[align=center][SIZE=3][b]Daniel Arkkan | Cafeteria de la Universidad [/b][/SIZE]
[SIZE=2]Mientras esperaba a que llegasen Sarah y la comida, mi mano comenzó a esbozar algo en una servilleta con un viejo lápiz que encontré en el bolsillo. No es que fuese un gran dibujante, mentiría si dijera lo contrario, pero de vez en cuando, mi mano parecía cobrar vida propia y me sorprendía dibujando un perfil de Sarah, la sonrisa de mi madre e incluso algún intento de demonio, pero se quedaban en eso, intentos. Me gustaba pensar que mi padre sí era buen dibujante, pero en realidad, no estaba seguro. Mis recuerdos de ellos eran, en su mayor parte, retazos que mi mente se había imaginado a raíz de las historias que me contaban Arthur y Delly (que eran pocas). En ese momento, mi mano iba por libre, dibujando algo que no tenía ni idea qué era, porque la cafetería no era el mejor lugar para inspirarse y menos aún con la televisión a todo volumen con el programa que estaba haciendo famosa a Silver, “Under my spell”. Según me había contado la señora Echolls, eran un programa de entrevistas en el que la gente iba a contar sus problemas y en el que Silver les arreglaba la vida con hechizos…o eso decía ella. Se había convertido en el programa de moda en poco menos de dos meses que llevaba en emisión y su grito de guerra “Tú te lo pierdes, Dom”, era un himno para las mujeres que lo seguían. De vez en cuando, en mitad de una conversación, Sarah y Diana gritaban al unísono un “Tú te lo pierdes, Dom” sin venir a cuento, porque aunque la propia Silver dijera que no estaba basado en nadie, en Moondale todo el mundo sabía que era por Dominic Williams.