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Etiqueta: Wasz

  • EL MOMENTO SE ACERCA

    [align=center][b][font=Bookman Old Style][SIZE=5]Diarios de Destino | El Hotel

    [color=#000000]Noche[/SIZE][/color][/font][/b][/align]

    queenc
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    Esta vez, la sala en la que estaban los Campeones, tanto los recién llegados como los veteranos, era el hall de un hotel abandonado. El suelo, de color verdoso, contrastaba con una horrible escalera roja, dos plantas con arcos y unas lámparas de los años veinte. Era, sin lugar a dudas, el terror de cualquier decorador, pero tenía encanto, porque como no era de verdad, no olía a humedad y a polvo.

    La última en llegar fue Cara Arkkan, que observó atónita cómo no sólo estaban Daakka y Vincent, sino que casi todos los que conocía estaban allí: Sarah, Diana, Daniel, Christopher, Dominic, Illya y Ed e incluso algunos que no le sonaban de nada, como un tipo con sombrero de cowboy e ínfulas de villano de película cutre.

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  • RECOMPENSAS

    [align=center][b][SIZE=4]Diarios de Destino[/SIZE][/b]

    queenc

    [SIZE=2]
    Cuando la Cazadora se reencontró con sus amigos, la realidad se desvaneció y unos segundos, aparecieron en una caverna, en la que había tres figuras pobremente iluminadas. Eran humanos o eso era lo que debías creer si llegabas allí por error.

    – [b] [color=#270C0B] Roarrr…[/SIZE] [/b] – Pudieron escuchar los allí presentes. – [b] [color=#270C0B] Lo siento, no les había visto.[/color] [/b] – La caverna se iluminó algo más, como si las antorchas que había alrededor hubiesen cobrado vida.

    – [b] [i] [color=#BB609C]¿Qué tal, Wasz?[/color] [/i] [/b]- Preguntó la rubia con jovialidad.

    – [b] [color=#270C0B] Bien, estaba haciendo tiempo mientras llegabais, ¿qué tal todo?[/color] [/b] – Se guardó los dinosaurios de juguete en el bolsillo y esperó una respuesta que ya conocía.

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  • ORACULOS

    [align=center][b][SIZE=5][color=black]Diarios de Destino[/SIZE][/color][/b]

    negro

    [SIZE=2]La luz golpeó el cuerpo del vampiro y el mundo se fracturó. Arriba era abajo y abajo era arriba, la gravedad había desaparecido, pero se sintieron caer, hasta que las infinitas y blancas paredes dejaron paso a una zona más oscura.

    Se veía claramente un suelo de piedra, pero el techo al igual que las paredes, solo era una mancha oscura que se perdía en el infinito. Frente a ellos, a varios metros, había una pequeña zona un poco más elevada, con tres escalones para llegar a ella. Allí dos rayos de luz se colaban desde el techo, aunque no se distinguía exactamente dónde. Tras las luces se distinguían dos figuras levemente envueltas en las sombras.

    Se escuchó el sonido de las llamas y alrededor del grupo se encendieron varias velas y antorchas, dando algo más de luz a su alrededor, no demasiada, pero la suficiente para verse entre sí.

    Las figuras dieron un paso al frente, hacia la zona iluminada, y fue entonces cuando pudieron verlos con claridad. Eran un hombre y una mujer, o al menos uno tenía forma masculina y la otra femenina.

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