DANTE VILLIERS
SELAS – MAÑANA
Al principio me costó darme cuenta de que nos hubiéramos ido de verdad de la luna Viltis. Tenía delante un cielo azul cubierto por algunas nubes blancas, una pradera con rocas repartidas aquí y allá y alguna zona boscosa visible. Los árboles sí que eran diferentes, pero lo que me hizo darme cuenta de que habíamos cruzado de verdad fueron las columnas en ruinas.
Después de avanzar y coronar una colina cercana, empezamos a ver restos de algunos edificios. Una columna, no sé muy bien de qué tipo porque la clase de cultura clásica había batido récords de gente guapa en el instituto y a mi me costaba concentrarme en columnas en las que solo me imaginaba empotrando a alguien.
Pasé por encima de una medio enterrada y le tendí la mano a Chloe para ayudarla. A unos metros había una especie de templo griego que si ya se veía así de viejo, a saber cuánto llevaba esa gente anclada en la época griega. Las líderes decidieron que era un buen sitio que explorar y las seguimos. Amy marchaba delante, seguida de Ezra y un poco más atrás Leo, cerca de Kaylee y Julia. Elliot, Vera y Jamie iban detrás, con las dos últimas cogidas de la mano. Esbocé una sonrisa, vaya con Vera. Yo esperé a Chloe, porque no tenía ninguna prisa para llegar a unas ruinas en las que no había ningún Daë a la vista.
– [Chloe]No me gusta este sitio.[/Chloe]- la escuché decir, mirando a su alrededor.
– [Dante]A mi me eligieron porque podía dejar esto en libertad, pero no me gusta el pasado remoto, sin coches pierdo emoción y sin que se laven, pierdo otros intereses.[/Dante] – comenté, estirando las alas. Era una maravilla sentir el aire frío en ellas, extenderlas en toda su plenitud.
– [Chloe]No sé para qué necesitas coches teniendo alas, pero tú a lo tuyo.[/Chloe]- respondió, riendo. Al menos se le había quitado la sensación de mal rollo de encima.
– [Dante]No siempre puedo volar sin que alguien me vea y quiera hacer una religión o pegarme un tiro para experimentar.[/Dante] – admití. Conducir no era como volar, pero estaba acostumbrado a tener pocas opciones más. El mundo real estaba lleno de miedo a los que eran diferentes. Cuando era pequeño, el tío Daniel siempre me regalaba cómics de los X-Men en los que salía ‘Ángel’. Eran mis favoritos, me sentí genial la primera vez que vi a alguien como yo, sufriendo lo mismo que yo. De ahí cogí la idea de vendarme las alas, para parecer normal. Hasta entonces me habían tomado por un niño deforme, con chepa. Había aguantado burlas de todo tipo sin que supieran siquiera qué era lo que me hacía distinto.
– [Chloe]True.[/Chloe]- respondió, dándome la razón. Miré mis alas, recordé las primeras veces después de atarlas a mi espalda, los dolores por no moverlas mucho rato, las tardes teniendo que ejercitarlas para que no se atrofiaran, los moratones, las plumas caídas por el roce… Había sido duro, pero me había empeñado y había insistido.
– [Dante]Al menos estamos al aire libre. [/Dante]- comenté, observando cómo miraba unas flores silvestres. Los demás habían llegado ya al templo. Elliot estaba mirando una de las columnas, Kay se había quedado con Julia, Vera con Jamie y los lobos estaban juntos, como en tensión. Me dio ganas de lanzarles un palo.
– [Chloe]Me siento un poco inútil.[/Chloe]- confesó. Me giré para mirarla, tenía una cara preciosa y había una picardía en su mirada que me atraía más todavía.- [Chloe]No tengo cerebro, mi poder va a su bola y no tengo habilidades de ningún otro tipo.[/Chloe] – resoplé. No me gustaba ver a la gente criticarse, con bastante facilidad lo hace ya el resto del mundo.
