – [Jane]Eso ha sido bonito[/Jane].- respondió ella con una sonrisa. Me alegré, Jane a veces era como un cervatillo, capaz de asustarse sobre todo cuando se mencionaba el amor. Ella no había tenido muy buenas experiencias sobre lo que significaba.- [Jane]Pero volviendo al tema, no me gustaría que mi hermano se muriese por una noche loca[/Jane]. – añadió. Contuve un suspiro, no me apetecía volver a hablar de Owen ahora que estábamos hablando de nosotros, pero si le preocupaba era mejor seguir con el tema que quería discutir en lugar de agobiarla.

    – [Xander]Por lo que sé, Amy le ha visto mordido por ella, muriéndose por la incompatibilidad. Pero no muerto.[/Xander]  – planteé. Se trataba de mi mejor amigo y mi prima, yo también le había dado vueltas a la situación. El futuro era incierto en las visiones, sin ir más lejos nuestro futuro no se había convertido en el de Ezra. E incluso así, Amy no le había visto morir en concreto, solo el «proceso» por decirlo de alguna forma.

    – [Jane]Entre estar muriéndose y estar muerto hay poca diferencia[/Jane].- replicó ella alzando una ceja.

    – [Xander]Va a estar bien. Solo tiene que aguantar hasta llegar a la Tierra. Una vez allí, mi tío Toph puede ayudarle, ya tienen experiencia.[/Xander] – ellos ya habían pasado por eso, tenía que haber una forma de curarle y la encontraríamos en caso de que no pudiéramos directamente evitar que le pasara. Coloqué las manos sobre sus hombros para tratar de infundirle tranquilidad.

    – [Jane]Pero Amy…[/Jane]- no terminó de decirlo y tragué saliva. Prefería no saber en concreto que iba a decir porque no quería abrir un frente entre nosotros.

    – [Xander]Amy lleva todo este tiempo siendo desagradable con él aunque le guste para evitar que le pase eso, confía en ella.[/Xander] – respondí, esperando que lo entendiera. Amy se había esforzado en distanciarse emocional y físicamente de Owen, pero al final parecían atraerse como si recorrieran un sendero circular.

    – [Jane]No[/Jane].- sentenció cruzándose de brazos. Que…tenaz era a veces. No podía reprochárselo, eso no era necesariamente un mal rasgo, pero en momentos como este me dejaba sin argumentos.

    – [Xander]Pues confía en mí. Aunque sé que en estos años no te he dado muchos motivos.[/Xander] – me di cuenta de que aún seguía con las manos en sus hombros y me eché hacia atrás, pero al hacer ese movimiento poco calculado rocé la piel de su cuello. Al principio mi mente pensó en lo que toda la vida había pensado, la descarga, la absorción del poder, pero en ese momento toda mi mente se nubló con la sensación del calor de su cuerpo y la suavidad de si piel.

    – [Jane]Preferiría que me hicieran caso[/Jane].- replicó, triste.

    – [Xander]¿Estás segura de que no lo ha hecho?[/Xander] – le pregunté. Porque podíamos estar debatiendo algo que en realidad no estaba pasando.

    Como si le hubiéramos invocado, Owen pasó por delante de la puerta del estudio en dirección al gimnasio. Ni siquiera nos vio, caminaba cabizbajo, pensativo.

    – [Jane]Me ha hecho caso[/Jane]. – dijo Jane al cabo de unos segundos. Quizá en su caso ver lo que pensaba la gente no era una especie de maldición si no más bien una ventaja.

     – [Xander]No le des muchas vueltas. Estoy aquí para ayudaros. No tienes que hacerlo todo sola.[/Xander] – añadí. Ahora las cosas podían ser diferentes. De hecho, lo eran tanto que Jane se puso en pie y se acercó a mi para estrecharme en un abrazo. Me vi colapsado por la sensación de sentir su cuerpo contra el mío y percibir el aroma a fruta fresca en su pelo. Tragué saliva.

     

    – [Jane]Gracias[/Jane].- repitió al separarse.

    – [Xander]Gracias a ti por…intentarlo.[/Xander]  – confesé. Sabía que para ella todo este esfuerzo de volver a hablar conmigo no había sido fácil. – [Xander]¿Vas a quedarte?[/Xander] – le pregunté, volviendo a sentarnos. Me refería a quedarse allí, en la «misión».

