Moondale

Etiqueta: la joven de los arboles nevados

  • SEGUNDAS OPORTUNIDADES

    EZRA WALKER

    BOSQUE DEL CREPÚSCULO

     

    Al abrir los ojos el laberinto había desaparecido y en su lugar me encontraba en el medio de una cabaña de pie. Me quede unos minutos así observando todo a mi alrededor. Una ventana me mostraba la oscuridad del exterior, pero no era más que un truco. Conocía muy bien la oscuridad de la noche, prácticamente eran las horas del día donde mejor me desenvolvía.

    Además había algo raro en esa cabaña, la soledad había sido mi compañera durante mucho tiempo y aunque con los ojos no era capaz de ver a nadie si podía percibirlos, era como si todos estuviéramos juntos dentro de esa cabaña pero en distintos planos astrales. Tal vez por eso lleve mejor el estar encerrado en esa cabaña, el saber que no estaba del todo solo.

    La puerta de la cabaña se abrió y por ella apareció una mujer, el lobo rasgo las paredes de mi mente queriendo salir. Compartir cuerpo con un lobo que desconfía de todo el mundo no ayudaba precisamente a confiar en nadie. – [Caitriona]Hola, Ezra. Soy Caitriona y he venido a hacer un trato.[/Caitriona]

    – [Ezra]No soy la mejor persona con la que puedes hacer un trato. Básicamente no tengo nada. ¿Pero te escucho?.-[/Ezra] Había llegado a este mundo con lo puesto y un único objetivo. No poseía nada material de lo que pudiera desprenderme y entregarle. Y si se trataba de un trato mágico el lobo no entraba dentro del trato, era una parte de mi, sería como perder una parte de mi alma. Y en cierta forma un regalo que me hizo Amy.

    – [Caitriona]Pero tienes recuerdos de tu mundo.-[/Caitriona] Materializo una silla sin pestañear y se sentó en ella. Debía de tener un poder mágico sorprendente si era capaz de mantener esta cabaña en esa especie de limbo en el que nos encontrábamos.

    – [Ezra]¿Quieres mis recuerdos?.-[/Ezra] Me cruce de brazos en un acto reflejo, como si eso pudiera escudarme de ella y su propuesta. Los recuerdos eran lo que me había convertido en lo que soy. Si se los entregaba temía perder aquello por lo que había venido, salvarlos.

    – [Caitriona]Quiero tus recuerdos felices a cambio de salvar a todas las personas de tu grupo en un único momento a tu elección.-[/Caitriona] No es que tuviera muy buenos recuerdos de mi mundo, casi todos eran tristes, cargados de dolor y perdidas. Pero no siempre había sido así, si aceptaba el trato era consciente de que recuerdos iba a perder.

    – [Ezra]Sin duda me conoces y sabes a qué me enfrento para ofrecerme este trato. ¿Que ganas tú con todo esto?.-[/Ezra] Quería cerciorarme de a quién iba a entregarle los recuerdos si aceptaba el trato. No quería que por el camino apareciera algo peor que Omega por mi culpa.

    – [Caitriona]¿Quieres que sea completamente sincera?.-[/Caitriona] Pregunto.

    – [Ezra]Es algo que agradecería.-[/Ezra] Agudice mis sentidos para asegurarme de que decía la verdad.

    – [Caitriona]Cada vez que vuelvas a este día y repases el trato que has hecho conmigo, quien me otorga los poderes se alimentara.-[/Caitriona] Su pulsación permaneció inalterada, por lo que decía la verdad.

    – [Ezra]¿Y ese… ser, planea destruirnos a nosotros o la humanidad?[/Ezra].- Me sentía como si estuviera haciendo un pacto con el demonio

    – [Caitriona]No.[/Caitriona]

    – [Ezra]En ese caso, acepto. De todos modos ya has ganado. Mis propias dudas ya lo están alimentando.-[/Ezra] Daba igual si aceptaba o no, en el momento en el que Caitriona entro por la puerta ese ser comenzó a alimentarse. Si rechazaba su trato siempre tendría esa duda, esa desesperanza de que quizás debería de haber aceptado el trato. Si lo aceptaba se alimentaria de mis recuerdos, la sensación de que he perdido algo y mis lamentos. Si de un modo u otro iba a ganar prefería llevarme algo conmigo aun con el sacrificio que eso conllevaba.

    – [Caitriona]Así es. De todas formas, te pregunto una vez más: ¿aceptas el trato?.-[/Caitriona] Se levanto de su silla y la hizo desaparecer.

    – [Ezra]Mis recuerdos felices por una segunda oportunidad en caso de que todo salga mal. Son tuyos. Acepto.-[/Ezra] Ella se acerco hasta mí y poso su mano en mi antebrazo. No pensaba que fuera a tener tantos, pero antes de desvanecerse pude contemplar un gran número de ellos. Mi padre iluminando la casa con sus hechizos de luces, los teatros improvisados con mi madre, su numerosas veces sonriendo. Amy, Leo, Kaylee, Noah… Si algo tenía en común todos esos recuerdos es que ocurrieron en una época concreta de mi vida. Cuando todo aun estaba bien.

    – [Caitriona]Volveremos a vernos.-[/Caitriona] Caitriona se separo satisfecha con lo que había conseguido y se marcho. Mi mente se nublo. Solo era capaz de recordar lo peor de mi mundo. Los horrores que ocasiono la Iniciativa a su paso, el dolor y las muertes que sembró a su paso. Pero aun tenía recuerdos buenos, no de mi mundo, de este. Entre tanto sufrimiento afloro el recuerdo de un encuentro fortuito y una joven huyendo entre árboles nevados.