– [Dante]A mi me pareciste bastante hábil.[/Dante] – bromeé, en referencia a nuestro rato de entretenimiento allá en la luna. Ella me miró, alzando una ceja. Quizá no era momento de ligar, pero siempre parecía buena opción para no entrar en temas más serios. – [Dante]Ya en serio, eres una chica lista. No te menosprecies.[/Dante] – añadí. Y valiente, había tenido los ovarios de viajar en el tiempo sabiendo los peligros que teníamos aquí. Más de uno y de una, sabiendo lo que esperaba, no se habría acercado a la montaña aquella noche.
– [Chloe]Súper lista.[/Chloe]- dijo haciendo una mueca.-[Chloe]Ponme a leer un texto y ya te digo yo lo lista que soy[/Chloe]. – replicó. A ratos se me olvidaba lo que me había dicho sobre sus problemas para leer. No me acordaba ahora mismo de cómo se llamaba lo que le pasaba, pero no era la única y no era tan importante, había otras formas de aprender, otras habilidades en las que destacar.
– [Dante]Tampoco puedes permitir que ser diferente sea un problema.[/Dante]- respondí. – [Dante]Tienes que estar orgullosa, y dejar en vergüenza a quien se atreva a ponerte en ridículo.[/Dante] – cuando empecé a parecer como los demás, soportando el dolor que eso me creaba, me di cuenta de que podían darle por el culo a ser como el resto. No me interesaba y se lo hice saber a todos.
Chloe sonrió, probablemente no habría sido bastante, no se me daban muy bien las palabras como a algunos de los demás.
Estaba pensando qué más decir cuando escuché un grito. Por instinto me pegué a ella y vi a los demás. Elliot era el que había gritado algo que no entendí y los demás miraban hacia un punto en el que se arrastraba una criatura que no vi bien. Nos agachamos frente a una columna y vimos que los demás también aprovechaban el templo para esconderse.
El bicho aquél parecía una serpiente con esteroides, pero cuando empezó a salir más de entre la arboleda la cosa se puso más bizarra, añadiendo dos cabezas más a la ecuación. Habría pensado que era Cerbero, pero eso era un perro, así que tenía que ser que en Grecia les gustaban las cosas con tres cabezas. Raro era que no hubieran hecho estatuas con tres pollas.
Amy y Kaylee me hicieron señas, pero no tenía idea de qué coño querían que hiciera. Si íbamos hacia ellos, quedaríamos expuestos y la cosa esa nos vería. Me acordé de un vídeo que puso un idiota en el instituto de una serpiente comiéndose un pollo. Me desagradó durante días, pero hubo gente que vomitó. Esto era la versión en la vida real.- [Dante]Estamos muy lejos para volver. Vamos. [/Dante]- me agaché frente a ella al ver que el camino de aquella cosa iba derecho hacia nosotros. Chloe tardó en comprender lo que pretendía, o quizá en reunir fuerzas, pero finalmente se subió a mi espalda y la agarrá.
– [Chloe]No me sueltes.[/Chloe] – dijo a mi oido mientras echaba a correr con los cojones en la garganta porque parecía que corría directo a ese bicho. Extendí las alas y aleteé con fuerza. Levantarnos a los dos del suelo era mucho más dificil que hacerlo conmigo solo. Al parecer mi cuerpo tenía una constitución interna que le permitía pesar menos, pero el de Chloe no era tan aerodinámico.
La cosa esa espantosa nos vio y vino hacia nosotros a toda velocidad. Parecía un puto tanque con cabezas de serpiente. Apenas nos habíamos separado unos metros del suelo cuando una de sus bocas mordió cerca de mi pierna. A esa velocidad de ascenso, nos comería, así que dejé que las sombras nos engulleran y nos escupieran varios metros más arriba. El bicho ya no llegaba con su cuello para mordernos, pero no podía aguantar así eternamente.
