Moondale

Etiqueta: ok ninguno es cobarde

  • UN BUEN CONSORTE

    EZRA WALKER

    TERRA

     

    Llevaba desde el primer día intentando contactar con el resto sin resultado, además el tótem por el que habíamos regresado a la Kvasir había sido destruido. Tampoco había sido capaz de proyectarme con mi poder, era como si estuviéramos encerrados en este planeta y perdido toda comunicación con el resto de mundos para siempre.

    Pasaron varias Lunas y anduvimos de una ciudad a otra. Robin había visto los estragos que Antailtire causo a su  mundo, guerra entre humanos, maquinas y espíritus, aunque estos últimos parecían haber desaparecido tras perder la conexión que los unía con Antailtire.

    Sin la mano oculta que había manejado los hilos de su mundo durante tanto tiempo la guerra se detuvo, pero el más mínimo conflicto podría reactivarla, gente que quería ganar a toda costa. Desde las sombras, Robin actuaba evitando que ciertos eventos detonaran de nuevo la guerra.

    – [Robin]Según parece, vamos a tener unos días de paz[/Robin].- Añadió alejándose de la ventana tras usar su poder. Los siguientes días no habría conflictos entre los lugareños o intentos de saqueos a las provisiones de alimentos.

    – [Ezra]Bien, podemos regresar a tu pueblo si quieres. Debes estar deseando ver a tu hermana.- [/Ezra] Nos habíamos refugiado en un edificio derruido, la fachada aun resistía pero entraba frio por el enorme hueco del techo ocasionado por una de las bombas.

    – [Robin]No creo que sea buena idea[/Robin].- Robin se recoloco su abrigo y alzo las manos hacia la pequeña hoguera para entrar en calor.

    – [Ezra]Sigo sintiéndome culpable por lo ocurrido. Por mi culpa abandonaste tu reino, tal vez puedas volver ahora.-[/Ezra] Robin me ayudo a volver con mi grupo cuando quede atrapado en su reino y en el proceso se vio arrastrada con nosotros sin poder regresar a su hogar, ahora que no había guerra tal vez pudiera regresar a su reino.

    – [Robin]No quiero volver. Creo que puedo hacer mucho más fuera que allí[/Robin].- En su estancia en la Kvasir se informo de el resto de mundos, de como estaban sucumbiendo ante una mano oscura que manejaba los hilos a su antojo como en el suyo. También le hable del mío, de como no solo había guerras entre sobrenaturales, sino entre humanos por culpa de la codicia o el poder.

    – [Ezra]Tienes una habilidad innata para resolver conflictos.-[/Ezra] Robin echo un vistazo al cielo, parecía que iba a caer una tormenta de un momento a otro, pero las nubes se fueron disipando hasta dejar un cielo anaranjado bañado por el atardecer.

    – [Robin]Tuve a mi reino en una burbuja durante demasiado tiempo. No soy tan buena como crees[/Robin].- La sonrisa de Robin había desaparecido desde que llegamos. Si bien sonreía a la gente que se cruzaba con nosotros, era una sonrisa triste.

    – [Ezra]Estabas protegiendo a tu pueblo de los peligros del mundo exterior.-[/Ezra] Yo intente proteger al mío en las cloacas juntos a las ratas y aun así nos dieron caza.

    – [Robin]Quizás. A lo mejor solo estaba siendo cobarde[/Robin].- No esta siendo cobarde, simplemente estaba protegiendo a su familia, si hubiese podido habría hecho lo mismo que ella.

    – [Ezra]Conozco bien la cobardía y tú no lo eres.-[/Ezra] La gente que se escondía en las cloacas junto a nosotros. Ese miedo en los ojos, acurrucados en una esquina simplemente esperando a morir.

    – [Robin]Tú no eres un cobarde[/Robin].

    – [Ezra]Lo intento, pero no dejo de pensar que habiendo actuado en alguna ocasión todo habría sido diferente.-[/Ezra] Desde que perdí mis recuerdos buenos solo podía sentir que no había hecho suficiente, como mis miedos se apoderaban de mi en los peores momentos, en la perdida de mi familia.

    – [Robin]El pasado no se puede cambiar y el futuro no existe. Ahora mismo, estás haciendo las cosas bien[/Robin].- Tenía razón, debía de dejar de vivir en el pasado y empezar a centrarme en el ahora.

    – [Ezra]Siempre se me ha dado bien ayudar.-[/Ezra] Las salidas furtivas con Amy en busca de provisiones, buscar a sobrenaturales en una Moondale en ruinas, incluso cuando desperté en este mundo cuando hice aquella campaña de ropa con mi madre.

    – [Robin]¿Y eso te parece poca cosa? Si todo el mundo ayudara…[/Robin]

    – [Ezra]No habría guerras.-[/Ezra] Bajo su capucha esbozo una sonrisa. Nos quedamos un rato en silencio escuchando el chasquido del fuego.

    – [Robin]¿Por qué crees que acabamos en este mundo? Yo tengo excusa, porque es mi casa. Pero tú…[/Robin]- Sus ojos se posaron en mi fijamente, con el resto del mundo solía mantenerme en guardia, con ella no era necesario.

    – [Ezra]Cuando ese agujero nos trago sabía que acabarías aquí por la conexión que tienes con este mundo. Simplemente no quería que te quedaras sola varada en este lugar.-[/Ezra] Una sonrisa se dibujo en su rostro, parecía feliz de verdad en mucho tiempo.

    – [Robin]Habrías sido un buen consorte[/Robin].- Añadió entre risas. Siempre me había negado el ser feliz al ver como el mundo sucumbía a mi alrededor, pero empezaba a creer que Robin era la persona de la que hablaba Chloe en su futuro. Algo en ella me transmitía una sensación de serenidad.

    – [Ezra]Mi lady…-[/Ezra] Me incline hacia delante para hacer una reverencia y al incorporarme observe como me miraba enarcando una ceja.

    – [Robin]Siento decirte que no está del todo bien hecha[/Robin].- Ella se dejo caer un poco hacia abajo e inclino un poco la cabeza sin perder contacto visual, después de todo era una reina.

    – [Ezra] …me concede este baile.-[/Ezra] Añadí haciendo de nuevo la pose algo más acertada entre las carcajadas de Robin.

    – [Robin]Solo un necio o un loco bailaría entre los escombros de una guerra[/Robin].- Dijo acercándose hasta donde me encontraba.- [Robin]Y dime, ¿cuál eres de los dos?[/Robin]

    – [Ezra]La gente baila y celebra cuando la guerra termina. Supongo que todo el mundo está un poco loco.-[/Ezra] Ella agarro mi mano y la otra la pose en su cintura. No tenía ni idea de bailar, menos bailes de salón, así que deje que ella llevara el compas.

    Por el hueco del techo comenzó a caer una fina capa de nieve, mientras a lo lejos, en la zona de los refugiados sonaba una melodía de lo más apropiada para el baile, sin duda era cosa de ella. Durante ese instante no había preocupación alguna, solo éramos dos personas disfrutando del momento.