    Ella asintió y sentía que la tensión en mi interior se aflojaba un poco.- [Jane]No podría hacer otra cosa[/Jane]. – añadió. Mentiría si dijera que no había tenido alguna duda, pero venían del miedo a separarnos. Sabía que Jane era perfeccionista y responsable, no podía dejar algo así sin terminar.

    – [Xander]Ya. Te conozco.[/Xander] – respondí. – [Xander]Me alegra saberlo.[/Xander] – añadí. No podía dejar de mirarla, estaba tan….guapa allí pese a la horrible luz de la sala.

    – [Jane]¿Tú…te vas a quedar?[/Jane]- sus ojos se cruzaron con los míos, pero tardó poco en bajar la vista. No sé qué vio en lo míos, quizá demasiado

    – [Xander]Sí. Es culpa mía que acabásemos aquí así que no voy a irme. Por todos vosotros y porque tenemos que ayudar a que nuestro futuro exista.[/Xander] – eran dos factores que por separado ya me habrían convencido y juntos hacían que ni me lo plantease. Tenía una responsabilidad, pero también un destino, que si no se cumplía, podría hacer que ni siquiera existiéramos.

    – [Jane]No es culpa de nadie. No digas tonterías[/Jane].- dijo ella. Oír eso de sus labios me tranquilizó

    – [Xander]Mía sí.[/Xander] – insistí. Yo me creí a Omega porque decía lo que quería escuchar.  Yo me cegué en castigarla cuando supe la verdad y arrastré a todos detrás. – [Xander]Y hablando de eso…cuando me poseyó el licántropo…[/Xander] – recordé. Me avergonzaba pensar que la había perseguido como un demente, aunque…bueno, en realidad había sido en su cuerpo.

    – [Jane]Deja de culparte por todo[/Jane].- se sentó a mi lado y apoyó la cabeza en mi hombro. No me avergüenza decir que me habría quedado así.

    – [Xander]Ya, no. Ahora quería decirte otra cosa.[/Xander] – tenía que dar el paso en algún momento, aclarar las cosas para que la relación fuera como tuviese que ser. – [Xander]Sé que lo sabes, lo que quiero decir. No necesitas telepatía para saberlo. Es obvio.[/Xander] – tuve que decirlo así, dando rodeos, para evitar sonrojarme o titubear. La quería, muchísimo, en más de un sentido. Esa era la realidad.

    Jane me miró y el rubor empezó a cubrirle el rostro. Estaba claro que no sabía qué decir, pero no sabía si eso era bueno o malo.

    – [Xander]Pero no insistiré, no me pondré pesado. Soy tu amigo antes de todo y no quiero arriesgarlo por nada.[/Xander] – añadí, dejando claro que estaría ahí fuera cual fuera nuestra relación.

    Jane seguía sin saber qué decir. No podía imaginar qué estaba pasando por su cabeza, pero estaba casi seguro de que la relación de sus padres era uno de los factores que rondaban por ella. – [Jane]No eres pesado[/Jane]. – dijo al final. No sabía si tomármelo como positivo o negativo. Tenía pinta de lo primero, pero quedaba en el limbo, sin respuesta, como hasta el momento, pero tampoco con una negativa.

    – [Xander]Después tenemos que vernos con los demás. Noah ha ido a la ciudad a confirmarlo todo y tenemos que ver quién se va a marchar.[/Xander] – comenté, cambiando de tema. – [Xander]Pero…podemos leer o ver un capítulo de algo juntos antes.[/Xander] – propuse. Pensar demasiado no iba a solucionar que Dante, Lexie o Niall se quedaran.

    – [Jane]¿Por qué no vemos algo en mi habitación?[/Jane]- preguntó ella. Mi rostro debió quedarse lívido, porque mi mente estaba llena de posibles significados.

    – [Xander]Eh, sí, bueno, si quieres, sí claro.[/Xander] – tragué saliva de nuevo. No estaba junto a ella en su cuarto desde que éramos preadolescentes y por aquél entonces no éramos conscientes de lo que significaba esa clase de intimidad.

    – [Jane]No me refería…a nada raro. Solo…eh…[/Jane]- intentó explicar, pero acabó tapándose la cara, avergonzada.