– [Dante]Agárrate fuerte.[/Dante] – le pedí, aleteando con fuerza. Miré a los del templo, nos hacían señas apuntando en una dirección. Cerca del templo había una especie de atalaya medio derruida, pero suficientemente alta como para que la serpiente no nos comiera si nos parábamos ahí a refugiarnos.
Reuní mis fuerzas y aproveché mi poder sobre la oscuridad para llegar lo más rápido posible. Aterricé con demasiada velocidad y caí de costado, pero evité que Chloe se llevase el golpe. Estábamos bastante arriba, pero el bicho rodeaba la torre, esperando una oportunidad. Por suerte el resto seguían a salvo de su vista y nos dijeron que esperásemos. Con suerte esa preciosa cabecita pelirroja de Kaylee idearía algo. – [Dante]¿Alguna idea para pasar el rato?[/Dante] – dije, sentándome al lado de Chloe mientras recuperaba el aliento.
– [Chloe]Cuéntame cosas. [/Chloe]- me pidió. Tenía miedo, como cualquiera en nuestra situación. Aunque tampoco envidiaba a los de abajo, que no podían volar. – [Chloe]Lo que te gusta y lo que no.[/Chloe] – añadió
– [Dante]No tengo muchos hobbies, trabajar con las manos, escuchar música, salir de fiesta, la gente guapa.[/Dante] – añadí lo último sin darme cuenta, mirándola. Os preguntaréis cómo era capaz de intentar ligar estando al borde de la muerte. El truco está en que mientras haces algo que te mantenga ocupado, el resto de pensamientos de mierda no llegan a tu cabeza.
– [Chloe]¿Y lo que no te gusta?[/Chloe] – preguntó, concentrándose en nuestra conversación.
– [Dante]Los gilipollas, los matones, los niñatos, omega y esa serpiente hija de puta.[/Dante] – casi podía resumirlo en que había odiado el colegio, el instituto y toda la gente mala que me había cruzado. Evité llamar a Omega de cualquier otra forma, ni siquiera quería imaginarme su aspecto, no se merecía parecerse a Jane. Nunca le llegaría a la suela de los zapatos.
– [Chloe]Que tu hobby sea trabajar me parece un poco lamentable[/Chloe].- replicó. Sonreí para mí mismo, me gustaba estar con ella entre otras cosas porque no tenía miedo de soltarme cualquier cosa que se le pasara por la cabeza. Le daba igual mi chulería. – [Chloe]Es como muy boomer.[/Chloe] – añadió.
– [Dante]Hay muchas cosas que puedo hacer con las manos. [/Dante]- repliqué, buscando sonrojarla.
– [Chloe]Ligas como un señor de 1954[/Chloe].- respondió ella, riéndose. Aun así me paré a pensar en Logan, todo el mundo lo tenía por un ligón. Su puta personalidad siempre rodeándome, su vida persiguiéndome.
– [Dante]Me lo dicen mucho. [/Dante]- comenté, resistiendo la tentación de morder esos labios de ese rosa intenso tan apetecible. – [Dante]Pero es la primera vez con una serpiente que me quiere de cena[/Dante] – mirar por el borde de la torre y encontrarse con esa cosa con tres cabezas ayudaba a contener las ganas de cualquier cosa.
– [Chloe]La dura vida de alguien del grupo New Moondie[/Chloe]
– [Dante]No hubiera estado mal una advertencia antes de venir.[/Dante]
– [Chloe]No te quejes tanto, que empiezas a parecer un carca[/Chloe].
– [Dante]Puedes contarme algo de ti, así estaré callado, se me da mejor.[/Dante] – razoné. Cada uno tenía sus virtudes, escuchar se me daba mejor que hablar, al menos cuando conseguía mantener la atención centrada.
