Jane – Selas
Noche
Me limpié las lágrimas como pude y eché a andar en dirección al pico. Dejé atrás a la bruja y a Alexander, cuya luz parecía un poco más tenue según me iba alejando.
Estaba tan enfadada que no pensaba ni en lo que estaba haciendo. La rabia guiaba mis pasos y no era la primera vez. Mi carácter de mierda asomaba su fea cara cada vez que algo me disgustaba y eso pasaba más a menudo cuando estaba procesando mal alguna cosa.
Por eso, cuando Caitriona desveló el pastel, me fui. Avancé sin saber adónde. Iba casi a tientas, porque se había hecho de noche. Si mi único poder consistía en dejar seco a quien se me acercara: ¿Qué pretendía conseguir con esta pantomima, matarme?