    – [Xander]Bueno ya, si tampoco…me iba a quejar.[/Xander] – admití, se me estaba soltando la lengua, asumí que me gustaba tanto y tenía tantas ganas de que lo nuestro existiera que mis filtros y mis miedos se habían desconectado temporalmente.

    – [Jane]¡EH! Has dicho que éramos amigos[/Jane].- replicó ella saliendo de su escondite muerta de risa.

    – [Xander]Pero…se puede subir de nivel.[/Xander] – bromeé.

    – [Jane]Al final has perdido la opción de ver la serie en mi cama[/Jane].- sentenció, aunque parecía una amenaza que todavía estaba en el aire.

    Aquél «rifirafe» que había aparecido entre nosotros, esa nueva posibilidad de flirtear que acababa de manifestarse, era un pequeño alivio para mí, un rayo de esperanza que iluminaba toda la oscuridad de preocupaciones y miedos que me agobiaban. Aún quedaba un rato para ir con el resto así que ya fuera viendo una película en su cuarto juntos o allí simplemente hablando, sabía que pasaríamos ese tiempo juntos. Y si la suerte me sonreía, mucho más.

  • MENTE Y CORAZON

    OWEN WILLIAMS

    LA KVASIR – MAÑANA

     

    Querido diario, hoy ha pasado algo maravilloso y no es precisamente el que este escribiendo dos veces en una semana. Ya se que gracias a ti soy el favorito de la futura generación que te encuentre, pero tenía que escribir de nuevo porque Amy y yo hemos hablado… bueno charlado… ¿cruzados dos palabras?. El caso es que me levante temprano para mi habitual rutina de ejercicio, este cuerpo no se mantiene solo sabéis, si me dejara sería una pelota, tengo un metabolismo de mierda, no se como lo hace el resto. Total, que tuvimos un breve encontronazo por los pasillos de la nave y tras una sesión de entrenamiento que pase pensando en ella y la leche que se pego contra una columna, parece que no soy el único que se levanta zombie por las mañanas, fui a por un poco de agua y ver como se encontraba.

    La encontré en la cocina con su hermana Kaylee y parecía encontrarse bien. Nuestras miradas se cruzaron un segundo saltaron chispas. En todo este tiempo nunca me había mirado así, de hecho creo que nunca lo había hecho. Era como si me estuviera viendo por primera vez. Madre mía que ojos, y que guapa a buena hora de la mañana. Amy poseía una belleza natural no retocada con maquillajes y filtros, y mejor me centro que empiezo a desvariar.

    El caso es que decidió acompañarme de nuevo hasta el gimnasio. Vale que pasamos todo el camino en silencio, pero ya era más de lo que había conseguido. ¿Estuve tentando de agarrarle la mano? si. ¿Se me erizaron los pelos del brazo cuando apenas nos rozamos caminando? También. Tras llegar a nuestro destino decidí romper el hielo hablando primero, porque a este paso nos hubiésemos quedado todo el día mirándonos el uno al otro, cosa que no me hubiese importado.

    – [Owen]¿Te encuentras bien? El intercambio de cuerpos ya ha pasado.-[/Owen] Me fije en que iba descalza. Los del rollo este monje tibetano eran Leo y Noah, pero en Amy imagine que era por ser como era. El ir descalza debía darle cierta sensación de libertad. En el poco tiempo que pase con ella puede notar que Amy era capaz de percibir todo de una manera mucho más profunda y… oh dios mio debo de apestar a sudor.

    – [Amy]He estado hablando con mi hermana y me ha dicho que te estoy tratando regular[/Amy].- Añadió suspirando, pero no era el típico suspiro de Owen me tienes hasta el coño. Si, se lo que significan los suspiros de mi crush. ¿Acoso vosotros no?. Muy mal.

    – [Owen]Tranquila, me encanta esta relación pasivo paso de tu culo moreno que nos traemos[/Owen].- En realidad no, me sentía como el típico empollón que se enamora de la animadora guapa popular del instituto. Espera lo mismo no habéis entendido esta referencia, es como si fueras un humano básico y te enamoras de la chica más molona de toda la galaxia.

    – [Amy]De todas formas, me gustaría pedirte disculpas[/Amy].- ¿Qué esta pasando? ¿Por que no aparta la mirada?. Tranquilo Owen, no la apartes tú. Dios el corazón me va a mil, y seguro que ella lo esta notando… no, puede que piense que es del ejercio. Maldia sea Owen tranquilízate, tortazo mental.

