Vera – Instituto
Mañana
Basajaun. Txantxigorri. Belagile.
El eco de mis padres charlando sin parar, de la vieja radio en la que sonaba una canción de Bruno Mars y de Kaylee trasteando su móvil, no era para mí más que eso: un eco. El café con leche se estaba enfriando y con las tostadas podría acabar sujetando la pata de una silla coja de lo duras que estaban ya, pero no podía parar de leer. Estaba enfrascada en mi última aventura, que era leer en español el libro «El guardián invisible», de Dolores Redondo. El libro no era gran cosa, pero estaba ambientado en la Comunidad Foral de Navarra y tenía bastantes palabras en euskera, otro de los idiomas co-oficiales de España. Disfrutaba cada palabra como si estuviera ante un festín, porque de algo me tenía que servir haber heredado la habilidad de mi padre, el omnilingüismo.