Todavía no había llegado la hora de abrir la tienda oficialmente, así que estaba en la parte de atrás escuchando cómo Sky roncaba y protestaba por la música, mientras finalizaba las modificaciones en un patrón de cuerpo delantero para que se pareciese a la blusa que tenía en mente. Acompañada por la música que salía de mi tableta, que en ese momento estaba con una emisora local, canturreaba mientras hacía las rectificaciones con un lápiz azul cielo.
– [Lucy]»La conosí balaaaando…ella me hipnotisó….y hubo asercamientoooooo…así ella me anamoróooo»[/Lucy]- grité a pleno pulmón en español, que me parecía bastante bueno y no es por presumir.
En esas estaba cuando escuché la campanilla de la puerta, que me avisó que alguien había entrado a pesar del cartel que ponía «Cerrado». No me pareció mal, simplemente paré la música, dejé todo como estaba y salí fuera esbozando la mejor de mis sonrisas, que se amplió al ver que era Ed el que estaba delante del mostrador, entre rollos de tela, maniquíes y espejos en un desorden organizado que en realidad, no era fruto de la casualidad.
Me fijé en que llevaba el pantalón del traje que le había hecho, pero no había rastro de la chaqueta ni de una corbata, además de que parecía muy nervioso. Eso me preocupó, pero las mariposas de mi estómago no me dejaban pensar.- [Lucy]¡Ed![/Lucy]- salí de detrás del mostrador y fui hasta él. El corazón me latía a toda velocidad y mi cuerpo me pedía que lo abrazara, así que eso hice. No pude evitar pasar mi nariz por su cuello e inhalar su olor. Creo que estuve a punto de derretirme (a lo mejor lo hice) y no por la parte del cuerpo que estáis pensando, enfermos – aunque a decir verdad…-. Bueno, que me voy del tema.