    – [Owen]Disculpas aceptadas[/Owen].- Hecho, después de esto solo podíamos ir a mejor. ♥

    – [Amy]Gracias[/Amy].- Murmuro bajito. Era adorable. Nos quedamos mirándonos unos segundos. ¿Es ahora cuando nos besamos, verdad? Si, creo que es ahora. Es decir el momento lo esta pidiendo. Yo lo estoy notando. Ella lo esta notando. Tu sentada en la comodidad de tu sofá en casa o en los mandos de una nave espacial que esta leyendo esto para entretenerse lo esta notando.

    – [Jane]Owen, te estaba buscando para hablar contigo, pero veo que tienes compañía[/Owen].- Bendito don de la oportunidad tiene mi hermana. Voy a matar a Xander para joderle su historia de amor. No, porque los quiero a los dos, pero mira… esto no lo olvido.

    – [Owen]Discúlpame un momento, será un segundo.-[/Owen] Le puse mi mejor sonrisa de por lo que más quieras no te marches ahora y me acerque hasta Jane. – [Owen]Dime hermanita, ¿Que necesitas?.[/Owen]

    – [Jane]Precisamente venía a hablarte de esto[/Jane].- Cuando le incomodaba a Jane tendía a aumentar el nivel de su voz, pero en este caso apenas lo dijo en un susurro para que Amy no le escuchara con su super oído. He sido Amy, lo ha escuchado seguro.

    – [Owen]Si, ya se ha disculpado.-[/Owen] Me gire para ver si seguía allí. Tenía la cabeza agachada y hacia círculos en el suelo con los dedos de sus pies haciendo como que no nos escuchaba.

    – [Jane]Ya, pero…[/Jane]- Su cara era de circunstanciaría. Porque no me dejas ser feliz, yo te dejo ser feliz. Yo luche por tu felicidad. En el fondo entendía lo que le preocupaba.

    – [Owen]Hermana, se que puedes leerme la mente. Miau, miau, miau. Y ahora dime qué has leído.-[/Owen] Quería que me digéra lo que había visto en Amy, pero no debio de entenderme. A veces es que me expreso mal, o pienso en gatitos.

    – [Jane]Miau, miau, miau. Pero no eres tú el que me preocupa[/Jane].- Espera, espera. Si no soy yo. El bala perdida de esta relación casi imposible el que le preocupa entonces. Así es habido lector de mi diario que debe de estar flipando tanto como yo. Amy ahora miraba hacia el techo mientras seguida dibujando con el pie. Era como si estuviera danzando.

    – [Owen]¿Entonces que es lo que te preocupa?.-[/Owen] Bueno ya se que soy yo lo que le preocupa, la verdad no se porque pregunto.

    – [Jane]Lo de ser amigos no va a salir bien[/Jane].- Quiero a mi hermana, de verdad. Pero ahora mismo me estaba matando. Amy pareció no aguantar más el hacer como que no nos escuchaba y se marcho por la puerta. Si, la mano se me quedo colgada en el aire como si estuviera intentando pararla.

    -[Owen] Ya bueno, pero yo no quiero que seamos solos amigos.[/Owen] Así, remarcado y en negrita. Que se note.

    Stefy
    – [Jane]Ya, ella tampoco[/Jane].- Espera, espera. ¿Confirmamos entonces? Que mi hermana lee la mente señores. Le gusto a Amy McLeod. LE. GUSTO. – [Jane]Y como te muerda, estás muerto[/Jane].-Se cruzo de brazos a la defensiva y yo tuve que pensar en gatitos para no imaginarme a Amy y viceversa mordiéndonos.- [Jane]Yo diría que tiene pensado morderte[/Jane].- A Jane le dio grima solo de pensarlo y yo tuve que negar varias veces con la cabeza porque estaba flipando. Esto había escalado rapidamente. QUE HACE CINCO MINUTOS SE ESTABA DISCULPANDO.

    – [Owen]No te preocupes, mira su madre, están con un lican y la cosa les ha ido bien. Además seguro que hay una cura.-[/Owen] Yo siempre optimista. Seguro que el futuro tenéis una cura para estar tan tranquilos con licantripos. Cabrones suertudos.

