Daniel Arkkan | Bosque cerca del palacio, Cirth
TARDE
Pese al miedo inicial a encontrarme con cualquiera de ellos, a su rechazo, el encuentro con Dominic resultó más bien un alivio, o al menos en parte, como suelen decir, «Dios no da con las dos manos».
Por una parte había podido aliviar mis preocupaciones respecto a lo que planeaban hacerle a Sarah, porque sabía que Dom se lo contaría a los demás y harían todo lo posible por evitarlo, podrían avisarla incluso a ella.