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Etiqueta: Vincent estaba caliente

  • TODOS BUSCAMOS UNA LUZ

    TODOS BUSCAMOS UNA LUZ

    Daniel Arkkan | Aleion

    DESCONOCIDO

    danielwhite

    Tomé un giro cerrado a la izquierda y traté de despistar a los nuestros perseguidores. Agaché la cabeza y sentí el silbido de un proyectil mágico lanzado sobre mi cabeza.

    – [Ed]No pensé que le fuera a molestar tanto a Vincent que cogiéramos un coche prestado en su mente.[/Ed] – se quejó Ed, que intentaba retrasarles con su magia, pero era difícil dar en el blanco cuando vas en un coche que parece salido de la ‘Liga de los Hombres Extraordinarios’, ascendiendo por las calles estrechas del centro de una ciudad.

    Cuando observé el enorme terreno del subconsciente de Vincent, con esa enorme ciudad de marfil y los barcos surcando el cielo, no imaginé que terminaría robando un coche para atravesar la ciudad a toda velocidad y conseguir llegar al subconsciente de Mara en un barco volador que estaba a punto de irse. Ni tampoco que nos perseguirían con tanto ímpetu, pero al parecer el subconsciente de Vincent era demasiado realista.

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  • MEMORIA MUSCULAR

    MEMORIA MUSCULAR

    Diario de Vincent Solo | Apartamento de Mara, la Nave

    MEDIODÍATARDE

    maranovak100115

    Cuando Mara fue hacia su apartamento para cambiarse, me quedé solo en la sala de reuniones. El resto del grupo se había marchado ya al Palacio para tratar la terrible noticia del asesinato de esa familia inocente que estaba en todos los medios de comunicación.

    Estuve un rato allí sentado, preguntándome qué hacer respecto a todo lo que había pasado los últimos días. En el tiempo en el que habíamos estado separados me había dado cuenta de que sentía por Mara algo auténtico, algo que esperaba pudiese llegar a buen puerto. Y ahora, después de la «locura sexual», tenía miedo que esa relación se estropease y no llegara a nada.

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  • EN LAS PATAS DE OTRO

    EN LAS PATAS DE OTRO

    Mara | Apartamento de Vincent

    MEDIODÍA

    marabyn

    En el apartamento de Vincent no cabía un alfiler. Por suerte, ya no escuchaba los corazones de los demás ni sentía la necesidad de desgarrar sus preciadas gargantas, pero aún así, prefería la soledad y el silencio.

    Era el cuarto día en el que Lucy permanecía en una especie de sueño del que no podía despertar y habíamos tenido que utilizar los contactos de Bill y Vincent para conseguir una vía con la que administrarle suero para que no se deshidratara y una sonda que eliminase los desechos. No era la opción ideal, pero era lo único que podíamos hacer por ella, a pesar de que sugerí llevarla al hospital ante la negativa de todos. El volver a ser humana me hacía más consciente de la fragilidad de la vida y por eso, me preocupaba más, por eso y porque no quería comérmelos.

    La habitación de Vincent, que durante un breve lapso de tiempo había sido la mía, se había convertido en el hospital de campaña, cuya cama ocupaba una Lucy que parecía dormir apaciblemente y por las noches, Ed era su compañero que dormía sobre las mantas y separado a una distancia prudencial, así que Vincent y yo dormíamos en el salón, uno en el sofá y el otro, en el sillón. No era el colmo de la comodidad, pero tampoco es que nuestro repertorio de opciones fuera enorme.

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