[align=center][b]Suzanne Sommerville | De camino a casa de las Echolls | {Con Sylver}[/b]
Despertarme la mañana de [b]Nochebuena[/b] sin tener a [b]Caroline[/b] saltando a los pies de mi cama, entusiasmada con las aceleradas compras de última hora y sin mi madre corriendo de un lado para otro batiendo huevos con una mano mientras con la otra habla con sus padres por teléfono, en un acelerado francés, se me ha hecho raro. Pero sé que es lo correcto. Por el bien de todos.
Aún no tengo claro como me he dejado convencer por [b]Sylver[/b] para esto. Vale que en parte ha sido idea mía, pero llevo tanto tiempo sin bailar delante de gente (desde el concurso que ganamos antes del Baile de Graduación) que por momentos temo que se me vayan a trabar los pies y acabe despatarrada delante de la puerta de [b]Diana[/b]. Aunque bueno, al menos, el espectáculo estará asegurado. Suspiro, notando como la tela del vestido se pega a mí, y me giro para mirar a [b]Sylver[/b], con una media sonrisa.
—[b]Creo que las Navidades harán que engorde un poco, ¿no crees?[/b]—dice, mirándose al espejo desde todos los ángulos.
—[b][i]Todos engordamos en Navidades[/i][/b]—digo, riendo. Y es imposible no hacerlo con la indecente cantidad de chucherías que se nos ponen delante en estas fechas—[b][i]Pero seguirás estando estupenda igualmente[/i][/b]—le digo a [b]Sylver[/b], encogiéndome dehombros—l[b][i]a que es guapa, es guapa antes y después de Navidad[/i][/b]—añado, con una risita. Mi madre solía decirlo: la que es guapa, es guapa siempre, y sobre todo, sin maquillar.