– [Chloe]Soy la hija menor de Lucy y Ed[/Chloe].- empezó a decir. Habrían sido mi última opción si hubiera dicho que sus padres eran Moondies. Habría empezado diciendo seguramente que era una Echolls. Pero mucho mejor para mí, así no habría cosas raras con habernos criado en el mismo entorno.- [Chloe]Me llevo más de veinte años con mi hermano mayor y antes de aparecer aquí estaba intentando convertirme en Infinuencer[/Chloe]. – tendría que decirle a Ezra que se acordara cuando estuviera medio senil de ayudar a su hermana a elegir una carrera mejor.
– [Dante]¿Esa mierda de infinity sigue igual en el futuro?[/Dante] – pregunté, para evitar meterme con su posible futuro trabajo. Ella asintió. Menuda mierda, casi nos dejan esclavizados, son turbios como si fuera la Iniciativa y se salen con la suya. – [Dante]No hemos mejorado mucho.[/Dante] – comenté, tampoco es que lo esperase. Al final en el mundo siempre hay la misma mierda presente, es como lo de la ley esa de la energía. – [Dante]¿Y por lo demás? Algo te tiene que gustar además de la fama.[/Dante] – evité dejar muy claro lo que pensaba de ser famoso. Todo el mundo conocía al ‘Ángel de Moondale’ y cuando había sido pequeño, mi madre había intentado aprovechar su fama para que yo pudiera ir con las alas libres, pero los que aún seguían negando lo sobrenatural incluso habiendo vivido la ‘Guerra de Moondale’, me tomaban por una maniobra de marketing.
– [Chloe]La ropa, el maquillaje, salir por ahí…[/Chloe]- listó, encogiéndose de hombros.- [Chloe]No soy una persona con nada especial[/Chloe]. – resumió.
– [Dante]Quizá te has convencido de eso.[/Dante] – propuse, parecía que no era la primera vez que lo pensaba de sí misma. – [Dante]A veces es más fácil camuflarse en el rebaño.[/Dante] – añadí. Las tribus sociales, la lucha por ser famoso o tener poder entre el resto de tus iguales, había odiado todo eso del instituto. Cuando no eras igual que el resto, te machacaban, a menos que cedieras y te sometieras. Pensé que Chloe habría sufrido amigas que la habrían infravalorado.
– [Chloe]A veces eres parte del rebaño, aunque quieras convencerte de lo contrario[/Chloe]. – dijo ella. Parecía convencida, yo no tanto.
– [Dante]Quizá, pero pocas. Mis diferencias no se ocultan como las de otros.[/Dante] – le recordé, pasándole un ala por detrás. – [Dante]Y esto no es muy rebaño precisamente, cada persona es distinta.[/Dante] – los que vivíamos en la nave teníamos poco de rebaño, cada persona tenía virtudes, defectos, éramos muy diferentes, pero nos ayudábamos. A ese rebaño no me molestaría pertenecer, pero no uno donde pretendieran que fuese igual.
– [Chloe]Tu generación es la New Moondie y tenías el apoyo del resto[/Chloe].- explicó, como si se excusara. Quizá sí había tenido que cambiar su forma de ser para encajar con el molde.- [Chloe]Mientras yo me cagaba encima, estabais salvando el mundo y cuando yo tuve edad para hacer lo mismo, os quedaba un rato para la jubilación[/Chloe].
– [Dante]Debió costarte no elegir cambiar de época.[/Dante] – reconocí. Las ofertas de Caitriona habían sido tentadoras para muchos. Si Chloe hubiera elegido, no tendríamos que preocuparnos por volver a vernos una vez pasase todo. Bueno salvo por el hecho de que yo no lo contaba.
– [Chloe]No quería cambiar mi vida[/Chloe].- dijo.- [Chloe]Piensa que si me convertía en alguien de vuestra época, mis relaciones con todes cambiarían[/Chloe]. – añadió. No me daba la cabeza para imaginar tanto.
– [Dante]Aún así parecía la opción fácil. Como la mía de irme.[/Dante] – al menos que supiera que había sido valiente eligiendo el camino complicado.