    – [Jane]Su madre se tragó una piedra en las pruebas para poder…ya sabes…con tranquilidad[/Jane].- Me aclaro, a Jane le costaba hablar de estar cosas. Con Elliot uso los termino de polinización, luego yo fui mas directo, al final fue nuestra madre la que uso toda las terminologías adecuadas.

    -[Owen] Es sexo Jane, puedes decirlo. Y si tengo que tragarme un pedrusco por ella pues… Me lo tragó.-[/Owen] Como si me ponen una maldita fuente de piedras, como si me ponen una piedra tan grande como el puñetero Daë de piedra. Después de esta revelación como si tengo que comerme la puñetera luna.

    – [Jane]Aghhhhh[/Jane].- Se tapo la cara incomoda.

    -[Owen] Ten la mente abierta Jane, tú tienes a Xander… Bueno mejor no la tengas abierta.-[/Owen] No pienses en cosas subidas de tono con Amy, no pienses en cosas subidas de tono con Amy…

    – [Jane]¡Es diferente![/Jane]- Claro como Xander le desactiva los poderes. Mucho oh quiero ser un héroe pero mira que contento ahora que esta con mi hermana. No se va a deshacer de ese poder en su vida. EN SU VIDA.

    -[Owen] Claro como Xander es un puñetero interruptor de poderes. Un momento… ¿Y si lo pongo en la habitación mientras…?-[/Owen] Podríamos ponerle unos cascos de Infinity Band y mientras tanto… Yo lo veo, pero claro la licantropia no es un poder.

    – [Jane]¡Owen, por favor![/Owen]- Suspiro como nuestra madre. Si, que me conozco los suspiros de todo el mundo.- [Jane]Lo mejor que puedes es mantener las distancias con Amy[/Jane].

    -[Owen] Lo intentare… sabes que voy a ir ahora mismo tras ella y voy a besarla, ¿verdad?.-[/Owen] A ver, que nunca tendría secretos con mi otra mitad, pero bendita la hora en la que le dieron el poder de la telepatía-

    – [Jane]Es que no me hacéis caso nunca y luego pasa lo que pasa…[/Jane]- Suspiro con fuerza.

    – [Owen] Eres la sensata de la familia. Los demás somos unos casos perdidos.-[/Owen] De verdad, no os hacéis una idea de lo bien que esta Jane para la familia que le ha tocado. Cargando con todo desde pequeña con un desastre de padre y como el gato y el ratón con nuestra madre. Elliot, el bala perdida de Owen…

    – [Jane]Pues hazme caso esta vez e intenta ser solo su amigo[/Jane].- Puso las manos como su estuviera rezando. Implorándome que usara la cabeza.

    -[Owen] Bueno….-[/Owen] En este punto me fui poco a poco hacía la puerta, mientras una señora negaba con el dedo partiéndose de risa en mi cabeza.

    – [Jane]Podías disimular un poco[/Jane].

    -[Owen] Tienes razón. Te quiero. Adioooooos.-[/Owen] Lo ultimo que pude ver al salir del gimnasio era la cara de tristeza de Jane. Anduve por los pasillos buscando a Amy hasta que di con ella. Estaba al fondo del pasillo apunto de volver a su dormitorio. Nos quedamos unos segundos que francamente me parecieron horas mirándonos fijamente. Amy sonrió, pero sonrió de verdad, no una mueca, una sonrisa de verdad con sus pequeños hoyuelos en las mejillas. Era la primera vez que le veía sonreír de verdad. Mira me temblaron hasta las piernas, me sentí el niño de quince años más afortunado de esa nave. La chica guapa y popular se había fijado en el pardillo.

    Amy se metió en su habitación estarás pensando waaaaa, aquí viene la parte ultra romantica en la que se declaran, se besan y tienen sexo desenfrenado pero seguro, con protección, sin mordiscos y arañazos. Sonando una banda sonora ultra épica de fondo. Con el tintineo de campanas a lo lejos, con botellas de champan descorchadas…

    Pues no. Me quede como un pasmarote mirando hacia el fondo del pasillo a la más absoluta nada. Pensando en esa sonrisa que me acaba de dejar KO y en como le jodería la vida a Jane si me estuviera muriendo después de todo lo que le había hecho pasar. PERO PORQUE TENGO QUE SER TAN JODIDAMENTE DESGRACIADO.