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Etiqueta: Un poco de Cara x Diana

  • OJALÁ QUISIERA SER MI NOVIA

    OJALÁ QUISIERA SER MI NOVIA

    Cara Elle |Subconsciente de Mara

    ¿MADRUGADA?

    caraelle020316

    Los subconscientes eran complicados, igual que las personas. El de Sarah era una estación de tren en hora punta y el de Mara, un cielo repleto de nubes en plena puesta de sol. El mío, por otro lado, seguro que era una carnicería, porque era bastante menos interesante que ellas. Así que lo primero que hice cuando el tren se paró y dejó a Sarah lejos de Diana y de mí, fue perseguir las nubes e intentar morderlas. Pero no sabían a nada: ni a nubes de gominola (¿Por qué se llaman nubes si tienen forma de tubo?), ni a algodón de azúcar (mejor con salsa picante), ni a pechugas de pollo.

    – [Cara]Las nubes no le gustan a Cara Elle. No saben a nada[/Cara].- comenté bastante más decepcionada que cuando descubrí que ‘Expediente X’ no era una serie porno.

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  • EGREGORE

    EGREGORE

    Diarios de Destino | Subconsciente de Sarah

    INDETERMINADO

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    La oscuridad fue total cuando el tren color ébano atravesó el largo túnel de salida de la estación. La negrura era tan densa que incluso el sonido parecía volverso opaco por ella, a excepción del traqueteo de las vías y la conversación de los que iban dentro.

    Cuando el túnel llegó a su fin, la negrura comenzó a cubrirse de diminutos puntos de luz correspondientes a distantes estrellas, surcando unas vías únicamente sujetas a la estación y su destino.

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  • UN FACTOR DIFERENCIADOR

    UN FACTOR DIFERENCIADOR

    Christopher MacLeod | Palacio Kvinneby

    ATARDECER

    macleodvaquera

    Cuando Sarah se marchó para encontrarse con Z acompañada de Ed y Daakka, los demás nos quedamos en una espaciosa sala común que ya estaba ocupada por un grupo de gente que nos observó desde el mismo momento en el que invadimos su espacio.

    El lugar era amplio, con una intrincada arquitectura que seguro que Sarah, Ed y Daakka habían disfrutado. La decoración acompañaba en parte a la arquitectura, con unos sillones de tono granate y detalles dorados que hacían que pareciera la sala común de Gryffindor. O Roca Casterly. Por peligroso, más bien lo segundo, también estaba lleno de leones.

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  • UNA TORMENTA DE ÓRDAGO

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=4]Diana Echolls| Templo de los Guardianes, ‘Axis Mundi’| Prueba de la Tormenta

    [color=#000000]Noche[/SIZE][/color][/b][/font]

    taranis-3

    [SIZE=3]
    Siempre me han hecho mucha gracia todos esos libros o películas en los que la protagonista no se da cuenta de que está embarazada hasta que, prácticamente, el bebé asoma la cabeza entre sus piernas. Como si tener un cuerpo extraño dentro de tu útero no se notase, ni tuvieras náuseas que duran todo el día, las tetas como si te las estuvieran aspirando para que crezcan a marchas forzadas, la boca llena de saliva por lo que acabas pareciendo un perro delante de un filete, ganas de orinar constantes aunque hayas decidido no beber agua desde hace cinco minutos y esa sensación de que te vas a quedar dormida en cualquier esquina. Pero vamos, que por si fuera poco, no se suele olvidar el día en el que jugaste a “ponerle la colita al burro” sin utilizar nada. Eso solo puede pasar a) si eres tonta de remate o b ) si padeces amnesia. Pero esto no lo digo porque McLeod hubiese acertado en “la Diana”, porque un día no fue capaz de contenerse (sí, ya sé que es cosa de dos) y una corriente hubiese estado a punto de ahogarme dos veces, ni mucho menos. Es que me gusta quejarme.

    Así que cuando por fin el agua dejó de vapulearme y me llegó a la altura de las rodillas, estuve cagándome en la madre que la parió (qué apropiado) hasta que apareció Cara, que huía de la misma como si fuera ácido. Todavía nos costaba que se duchase a diario, pero lo hacía a cambio de palmeras de chocolate, así que cada vez que mi madre agitaba una palmera delante de sus narices, se quitaba la ropa y se metía en la ducha, como una versión porno del perro de Pavlov. Me había dado cuenta de que Daakka la observaba atentamente, pensando en que si él agitaba una palmera de chocolate obtendría el mismo resultado. A ver si os creéis que el verde es porque nació así.

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