– [Chloe]Si me gustara lo fácil no me gustarías tú, sino Owen[/Chloe]. – la miré, estaba muy cerca y me apetecía besarla y olvidarnos de lo que estaba pasando, pero sabía que a ella hablar la estaba reconfortando más.
– [Dante]Pobre hombre, bastantes palos se lleva ya por ser un… como le llama ‘fool for love ‘.[/Dante]- comenté. Owen daba un aspecto para casi todo el mundo de ser un poco…bueno, fácil. Digamos que le gustaban las muestras de cariño. – [Dante]Así que admites que te gusto. Interesante.[/Dante] – añadí. Ahora no había sacado yo el tema, así que si le seguía el rollo no me estaba pareciendo a Logan.
– [Chloe]No estaba siendo bitchy, solo comentaba que con él parece fácil ligar[/Chloe].- aclaró.
– [Dante]Le gusta sentirse querido. Supongo que es fácil empatizar con eso.[/Dante] – yo no me parecía a eso en él. Sabía por experiencia que las personas iban y venían de tu vida, no convenía encariñarse demasiado.
– [Chloe]Por lo que sé, su familia es un fucking mess, así que me imagino por qué está así[/Chloe]. – añadió. Miré a Elliot, allá abajo, hablando con los demás sobre cómo ayudarnos. A esos tres pobres les habían jodido bien por el hecho de que Elliot hubiera nacido con esa condición. El mundo no estaba preparado para gente como nosotros y eso hacía que la presión en las familias hicieran que al final cedieran. Lo raro era lo del resto de Moondies.
– [Dante]Al final nuestros padres nos condicionan.[/Dante] – dije, casi sin darme cuenta de que era en voz alta. Yo no quería parecerme a ya sabéis quien y al final allí estaba, camino de ser Daë. – [Dante]Owen busca el amor, Jane escapa de él y Elliot quiere contentar al resto.[/Dante] – y no se daban cuenta del papel que interpretaban. Aunque todos teníamos uno. Yo simplemente era consciente de él, de lo que todos esperaban de mí.
– [Chloe]A mí me han criado entre algodones[/Chloe].- dijo ella.
– [Dante]Ya, se nota, por eso eres fan de Lexie, ¿no? [/Dante]- bromeé. Me chocaba que Lexie fuera una estrella, aunque con la pasta de su familia no era raro. Al menos me alegraba saber que ella lo contaba.
– [Chloe]Lexie es un icono[/Chloe].- afirmó, totalmente convencida.
– [Dante]Al menos sabemos que ella vive para contarlo.[/Dante]
– [Chloe]Sabes de sobra que estoy aquí para buscarte, así que algo raro tiene que pasar contigo[/Chloe].
– [Dante]Nunca me han gustado los enigmas, soy un tipo simple.[/Dante] – reconocí. No me gustaba complicarme, la vida ya lo hacía sola. Pero pensar en no poder volver a la Tierra y ver a mi madre viva de nuevo me creaba un nudo en el estómago.
– [Chloe]Quizás tenemos la respuesta delante de nuestras narices y no la estamos viendo[/Chloe]. – sugirió ella.
– [Dante]Es probable, pero de poco vale preocuparse.[/Dante] – admití. El ruido de la serpiente chocando contra la torre para derribarla me sobresaltó. Chloe me agarró la mano, nerviosa, así que me giré y la besé. La torre todavía no había caído, confiaba en los de abajo y en mis alas para ponernos a salvo. Pero mientras llegaba el problema, mejor estar entretenidos.
Aunque parezca que pensaba con mis ‘tres cabezas’ de abajo, solo quería pasar el tiempo que me quedase con alguien con quien me sentía bien. Y al final, solo que con más tiempo, es lo que ansiamos hacer todos.
¿Significaba eso que Chloe me gustaba más que cualquiera de mis otras relaciones amorosas? Parecía que sí. Y eso sí que me daba miedo.