ABEL MOREAU | CIRTH – SKYE
MADRUGADA
Abel Moreau soltó su mano derecha del volante y se la pasó por la cara para intentar despejar su vista cansada. Había sido un día extremadamente largo y agotador. Por si fuera poco, también había sido frustrante. Apenas había conseguido resolver la mitad de los problemas que había sobre la mesa del Palacio.