[align=center][b][SIZE=3]Daniel Arkkan | Nave industrial de Fenris Co. Moondale[/SIZE][/b]
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Reprimí un bostezo mientras la furgoneta daba un giro a la derecha, eché un vistazo al frente y la tenua luz de las farolas me permitió distinguir que ya casi habíamos llegado a nuestro destino. Unos cuantos metros más adelante me bajé de la furgoneta y fui hacia la puerta de la nave que pronto se convertiría en nuestro lugar de trabajo, y quizá también en otro hogar.
Mientras metía la llave en la cerradura escuché un ruido detrás de mí y vi varias figuras con ropa oscura acercándose. A simple vista parecían dos parejas de adictos sacados de las calles de principios de los noventa, pero, aunque la gente de Moondale no lo admitiese como lo que era, sabían por qué zonas no debían caminar a estas horas y si no fuesen de Moondale tendrían miedo de caminar por un sitio desconocido siendo tan tarde, no eran humanos. Esperé a que se acercasen y mientras lo hacían miré a Dom y Ed, también lo habían visto y estaban esperando. A mitad de camino se impacientaron y comenzaron a correr con toda la velocidad que su condición les permitía. Eran impacientes e irreflexivos y eso les llevaría a la tumba, de nuevo.