Moondale

Etiqueta: MacLeod es el defensor de Ed

  • ARREGLANDO LOS PROBLEMAS DE RAIZ

    ARREGLANDO LOS PROBLEMAS DE RAIZ

    Christopher MacLeod | Su casa

    MAÑANA

    macleod-1

    Abrí los ojos más temprano de lo habitual, especialmente para tratarse de fin de semana. No terminaba de acostumbrarme al cambio de hora. Ni siquiera entendía por qué arrastrábamos a esas alturas una costumbre que en su día tenía sentido y ahora implicaba incluso más gasto. Pero hay ciertas cosas a las que sencillamente te tienes que acostumbrar.

    -[Diana] Buenos días, viejo verde[/Diana].- sonrió Diana a mi lado, aún con los ojos entrecerrados. Normalmente acostumbraba a bajar al piso inferior a leer mientras ella dormía un poco más,  para no molestarla removiéndome en la cama. Desde que estaba embarazada las cosas habían cambiado, sentía cada vez que me movía y ella también se despertaba, como si estuviese continuamente en un sueño ligero. A veces bromeaba diciéndole que cuando naciera la pequeña dormiría durante una semana.

    (más…)

  • A CONTRARRELOJ

    A CONTRARRELOJ

    Christopher MacLeod | Exterior de casa de las Echolls

    MAÑANA

    macleod-2

    Mi madre siempre decía que nunca se pueden hacer planes, porque siempre surge algún inconveniente que los complica. Solía achacarlo a dichos heredados de mi abuela, una buena mujer pero escocesa de su época, lo que implicaba una larga serie de dichos y costumbres que a veces contrastaban con aquello a lo que estábamos acostumbrados.

    Esta vez, habrían tenido razón. Hace unos minutos todavía estábamos trazando planes en caso de que necesitáramos entrar a la Iniciativa con urgencia, tratando de conseguir todos los recursos disponibles. Pero la llegada de ese miembro de Gambit, Russell, había eliminado toda posibilidad de contar con tiempo para prepararnos.

    (más…)

  • TENEMOS QUE HABLAR DE ED

    Christopher MacLeod | Casa de las Echolls, Moondale

    NOCHE

    macleod-1

    Elizabeth y Jaime condujeron durante el camino de vuelta, porque mi coche había quedado aparcado en casa con la prisa de la transformación inminente.

    Cuando por fin llegamos, ya era casi de noche, y estaba francamente agotado. Diana y yo fuimos a darnos una ducha mientras Elizabeth se encargaba de la cena y después de cenar los seis, Daakka y Cara hicieron acto de presencia justo a tiempo, Diana y yo nos quedamos sentados en el sofá tapados con una manta mientras el resto se retiraba a sus habitaciones.

    (más…)